De la noche al día
Como cambió mi vida en una noche a finales de junio.
Mi nombre es Mario, soy un chico bastante masculino, mido 186, 76 kilos, de complexidad fuerte, siempre he tenido éxitos con las mujeres y la verdad, nunca he tenido tendencias homosexuales, hasta que un día me pasó lo siguiente.
Era a finales de junio, mi pareja se encontraba inmersa en los parciales finales de la carrera y la verdad no tenía tiempo para salir a tomarse algunas copas, yo estaba en casa aburrido sin saber qué hacer, de momento sonó mi móvil, era Miguel, era uno de mis mejores amigos, Miguel era gay, y le gustaba ir mucho por los bares de ambiente, yo de vez en cuando lo acompañaba, la verdad, no me importaba ir con él, yo siempre he sido de mente abierta para estos temas y siempre lo he respetado bastante, siempre que me respetaran a mí.
- YO: Buenas Miguel, que quieres?
- MIGUEL: Mira Mario te llamaba para preguntarte si querías salir un rato y tomarnos unas copas.
- YO: Por mi vale, Susana está estudiando y no tiene pensamiento de salir.
- MIGUEL: Pues en una hora estoy en tu casa, vale?
- YO: Ok.
Empecé arreglarme, y a la hora llegó Miguel y nos marchamos, cuando llegamos al lugar me percaté de que era un pub de ambiente, a mi la verdad no me importaba, ya había salido varias veces con Miguel a solas y siempre habíamos ido a un local del estilo, y la verdad para tomarse unas copas y pasar un buen rato, da igual el sitio a donde esté uno.
Entramos y nos dirigimos a la barra a pedir un par de copas, cuando llegamos allí, en ese momento se encontraba una amiga de Miguel, se le notaba que era travesti, aunque estaba muy bien afeminada.
- SANDRA: Hola cariño, que tal estás?
- MIGUEL: Muy bien Sandra, aquí he venido con un amigo a pasar un rato. Mario te presento ella es Sandra, una amiga a la que le tengo mucho cariño y aprecio.
- YO: Encantado Sandra.
- SANDRA: Encantada amor, Miguel nunca me había dicho que tenía a un amigo tan guapo como tú.
- YO: Muchas gracias por el alago, pero no quiero que te lleves una impresión errónea de mi.
- MIGUEL: Si cariño, Mario no es gay.
- SANDRA: Ah! Perdona, espero no haberte ofendido.
- YO: No tranquila, no pasa nada.
Estuvimos durante un buen rato hablando de nuestras cosas, de lo difícil que estaba todo, ya sabéis, las típicas conversaciones con las que partir el hielo. Cuando me quise dar cuenta Miguel ya no estaba junto a mí y me encontraba a solas con Sandra.
Ella se dio cuenta de que estaba algo incómodo, no me resultaba fácil hablar con ella entonces me dijo.
- SANDRA: Tranquilízate cariño, que todavía no me he comido a nadie.
- YO: Es que la verdad, nunca he estado a solas con alguien como tú, y no sé qué decir.
- SANDRA: No te preocupes cariño, déjame que te lo diga yo todo.
La verdad la situación se estaba poniendo bastante morbosa, y sin darme cuenta cuando quise reaccionar, Sandra estaba comiéndome la boca.
- YO: Sandra, yo no quiero que pienses mal de mí, pero es que…
- SANDRA: Tranquilízate, veo que estás muy caliente, si quieres subimos a mi apartamento y te ayudo a que te enfríes un poco.
No sabía que responder, la verdad es que estaba muy caliente, nunca me imaginé que me iba a poner así, y la verdad en mi interior deseaba subir a ese apartamento. Pero también me echaba para atrás la posibilidad de que me viera Miguel enrollándome con su amiga, y también pensaba que pensaría Susana si se enterase.
En ese momento Sandra se acercó a mí y me cogió el paquete, entonces dijo,
- SANDRA: No hace falta de que digas nada, veo que tu poya ya ha contestado por ti.
Y como un pasmarote dejé que Sandra me condujera a su apartamento, agarrando mi paquete por todo el local.
Cuando subimos, eso era una pasión incontrolable, nos estuvimos comiendo la boca, después ella me comió la poya, y la verdad en ese momento estaba que iba a reventar. Entonces ella me habló y me dijo,
- SANDRA: Quieres que nos acostemos juntos?
- YO: Si, me encantaría.
- SANDRA: Entonces tienes que hacer algo por mí.
- YO: Dime, haré lo que quieras.
- SANDRA: Quiero que te vistas de mujer, igual que yo.
Yo en ese momento estaba tan caliente y deseaba tanto follarla que asenté con la cabeza sin rechistar, además pensaba que quien iba a vernos allí, si a caso tuviera que negar algo sería su palabra contra la mía, y la verdad Miguel seguro que me daría la razón a mí.
Entonces Sandra empezó a sacar ropa de su armario, un corset, ligueros, medias, zapatos de tacón de aguja, yo sin pensármelo dos veces, me lo puse todo, y la verdad que cuando me vi me gustó bastante la imagen que estaba viendo, la verdad que las prendas que me dejó Sandra me quedaban al dedillo y como tenía todo el cuerpo rasurado del gimnasio, pues la verdad no se veía nada mal.
Entonces me avancé a ella para seguir por donde lo habíamos dejado, pero ella dio un paso atrás y me dijo,
- SANDRA: Espera, aun queda algo.
Entonces Sandra cogió su móvil y realizó una llamada, en menos de cinco minutos sonó el timbre de la puerta, y la verdad la situación me empezó a escamar.
De repente veo aparecer a Miguel, yo en ese momento me quería morir, la verdad me resultó muy violenta la situación, entonces Miguel me dijo,
- MIGUEL: Mario estás muy guapo.
- YO: Miguel no es lo que tú piensa, ella me ha engatusado, ha sido una encerrona.
- MIGUEL: Pues yo no creo que sea una encerrona, porque no creo que Sandra te haya puesto una pistola en la cabeza para subir aquí arriba.
Yo no sabía que responder en ese momento, entonces Miguel se acercó e intentó besarme, yo me zafé como pude, y entonces Miguel me cogió del brazo y me dijo,
- MIGUEL: Que pensará Susana de todo esto, cuando le cuente todo lo que está ocurriendo.
- YO: Tú estás loco, no pensarás que se lo va a creer, no?
- MIGUEL: A lo mejor no, pero cuando le enseñe las fotos que te está haciendo Sandra, a lo mejor piensa otra cosa.
- YO: Miguel de verdad eres un cabrón.
- MIGUEL: Ahora vas hacer lo que yo te diga, si no quieres que se entere Susana.
Yo me negué rotundamente, pero en ese momento me cogieron entre Miguel y Sandra, y por mucho que me intentaba zafarme, no podía con ellos, entonces me condujeron a la habitación y me tiraron a la cama, Sandra se puso detrás de mí y se puso prácticamente encima de mí, sujetando los brazos con las dos piernas y cogiéndome las dos piernas y levantándomelas hacia detrás, dejando mi culo con total visión para Miguel.
Entonces Miguel se acercó a mí, metió la cabeza y empezó a lamerme el ano, en ese momento empecé a sentir un cierto placer, pero con los nervios que tenía encima y el temor de lo que me fuera a ocurrir, la verdad no lo llegaba a percibir.
Entonces empecé a decir,
- YO: Miguel espera que me pueda escapar, cuando te coja te vas a acordar de mí durante toda tu vida.
- MIGUEL: No te preocupes tú también te vas a acordar de mí.
Entonces después de cinco minutos de estar lamiendo mi culo, se incorporó, se bajó los boxes y con la cabeza de su poya la empezó a rozar alrededor de mi ano. Yo empecé a despotricar, y de buenas a primera, empezó a empujar su poya hacia dentro de mi culo, yo por mucho que quise poner resistencia, no pude impedir que Miguel siguiera metiendo su poya hacia dentro, cuando me di cuenta sus huevos estaban chocando con mis nalgas, entonces se quedó parado, yo no atinaba a que decir, lo único que sentía era como si me hubieran rajado el culo, como si mis entrañas estuvieran ardiendo, el dolor era insoportable, y por mucho que intentaba no podía quedarme quieto, intentaba de zafarme como fuera, pero Sandra me tenía bien cogido, y entonces me dijo,
- SANDRA: Tranquilízate cariño, verás como dentro de poco te dejará de doler, y cuando te a costumbres te convertirás en uno más de nosotros.
Yo seguía intentando zafarme, pero después de un buen rato Miguel empezó a moverse, y empezó a bombear su poya hacia afuera y adentro, aquel dolor que sentía en unos instantes empezó a desaparecer, del dolor insoportable empecé a sentir un dolor placentero hasta que desapareció por completo y entonces empecé a sentir un placer indescriptible, en ese momento se me escapó un suspiro, entonces Miguel me dijo,
- MIGUEL: Mario, quieres que pare ahora?
- YO: No, por favor, no pares, quiero más.
Entonces de ser Miguel el que bombease su polla, fui yo el que empecé a bombear mi culo, Sandra se quitó de encima de mí, y me dejo libre, pero yo ya no deseaba marcharme, lo que deseaba era de que Miguel me siguiera embistiendo con su polla.
Entonces Sandra se puso a mi lado, sacó su polla y me la introdujo dentro de mi boca, yo empecé a succionar con fuerza, me estaba sintiendo muy a gusto con lo que me estaba sucediendo, entonces sentí como Miguel se corrió dentro de mi culo, sentía el calor de su semen como llegaba a lo más adentro de mis entrañas, y al instante Sandra de corrió dentro de mi boca, yo en ese momento intente sacarme su polla de la boca, pero ella me sujetó la cabeza y me dijo,
- SANDRA: Trágatela mi amor, verás cómo te gusta.
Y yo entonces dejé de hacer fuerza con la cabeza y tragué todo el semen de Sandra.
Entonces Miguel y Sandra sacaron sus pollas de dentro de mí, y se tumbaron al lado mía, acabamos exhaustos, yo en ese momento estaba que no sabía lo que me había pasado pero lo que si sabía era que el placer que había sentido en ese momento no lo había sentido en mi vida con ninguna mujer de las que había estado.
Cuando ya nos repusimos, y estábamos dispuestos a marcharnos de allí, Miguel me dijo,
- MIGUEL: Mario, quieres que esto que ha pasado hoy se vuelva a repetir?
Yo como si no tuviera voluntad propia para decidir, lo único a lo que acerté a hacer es asentar con la cabeza, entonces Miguel me dijo,
- MIGUEL: Pues si lo deseas, deberás de hacer algo a cambio.
- YO: Dime que es lo que quieres.
- MIGUEL: Mañana irás a casa de Susana, y la dejarás para siempre, no quiero que le des ninguna explicación, después cuando termines, volverás aquí, y ya Sandra se encargará de ti.
- YO: Pero como pretendes que deje a Susana de la noche a la mañana, sin motivo alguno?
- MIGUEL: Mira Mario de la noche a la mañana has pasado de comportarte como un tío varonil a comportarte como una auténtica zorra en celos.
Entonces yo asentí con la cabeza y me marché.
A la mañana siguiente hice lo que me dijo Miguel, me acerqué a casa de Susana, y tras una larga conversación, de insultos y algunos bofetones en la cara, me marché de casa de Susana. Entonces me dirigí a casa de Sandra, cuando llegué allí Sandra me recibió, entonces me obligó a desnudarme, me maquilló y me dio un mono de látex en el que me dejaba al descubierto mi culo y mi polla, se acercó a mí y me percaté de que llevaba en las mano un collar que me lo puso sin ninguna resistencia, entonces me dijo,
- SANDRA: Ya sabes lo que eres a partir de hoy, y sabe lo que debes de hacer.
Cuando llegó Miguel y se puso delante de mí, lo único que hice fue ponerme de rodillas y ponerme a chupar su polla, entonces Miguel me dijo,
- MIGUEL: Muy bien, mi perra en celos, estás aprendiendo muy rápido, de hoy en adelante te llamarás Alexia, y serás una perra igual que Sandra
Entonces me cogió de la cara y mirándome fijamente me dijo,
- MIGUEL: Quien te iba a decir que al final acabarías siendo una esclava mía.
- YO: Gracias AMO.
Y desde aquel día para lo único que vivo es para él.
Bueno, primero agradecerles, por el tiempo dedicado a leer este primer relato que he subido, solo espero de que haya sido de su agrado y que disculpen por si he metido alguna pata, con el tiempo espero poder ir haciéndolos mejor.