De Los Angeles a Sydney y un hetero de por medioII
Segunda y penúltima parte de nuestros 2 náufragos en una isla del Pacífico.
Me desperté varias veces durante la noche, por lo visto tantas emociones habían trastocado mi sueño, recordé lo vivido unos momentos antes, aquello no había sido el abrazo de Morfeo, lo sucedido no tenía nada de onírico, era real, tanto como que nos hallábamos en una isla desierta en mitad del Pacífico desde hacía casi 3 meses.
No pude evitar contemplar a Lean. Estaba muy atractivo durmiendo, de hecho, estaba realmente sexy, yacía de lado, con uno de los brazos doblado bajo su cabeza y sus piernas una adelantada de la otra, marcando unos glúteos de escándalo y sobre ellos una morena espalda dorada por el sol en forma de V.
Me recosté junto a él, sólo contemplándolo, sin abrazarle, a pesar de lo sucedido y la confianza existente no sabía aún que sucedería de aquí en adelante o de que forma seguiría nuestra relación, por tanto mantenía una distancia prudente, lo último que quería era que Lean se sintiera intimidado o algo parecido...Ensimismado cómo estaba en esos pensamientos volví a dormirme en unos minutos.
-Eh Guille, despierta dormilón, que ya es de día.
-eh...qué..- con voz soñolienta
- vamos, pareces un señorito de Oxford, levanta he preparado algo de desayunar.
-No me digas, café y tostadas con mantequilla y mermelada de naranja?
-Ummmm, no exactamente, la mermelada de naranja se había acabado en el super, y la mantequilla es demasiado calórica, el café no te conviene, demasiado excitante, así que he preparado algo más sano, este vaso de zumo de coco, y un par de pescaditos del día.
Lean ponía un entusiasmo exacerbado en todo lo que hacía.
-Sí muy sano- contesté yo.- Lo que más me gusta es que por fin vamos a desayunar algo diferente- dije con sorna
- Eh no te quejes y el tipín que se te está quedando...
-Sí un "tipín" muy bonito, a este paso la Beckham va a parecer King Africa a mi lado.
-No conozco ningún rey de Africa...quién es ese?
-Oh déjalo, es un "cantante" de España, que es la bomba...
-No entiendo, bueno da igual. Tú comételo todo y así estaré contento
La verdad es que no pude evitar una media sonrisa y un pensamiento de lo más sucio ante el último comentario de Lean, que me coma todo dice...Nunca supe si lo dijo de forma inocente o con alguna doble intención, Lean era un hombre muy noble, algo reservado incluso diría yo, pero a la vez tenía puntos muy divertidos, muy de humor inglés, cómo no.
Transcurrieron algunos días y llegó a la isla una de esas tormentas tropicales que no te dan más opción que refugiarte en un sitio seguro y esperar a que pase el temporal. Pasábamos las horas muertas en nuestro refugio charlando y explicando anécdotas de nuestras vidas, a pesar de solo conocernos hacía unos meses, puedo afirmar que Lean era la persona que más sabía de mi vida y yo de la de él...
-Sabes Lean, a pesar de la desgracia que estamos padeciendo, me siento muy afortunado de compartirla contigo, no quiero imaginar lo que hubiera sido estar sólo aquí, no creo que pudiera superarlo.
-Es una suerte que estés aquí, no solo por la compañía, sino además porqué me caes muy bien, casi con toda probabilidad nunca nos habríamos conocido en otras circunstancias, sin embargo, puedo decir con orgullo, que ahota te considero mi mejor amigo, y eso no cambiará aunque algún día abondonemos éste lugar.
Me estaba enamorando a marchas forzadas de Lean, no sé si por la situación, o porqué verdaderamente tenía química con él, o por la necesidad de afecto, en cualquier caso daba igual, estaba sintiendo mucho por él y cada vez ese sentimiento era más fuerte...algunos dicen que para saber si estás enamorado de una persona tienes que haberla besado o follado...menuda gilipollez, a mi no me hacía falta nada de eso para tener ese sentimiento dentro de mi, otra cosa es que lo deseara, que por cierto lo deseaba y mucho, pero desde la noche de mi cumpleaños nada había vuelto a suceder entre nosotros.
Llámadme orgulloso, pero no quería ser yo quién diera ese paso, Lean ya sabía que me gustaban los hombres y me gustaba él, si quería algo conmigo nuevamente tendría que ser él quién diera una señal, aunque me quisiera y mucho yo sabía que Lean no se sentía atraído por mi, al fin y al cabo a él le gustaban las féminas, pero el tiempo jugaba a mi favor, era mi aliado en la isla, sabía que la líbido de Lean iba a aumentar de forma directamente proporcional a los días que fueran pasando. Estoy casi seguro que en su interior se desarrollaba una lucha entre su deseo y su cabeza. Esta vez no había vino de por medio y no quería ser yo ningún tipo de catalizador, ni provocar algo de lo que él se debía sentir seguro ó por lo menos decidido.
Y llegó el día X y la hora H.
-Vaya puesta de sol más chula verdad Guille?
-Sí, en otras circunstancias vería éste lugar como un sitio paradisíaco y encantandor. La puesta es preciosa...
-Sí lo es, me recuerda una vez que hice un viaje a Bali con mi mujer...
Dios pensé, ahora se va a poner en plan meláncólico y capaz es de deprimirse y todo, pobrecillo...Pero nada más lejos de la realidad, me sacó de mis pensamientos, con un escueto pero audible:
-3 veces me la follé aquella noche!
Tragué saliva, no sé si me puse más cachondo o nervioso, no sabía si callar o apuntar algo y en caso de decir algo si tenía que ser gracioso o erótico. Al final opté por continuar la conversación para que el se explayara algo más y contara más detalles, al fin y al cabo lo único que nos podía pasar con una conversación como esa era ponernos cachondos, bueno a él, yo ya lo estaba y mucho...
-3 veces? Fuck, te quedarías agustito, no? . Yo nunca he follado 3 veces - dejé caer de forma inocente...y una mierda, lo dejé caer de la forma más maliciosa del mundo...en ese momento me sentí como una especie de lagarta choni poligonera a la caza en la discoteca de su pueblo un sábado por la noche, aunque no mentí, lo máximo 2.
- Te voy a preguntar algo Guillermo, pero tu eres de los que dan o de los que reciben?
-No he follado 3 veces seguidas, ni dándome, ni dando.- A mi me gusta más dar pero no sabía si decírselo, puesto que con él tenía que ser el pasivo. Decidí mentir por si eso le relajaba más y apostillé- Pero me gusta más ser penetrado.
La marcha del sol estaba dando un aire anaranjado a la playa y a nuestros cuerpos, Lean, que vestía solo un bañador negro de media pierna, parecía una especie de Poseidón griego (bueno escocés) y yo espero que pareciera una especie de Apolo aunque si quería algo con Lean, me convenía más bien que me viera como Afrodita, por Dios...Lean de nuevo me sacó de mis pensamientos...
-Y no te duele?
-Bueno, esto es como todo si se hace bien, no debe doler, pero claro, no es lo mismo una polla estandard, que por ejemplo lo que gastas tú, porqué de ese tamaño nunca las he "trabajado".
-Trabajado jaja- rió Lean
-Acaso le dolía a las chicas con las que has estado?
-Pues ahora que lo dices, y pensando en lo que has dicho va a resultar que no siempre he hecho las cosas bien, porqué más de una se quejaba, recuerdo especialmente a Susan...una novia de mi pueblo cuando tenía 19 años...My God...gritó como una posesa, pensé que vendría mi vecina de enfrente...Aunque luego siempre quería repetir, pero antes de empezar siempre secía: I can´t, I can´t, pero luego...we can.
-Normal Lean, es que tienes ahí abajo un buen pedazo, la verdad y no dígamos ya si tienes que meterla en un culo...
-He practicado poco el sexo anal...las chicas nunca querían..no sé si porqué no les gustaba o cuando me veían la chorra dejaba de gustarles...y yo sin embargo me moría por follarmelas por detras, cuanto menos querían ellas, más ganas tenía yo, me pillaba unos calentones...alomejor te va a sorprender pero un par de veces me fui de putas para desfogarme, no me gustaba pagar por sexo, creo que no lo necesito, pero fue precisamente para estrenarme con el culo de una tía y me dijo que le gustó- comentó con tono orgulloso - pero claro, era una puta, igual me mintió.
Volví a contemplar a Lean, la conversación estaba siendo tan subidita, que no pude reprimir mirar su entrepierna, marcaba un bulto considerable que hacía un momento no había, él me vió como yo le miraba, las cosas estaban claras, yo sabía que él andaba cachondo, y el sabía que yo sabía que él lo estaba...suena a hermanos Marx, pero el caso es que las cosas iban por donde yo quería y con seguridad por donde también él quería.
-Tanto hablar de mi amigo, se ha despertado con fuerza- me espetó Lean mientras me miraba directamente a los ojos y remarcaba con la mano todo su pedazo que se hallaba hacia el lado derecho de su paquete.
Siguiendo con la broma le solté con total descaro - pues esa rígidez en esa zona no es buena, es doloroso y agría mucho el caracter del propietario sino lo soluciona de forma inminente...
-Crees que tú podrías hacer algo para aliviar esa rigidez y que mi caracter no se agríe? Porqué yo creo que nadie mejor que tú para solucionar este problema...
Estaba ya como una moto, y francamente ahí no hacía falta ya más palabrería sino accíon y de la buena, me incorporé desde la arena y me ácerqué junto a Lean, el abrió un poco más las piernas para dejarse hacer y echó la cabeza hacia atrás. Con mi mano palpé todo su paquete por encima de la tela de su bañador, la tenía como el acero, repasé la silueta de su polla varias veces como cerciorándome del tamaño que ya había conocido hacía unos días, era como la recordaba, gruesa, larga y durísima, supongo que la abstinencia en Lean provocaba esas rigideces más propias de una viagra que de una persona.
Pasé la lengua por encima del bañador allí donde se formaba el relieve y me deleité unos minutos, mojé toda la tela con mi saliva, busqué los ojos de Lean y los encontré continuando el trabajo que le estaba dedicando a su entrepierna, en ese momento sus dos manos tiraron de su bañador abajo y aquel pollón salió como un resorte y golpeó mi cara, Lean no pudo evitar soltar una pequeña risita de cachondeo, ante el sonoro "CHAS" que escuchamos al contacto de su falo con mi mejilla, entonces me salió del alma soltarle:- a ver si ahora te ries- y me metí el capullo en su boca, rodeándolo con mi lengua a toda la velocidad de la que era capaz mientras con mis dos manos lo pajeaba a un ritmo atroz. Lo cierto es que lo conseguí, se le fue la risa de golpe y una mueca de gusto se dibujó en su rostro, mientras un gemido salía de su garganta. La saliva resbalaba desde mi boca y empapaba todo su tronco lo que hacía más fácil la fricción con mis manos, el ruido del chas, chas de mis manos y mi lengua me ponía más cachondo todavía y a él me consta que también.
Sin esperarlo, Lean separó mi cabeza de su miembro y se incorporó, desde mi posición de sentado su 1,90m resultaba imponente y hasta amenazador, su polla se erguía como si lo de la gravedad no fuera con ella y sus manos frotaron su cacharro un par de veces a la par que me dijo:-vamos sigue
Pasé de sentado a ponerme de rodillas y metí mi lengua entre sus pelotas mientras él seguía masturbándose, la imagen de vérsela pelar me estaba poniendo cardíaco, pero ahí seguía yo sacando brillo a sus huevos que eran gordos y no demasiado peludos, me metí uno en la boca, luego el otro y fui alternándolos unas cuantas veces, Lean cojió mi cabeza con la mano izquierda, la separó de sus cojones y con la derecha se agarró su rabo y me lo endiñó entero en la boca, se notaba que estaba desatado, ni yo mismo lo reconocía, creo que su calentura le había hecho perder cualquier atisbo de timidez, prueba de ello es lo que soltó por su boca:- venga, el otro día no pudiste, inténtalo hoy, zámpatela entera hasta los huevos, quiero verte conseguirlo, cometela toda!!!
Hincado de rodillas como estaba en la cálida arena, agarre firmemente sus glúteos y él a su vez se asió a mi cabeza con ambas manos a la vez que inició un bombeo rápido y constante, empecé a sentir arcadas a las primeras de cambió, pero ésta vez la iniciativa era de Lean y no me dejaba separarme a pesar de mi atoramiento, me tenía bien sujeto y su bombeo seguía a mayor ritmo si cabe, era una follada bucal en toda regla, así que intenté relajarme y hacerle disfrutar y disfrutarlo, intenté ahuecar la garganta y acoger su tranca, sus bolas rebotaban en mi barbilla una y otra vez y mi saliva salía por mi boca a raudales, mientras un plof, plof y los resoplidos de Lean se confundían con la brisa de las palmeras y las olas que rompían en la orilla. Mi compañero de isla estaba a lo suyo y a pesar de que las lágrimas afloraban ya por mis mejillas debido al esfuerzo, su empeño no decaía, aumentó a un ritmo infernal sus movimientos de pelvis y atrajo con sus manos mi cabeza a su cintura, me la zampé de golpe aún sin proponermelo, noté los pelos de sus cojones cosquilleando en mi barbilla y sentí ahogarme, la tenía toda dentro, hasta el esófago.-Good boy, you got it, good boy...fueron sus palabras como reconociendo mi esfuerzo. Se entretuvo un rato en esa posición y la sacó, tosí varias veces, pero con dos cojones como un gato en una perrera me agarré de nuevo a sus glúteos y le dije: more, I want more...No hizo falta más, Lean volvió a imprimir el ritmo salvaje que tanto le caracterizaba y folló mi boca por dos minutos más, profundo, muy profundo, hasta el fondo, notaba mi garganta ardiendo, pero con la satisfacción que da el saber que él lo estaba disfrutando a tope.
Se separó de nuevo de mi y dijo en voz alta: Te voy a follar.
A pesar de las dimensiones que manejaba Lean, no sentí miedo ni todo eso que se cuenta cuando te va a follar un pene XXL, al contrario aunque yo nunca había tenido uno dentro de éste tamaño, lo deseaba, deseaba el sexo de Lean, su cuerpo, es lo que deseaba hacía tiempo y quería que me la metiera ya, a pesar de su calibre sabía que gozaría, estaba entregado a él y no sentía ningún miedo a que me doliera.
Me dejé hacer, quería que me follara como a él le apeteciera o tuviera costumbre, eso sí mojé bien mis dedos con saliva y me la unté bien mi entrada trasera: cachondo sí, suicida no.
Lean me ágarró por mis caderas y me puso a lo perrito, finalmente me iba a montar en esa postura, por lo menos por lo pronto. Apoyé mis antebrazos en la arena y levanté el culo hacia arriba, Lean presionó su polla en mi ano ayudándose de su mano izquierda, yo me notaba realmente dilatado curiosamente sin haberme preparado para tal menester, Lean volvió a empujar y yo relajé mi entrada, noté su glande en mi interior, a continuación más y más, en tres segundos la tenía toda dentro.
-Lovely- dijo Lean .
Se movió despacio en esos primeros compases, observando mis reacciones, pero nada le hacía indicar que yo estuviera sintiendo dolor o malestar y así era, a pesar de su imponente badajo sentía placer desde el primer momento, únicamente cuando ya chocaban sus testículos con mi culo notaba una punzada de dolor en mi interior, como si esa verga estuviera alcanzado cotas jamás exploradas antes y es que la notaba muy muy adentro, salvo eso, todo iba como la seda- -Come on Lean- dije yo
Parecía que fuera la señal definitiva que esperaba mi querido escocés, arreció sus movimientos y de nuevo empezó una follada a ritmo vertiginoso, adentro, afuera, adentro, afuera, en su totalidad, un largo recorrido que mi culo acojía una y otra vez. Para llevar de nuevo días sin correrse, Lean tenía un aguante de la hostia y me estuvo enculando desde atrás bastante tiempo sin parecer nunca cansarse, debía ser cosa de los años de entrenamiento, ya que tenía un fondo de deportista de élite, que es al fin y al cabo lo que era.
Finalmente sacó su miembro de mi interior y me dió la vuelta con sus manos, me tumbó boca arriba y se tumbó encima de mi, con mis piernas en sus hombros, me la endiño de nuevo hasta la raíz y mentiría si dijera que esta vez no me dolió, la noté más profunda que antes, era como si su punta golpeara algo en mi interior que me hacía sentir punzadas a la vez que me estremecía de placer, quise decirle que tuviera cuidado pero en lugar de eso empecé a soltar ligeros gemidos que envalentonaron a éste semental, de nuevo arreció el ritmo de sus embestidas, Lean no decía nada, no hacía falta, su cara era una mezcla de esfuerzo y placer que me ponía muy cachondo, estuvinos así otros tantos minutos y siempre a un ritmo endiablado, lo cierto es que me ardía el culo y a él tenía que tener la polla al rojo vivo...Lean echó su peso encima de mi y bramó como un toro, supe que se estaba corriendo, no había duda, la noté más profunda que nunca y tras seis, siete golpes secos sus casi 100 kg permanecieron inmóviles sobre mi, mientras los jadeos de Lean iban en disminución. Yo abracé su espalda y quise que ese momento permaneciera en mi memoria por siempre. La vida tiene sus momentos felices y éste era uno de ellos.
Poco a poco, Lean se incorporó y miré como su polla aún chorreaba semen, al incorporarme yo también noté que mi culo goteaba, y no fue lo único que notaba, sentía una dilatación enorme ahi abajo, tanto es así que Lean exclamó:
-Dios, lo tienes superabierto.
-Algo tendrás que ver tú
-Si, creo que sí- dijo rascándose su oreja tal y como solía hacer cuando se ponía algo nervioso.
-No te preocupes, he disfrutado como nunca, me ha encantado
-Tenía tantas ganas de follar, que creo que se me ha ido un poco la cabeza, pero te he notado tan entregado que creo que me he puesto un poco bruto.
-Me ha gusta que saques esa parte en el sexo.
-Bueno, además tu culo parecía que podía con todo y eso me ponía más y más
Sin pensármelo 2 veces me arodillé de nuevo y empecé a chupársela, aún tenía unas gotas de semen, a Lean le pilló por sorpresa, pero no puso reparos, se sentó, yo me estiré y empecé de nuevo a mamar, esta vez recreandome y a mi ritmo, degustando, centrándome en sus pelotas y en todos y cada uno de los cm de su pene, supe que lo des los 3 polvos no era una fantasmada, el nabo de Lean enseguida cobró vida a pesar del poco tiempo que hacía de su eyaculación.
Me separé de su cimbrel, pero por poco tiempo pues me senté encima de él mirandole a los ojos, él me retiró la mirada, creo que mi actitud desafiante y mi iniciativa le habían cortado ligeramente, pero sólo ligeramente, al segundo, acarició mis nalgas, las agarró firmemente y me hizo cabalgar sobre su nabo, sin prisa pero sin pausa, yo me aferré a su cuello y atraje su cabeza hacia mi, sin oponer él ninguna resistencia, en una posición de contacto total y donde nuestras miradas entraban en contacto directo, la penetración era si cabe tan profunda como estirados y el sudor resbalaba por nuestros cuerpos. Lean alzaba mi grupa una y otra vez sobre él con una facilidad pasmosa, mis nalgas al choque con sus musculosos cuadríceps daba lugar a un rítmico "PLAS","PLAS", era una follada como no recordaba ninguna anteriormente, larga, salvaje y pasional con el hombre por el que estaba coladito, no se podía pedir más...Lean rodeó mi cintura y alzó un poco mi culo, ahí se hizo dueño de la situación y me pegó una follada brutal durante un par de minutos, sudaba como una mala bestia a pesar de haberse ya puesto el sol, pero el vigor que le ponía al tema lo tenía empapado, se puso en pie con mis piernas rodeando su cintura y con miz brazos aún alrededor de su cuello y así, en esa posición, siguió empujando otros tantos minutos, como si fuera un martillo neumático. Empecé a desear que se corriera ya, pues tenía el culo más que dolorido, pero esa segunda eyaculación se estaba haciendo esperar. Fue entonces cuando noté de nuevo su respiración más entrecortada y su pecho más hinchado y supe que llegaba de nuevo su semen a mi interior.
Caímos derrumbados, exhaustos sobre la arena, mientras mi culo volvía a chorrear su abundante corrida, aunque no tanto como la primera.
-Que polvo más bien hechado- dijo Lean
-Dios Lean, no hace falta que te corras una tercera vez .Te creo, de verdad que te creo...-atiné a decir exhausto
Continuará con una última y tercera parte