De guarrilla de instituto a puta de catalogo (1)

Relato morboso para conocer a una joven que va a saborear más placeres en la vida de los que podía esperarse...

No me iban bien en los estudios, vamos que a mis dieciocho años no hacía más que repetir en el instituto, estaba estancada y en casa ya no sabían que hacer conmigo; todos los días cuando comíamos había alguna sobre que pensaba hacer con mi vida, a que me pensaba dedicarme y sobre todo, que no podía seguir siendo una mantenida... Mis dos hermanos habían progresado con sus estudios y tenían trabajos, todos contribuían a los gastos de casa, todo lo contrario a mí que solo generaba gastos con mis necesidades de ropa y salidas de fiesta.

En parte, mi vida no era tan penosa, tenía un físico agraciado, nunca me había faltado un novio y era el deseo de muchos chicos; además con tanto repetir, era en clase la más experimentada y rápidamente lograba destacar entre todas y me llevaba al guaperas para mí y tenía un cierto prestigio en el instituto; el problema era que al suspender salían del instituto todos mis compañeros y me tocaba empezar de cero, era como un ciclo que ya se había repetido muchas veces.

Pero el año anterior fue distinto, mantenía una relación de noviazgo con Arturo, era un poco macarrilla pero estaba como el queso, además era como yo poco interesado en los estudios y pensé que quizás con él pudiera iniciar algo más duradero; el problema fue que él era muy vividor y en el fondo solo me quería para el sexo; me pasaba un papel en medio de clase donde me decía que quería una mamada en los servicios al acabar la clase y tras cumplir su proposición se iba con sus amigotes a fumar y charlar de fútbol. En el fondo la situación me quemaba pero no quería tampoco dejarlo.

Una mañana nos saltamos la clase de física y nos fuimos a una sala donde guardan material y allí decidimos follar hasta la próxima hora, me pidió un anal pero sabía que nada más empezar le apartaba por los dolores que me entraban, así que me propuso un juego para experimentar: atarme a un potro del gimnasio y así él poder poco a poco experimentar conmigo.

Me ató desnudita quedando mi culito expuesto para que pudiera jugar con sus deditos y dilatarlo, lo cual empezó a hacer con mucho mimo, mientras excitaba mi clítoris haciendo que empezara a humedecer el cuero del potro con mis fluidos y cuando estaba entrando en mi primer orgasmo el ruido de la puerta abriéndose y la visión del profesor de educación física con toda una clase detrás que irían a coger material para la asignatura provocó en mí una situación de parálisis.

Arturo que seguía vestido tardo poco en desaparecer ante el lío que se formó, y yo quedé expuesta allí mientras el profesor intentaba sacar a todo el mundo de allí mientras acudía el director.

Fue duro enfrentarme a una expulsión, a ser objeto de burlas por todos mis compañeros, a recibir en el twenty y el facebook referencias constantes, pero lo peor fue el tema familiar, se avergonzaban de mí, no toleraban lo que había hecho, y no iban a consentir ni una más; tocó ultimátum o me meterían a un internado para chicas problemáticas.

Pasé varios días llorando en la habitación, desubicada, no sabía que hacer; tan solo cuando me metía a internet y comprobaba como en el colegio todos los chicos matarían por haber estado allí, me subía la moral, incluso me excitaba; no puedo negar que ante la imposibilidad de quedar con Arturo no paraba de tocarme pensando en situaciones morbosas allí, intentando recrearme en lo que hubiera pasado si no hubiéramos sido interrumpidos.

Cuando una mañana recibí un mensaje de correo de un comercial diciendo que tenía una oferta laboral para mí, antes de borrarlo como todo el spam de ese tipo que suele entrar, me di cuenta que en ese caso, era distinto ya que ponía datos personales como si me conociera y era un correo personal hacia mí, por lo que me decidí a llamarle y quedar en su oficina.

De camino pensé que sería para mí una gran oportunidad para exponer en casa que podía por mi misma obtener dinero y poder mantenerme, que ya no era una niñata de instituto; el contacto con mi familia esos días era casi nulo y seguro que me despreciaban por lo que había hecho, eso me hacía casi odiarles y sentirme un incomprendida con los míos.

Cuando llegué a la oficina en un local de una nave a las afueras, llamé a la puerta donde solo había un cartel que ponía ESPECTACULOS MARCEL y un horario de atención al público; al momento me abrió un hombre de unos 34 años, muy musculado y con un acento que le identificaba al momento como argentino; muy educado y atento me llevó a una sala donde estaba con un portátil y me comentó lo contento que estaba con que hubiera aceptado el acudir.

Estaba un poco nerviosa y el me calmó los nervios comentándome detalles de su vida y las dificultades por las que había pasado, pero que al final echándole morro había salido adelante; entre lo cercano y agradable que fue conmigo y lo mucho que me identifique con su situación, en pocos minutos me tenía en sus manos, le vi como mi protector.

El me garantizó que si yo quería, podría salir de casa, tener ingresos propios y, sobre todo, ser dueña de mi destino como él; entre risas le dije que donde había que firmar y el cambió un poco el gesto para darme a entender que íbamos a hablar de temas serios.

Puso la pantalla del ordenador mirándome a mí y dio al play; una grabación con móvil de la escena del gimnasio con mi culito expuesto y atada realizada por cualquier muchacho de la clase que nos sorprendió se reprodujo durante unos 30 segundos, para luego mantenernos los dos en silencio.

Me dispuse a decirle que eso fue un desliz, que no influyera en su decisión de contratarme, que no podía ese incidente generarme más problemas y fastidiar la posibilidad que se me estaba presentando; pero cuando empecé con esas súplicas se acercó y me agarró diciéndome que esa tarjeta de presentación era la mejor posible.

Me definió como una chica moderna, fresca, abierta, explosiva, versátil... a tal punto que por primera vez no me avergonzaba de lo que había hecho, que era una trastada inocente y morbosa; me dijo que los demás en el fondo sentían envidia y que seguro todos lo que presenciaron la escena en la intimidad se recrearían con ella.

Eres fogosa ¿y qué?, tonta eres sino aprovechas esa faceta tuya y la desarrollas; entonces me explicó que, él llevaba a algunas actrices porno y que había pensado en mí como su estrella principal... , que su agencia era modesta pero que trabajarían para mí con total dedicación.

Cuando salí de allí, con la tarjeta con su móvil y la duda de si dar o no el paso, era otra; por primera vez había valorado el hacer algo por mí, pero quizás ese no era el camino oportuno.

Llegué a casa con la cabeza en la oferta y la verdad no me di cuenta de la hora, había pasado toda la tarde allí y cuando llegué a casa ya habían cenado y no sabían nada de mí, olvidé además encender el móvil después de la entrevista. Mi padre histérico me gritó diciendo que si me pensaba que era una pensión la casa para que apareciera cuando quisiera, incluso me insultó diciendo que era una malcriada y haber con quién había estado y que guarrería había estado haciendo... total, que exploté, llené una maleta con ropa y les dije que la niñata se iba.

Tan solo entre lagrimas en la calle supe marcar el número de Marcelo, el agente comercial de porno que era para mí, mi único referente en ese momento.

Me recogió con su coche y un amigo que llevaba, me dijo que había tenido suerte que estaba cerca y libre, y me dijo que no me preocupara, que daba igual lo que me hubiera pasado en casa, que eso era agua pasada y que desde ahora había nuevas posibilidades para mi.

Me llevó a casa de su amigo porque él tenía planes y me dijo que ya se encontraría conmigo, pero que no me preocupara que Adrian era socio del negocio y de confianza.

Subimos a su piso y ya arriba me di cuenta de que me había dejado en el coche de Marcelo la maleta, tenía la cabeza llena de líos y no había reparado en cogerla; me dijo si quería algo de comer, y se lo agradecí pero tenía el estomago cerrado, había sido todo muy fuerte.

Le dije a Adrián si quería que me presentara, pero él dijo que no hacía falta que ya me conocía, como todos; le pregunté a que se refería con todos y el me dijo que esperara y volvió de otra habitación con un portátil donde estaba abierta una página web de videos porno donde mi escena del instituto era líder de visitas; Adrían me dijo que no se podría creer que una tía tan morbosa se hubiera unido a su agencia pornográfica y que era un honor tenerme en su piso.

Él dio por hecho que yo era tía salida como en el video durante todas las horas del día por las preguntas que me hacía: si lo había hecho eso en muchos sitios, si disfrutaba haciéndolo con mucha gente delante, si me masturbaba pensando en eso, si las otras chicas me tenían envidia por ser tan desinhibida...; en vez de escandalizarme me sentía como una diosa, me estaba tratando como una persona de nivel y precisamente eso no me habían hecho sentir los que me habían rodeado hasta hace unas horas.

Mientras me servía una bebida me preguntó cuanto hacía que no follaba y, cuando le dije ruborizada que desde la escenita del video, él me miró con cara de pena pensando en lo duro que estaría siendo para mí y me dijo que una tía como yo no podía prescindir del sexo así, más aspirando a ser un referente sexual y se acercó a mi con la botella de alcohol y apartando mi camisa esparció sobre mis pechos un poco de él, para luego acercar su lengua y comenzar a jugar en mis pezones con ella mientras absorbía parte del alcohol. Mi cuerpo empezó a experimentar una sensación de calor interno, sus movimientos eran certeros a la hora de provocar pequeñas excitaciones sobre mi cuerpo y provocar en mi una situación de puro desenfreno.

El no hacía más que deleitarse con mis pechos, había roto la camisa y esta disfrutando de ellos con total esmero y calma, y yo estaba descubriendo el sexo sin ataduras, fuera de una relación y sobre todo con un desconocido con el que no tenía porque esconder nada.

Quise acercarme para tocarle su paquete e iniciar algo entre los dos, pero me apartó la mano y me dijo, te voy a enseñar una lección importante; me estiró de las piernas con lo que quedé más tirada en el sofá y aprovechó esa postura para separar mis piernas e introducir su mano retirando mi tanga, escupió la palma de su otra mano e introdujo de forma certera dos dedos en mi coñito, apoyándolos con fuerza en la parte superior de mi vagina y dejando otros dos por fuera contrarrestando su posición; acercó su cara a mi oreja y me dijo suavemente, disfruta.

Empezó a moverlos con fuerza provocando en mí un grado de excitación que nunca había tenido, y tan rápido como llegó provocó que mi coño pareciera una fuente de fluidos; no hacía más que gemir y gritar de placer, la vista se me cegó y solo sentía sus dedos mientras como acto reflejo intentaba apartarle.

Cuando paró, mi cuerpo no podía más del conjunto de orgasmos que había tenido en un momento; no podía más, quede tirada en el sofá sin aliento, tan solo sentí como acercaba su mano empapada en mis jugos a mi boca para que recibiera a modo de recompensa ese trofeo; volvió a acercarse a mi oído y me dijo: en tu nueva posición tienes que diferenciar dar placer y recibirlo, ahora estás preparada para darlo y centrarte en ese objetivo sin perder esmero en buscar tu satisfacción; con tu novio seguro que buscabas otras cosa, pero ya has pasado de nivel, y cada vez que tengas que tener sexo, te tocara centrarte en el beneficiario haciéndolo como mejor sabes.

Mi cuerpo no podía más y sus palabras no las interiorice como debería haberlo hecho, pero si me quedó clara una cosa: me tocaba asimilar una nueva situación y hacerme a la idea que mi nuevos compañeros de vida me iban a llevar por caminos que no conocía y si quería sobrevivir tenía que prestar atención y cambiar, sino tocaba volver a casa y un futuro muy negro.

Intenté levantarme para cumplir con él, para hacerle sentir algo cercano a lo que había sentido yo, pero no quiso, me dijo que no quería más por ahora, que cuando quisiera algo ya me lo diría; aproveché para quitarme la ropa mojada y me quedé desnuda mientras me secaba con una toalla que me acercó; luego me trajo un top elástico que me puse delante de él.

Mientras me miraba, con una sonrisa pícara le dije que si le estaba poniendo cachondo, quería volver a intentarlo y poder resarcirme de mi intento anterior; entonces él me dijo, para nada, estaba concentrado en nuestro negocio, miraba tus pechos y pensaba que con unas tallas más tu cuerpo quedaría más exuberantes y vendería una imagen más provocadora; mi cara fue de sorpresa, aquello me superó y le dije que nunca ningún chico me había insinuado que necesitara más pechos, a lo que él me respondió: a ver que tus pechitos pongan tonto a tus amigos no lo dudo, pero tu eres un producto sexual y si con unas tallas más, atraes la atención de todo hombre, tu deber es estar a la moda, ¿acaso quieres empezar con mal pie, perdiendo oportunidades de futuro?.

Con la cabeza gacha le dí la razón, él se acercó a mi y me abrazó diciéndome: no vamos a proponerte nada que no sea lo mejor para tí, este mundo en el que te has metido es muy duro y ser una triunfadora cuesta, si no estás en lo más alto, no vales nada.

Yo le repliqué que tampoco sería para tanto, que lo más seguro habría hueco para todas, que cada mujer tiene su propia luz y genera un tipo distinto de morbo; entonces me dijo, ponte los zapatos que vamos a hacer una visita a otro negocio que tengo y vas a comprender lo equivocada que estás.

Acudimos con su coche a un local de alterne de las afueras, me comentó que había invertido ahí unas cantidades de dinero y con unos socios lo mantenían abierto, que las chicas que había trabajando allí, la mayoría antes habían estado en el mundo del porno.

Entramos por un lateral y pasamos por un extremo del salón donde estaban las chicas y los clientes, entramos a una habitación con una cama redonda y por un telefonillo interno pidió que acudieran unas personas; el se sentó en un sillón que había en un lado y me dijo que me quedara al lado suyo de pie; entró uno de los chicos de seguridad que nos había abierto la puerta y una chica de las que había visto en el salón.

Ella parecía de una poca más edad que yo, le echaba unos 25 años, llevaba un top parecido al mío y nada más entrar se dirigió a la cama y se sentó en el borde; Adrián la dijo que se acercara, ella se acercó y se postró de rodillas debajo de él, mientras acariciaba sus piernas en gesto de inferioridad y provocación.

Adrian la dijo: dile a mi amiga lo famosa que fuiste, y ella respondió mirándome con el número de portadas de revistas y películas que había hecho; cuando acabó Adrián delante de ella me explicó que su cuerpo no daba más de sí, en las fotos ya no se veía sus curvas como antes, su rajita ya no era tan provocativa y sus pechos nunca fueron su fuerte y no la salvaron de una caída de popularidad; ella con cara de pena le dio la razón, se veía dolida por esas palabras, y Adrián le dijo al de seguridad que qué opinaba, éste respondió que había perdido mucho por no cuidarse, paso de tener las mejores caderas y culito a ser del montón.

Adrián se levantó y le dijo al otro: ahora me pide que la pague cirugía, que la haga liposucciones, que la devolviera a su estado anterior, pero ella no supo aprovechar su oportunidad y ahora solo vale para aliviar a puteros; se acercó a ella y acariciándole la barbilla la preguntó que cuanto gano la semana pasada, a lo que ella respondió que 300 euros, mientras Adrián nos dijo que eso lo ganaba antes con enseñar un dedo del pie a un fotógrafo.

Nos dijo que nos desnudáramos a las dos, y nos llevó al salón de la mano a cada una; pensaba morirme de la vergüenza de ser vista así, pero una vez abajo, tan solo recibía las miradas de quienes pasábamos al lado suyo, muchos ya estaban entretenidos con otras chicas, hasta que nos acercamos a un grupo de hombres, tenían pinta de mafiosos, muy trajeados, y mientras nos miraban Adrian les dijo que nos pusieran precio por pasar una hora con ellos; no me pude creer la oferta que nos hicieron: por la otra chica ofrecían 30 euros y por mí 1000 euros; Adrián les agradeció su colaboración y les invitó a una botella de champán.

Tras volver a nuestra habitación, Adrián me dijo si había comprendido mi potencial, mientras que esta zorra ahora mismo usarla no es más que hacerla un favor, en tu caso es un privilegio y desde ahora tu cabecita no debe pensar nada más que en cuidar ese estatus y saber ofrecerlo de la mejor manera.

Ordenó a la otra chica que me pusiera el top, y una vez que lo hizo, me dijo: mira para lo que puedes llegar a servir si no haces bien los deberes y se giró mirando al chico de seguridad y con un gesto rápido éste comprendió la orden; la cogió por el brazo y la llevó a otra sala, en ella había una pared de cristal y en medio una cama pequeña, donde fue acomodada.

Nosotros nos salimos y fuimos al salón central, allí nos sentamos en unos sofás desde donde se podía ver el cristal y todo lo que que ocurría tras él, ya que estaba pensado para que los clientes del salón pudieran visualizar el interior; en la parte superior había un marcador electrónico donde se iba poniendo información; en éste caso indicaba que una de las chicas se iba a someter a una dilatación para ofrecer un servicio extra a precio especial.

Fue duro ver como el de seguridad introducía unos dilatadores bestiales en su culito sin apenas resistencia por su parte, intentando ocultar su cara de dolor cuando miraba hacia abajo; con diversos dilatadores iba intentado subir de nivel, primero con su coñito y luego con su culito, hasta que insertó en ellos dos piezas descomunales que se quedaron a medio meter y entonces abandonaron la cabina.

Al rato aparecieron en el salón, ella casi sin poder moverse iba con ellos insertados, sujetándoselos para que no se le salieran; primero fueron a la zona de antes de los hombres trajeados y tras ofrecerla el de seguridad, uno mostró interés pero dijo que mejor mantuviera un rato más la dilatación; al momento aparecieron en nuestra zona de sofás; Adrián la cogió del brazo y la sentó a su lado y la dijo: recuerdas cuando mimábamos a tu culito para que su estrechez no perdiera vigor y pudieras introducirte cosas sin dar la sensación de tener tus agujeritos muy usados, ahora tus huecos se han convertido en carne de depravados, espero que sepas sacar tu partido.

La verdad su culito daba la sensación de haber olvidado su forma normal, quedaba abierto de una forma extraordinaria, y ella no parecía sentirse superada por las circunstancias; al momento otra chica se acercó y la comentó que un cliente suyo quería que participase, que por veinte euros se uniera a ellos; fue desolador para mí ver como se levantaba y accedía.

Me quedé pensativa, sonaba muy dura la derrota, pero en el fondo yo ya estaba metida y me tocaba confiar mucho en mis jefes para evitar caer en la trampa; mientras pensaba apareció Marcelo allí, debía haberle avisado Adrián, tenían noticias frescas que comentarme según dijo nada más sentarse allí.

Nos comentó que mi video desgraciada o afortunadamente ya estaba corriendo como la espuma por la red, que estaba siendo objeto de todo tipo de comentarios y que había generado mucho interés en algunas webs porno; era conocida con el nick de colegiala_abierta, por mi postura en el potro, y que mientas no saltara a medios de comunicación serios que obligaran a retirarla el interés por mi podía seguir creciendo.

Explicó que para él era mejor esperar a que mi figura tomara más pompa para lanzar mi imagen de nueva pornostar, mientras tan solo había que engordar el video de provocación y generar más curiosidad y morbo. Adrián le manifestó su conformidad con el plan, tan solo preguntándole que como podíamos hacer para que gente tuviera cada vez más interés en mí mientras.

Marcelo bebió lentamente dando la sensación que las circunstancias no le sobrepasaban, que tenía todo controlado: os explico, el morbo está en que ella fue cazada, que es una guarra pillada en situ, si hubiera sido un video profesional o casero pero grabado con premeditación, no hubiera llamado la atención, así que ahora toca darles más de lo mismo y seguirá creciendo la expectación.

Yo le respondía que sería difícil porque no hubo más situaciones para grabar nada más, pero rápido Marcelo giró su cabeza negándolo y diciéndolo: eso solo lo sabes tú, la gente va a tener en Internet más videos tuyos grabados con un móvil donde se den cuenta que sus devaneos sexuales eran muy frecuentes en público; me quedé pensativa intuyendo que había querido decir, pero rápido expuso lo que había preparado: la gente tan solo identifica a tu acompañante, el chaval que sale a tu lado y se escabulle, él si es imprescindible para garantizar que la gente asocie los videos, me ha sido un poco difícil dar con él, pero por unos cuantos euros se uniría.

Adrían sonreía pensando en la estrategia, sabía que si actuaban rápido, un nuevo video donde pusiera la zorra fue grabada antes haciendo de las suyas haría que mi fama siguiera creciendo; Marcelo le dijo que había sacado dinero para prepararlo todo por la necesidad de que a más tardar mañana estuviera circulando por la red.

En pocos minutos se acabaron las bebidas y salimos del local, con sus coches nos dirigimos a una academia de inglés, eran las dos de la mañana y no había nadie por los alrededores, por lo visto el dueño les había dejado el sitio a cambio de un dinero; la idea era que pareciera que lo que grabásemos pareciera hecho en una escuela.

Dentro estaban un grupo de chicos de mi edad que no conocía y detrás de ellos Arturo mi novio hace pocos días, que no se acercó a decirme nada y yo no me atreví, estaba un poco superada por las circunstancias y actuaba y decía cuanto Marcelo y Adrián me decían; éstos dieron a todos las instrucciones, había que grabar varios videos con sus móviles y luego volcarlos a un ordenador; no aparecerían más caras que las mías y las de Arturo; como se podían editar los videos, ellos darían indicaciones de cosas pero que sobre todo cada uno actuase como si la escena fuera real; tan solo Arturo había recibido antes indicaciones de detalles que debía poner en práctica.

A mí me desnudaron, el top no era convincente como uniforme de colegiala y la idea era que se me viera otra vez desnuda en una zona pública; a los pocos minutos de quedarme desnuda Arturo se acercó a mí y como si fuera una puta me agarró del pelo y comenzó a ponerme a su antojo en posiciones obscenas para excitarme y exhibirme ante los otros, mientras les decía: hasta que venga el profesor voy a zumbármela, que os parece...

Primero me lamía encima de la mesa del profesor, mientras varios móviles se acercaban y grababan mi cara de placer al sentir su lengua en mis partes; luego cogió una regla y comenzó a darme con ella en mis pechos para que pegara pequeños gritos, pero con cara de pocos amigos, lo que obligó a parar y recibir la bronca de Adrián que me obligó a pedir más caña y agradecer todo lo que me hiciera, así que cada vez que recibía un golpe tocaba mostrar cara de placer y pedirle que volviera a repetirlo que me lo merecía, mientras los otros chicos se partían el culo al lado y grababan, hasta que del placer de la situación empecé a mojar y Arturo paró para comprobarlo y llamar la atención de todos diciendo que había que parar o sino iba a poner perdida la clase de mis fluidos.

Cuando Arturo fue a sacarse la polla para grabar otra escena más placentera para él, mis jefes le pararon, le dijeron que no resultaría eso creíble, solo juegos sexuales, además no querían desgastar el interés por los que quisieran verla penetrada.

Tenían grabado material ya para dos videos, que al momento fueron subidos a internet con el nombre de: la colegiala_abierta ya fue grabada antes1 y la colegiala_ abierta es castigada por su chico; esperamos un rato hasta que la gente subió sus primeros comentarios; y en pocos minutos certificaron que el bulo había sido un éxito, nadie contradijo la versión y posiblemente en dos días fuera líder de visitas.

Arturo mientras aprovechó para comentar que en el instituto no se hablaba de otra cosa, que procurar no acudir porque era el comentario de todo el mundo y no sabía como reaccionaría la gente; en parte era algo que me esperaba, pero también me asustaba no ser otra cosa para todos los que habían sido compañeros y compañeras que una guarra que abandonó el instituto por no saber comportarse.

En esas estábamos cuando Marcelo me dijo que me pusiera el top, que ya habíamos hecho suficiente, pero varios chicos dijeron que porque no grababan de reserva más cosas, ante lo cual Adrian le dijo a Marcelo que una vez tuviera difusión el tema seguro que vendían; yo les dije que estaba agotada, que quizás otro día, lo cual hizo que Marcelo se girara y me diera un bofetón.

Cuando me repuse, le miré buscando una explicación, él me respondió: que sea la última vez que delante de alguien das tu opinión, tu haces lo que digamos y punto, y con cara de puta y una sonrisa dices que sí, que eres una guarra de mierda, en racha, pero una guarra al fin y al cabo, no estamos perdiendo el tiempo sino ayudándote a ser alguien.

Todos los chicos y Arturo se quedaron en silencio, tan solo Adrián me cogió del brazo y me llevó a los servicios, allí me sentó en la taza del water y me dijo: seguro que no es la primera vez que haces guarrerías en el water, va a quedar muy convincente, así que esmérate y haz todo lo que te propongan; al rato con el móvil en la mano entró Arturo, me habló como si estuviéramos de pellas y me dijo que había supuesto que me había metido al wc para masturbarme sin contar con él.

Cambie mi cara de susto por el incidente por una de alivio por volver a sentirme deseada aunque fuera algo artificial, y nada más decirme eso empecé a frotar mi clítoris y jugar con mis pezones, me di cuenta que no sabía interpretar, que buscaba siempre un placer real y cuando Arturo me apartó la mano para seguir el excitándome cerré los ojos y para mí fue como una relación sexual normal de pareja.

Todo normal si no fuera porque entraron en escena los otros chicos y Arturo dijo a la cámara del móvil: no os preocupéis que no me importa compartirla, el que quiera que la siga masturbando que la guarra aguanta lo que le echen; uno tras otro, con mayor o menor acierto me masturbaban, mientras yo estaba en un orgasmo constante, todos salían con la mano mojada, y sin querer les pegaba alguna patada cuando de un movimiento reflejo me excitaba demasiado y reaccionaba así.

Quede tendida en el suelo y solo recuerdo como Adrián me cogió y me puso el top, mientras Marcelo despedía y pagaba a los chicos; salimos de la academia y antes de montar al coche se preguntaron que hacer conmigo, ya no tenía casa; Adrián le dijo que en su casa sería una carga tenerme de continuo y Marcelo le dijo me tendría unos días hasta que decidiera mi destino.

En el coche Marcelo, casi no me habló, me dolió esa actitud después del buen rollito que el principio había desplegado conmigo; me sentía una más, sin tener ninguna complicidad con él;

llegamos a su piso, me advirtió que no era la única allí, y nada más entrar comprobé que había dos mujeres más.

Una de ellas, tenía ya unos 40 años, pero estaba de buen ver, y la otra más joven iba totalmente vestida de esclava; me impactó ver a esas dos mujeres, Marcelo eso sí tuvo la deferencia de presentármelas: por un lado a la mayor la llamo Cristina, también argentina como él, fue su pareja durante años allá y cuando vino aquí se la trajo como actriz y de una forma peculiar es su pareja sentimental; la otra es Macarena, es una sevillana que le estafó, después de cobrar anticipado se fue con la competencia, el problema fue que la competencia luego no la quiso y se la entregó en bandeja para que se cobrar la venganza, y le dio a elegir: o cobrarse toda la deuda más intereses e indemnización en burdeles o ser su perra esclava durante varios años, sobra decir lo que eligió.

Él fue a la cocina donde tenía preparado algo de cena, mientras a mi me llevó a una habitación Cristina, me dijo que ahí dormía Macarena pero que yo ocuparía la cama y ella dormiría en el suelo; al ver que no tenía ropa, al momento me invitó a coger del armario lo que quisiera aunque Macarena era mucho más alta que yo.

Mientras me preparaba para acostarme apareció Marcelo con Macarena, esta tenía la boca amordazada con una bola y el culo muy rojo, por lo que deduje que Marcelo se había liberado de tensión con ella; pero me dijo que me la traía porque Cristina tenía que ir con el a la cama y no podía seguir castigando a la esclava; me explicó con detalle como iba a ser mi papel allí: con Cristina como amigas, ella me enseñaría los trucos de este mundo y me pondría al día; con Macarena tenía que experimentar para perder el miedo a experimentar según que cosas.

Según cerró la puerta y se marchó, me senté en la cama y vi que Macarena se relajaba un poco;

la pregunté que cuanto la quedaba de esclava y me dijo que tenía prohibido decírselo a nadie, aunque por si ella fuera, no lo dejaría, había adquirido el hábito y se sentía más que a gusto en esa situación, que cuando le toco empezar fue un trauma, que ella venía de actriz porno de renombre, pero que Marcelo había hecho con ella una esclava de verdad a lo largo de mucho tiempo sometiéndola mentalmente. No pude dejar de pensar en que yo podía acabar también así.

La dije que donde quería dormir, me salió ser agradable con una pobre chica que vivía peor que una puta, pero me respondió si parecía estúpida, sino me había enterado lo que había dicho su amo; no se si fue por la tensión acumulada y por qué que me subió por el cuerpo una mala leche, que me llevó a pagar con ella la frustración que llevaba encima.

La agarré del pelo y empecé con la otra mano a frotar su coñito, quería verla humillada excitada por mí, pero ella con cara de risa me dijo que hacía tiempo que nadie la ayudaba a correrse y comprendí que para ella eso era casi un favor; me asusté pensando que parecería una pringada novata y que se lo diría a Marcelo mostrando que no valía para nada; cuando me creía derrotada y la veía a ella pidiéndome que la siguiera masturbando, recordé lo de la sala de alterne de Adrián y el segurata: la dilatación era la solución; miré en el armario donde había toda clase de herramientas de bdsm, y lo primero que hice fue llevarla al servicio y meterle la bola en la boca otra vez y con unas cuerdas atarla a una barra que había de toallero, cuando volví traje varios consoladores que había en su cuarto y comencé uno a uno a insertárselos en sus agujeros.

Al principio noté como no se ruborizaba, pensaba que iba a jugar con ellos, pero cuando entendió mis intenciones empezó a intentar soltarse, y fue cuando la dije que de mi no se iba a burlar otra vez. Uno a uno fueron entrando, pero sin sacar el anterior, con la ayuda de crema que había en el wc, logre insertar tres en su coñito y dos en el culito, sabía que su culito le estaba ardiendo, pero con fuerza logré mantenerlos dentro hasta que cedió lo suficiente; estuve un rato mirándola, como su gesto hacia mi era distinto, ya me respetaba y, al paso, con mi cara de satisfacción había aprendido por mi misma mi primera lección: en este mundo hay que hacerse valer.

Me acerqué a ella y la dije: me voy a dormir, pondré la alarma para venir a media noche, si te falta un solo consolador te meteré dos por cada uno, así que procura que no salga ninguno.

No me levanté, fue a la mañana siguiente cuando una voz de Marcelo me dijo que acudiera al wc; allí estaba Macarena en posición de cuatro patas intentando sujetar todos los consoladores que estaban ya medio salidos; Marcelo me preguntó que para que había hecho eso, si nadie lo había disfrutado, a lo que le respondí, perdona Marcelo mi idea era que disfrutaras a primera hora de la mañana para levantar el ánimo pudiendo introducir tu mano entera en sus agujeros que seguro no lo habías hecho antes.

Marcelo sonrió y me dijo que la verdad nunca lo había experimentado, así que la llevó a su dormitorio y desde mi habitación pude oir sus gritos atenuados por la mordaza, deduje que en unos días no me daría problemas, porque estaría inhábil para nada sexual y no tendría que preocuparme; me volvía meter en la cama y tomar fuerzas que mi nueva vida no había nada más que comenzado.