De grupy

Mi cantautor favorito... y su novio... y el guitarrista y el del teclado... ¡les cuento?

GRUPY

ANTES

Yo era su Grupy y me emocioné todita cuando me aceptó en facebook y luego, una noche, muy noche, que lo vi en línea, me atreví a coquetearle abiertamente y él me respondió y así estuvimos durante unos meses. Y cuando fue a mi ciudad a dar un concierto, nos encontramos la tarde anterior, paseamos y luego, fundimos sus 40 con mis 23, su cuerpo delgado y moreno, su barba rasposa, con mi cuerpo joven y elástico durante largas horas. En contra de sus deseos me fui a las tres de la mañana: aún vivo con mis padres y estoy obligada a despertar en casa...

Nos seguimos escribiendo, prometiendo vernos otra vez, en mi ciudad o en la capital, donde él vivía. Algunas noches frías me masturbé en su nombre, algunas otras, tuvimos cibersexo y luego, nueve meses después de aquel encuentro, me escribió:

Él: Ola k ase?

Yo: Jajaja

Hola, ¿como estés hermoso?

¿Qué me cuentas?

Él: que voy a tu ciudad...

Yo: ¿Cuando?

Esa si es una linda noticia

Él: El viernes. Llego el viernes.

(Ahí siguió la charla y me dijo que el sábado y el domingo estaría filmando un videoclip, y quedamos de vernos el viernes en la tarde-noche.)

Él: Pero tendría yo que hacerte una proposición... como decirlo, ¿muy indecorosa, pero muy?

Yo: Jajaja ya lo hablamos cuando estés aquí...

Él: oh no! tiene que ser antes, jejejejeje

es que es muuuy....

Yo: Háblame mañana y platicamos...

Él: noooo.... me gusta más escribir que hablar... ¿se puede?

Yo: Vale

(¿Que querrá?, me pregunté. eran las diez de la mañana de un lunes y yo estaba en la oficina en que trabajo terminando mi servicio social. No podía tocarme, pero estaba muy  caliente. ¿Me querrá dar por el culo?, ¿me ofrecerá a sus músicos acaso? Esa fantasía me hizo recordar a su guitarrista, rubio y de ojo verde, hermoso y de unos 26 o 27...... tendría que ir al baño a hacerme algo, carajo).

Él: Es que.... voy con una amiga... muy guapa, por cierto, que tiene ganas, muchas, de tocar a otra mujer... también muy guapa... mientras yo la veo...

(Jajajajajajaja, debí suponerlo, ¡hombres!, ¡todos son iguales!)

Yo: Vale, me agrada la.idea ... cualquier cosa por mi cantautor favorito.

El resto de la charla fue moderar su entusiasmo y el resto de la semana coger tods las noches con un primo segundo que entonces era el amante a quien recurría cuando no podía con la calentura... y así llegó el viernes.

VIERNES

Llegó es viernes. Soplaba un vientecillo frío desde la mañana y al volver a casa lo más temprano posible elegí unos tacones discretos, que me elevan cinco centímetros y me llevan cerca del 1.60. Un vestido largo de una pieza, que se ajusta a mi figura (no rellena, chicos, pero sí curvilínea) y un escote que dejaba asomar una generosa porción de mis pechos, con un bra que los aprieta, para que resalten aún más... vestida, pues, para la guerra.

Los alcancé en el bar acordado. Él se levantó y me saludó con un beso discreto en los labios, dejándome en la punta de la lengua el inequívoca sabor del sexo femenino... porque yo ya había cogido con mujeres, alguna vez. Luego, la abracé...

Ella es unos veinte centímetros más alta que yo y unos tres años menor, nariz respingada, labios carnosos que imaginé de inmediato en los míos, piercing en la nariz (¿donde más los tendrá?, me pregunté) ojos de venada, profundos y desconfiados y un cuerpo como el mío pero a mayor escala, aunque cubierto con un atuendo jipioso y el pelo rojo: ella sí que tenía pinta de ser su grupy, mucho más que yo. Al estrecharla sentí contra mis pechos (ya sensibles por la imaginación, porque sabía que esa noche tendría dentro mío la verga de mi cantautor favorito) unos pechos grandes, firmes, pulposos, y una respiración agitada, ¡tenía miedo, y su miedo me puso aún más caliente, tanto que empecé a mojar las bragas! ¡Era obvio que, en efecto, nunca había estado con otra mujer!

Me senté frente a ellos y lo miré e Él con ojos de agradecimiento. Él me miraba con ojos de hambre y acariciaba el muslo de ella. Y lamenté la cerveza que nos faltaba y los besos que se daban, pero aprecié que la besaba con maestría, advertí que su mano indiscreta la iba poniendo a punto y yo sabía, y él sabía, que yo también lo estaría sólo con mirarlos.

Ella no hablaba y me miraba asustada y deseosa a la vez. Él hablaba por los tres, de todo menos de lo que íbamos a hacer. Una cerveza después llegamos a la habitación de su hotel, donde resultaba evidente que antes de ir a buscarme habían cogido.  Entré al baño y al salir Ella tenía las espléndidas tetas al aire y el la besaba por atrás entre el cuello, el hombro, la oreja y deslizaba su mano izquierda dentro del pantalón. Ella tenía los ojos cerrados y respiraaba acompasadamente.

Ante la vista de Él, y en un movimiento que tengo muy ensayado, me despojé del vestido y los tacones quedando en ropa interior. me acerqué a ellos y hundí mi cara entre los maravillosos pechos de ella, que sus piró. Ahora estaba entre nosotros. Él le iba bajando los pantalones sin dejar de besarle el cuello. Yo tocaba su cintura y mordisqueaba sus pezones. Ella suspiraba y se dejaba hacer. La mano de Él acariciaba su clítoris, las mías su cintura; los labios de Él en su espalda, los míos en sus pechos.... y fui llevando a Ella a la cama, apartándolo a Él por un momento.

En la orilla de la cama, su vagina en a esquina, me acosté sobre Ella y levanté el culo en popa, ofreciéndoselo a él. mi mano hurgó en su vagina, tan empapada ya como la mía, y la besé y la besé y la seguí besando hasta sentir en mi cintura las manos de Él y su verga penetrándome desde atrás y me dio, y me dio y me dio mientras yo le arrancaba a Ella gritos de placer, y no paraba; no parábamos (incluso, en el único momento en que pude pensar me pregunté, ¿habrá tomado viagra?)

¡Mi primer trío! Arrodilla sobre Ella, manteniendo mi posición con una mano, mientras con la otra la masturbaba cada vez más furiosamente, besándola, mordiéndola, mientras Ella me arañaba la espalda, a la vez que una verga firmísima y ardiente entraba y salía de mí y unas vigorosas manos masculinas, me tomaban de la cintura indicándome el ritmo de los movimientos de mi cadera... con mi boca en la ella aullé mi orgasmo, sumándolo a sus jadeos.

Me salí de Él y tras reponerme, me moví a gatas de mi posición. Él dobló un poco las rodillas y sin moverse gran cosa, metió su verga, empapado con mis fluidos, en la vagina de Ella... yo, a gatas como estaba, volví sobre mis pasos como para adoptar la posición del 69... sobre ella. Y mi lengua fue a su clítoris mientras mis dedos, por debajo de Ella, buscaron los testículos de Él, y su ano, que sabía por experiencia que le encanta que lo acaricien ahí.

Ella tardó tres o cuatro embestidas en decidirse y llevar su boca a mi vagina. Solo de sentirla ahí tuve un segundo orgasmo que me llevó a introducir mi dedo índice en el ano de Él, que intempestivamente sacó la verga de la vagina de Ella y empezó a rociarnos a ambas con su semen, a ella en el estómago, el ombligo de luna, a mi en la cara. Fui con la boca a extraer el resto y cuando fue claro que no quedaba nada, me desplomé sobre Ella.

Lentamente me fui dando vuelta y me abracé a Ella. Él preparó un porro mientras yo la besaba y la abrazaba... un porro potente, porque siguió una confusión de labios, vaginas, vergas, mordiscos, semen, fluidos. Una verga insaciable que entraba en mi cuerpoi y salía para entrar en otro, labios que succionaban, lenguas que hurgaban, dedos, manos, olores... y un reloj que me decía que tenía que irme, y una Ella que le susurraba a Él “dile que se vaya”, y una yo que se vestía sin saber cómo, y un Él que me acompañaba, me pedía un taxi.. y que quedaba conmigo... “¿mañana?

SÁBADO

Creí que no me hablaría: era obvio que para Ella había sido suficiente y no querría repetir... al menos no de inmediato. Pero cumplió y me habló y nos vimos en un bar de whiskys de malta. Estaban con dos de los músicos, el guapo Guitarra y Teclado, un tipo de unos cuarenta, gordito y simpático, que en unos minutos nos tenía a todos muertos de risa, incluso a Ella, que al principio me vio con malos ojos.

“Bueno –pensé-, si no me cojo a Él me cogeré hoy a Guitarrista”, sin saber que Él ya le había adelantado algo que era cierto: “Érika (yo) te quiere coger”.

Tres o cuatro wiskhys después nos fuimos al hotel. Entramos los cinco a la habitación que compartían Guitarra y teclado y no a la de Él, porque había mariguana y cocaína. Él fue a su habitación por un wiskhy. Guitarra hizo unas líneas de las que Ella pasó, tras lo cual Ella se lo llevó. Guitarra jugaba conmigo y Teclado no tenía intenciones de irse y de pronto, acostados los tres, tomé la decisión con expectativa gustosa, quitándome la blusa.

Acostada entre ambos, les quité las playeras y empecé a besarles el pecho a uno y otro. Mientras cuatro manos me iban despojando de la ropa yo desabroché los pantalones de Teclado y mee introduje su verga en la boca. De la habitación de al lado, a través de las ventanas abiertas, llegaban los gemidos de Ella. Yo, desnuda ya, sin dejar de chupársela a Teclado, levanté las nalgas en abierta, descarada invitación a Guitarra.

La verga de Teclado no era muy larga, pero bastante gordita, suave y dura, salada y palpitante. Entre tanto, Guitarra me acariciaba las nalgas. Yo abrí las piernas invitándoplo aún más y entendió. Me lamió con la punta de la lengua todos mis labios vaginales. Yo era una fuente. Noté sus dedos fríos que entraban dentro de mí. Me metió dos dedos mientras yo succionaba y lamia la polla de Teclado.

No se por cuánto tiempo Guitarraa me masturbó así. Segundos, quizá, antes de meterla d un golpe. Era una verga de tamaño normal pero durísima que entró en un solo envión, pues yo estaba empapada a más no poder. Y empezó el mete saca con gran fuerza, empujándome con violencia cada vez, violencia que yo llevaba a la verga de Teclado. La metía sin parar. Me costaba chupar, respirar y gemir al mismo tiempo. A veces descansaba para coger aliento pero Guitarra no paraba. Para dentro una vez y otra y otra y yo estaba como una fuente. Me cogía de la cintura apretaba su cuerpo contra mí como para meterme lo más posible.

Teclado terminó primero, llenándome la garganta con su semen. yo tuve tres o cuatro orgasmos al hilo antes de que Guitarra saliera de mí, pringándome las nalgas y la espalda. Feliz, me acosté entre ellos. Quizá hubiera deseado algún tiempo de transición, pero Teclado estaba firme otra vez y se acostó sobre mí, metiéndomela despacito mientras murmuraba cosas que no recuerdo. Era casi tierno, casi amoroso, casi adolescente, hasta que escuché a Guitarra diciendo “invítenme” y abrí los ojos, viéndolo acostado al lado mío con la verga como un  mástil. Teclado sigue penetrándome lentamente. Llevé mi mano a la verga de Guitarra y mi boca al oído de Teclado “si usas abundante cremita, papito,  me puedes dar por el culo”.... y me salí de él, me moví, acomodé a Guitarra en la orilla de la cama y me ensarté su verga, que me entró como cuchillo en mantequilla...

Entonces, la voz de Él, de mi cantautor favorito, se escuchó desde la puerta de la habitación:

“Si alguien debe insertarla en ese culito... soy yo.”

¿Continuará?