De hombre a mujer por arte de magia
Dentro de mi bisexualidad queria sentirme como una mujer, y aquel hechicero lo consiguió
Como ya contaré en otro relato mi mujer me inició en la bisexualidad penetrandome con su consolador.
Desde entonces tenia la idea de follar con un tio y sentirme muy mujer, muy puta, pero no conseguia encontrar con quien.
Un dia me dió por visitar a un medium de estos que echan las cartas y leen el futuro, por ver como me iba a ir en el trabajo, aunque no creo mucho en estas cosas, pero me dió por ir.
El tio era bien parecido, buena planta, pelo largo y vestia normal, sin tunicas raras ni nada de eso, lo que me hizo confiar un poco mas en el, no parecia el tipico que sale en al tv diciendo cosas raras, se veia serio.
Cuando estaba preguntandome sobre lo que queria saber, y empezó a echar las cartas me dijo que veia algo no normal. No sabia a lo que se referia, me asusté pensando en que veia una enfermedad, accidente, o algo asi, pero me dijo que me tranquilizara, que podia ser un error, que lo que veia no era habitual. Me intrigaba cada vez mas el asunto, asi que le pedí que me contara, y me dijo que me veia en las cartas como una mujer ansiosa de sexo.
Eso me dejó de piedra, ¿como podria saber eso?
Le confesé lo que me habia hecho mi mujer y que tenia esa fantasia de ser una mujer por un dia, o un rato, para ser bien follada por un hombre, y tener varios orgasmos.
El me dijo que lo podia conseguir, que además de adivino era hechicero y podia conseguir lo que yo queria. Me dijo que volviera al dia siguiente con ropa de mujer completa, y que haria realidad mi sueño.
No me creí mucho eso, aunque me hacia dudar como lo habia adivinado, asi que le robe algo de ropa a mi mujer, bragas, sujetador, una falda una blusa y unos tacones y con todo ello en una bolsa me fuí a la casa del adivino.
Una vez alli me dijo que me visitiera con la ropa, y sacó un brevaje que tenia ya preparado. Me lo untó en los genitales, en el pecho, por la cara y pelo, y despues me lo dió a beber.
Me llevó delante de una especie de altar y me dijo que me arrodillara delante, que apoyara mis manos sobre el y que cerrara mis ojos.
Yo tenia miedo, no sabia que podria pasar, ni cuanto podria durar aquello, pero no me dejaba hablar ni preguntarle nada.
Sentí como el se arrodillaba detrás de mi, y se pegaba a mi mucho, tanto que noté que estaba desnudo y sentí su polla rozando mi culo con la faldita y las bragas de mi mujer.
Empezó a acariciar todo mi cuerpo y a recitar frases extrañas que no entendia, y empecé a marearme un poco. Me empecé a sentir excitado, pero no sentia que se me pusiera dura la polla, pero si como si el capullo me palpitara. Siguió acarciandome diciendo sus frases a mi oido, y yo me mareaba y me excitaba. Me metia las manos por debajo de la falda y me tocaba el culo y el interior de los muslos y despues subia y me acariciaba el pecho.
De pronto empezó a pellizcarme los pezones y aquello me excitaba mas aún, y me hacia retorcerme de placer, y empezo a decirme que tenia los pechos y los pezones duros. En eso abrí los ojos y miré hacia abajo y vi que tenia unas buenas tetas y el me las magreaba, me pellizcaba los pezones, y eso me gustaba. Me dijo que me tocara el coño a ver si lo tenia bien humedo, y eso me hizo que se me acelerase el corazon, y con mucho miedo meti poco a poco la mano en mis braguitas, la cual me la acompaño el con la suya, y noté que tenia un buen coño y muy humedo, y el empezó a acariciarmelo junto con mi mano. Aquello me hizo volverme loco, o mas bien loca, me excitaba tocarme el coño y que el me lo tocara.
Me levanté y me di la vuelta, y me vi reflejado en un espejo al fondo del salon. Pelo largo y liso, grandes tetas y buenas curvas, ¡era una mujer! y por cierto bastante buena.
Le miré a los ojos como preguntando que estaba pasando, y el empezó a besarme. Yo estaba muy excitada, asi que le besé y le cogi la polla, la cual ya tenia muy dura y me puse a masturbarle.
Me agaché y me puse a chuparle la polla, como una loca, hasta que se corrió en mi boca.
Despues me llevó hasta el sofá donde se puso a follarme en todas las posturas imaginables. Sentia su polla entrando en mi coño y me gustaba, me volvia loca. Mientras me follaba yo me pellizcaba los pezones y eso me hacia correrme una vez tras otra.
Así estuvo follandome un buen rato hasta que me dijo que donde queria que se corriera y yo le pedí que se corriera dentro de mi coño, y así lo hizo. Sentí como se corria dentro de mi coño, nos besamos me acariciaba, y cuando sacó su polla me metí los dedos y los saqué llenos de su leche. Ufff, aquello me volvia loca.
Cuando se levantó me dijo no pensaras que todo esto va a ser gratis, ¿no? Eso me dejó de piedra, me asustó, no sabia lo que me iba a pedir.
Se levantó y salió de la habitación. Yo me quede asustada, sentada en el salón, pero a la vez excitada y disfrutando de mi muevo cuerpo de mujer, con buenas tetas, buen culo, precioso coño. Empece a pensar en que seria de mi asi ahora de mujer, que pasaria con mi mujer, mi trabajo, pero estaba tan mareada que no podia pensar bien.
En eso entró de nuevo en la sala, con dos hombres mas. Me los presentó y me dijo que eran los que aportaban las materias necesarias para los brevajes que preparaba y sus trabajos, y que les devolvia el favor permitiendoles follarme, y que yo pagaba su servicio dejandome follar por ellos.
En definitiva estaba alli como una autentica mujer y muy puta, que iba a ser follada por aquellos dos tios, y asi fue. Me follaron los dos, les comi las pollas se corrieron en mi coño y me hicieron correrme como cinco veces cada uno. Para terminar la faena el adivino se animó y me volvió a follar.
Quedé rendida no podia mas, me temblaban las piernas, me chorreaba el coño de las corridas de los tres, me dolian los pezones de pellizcarmelos y mordermelos, pero me sentia muy bien, muy agusto, muy puta, y pensando en eso me quedé dormida en el sofá.
De pronto me despertaron. Era el adivino y me decia que me tenia que marchar, que era tarde. Estaba desconcertado. Me miré y era un hombre, era el mismo de siempre, vestido con la ropa de mi mujer. Me hizo cambiarme rapido y me echó a la calle sin decirme nada. Yo le preguntaba que habia pasado, si era un sueño o como habia sido todo, pero no me decia nada.
Me fuí a casa y estube recordando lo sucedido. Me excitaba recordarlo, se me ponia la polla dura, pero yo queria tocarme como si tuviera un coño, me acariciaba como si lo tuviera pero no lo encontraba.
Al dia siguiente fuí en busca de el adivino, necesitaba saber que habia pasado, y sobre todo queria repetir aquello, si de verdad habia sucedido, pero no encontre nada. La casa se encontraba cerrada, sin nada en su interior, ni muebles ni nada de nada, parecia como abandonada.
De todo aquello solo me queda el recuerdo de, por unas horas, haber sido una bella mujer, y muy puta, que fué follada por tres tios que se corrieron dentro de mi coño y que me hicieron correrme muchas veces.
Ahora cuando follo con mi mujer y la veo disfrutar la envidio mas que nunca.