De la Fantasía a la Realidad: Mi Esposa, Yo y….(2)

Continua la historia de placer y lujuria: (“-Si claro me gustó, dijo Eliana, -Por eso no pude evitar que me la metiera y me la sacara varias veces, pero después le dije basta y se detuvo. Perdoname, no quise que pasara sin vos, pero cuando quise acordar estaba adentro mío.”)

VENIA DE LA PRIMERA PARTE:

"En un momento note que Claudio estaba detrás de Eliana, casi encima de ella, la verdad no sé cómo llego hasta allí, pero me pareció genial, por un instante, absolutamente mínimo, me pregunté: seguimos?, pero la excitación que me causó verla a ella delante de él con esa cara de placer, disipó cualquier duda.

Alejé mis manos que acariciaban su espalda como insinuándole a Claudio que se apoyara detrás de ella con su cuerpo, lo entendió, su reacción fue inmediata y así lo hizo, Eliana al sentir su cuerpo pegado al de ella al instante abrió los ojos y me miró sorprendida, quedándose por un segundo inmóvil, la tome con mis manos de sus mejillas y mirándola fija a los ojos le susurre:……….."

Y CONTINUA YA EN ESTA SEGUNDA PARTE:

–ya está mi amor comencemos a disfrutar- y le di un enorme beso al cual respondió abrazándome fuerte y recorriendo con su lengua mi boca.

Claudio supo que a partir de ese momento seria parte de nuestra noche, que sus fantasías también estarían por cumplirse como las nuestras. Que Eliana, como yo se lo había anticipado, sería también de él por esas horas, que podría hacer todo lo que él quisiera con ella incluso todo aquello que había sido motivo de su fantasías de masturbación,  pero sabía además, como yo antes se lo había contado, que si todo marchaba bien, Eliana accedería a todos, pero todos sus pedidos como ella misma me había prometido a mí que haría para satisfacer no solo los deseos de Claudio sino principalmente mis deseos de verla entregada a otro hombre.

Dejamos la quietud inicial provocada por el contacto sorpresivo de los tres cuerpos, muy suavemente, al ritmo de la música volvimos a movernos, pero ahora también estaba Claudio pegado a Eliana, él con sus manos, con una cómoda posición desde donde estaba pues con solo rodearla alcanzaba,  comenzó a acariciar sus tetas, yo me aleje levemente de su pecho para que él actuara a placer, seguíamos con Eliana con nuestras bocas unidas y Claudio recorría su cuello y su nuca  con la lengua y hasta incluso, luego me comento ella, le mordisqueaba, lo que la excitaba cada vez más, mientras sus suspiros y quejidos eran más notorios.

Unos momentos después quise más de esa excitación que sentía y dejando de besarla, la tome de los hombros girándola haciendo que quedara de frente a Claudio. Ese momento fue inolvidable, sus ojos mirándose por un instante hasta que su bocas empezaron a encontrarse suavemente, como con miedo, como explorando y buscando el encaje ideal de labios y lengua que por primera vez se unían, no podía creer lo que esa imagen me causaba.

Los note como perdidos en el beso, por un instante me sentí fuera, ajeno de ese juego, pero luego la observé a ella, noté su placer y disfruté.

Allí me quede con su espalda desnuda dándole suaves besos, sé que Claudio se estaba llevando la mejor parte de “mi? Eliana”: su boca, sus labios, su saliva, y ahora empezaba a ver como sus manos buscaban su sexo, a lo que ella parecía responder facilitando su acceso. Escuche claramente cuando él le dijo acaríciamela,  a lo que ella me miro de reojo quedando a la espera como pidiendo mi asentimiento, lo que inmediatamente hice con la cabeza, y comenzó a acariciarle por encima del pantalón, pero enseguida, Claudio bajo su cierre y le llevo la mano a Eliana haciendo que comenzara a tocarle el pene con un movimiento masturbatorio, él la guiaba al principio y luego ella continuo sola. Yo estaba detrás de ella por lo que podía darme cuenta que todo eso pasaba pero en realidad no podía verlo con mis propios ojos.

Los deje hacer, ambos recorrían sus sexos con las manos mientras se besaban, luego tome la iniciativa pero no para reclamar nada, sino para ir más allá todavía, la gire hacia mí, comencé a besarla mientras le busque entre sus piernas su lugar más sensible, Claudio aprovecho para inclinarse, levantarle la minifalda y besar sus nalgas y sus piernas.

Yo Sabía que él no podría escuchar nuestra conversación y le pregunte a ella,  como la estaba pasando?, me dijo: -Bien.

-Solo bien?. Le respondí.

-No, la verdad más que bien…

-Viste mi amor que la ibas a pasar bien. Le dije.

-Si tenías razón, y vos? Es lo que querías? Te gusta todo esto?. Me respondió ella.

-Claro. Le dije.

Mi cabeza estaba a mil, viendo a Claudio hurgar entre sus nalgas y a ella disfrutando, en ese momento una pequeña dosis de algo, no sé si celos o que,  parecía querer aflorar, pero sin dudas el placer fue más fuerte, y fui por mas y le dije: -Me encanta, estas cumpliendo mi fantasía, aunqueeee….

-Aunque quéee. Me dijo entre suaves quejidos.

-Aunque me falta verte gozar más, quiero verte disfrutar más, quiero que te liberes al placer…

-Si mi amor, de verdad querés eso? Dijo ella.

-Claro Eliana, que esperas? Absolutamente… le dije.

-Bueno. Dijo decidida, -Me calienta que hagas lo que quieras conmigo…

-Estás segura?, estas lista para disfrutar?. Le pregunte.

-MMmmm  síii, síiiii. Me respondió.

-Entonces te vamos a sacar toda la ropa, te quiero ver ya totalmente desnuda entre nosotros dos…

Trepó hasta mi oído y me dijo en voz bien baja: -Me va a dar vergüenza verme desnuda pero me parece que también me va a encantar.

Le indiqué a Claudio que le sacara la minifalda mientras yo le saqué la blusa. Quedó esplendorosa con sus tetas al aire, solo con su tanga.

Le dije a Claudio: -Dejala desnudita para nosotros. Él se agacho enfrente de ella y comenzó a bajarle lentamente la tanga, yo los observaba mientras Claudio disfrutaba la visión que le quedaba ante sus ojos, el pubis casi totalmente depilado y suave, más abajo el inicio de su sexo claramente humedecido que dejaba ver entre la diminuta bombacha que bajaba y su sexo, un hilo espeso de su néctar que los seguía uniendo.

-Mmmmmm….. Exclamó Claudio que cuando observó eso, inconscientemente quiso llevar su boca a buscar ese jugo, y ella suavemente, tomándolo de la cabeza le dijo: -Me gusta de a poco, despacito, todavía no.

Luego de quitarle la diminuta bombacha Claudio desvergonzadamente se la llevo a sus narices y olió profundamente aquella prenda íntima totalmente humedecida. Eliana se quedó desnuda allí entre nosotros casi sin saber qué hacer, yo comencé a quitarme toda la ropa y ella intento ayudarme cuando le dije que mejor le quitara la ropa a Claudio.

Se giró hacia él,  comenzó a desprenderle la camisa quitándosela luego. Ahí pude ver con mis ojos, algo que me había imaginado antes, no solo que su pantalón estaba desprendido, sino también que su verga estaba afuera de su calzoncillo. Ella continuó bajándole el pantalón hasta sus pies mientras se agachaba quedando la verga de Claudio a la altura de su cara. Luego que le quitara el pantalón y aun estando agachada le dije que le quitara el calzoncillo, lo que hizo levantando sus manos, tomándolo por los costados y bajándolo para sacárselo primero por un pie y luego por el otro. Su cara al mirar hacia arriba quedo a centímetros de aquel trozo de carne que se lo veía, no tan grande, pero si erecto y duro como una piedra.

Eliana se paró, se dio vuelta buscándome a mí que estaba a un par de metros, pues me había alejado para disfrutar la escena, me abrazó, comenzó a besarme y en eso llegó Claudio apoyándola con su cuerpo por detrás, pude notar que magreandose el miembro lo apoyaba y restregaba por el culo de Eliana. Ella me dijo  -Me parece que no tiene nada… Y yo le contesté: -Claro está desnudo. –No me refiero a eso. Me dijo ella, agregando: - No tiene preservativo puesto… -Si es verdad le dije, -y aunque todavía no toque con su verga tu sexo ya le digo que se ponga uno.

Ante mi pedido que se colocara un preservativo Claudio dijo –Claro, obviamente. Y se alejó buscando en su pantalón la protección. Mientras tanto la acerque a Eliana hacia mí, y mientras la besaba jugaba con mi pija entre sus piernas rozando su mojada concha. Luego comencé a bajarla e inmediatamente entendió que le estaba pidiendo lo que tan exquisitamente hace, chuparme la pija. Comenzó a darme besos en el glande y luego por toda mi verga, para luego comenzar a introducirla y sacarla suavemente de su boca.

Claudio me miro y comenzó a acercarse, esta vez ni me insinuó siquiera pedirme alguna especie de autorización,  y cuando estuvo lo suficientemente cerca tomo delicadamente la cabeza de Eliana y la llevo hasta su pene que era sostenido por su otra mano, como indicando el camino hasta la su boca.  Sus labios se abrieron e hicieron contacto con esa verga endurecida, comenzó a introducirlo y sacarlo de su boca, me miro de reojo y supe que no estaba totalmente relajada ni disfrutando lo que hacía,  así que me agache y le dije en su oído, mientras acariciaba su espalda y sus tetas:

-Lo que veo me encanta, lo estoy disfrutando y es lo que quería, ahora necesito que vos también disfrutes, yo sé que te gusta lo que estás haciendo, acordate que te acabaste muchas veces imaginándote esta situación,  Sé que estas a una milésima de liberarte. Por favor hacélo….

Me miro  a los ojos, y aun con la pija de Claudio en la boca, me demostró una pícara y afirmativa sonrisa, cerró los ojos saco la pija de Claudio de su boca y comenzó a lamerla suavemente con su lengua recorriéndola en toda su extensión, de a un lado al otro, de arriba hasta abajo, incluso rozando sus huevos.

Esa imagen aun la tengo nítidamente grabada en mi retina, fue otro momento en el que parecía que mi corazón iba a salirse,  terrible calentura me causaba, era éxtasis, no lo entendía y tampoco quería ponerme a pensar en ese momento, solo quería no perderme detalles de su cara de placer, dándole también todo el placer a Claudio e indirectamente todo ese éxtasis también a mí.

Estando agachada fue y vino de una verga a otra dándonos placer, así estuvo un par de minutos. Luego le pedí que se parara y comenzamos entre los dos a besarle una y otra vez su cuerpo, sus tetas, su boca,  a tener de ella los más profundos besos de lengua, sin discriminar si era Claudio o yo.

Esto recién estaba empezando, y tenía que continuar con el plan programado, tenía que colocar la filmadora en la habitación para lo que vendría después, esto era solo el precalentamiento, siempre nos gustaron largas sesiones de calentura antes de la penetración, y así habíamos acordado con Eliana hacerlo.

Di un paso atrás y quedaron sus cuerpos entrelazados mientras se besaban apasionadamente, “apasionadamente?” pensé en ese momento, eso me hizo ruido. Era pasión? Eso parecía.

Si pasión es cuando en un beso las lenguas recorren sendas bocas y la saliva va y viene de una cavidad a otra, donde los ojos estas cerrados y donde con los brazo se rodean apretando los cuerpos tan fuerte casi hasta quitarse el aire es pasión, entonces definitivamente lo era.

La verdad sentí algo que parecía una rebelión de celos, pero un segundo después, quizás dos, me sentí excitadísimo creyendo que definitivamente eran besos apasionados. Y no me importó, por el contrario más me calentó.

Me acerque y tocando la espalda de ella le susurré: -Voy a preparar lo de la habitación. Me miró y nada contesto, ella sabía a lo que me refería, hacia un tiempo ya, luego de pensarlo mucho y calentarnos con la idea habíamos decidido que si se daba la situación nos filmaríamos, obviamente era yo el más entusiasmado.  Él también me miró pero tampoco dijo nada, estaban ocupados, obviamente muy ocupados, solo interrumpidos por mí, lo que había llevado a que se separaran un poco. Así que tomándolos por sus espaldas los acerque uno a otro para que sus cuerpos estuvieran pegados mientras les dije: –Disfruten, vengo en un ratito.

Hice unos pasos alejándome de ellos y pensé es buen momento para ir al baño, tenía ganas de orinar,  pero antes de salir del living me di vuelta y los vi, como dije antes ambos parados y entrelazados, pero en detalle pude observar como las tetas de Eliana se aplastaban en el cuerpo de Claudio, su pene no se veía, seguro estaría entre ambas piernas de ella, pero Eliana en ese momento levanto su pierna derecha tratando de rodear el culo de Claudio para atraerlo hacia así y pude ver por un momento claramente su verga endurecida, para perderse nuevamente jugando con el roce de su concha. Fue una estupenda visión.

Sabía que seguirían jugando y calentándose así en mi ausencia, solo eso, pues habíamos planificado con Eliana que haríamos una larga previa para recién luego, cuando ella estuviera extremadamente caliente comenzar con la penetración en la habitación donde estaría la filmadora. Y Claudio sabía que era “invitado” y que nosotros manejábamos la situación y los tiempos.

Entré al baño, estaba totalmente empalmado y me costó orinar, mientras se me aflojaba el pene, pensaba y me sentía contento, en un estado placentero, orgulloso de los atributos de Eliana que estaban siendo disfrutados por Claudio.  Satisfecho de que hasta el momento Eliana fuera todo lo que le había contado a Claudio que sería. Contento de que Eliana estuviera disfrutando...

Luego pase hacia la habitación sin intentar mirar que ocurría dentro del living, encendí el velador, tome la cámara que estaba preparada encima de la mesa de luz, revise que estuviera el casete mini DV colocado, la encendí, abrí el placard y la coloque encima de un estante a 1,50 mtrs. de altura, levantándola un poco por detrás colocándole debajo para ello la misma caja del cassete. Esa era la posición que habíamos probado y tomaba lo que pasaba en toda la habitación.

Cuando estaba terminando note unos ruidos, me quede quieto para escuchar mejor, claro provenían del living, y eran quejidos… MMMmmmm pensé yo, como disfrutan, me gustó, me gustó imaginarme que estaría pasando y no estar allí. Je… que morbosos mis pensamientos.

Di vuelta el visor de la cámara hacia donde se estaba filmando para poder ver cuando quisiéramos o pudiéramos, la imagen que estaba tomando, luego saque la cubre cama y los almohadones dejando solo las sábanas de abajo, no tenía problemas en demorarme, imaginaba que dejarlos solos los liberaría a ambos para que lo que viniera fuera todo lo sexual que debía ser.

Salí de la habitación, me detuve para escuchar los suaves quejidos de placer y mirarlos a escondidas antes de entrar.

Como dije al inicio “observar hacia el living por la estrecha hendija entre la puerta y el marco de la habitación como disfrutaban sus cuerpos desnudos me hacía latir el corazón o el alma no sé, fue…. Indescriptible”.

Ya no estaban parados como los había dejado un rato antes,  Claudio sentado en una silla y Eliana encima de él, uno enfrentado al otro, se movían despacio mientras se besaban y seguramente sus sexos se rozaban. Claudio aprovechaba y por momentos le chupaba las tetas.

Mi verga que había perdido dureza, con esa imagen se volvió a endurecer, se volvió a poner como una roca, entonces entré despacio al living para no sobresaltarlos, me acerque a ellos, cuando Eliana noto que yo estaba allí se levantó rápidamente de encima de él, se dio vuelta hacia mí y me abrazo. Claudio siguió sentado a escasos centímetros de nosotros por lo que podía verse claramente su pija tiesa apuntando hacia el techo.

-No, no te levantes, le dije a ella y volví a sentarla despacio encima de él pero esta vez dándole la espalda que Claudio comenzó a besar y acariciar.

Quedé delante de ella, que se notaba que estaba muy caliente, me acercó a su cara y me beso, luego con voz entrecortada, me dijo despacito:

–No te vas a enojar?.

-No mi amor como me voy a enojar, me encanta verte así recaliente jugando desnuda arriba de Claudio, le dije.

-Es que estábamos así sentados y Claudio me la metió un poco. Me dijo.

-Bueno, le dije, no importa está bien, para eso estamos acá, aparte a vos te gustó?.

-Si claro me gustó, dijo Eliana, -Por eso no pude evitar que me la metiera y me la sacara varias veces, pero después le dije basta y se detuvo.  Perdoname, no quise que pasara sin vos, pero cuando quise acordar estaba adentro mío.

Claudio seguía acariciando y besando su espalda, parecía ajeno a nuestra intima charla. Tiempo después me conto que en ese momento algo escucho de nuestra conversación y recordaba como si fuera ese mismo día,  que cuando se sentaron en la silla con lo caliente  que estaban ambos, lo lubricada que estaba Eliana su pija se introdujo sin querer en la concha de ella, y que la penetro un par de oportunidades porque lo había sentido “celestial”, pero, que sabía que los limites los poníamos Eliana y Yo, por lo que cuando Eliana le dijo basta, él dejo de penetrarla y siguieron jugando en la silla como luego los encontré yo cuando regrese al living.

No pude evitar molestarme por unos instantes, no sé cuánto tiempo, no sé si fueron celos de que no pudieran evitar cogerse cuando habíamos dicho con Eliana que lo haríamos en la habitación estando yo también,  o si me molestó que se cogieran sin estar controlando yo la situación, porque creo que no me hubiera molestado si les hubiera dicho háganlo aunque yo no estuviera. O simplemente estaba molesto porque se había salido un poco la situación de lo planificado.

En cualquier caso sin dudas, si bien le exprese a ella lo contrario, algo de mi molestia se me debe haber notado porque mire la cara de Eliana, note sus ojos vivaces de calentura pero también compujida, y volvió a repetirme:

-Perdóname no quisimos…. Se me entró sin querer y después la verdad me gustó pero nos detuvimos…  Y…

Esa cara de ella y sus palabras me conmovieron, y la verdad también me calentaron, y pensé rápidamente: claro, qué más puedo pedir si tanto lo imaginé, y ocurre así tan naturalmente algo que nos había costado años hacernos a la idea y a animarnos.

La tome de la cara la bese y le dije: -me encantó que haya pasado eso, de verdad, quiero que sigas así caliente, dispuesta a disfrutar, es lo que yo quiero y con eso disfruto, sabes que no tengo problemas que esta noche hagas todo lo que quieras con Claudio y además te he pedido que hagas todo lo que él te pida, así que si bien te penetro así de imprevisto tomémoslo como que te lo ha pedido, y vos, como me lo habías prometido, has accedido, je…,  de verdad quiero que sigas disfrutando, está todo bien además decime la verdad –te gusto mucho no?.

Síiii… claro me encantó, por eso te dije que no pude detenerlo enseguida, la verdad hubiera seguido hasta acabarme mi amor….

Esas palabras hicieron que mi pija volviera a estar como para reventar, viendo su cara diciéndome eso, y Claudio que seguía besándole y acariciándole la espalda, seguro además, aunque no podía verlo, estaría  jugando con su pija en la entradita de la concha de ella, situación que luego entendí era lo que en ocasiones le hacía entrecortar la voz mientras me hablaba.

Yá quería toda la acción, yá quería todo el sexo, así que le dije a Eliana en el oído vayamos a la habitación, se levantó me beso, Claudio esperaba sentado con su pija parada sin saber qué venía, yo le dije a ella nuevamente en el oído tocándole la concha:

-Traételo así te lo coges de una vez.

Me sonrió, me hizo cara de pobrecita y pícara, se dio vuelta, se agacho hacia Claudio, dejándome, sin dudas a propósito, semejante vista de su culo y las sombras de su concha, y tocándole la verga le dio un largo beso en la boca, luego lo tomo de ambas manos e hizo que se levantara de la silla trayéndolo hacia la habitación.

Primero entro Eliana con su desnudez hermosa, ya liberada, luego le seguimos Claudio y yo, ambos empalmados con nuestras vergas como postes moviéndose de un lado a otro a cada paso que dábamos.

A esa altura de la noche estaría por comenzar lo mejor, a esa altura de la noche ya no éramos Gabriel, Eliana y Claudio,  éramos dos machos dispuestos a darle a esa hembra caliente todo el placer que ella estuviera dispuesta a recibir. Allí ya no éramos solo mi esposa y yo imaginado situaciones, iniciábamos un camino entre la fantasía y la realidad donde la lujuria y el placer dominaban la escena, era algo desconocido para nosotros pero que ya nos parecía excitante y placentero.

Una vez en la habitación lo primero era definir como empezábamos, entonces propuse…

(Continuará...)