De Julio a Julia-2. Un paso adelante
Él siempre iba con mallas ajustadas marcando su cipote, estoy convencida que en reposo le debe medir 15cm venia de correr sudado, no pude contenerme y me pilló mirándole el bulto mientras me llevaba un dedito a la boca, sonrió y aprovechó para ajustárselo hacia la izquierda con un movimiento lento.
De Julio a Julia-2. Un paso adelante.
Ese lunes estaba especialmente excitada, no pude contenerme y me fui al trabajo con el tanguita color oro puesto bajo mi ropa de hombre. Pasé toda la jornada laboral con el tanga metido en mis nalgas e incluso tuve que ir al baño a masturbarme ya que en un par de ocasiones tuve que agacharme y en una de ellas pude observar mirando por bajo mis piernas que mi compañero José se me quedaba mirando el culo, tocándose el paquete y me daba miedo a la vez que me excitaba la posibilidad de que se me saliera el tanga por encima del tejano.
Cuando llegué a casa coincidí en el ascensor con Salva, el padre de Víctor, era un cuarentón muy atractivo con un enorme paquete que le gustaba lucir, era atleta y siempre iba con mallas ajustadas marcando su cipote, estoy convencida que en reposo le debe medir 15cm… venia de correr sudado y no pude contenerme y me pilló mirándole el bulto mientras llevaba un dedito a la boca, sonrió y aprovechó para ajustárselo hacia la izquierda con un movimiento lento y mirándome a los ojos, se me secó la boca y no pude contener tragar saliva, cuando el ascensor llegó a nuestro patio bajé sin despedirme y él se limitó a decir un hasta luego…
Entré deprisa y me fui directa a la ducha, me puse un baño caliente, me depilé entera y me dí un homenaje con mi consolador a la salud de Salva, tenía mi pollita palpitante pensando en el rato del ascensor y fantaseando con la posibilidad de que me pusiera de espaldas contra la puerta y acercara su polla a mi culito que como un resorte se inclinaba buscando el enorme pollón fuente de dolor y placer para mi culo de puta.
Más relajada fui a buscar mi nuevo conjunto de encaje blanco, con medias con liguero y corsé como un disfraz de lencería de novia que me compré ayer mismo en la lencería del barrio con la excusa que era para mi novia. Me puse los pechos de silicona de talla 95 que son súper realísticos y encima el sostén precioso semi transparente con encajes, luego me maquillé, me puse los pendientes de aro grandes plateados, las pestañas postizas, larguísimas, la peluca castaña de pelo natural y me puse a pasear por casa sin ponerme los tacones por miedo a que estuviera Salva o Víctor pendientes de mis movimientos. Fui al espejo del vestuario de 2 metros por 1 que instaló en su día mi ex y gravé un vídeo con el móvil mientras bailaba al ritmo de “loba de Shakira”, luego me fui a tender mi ropita de nenita en el tendedero que daba al patio de luces que comunica con la casa de mis vecinos, levanté con intención un poco la persiana para que se pudieran ver mis tanguitas, mis sostenes, mis tops y mi minifalda vaquera… pude escuchar como alguien levantaba también la persiana, me asomé con discreción y pude ver como alguien no sé si Víctor o su padre, se sacaba la polla de un pantalón de deporte blanco y empezaba a agitarla lentamente, estaba apegado a la persiana pero sólo se le veía hasta el pecho, me acerqué, levanté la persiana hasta la altura del sostén cuidando que no se me viera la cara, empecé a tocarme y moverme lentamente, pude escuchar que decía, eso es putita, baila para mi, me excité muchísimo y fui a subir el volumen de la música, sonaba Beyoncé y me puse a imitar sus bailes vestida de lencería de encaje blanca de novia, ya con mis tacones y perdiendo el sentido de la realidad dejando incluso que el misterioso vecino que deseaba fuera Víctor, pudiera ver mis rostro de nenita maquillada como una puta, con labios rojos pasión y pestañas de fantasía además de colorete rojo y contorno de ojos negro. Él cada vez aceleraba más el ritmo y cada vez la tenía más dura, gritaba de forma contenida “baila para mi putita”, “¿eres una nenita verdad?”, yo estaba a punto de estallar, disimulaba mi erección, cruzando mis piernas, bajaba el tanguita lo justo para que se me viera el bello púbico justo que tenía depilada con una línea fina al más puro estilo actriz porno.
Yo ya había perdido la vergüenza y me agaché liberando mis tetas del sostén sin quitármelo y empecé a masajearlas, diciéndole “te gustan?, están duritas, son para ti si las quieres machote”, me escuchaba a mi misma y a la vez que me sorprendía me excitaba, el contestó “si puta, dámelas zorra” aceleró todavía más el ritmo… abrió un poco la ventana y saco su pollón asomándolo al patio de luces, debería medir 20cm o más, era grueso y venoso y estaba muy inclinado hacia arriba, con un ángulo de 45º grados, era hermoso, yo hice lo propio, abrí lo justo la ventana, entonces pude escuchar más claramente sus palabras…”quiero follarte putita”, yo le contesté con voz afeminada y susurrando “siiiii, follame”, no pudo aguantarse y se corrió con tanta potencia que a pesar de estar a 3 metros de distancia me dio en el vientre y la cadera con su leche que estaba caliente, yo excitada como una zorra que quiere complacer a su macho, recogí su leche del vientre con el dedo y me la puse en la boca chupandomelo como se tratara de su polla, sin tragármela para que estuviera por mis labios rojos pasión, recogí el otro impacto de la cadera e hice lo propio, pero esta vez gimiendo como una nena, sin querer me corrí, en mi tanguita blanco nuevo que tenia a punto de reventar, gemí como una zorrita y bajé la persiana de sopetón al darme cuenta de repente tras correrme de lo que acababa de hacer, estaba muerta de vergüenza…
Luego fui corriendo al baño a limpiarme, tenía el corazón a mil, estaba confundida, nunca había llegado tan lejos, me estaba limpiando y no pude evitar chupar mi propia leche pensando que era la de mi amante, me duché de nuevo y sin quitarme la lencería, me puse una bata-picardías blanca semitransparente y me fui al salón a reflexionar sobre lo que acababa de pasar y para curiosear por si escuchaba algo al otro lado de la pared…Pude escuchar que se oía una peli porno con la voz muy alta y me extrañó porque eso solía pasar cuando estaba Víctor solo, pero ahora debía estar Salva, su padre, no sé si sólo o con su hijo, estaba muy confundida. Desde la otra parte de la pared se escuchaban los gemidos de la protagonista, me excite de nuevo y fui a buscar mi consolador, después de cinco minutos cuando pegado en tierra con solapa, me dispuse a sentarme sobre él lentamente, me pareció escuchar un ruido cerca de la puerta de entrada, no le di importancia y comencé a introducirme el consolador lentamente, desapareciendo este dentro de mi culo centímetro a centímetro, no hizo falta que me mojara el culito ni me pusiera vaselina, se hundía en mi agujerito de putita tragona con felicidad, cuando lo tuve todo dentro de mi, me puse a cabalgar sobre él lentamente, gimiendo, volví a escuchar un ruido en la puerta y con miedo pero sin quitarme el consolador que desapegué del suelo, me levanté y me acerqué a la puerta, me puse a escuchar y pude ver por la mirilla que había un hombre pegado a la puerta que decía susurrando “puta, eres una puta”, sólo le podía ver el cabello pero llevaba gorra y no estaba segura de si era Víctor o Salva o tal vez un amigo de Víctor que había ido a su casa a ver la peli porno… cuando me separé un poco de la puerta y me dirigía al baño con mi característico y sensual ruido de tacones que me delataba, sonó el timbre de mi casa…