De la fantasía sexual a ser cornudo
Todo empezó como una fantasia sexual con mi mujer y acabó un tío follandose a mi mujer en mi cama.
Durante tiempo he tenido la fantasía de ver a mi mujer ligando en la discoteca con otros hombres. Mientras tenía sexo con ella, me gustaba imaginármela con otro hombre.
Mi mujer se llama Natalia, mide 1,68 m, pesa 59 kg y tiene 35 años. Tiene una preciosa melena de pelo negro rizado que le llega a la mitad de la espalda, un culito duro y respingón y unas tetas bien puestas y de un tamaño perfecto. Cuando se arregla y se pone ropa justada, suele provocar las miradas de los tíos. Su precioso culito suele ser bastante admirado por la calle. Su cara es muy bonita y combinada con sus dos ojos oscuros, le dan un cierto aire de morbosa.
En las últimas relaciones sexuales que mantuvimos, introducimos un juego en el que yo le decía que sabía que miraba a otros hombres y que ella deseaba que la besasen, comiesen su cuerpo y le echasen un buen polvo. Ella como veía que me excitaba, me seguía el juego y me daba detalles de cómo eran sus relaciones sexuales con otros hombres (imaginarias hasta el momento). Por como se ponía, a ella también le excitaba este juego y realmente nuestros polvos aumentaron tanto en calidad como en cantidad.
Un viernes en el que ambos estábamos muy calientes, le propuse ir un día a una discoteca por separado y ver como otros tíos intentaban ligar con ella. Estuvimos varias semanas hablando de esto e imaginándonos la situación. Finalmente pusimos una fecha para realizar esto y con el pacto de que sólo seguiría el juego de quien intentase ligar con ella, sin llegar a hacer absolutamente nada con otro tío.
El día llegó y yo estaba raro, estaba nervioso, excitado y con cierta ansiedad. A ella se le notaba con ganas de ponerse guapa y sentirse deseada y mirada por otros hombres. Por la tarde salimos a comprar un tanguita blanco de encaje y un precioso sujetador a juego. Me decía que quería que otro hombre lo estrenase y se perfumó a conciencia, me dijo que quería oler perfectamente cuando un tío le comiese el coñito para después hacerla suya penetrándola una y otra vez ( esto entraba dentro del juego sexual que teníamos).
Se vistió con su nueva lencería, un pantalón pirata lila muy ajustado ( le hacía el culito perfecto), unas sandalias y una camiseta ajustada que no llegaba a taparle el ombligo. Se maquilló francamente bien y estaba espectacular. Tanto, que intenté follármela en casa antes de salir, pero no me dejó. Me dijo que estropearía lo que ya habíamos diseñado. La idea era ir a una disco de otra ciudad (para que nadie nos conociese) hiciese un poco de caso a los hombres que le entrasen sin dejar que la besasen ni la tocasen en exceso. Yo estaría cerca de ella siguiendo todo el proceso y finalmente volveríamos a casa a follar como leones. Solo en pensar en este plan , se me puso la polla dura y tiesa como un poste.
En la discoteca entré yo y a los 10 minutos entró ella. Nos pusimos en la misma barra a tomar una copa, pero separados por unos 5 metros. Pronto llegaron un par de tíos a presentarse. Estuvieron un rato tonteando con ella y finalmente se fueron los tres a la pista a bailar. Uno de ellos se fue separando y pronto quedó ella bailando y tonteando con uno de ellos. El tío la agarraba, le decía cosas al oído, pero a mi mujer no parecía gustarle mucho. Ahora bien, estaba más morbosa que nunca. Este chico le invitó a un par de copas y estuvo bailando con ella un buen rato. Con las copas, mi mujer estaba empezando a ponerse más alegre, siempre que toma dos o tres copas, se pone aun más morbosa y baila de una forma bastante sensual.
Al cabo de un tiempo, llegaron dos nuevos amigos del tío con el que estaba bailando en la pista. Uno se le veía francamente guapo, tenía muy buen tipo, estaba bastante cachas y llevaba una camisa blanca bastante ajustada que dejaba intuir que tenía unos abdominales muy bien definidos. Se que a mi mujer siempre le gustó esto. Al ver a su amigo en la pista con mi mujer, Natalia estaba muy sexy y deseable, se fueron a presentar. Pronto se quedó hablando sólo con el chico más guapo al que parecía hacerle más caso del que habíamos acordado.
Se fueron a una barra más apartada a tomar otra copa. Desde donde estaba, veía como ambos tocaban el vientre del otro enseñándose el uno al otro como de duros y bien estaban. Conozco a mi mujer y se que aquel tío le estaba gustando y con 3 copas que ya se había bebido estaba empezando a calentarse y a ponerse excesivamente cariñosa con él.
En un descuido le hice un gesto a Natalia y ambos nos vimos en el baño. Le dije que no me gustaba mucho lo que estaba haciendo pero que me estaba excitando muchísimo. Ella me dijo que quería seguir con el juego y que estuviese tranquilo, que si quería que parase, la avisara. Le dije que siguiese y ella se alegró. Aquel tío la estaba calentando mucho y estaba empezando a ponerse francamente cachonda ( estaba desenado follarla allí mismo)
Al salir del baño, volvió donde estaba con el chico y siguieron tonteando cada vez de forma más descarada. El tío, en ocasiones, la agarraba por la cintura tocándole el culo de forma cada vez más descarada ( aquel precioso culito tocado por otro hombre). Natalia, estaba cada vez más cariñosa con él y le dejaba que le diese besitos en el cuello. Estuve a a punto de parar esto, pero estaba cada vez más excitado de ver a Natalia tan sexy y caliente con aquel tío.
En cuestión de unos segundos, aquel tío estaba comiéndole a Natalia la boca y agarrándola con las dos manos por el culo. Se apreciaba como la apretaba contra él, de tal manera que seguro que Natalia podía notar su polla que estaría dura como una piedra. Ella mientras se dejaba meter la lengua de aquel tío en su boca, acariciaba su pectorales y de vez en cuando le tocaba también el culo a él. Yo no estaba seguro de lo que estaba sintiendo, pero tenía la polla muy dura de ver como Natalia y aquel tío se estaban besando y tocando. Estaba seguro que Natalia tendría todo el tanga empapado. El tío empezó a meterle la mamo por debajo de la camiseta y a acariciarle las tetas.
En un despiste, ella cruzó la mirada conmigo y yo le asentí. Por un lado quería pararlo, pero no podía, quería ver como seguían besándose.
Mi mujer, se movió, de tal manera que quedó de espaldas a mí. No se si lo hizo para que viese como aquél tío no paraba de sobar el culito, que hasta ese momento fue mío o para evitar que viese como aquél chico le estaba acariciando el coñito por encima del pantalón.
Estuvieron así un buen rato hasta que finalmente mi mujer fue nuevamente al baño. Nos volvimos a ver y me dijo que estaba muy cachonda, que aquel tío estaba buenísimo y que se lo quería follar esa noche pasase lo que pasase. Me dijo que la culpa era mía y que se lo iba a follar con mi consentimiento o sin él. Esto todavía me excitó más y decidimos en que se lo follase en nuestra casa. De esta manera, yo me fui antes de la discoteca y fui para casa. Ella le dijo que estaría su hermano en casa (yo), pero que no había ningún problema pues yo estaría en mi habitación (otra habitación que tenemos) y que no les molestaría al igual que ella no me molestaba cuando era al revés.
En casa me dio tiempo a poner una cámara web escondida para intentar ver lo que pasaría en la habitación.
Mi mujer me dijo que antes de irse ellos de la disco, le comió la polla en el baño a aquel tío.
Al llegar a casa e le quitó la camiseta a Natalia antes de llegar a la habitación, y si pude ver a mi mujer como loca, con los pantalones piratas aun puestos y marcando aquel culito, el sujetador puesto y quitándole la camisa a aquel tío para besarle las abdominales y comerle nuevamente la polla.
El le quitó los pantalones a Natalia y con el tanguita que habíamos comprado los dos esa tarde puesto, le comió el coño hasta que oí a mi mujer como gemía al correrse. Después ella le comió la boca a él y le quitó los pantalones y los boxes. El le quitó el tanga y la estuvo follando toda la noche.
A mi sólo me quedó hacerme una paja viendo como aquel tío se estaba follando a mi mujer y esta parecía gemir y correrse como nunca lo había hecho conmigo. Después de mi paja, tuve que aguantar toda la noche los gemidos y haciéndome sentir muy mal.
Al día siguiente, coincidí, por desgracia, con aquel tío en el baño de mi casa. Solo llevaba unos boxes y me dijo que esperaba que no nos hubiese molestado mi hermana (Natalia) y él esa noche.
Para colmo, mientras estaba yo desayunando salió ella con la cara muy roja de la pasión de aquella noche, sonriente y llevando puesto únicamente la camisa de aquel tío (el estaba duchándose en mi ducha). Natalia se me acercó, me miró y me besó en la boca metiéndome la lengua hasta el fondo. Sabía muy mal y me dijo: “acabo de comerle la polla a Roge y acaba de correrse dentro de mi boca, mira como sabe una polla y un hombre de verdad!!! Te salva que Roge esté casado y no te deje por él, pero no pienses que esta v a ser la última vez que me lo folle y que su polla se corra dentro de mi boca”