De la forma menos pensada (4)

Esa noche no pude dormir, estaba realmente preocupada porque podría suceder y sentía un nudo en el estomago ¿qué se me pasó por la cabeza? ¿Por qué le tenía que decir la verdad? Ahora seguramente nada sería como antes, las cosas cambiarían mucho y se me pueden venir muchos problemas.

Me estaba dirigiendo al colegio con mucho pesar, hubiese deseado no llegar nunca y fue cuando en menos tiempo de lo que esperaba estaba parada frente a la puerta del colegio. Mire a mi alrededor y vi el auto de la profesora parqueado, seguramente ya estaba adentro. Tome aire y entré armándome de valor para afrontar lo que sea que se venga.

Pasaban las horas de clase y todos mis compañeros me preguntaban que me sucedía, por qué estaba tan callada y cosas así, yo no respondía a nadie, no tenía ganas de nada.

Llegó la clase de historia y cuando la vi entrar por la puerta fue cuando me di cuenta cuanto me gustaba realmente esa profesora, la vi tan linda, sentí que mi corazón se detuvo y pensé que realmente me podía estar enamorando de ella. ¿Qué estas pensando Eliana? Es como lanzarte de cabeza a una piscina vacía seguro te lastimas, es algo imposible, será mejor que te saques cuanto antes esa idea de la cabeza.

Pensé que lo mejor sería buscar una persona para enamorarme, antes que comience a sentir cosas más serias por la profesora, ya estaba decidido, eso sería lo mejor, tenía que encontrar alguien cuanto antes porque si sigo así solo conseguiría problemas y dolor.

La profesora entro al curso y nos dijo que nos dejaría la hora libre porque ella tenía que ultimar unos detalles de la decoración para la feria. Todos mis compañeros salieron felices del curso y yo me le acerque a la profesora

-Profe ¿necesita que le ayude en algo?

-No Eliana, está  bien así, gracias-Me dijo esto sin siquiera mirarme, de la forma más fría, como nunca me había hablado

-Profe, discúlpeme por lo de anoche, de verdad nunca debí decir eso, yo no quiero darle problemas profesionalmente y tampoco en su familia, nunca haría nada que pueda perjudicarla

-Eliana, por favor, no hablemos mas del tema, lo único que te voy a pedir es un poco de distancia, trátame como tratas a las otras profesoras, con respeto pero no te les acercas para charlar, simplemente te pido distancia por favor

-Pero profe, nadie sabe lo que paso, nadie sabe lo que siento, nadie sabe lo que le dije anoche, las cosas no tienen porque cambiar, yo de verdad la quiero, me he encariñado mucho con usted y discúlpeme por lo que le dije anoche, pero por favor no se aleje de mi-Le decía esto mientras sentía un verdadero nudo en la garganta. Me sentía fatal, me estaba aguantando las ganas de llorar

-Eliana entendeme por favor, sos una chica muy buena, muy dulce pero por favor, esto de verdad puede traer problemas, por favor te pido distancia, por más que lo intentemos nada puede volver a ser como antes

-Profe es que usted está exagerando simplemente le dije algo que no le tenía que haber dicho nunca y nadie sabe lo que le dije, profe por favor no me haga esto

-Quizás no debiste decirlo, pero ya me lo dijiste, por favor Eliana, espero respetes mi decisión- Y apresuró el paso y se alejo de mi

No puede ser, ¿Qué está pasando? ¿Por qué me siento así? La profesora está actuando como si hubiésemos tenido sexo o algo peor, tan solo le dije que me gustaba… “Tan solo” como si eso ya no fuera mucho… Pero bueno, tampoco es que me importe, digo, tan solo es un gusto, una atracción lo que siento por ella ¿verdad? ¿Por qué me duele la idea de que ya no me le voy a poder acercar a conversar con ella como antes? Que ilusa Eliana ¿realmente pensaste que la profesora correría a tus brazos a decirte que siente lo mismo por vos? Que tonta realmente. Bueno, ya, no vas a llorar por alguien que tan solo te gusta, no te vas a deprimir ni ponerte triste ni nada, lo que está hecho, hecho quedará y nada se puede hacer, total y no te importa tanto, ahora vas a salir y te vas a encontrar una linda chica de tu edad y que no sea tan complicado estar con ella, no puede ser tan difícil…

Durante el resto del día solamente pensé en la profesora, recordaba todos los momentos con ella y también sus últimas palabras al decirme que me aleje de ella, no sé por qué solamente pensaba en eso y me sentía bastante decaída, ni siquiera comí un bocado el resto del día, me la pase encerrada en mi cuarto pensando y pensando. Cuando llegó la noche decidí que saldría para distraerme, no tenía por qué sentirme así, además tenía que buscar una chica de la cual enamorarme ¿Cómo si fuera tan fácil verdad?

Llegué a la mejor discoteca de ambiente de la ciudad, me senté en la barra, encendí un cigarro y me pedí una cerveza, no soy mucho de bailar entonces me dedicaba a observar a las personas que habían en el lugar. Mis ojos se quedaron clavados en una chica que era realmente hermosa, pero a los pocos minutos descubrí que tenía pareja. La verdad es que no tenía ganas de estar en ese lugar, mis ánimos estaban por el piso y solamente deseaba llegar a mi casa y dormir para que el tiempo pasará y no tener que pensar tanto en lo que me tenía la cabeza hecha un caos.  Estaba por retirarme y la chica que atendía la barra me acerca una cerveza y me dice

-Aún no te tenes que ir-Mirándome fijamente a los ojos

-Perdón, yo no pedí esto-Le dije intrigada

-Yo lo sé, te la estoy invitando-Me dijo guiñándome el ojo

-Vaya, gracias, pero es que realmente tengo que irme

-No lo creo, quedate un ratito más, ya ahurita viene la otra chica y tenemos que hacer cambio, quizás y puedo cambiar esa cara de ojitos tristes que tenes-Debo confesar, su actitud me engancho

-Bueno, viéndolo de esa forma, me quedó un momento más

-Mi nombre es Viviana-Me dijo dándome la mano

-Eliana, mucho gusto

Me dedique a observarla y la verdad es que no estaba nada mal ¿Cómo es que no me había dado cuenta de la presencia de esa chica? Claro, miraba para todos lados buscando a ver que encontraba pero nunca mire lo que había detrás de la barra. No era muy alta, seguramente estaba por los 1.60, tenía el pelo largo y ondulado color castaño, una piel trigueña y unos ojos grandes y expresivos color miel que dejaban anonadado a cualquiera.

-Cuando termines de observarme me podes avisar para que salgamos de aquí-Me dijo esto sacándome de mis pensamientos y no pude evitar sonrojarme

-¿Salgamos?-Le respondí con otra pregunta para desviarnos del tema de que la estaba observando

-Bueno, trabajo aquí, la verdad es que estoy algo cansada de estar en el mismo lugar todas las noches, por qué no vamos a caminar por ahí

-Me parece perfecto, vamos

Caminamos hasta que llegamos a unos asientos que habían en una plaza cercana a la discoteca, era realmente una persona interesante, descubrí que tenía 21 años y estaba en la universidad estudiando comercio internacional, trabajaba por las noches en la discoteca para poder darse sus gustos ya que sus padres solo le pagaban sus estudios, vivienda y alimentación, ya los caprichos que ella quería adquirir para sí misma se los tendría que conseguir ella. Era una buena persona, me gustó que solamente nos sentemos a conversar, no era una de esas chicas que andan calientes y quieren revolcarse con lo primero que se les cruza, no hizo ni la intención de acercarse más de la cuenta a mí, me hablaba con respeto al igual que yo a ella, nos  estábamos conociendo, así empiezan las relaciones serias, porque algo que empieza con lujuria directamente difícilmente llega a ser algo serio. Me dio su teléfono y yo le di el mío, quedamos en llamarnos para encontrarnos en el transcurso de la semana.

PD: ¿Queres conocerme y saber un poco mi forma de pensar? http://www.youtube.com/watch?v=IhYNEMBzpMU ;)