De Fuga con la Stripper

Conocí a Leti unos meses atrás en un strip club en las afueras de San Francisco, estaba bailando en el pole en una de las pistas de los lados al fondo del club, solía pasar por allí a menudo, pero ese martes en la noche decidí entrar a tomar unas cervezas y a ver a las chicas. Rubia, 1,75 de estatura, delgada con unas tetas inmensas y un cuerpo delgado, se movía con sensualidad tratando de recoger algunos dólares, pero el lugar estaba desierto. Noto que mi mirada la seguía intensamente y se acercó a mi mesa. - ¿Hola Lindo, quieres un privado?

De Fuga con la Stripper

-llevamos manejando una hora Jose necesitamos parar en algún lado, estoy que me orino.

-No te preocupes linda a unos kilómetros hay una parada abandonada, podemos descansar un rato, más bien porque mientras llegamos no me haces una paja.

  • ¿de nuevo? pareces una máquina de semen, hace una hora que te la mamé.

-No es mi culpa, es este maldito calor y tu pinta no ayuda nada, aparte de que estas buenísima, estas casi desnuda.

-Como más quieres que vista en California en esta época del año?

-Ves como no es culpa de nadie, vamos Leti mira que ya la tengo gorda.

  • ¿Gorda? Gordísima, te juro que, si no me gustara tanto tu verga, me hubiese quedado fresquita en casa.

-Jajajaja, ¿entonces qué dices?

-Pues ya que está gorda, no la podemos dejar así.

Conocí a Leti unos meses atrás en un strip club en las afueras de San Francisco, estaba bailando en el pole en una de las pistas de los lados al fondo del club, solía pasar por allí a menudo, pero ese martes en la noche decidí entrar a tomar unas cervezas y a ver a las chicas.

Rubia, 1,75 de estatura, delgada con unas tetas inmensas y un cuerpo delgado, se movía con sensualidad tratando de recoger algunos dólares, pero el lugar estaba desierto.  Noto que mi mirada la seguía intensamente y se acercó a mi mesa.

  • ¿Hola Lindo, quieres un privado?

-Hola Hermosa, conteste mirándola de arriba abajo con cara de estúpido, a lo que ella respondió con una sexy sonrisa de orgullo.

  • ¿Que incluye el privado?

-Vamos a la sección VIP y me desvisto para ti, yo puedo tocarte, pero tú a mí no, puedes hablarme sucio y yo a ti, si lo deseas.

A medida que terminaba la frase, con una mano disimuladamente corrió su panty hacia un lado mostrando su vagina, Dios era perfecta, ya comenzaba a sentir mi verga moviéndose en mis pantalones.

  • ¡Esta bien me convenciste! ¿vamos? Le dije sin dejar de mirar su coño.

Me cogió de la mano delicadamente y me guio moviendo su culo sensualmente hasta la zona de privados.

  • ¿Quieres beber o fumar?

-Humm no, creó que así estoy bien.

-Está bien, relájate y déjame atenderte.

Leti comenzó a bailar muy despacio a medida que se pegaba más y más a mí, hasta estar sentada en mi regazo dándome la espalda, dándome acceso a su cuello el cual no pude evitar oler mientras cerraba los ojos.

-huuuummmm, que rico hueles mujer, así hueles por todas partes.

Leti no pudo resistir salir de su rol para reírse por unos instantes.

-Y qué bonita sonrisa tienes.

-Mira que, si me sigues haciendo reír, va a ser difícil bailar.

-Está bien, respondí sonriéndole a los ojos.

Leti se dio vuelta sentándose en mis piernas dejando muy cerca su cara a la mía, sus labios invitaban a sentir su aliento, el cual recibí en mi boca cerrando los ojos, era cálido y dulce.  Mis párpados se abrieron lentamente y nos miramos a los ojos, no solo era cosa mía, se podía sentir una atracción entre los dos.

-Recuerdo que me dijiste algo acerca de hablar sucio, le dije mientras me rodeaba el cuello con sus brazos y movía su culo lentamente encima de mi erección.

-Es mi especialidad. respondió con voz suave rozando sus labios en mi oreja.

-y se puede saber ¿por qué?

-No sé, para empezar, soy muy caliente y lo disfruto mucho, me gusta ser complaciente y mandar a los hombres bien duritos para la casa. Dijo sonriendo de nuevo con sus ojos claros a medio cerrar, para mí, una clara señal de que en verdad lo disfrutaba.

-Está bien, pero es mi primera vez, ten cuidado con mis oídos. le dije en tono gracioso logrando robarle otra sonrisa.

Sus piernas ya no hacían ningún esfuerzo para contrarrestar su peso y todo su sexo reposaba sobre mi pegajoso glande que apuntaba hacia arriba como si pudiese sentir el aroma de su coño.

-Cierra los ojos y pon tus brazos en los lados de mis caderas. Me dijo a medida que guiaba mis manos a su cintura baja entrelazando las tiras de su tanga entre mis dedos, podía sentir su piel erizada, no me lo creía, esta mujer era la sensualidad en encarnada.

Pegando sus tetas a mi pecho y abrazándome muy de cerca, comenzó a hablarme muy pegada a mi oído.

  • ¿Tienes alguna fantasía o algo en especial que te excite? puedes decírmelo sin pena, mientras más obscena mejor.

-La verdad, más excitado no puedo estar y no se me ocurre nada más en este momento que penetrar tu carne con mi miembro. respondí hablándole suavemente, esto generó una fuerte contracción en las caderas de Leti y un suspiro involuntario.

-Las reglas del establecimiento lo prohíben y ese negro inmenso de gafas oscuras en la puerta del VIP se asegura de ello, le decimos “cuarto de metro”.

-Déjame comenzar a mí.

  • ¿Eres casado?

Dudé unos segundos para contestar mientras trataba de buscar una respuesta apropiada.

-No te preocupes amor, todos los hombres que vienen lo son y a mí no hay nada que me caliente más que un hombre con dueña.

-En ese caso no tiene sentido mentir, sí tengo esposa se llama María debe tener un par de años más que tú.

  • ¿Y esta buena?

-No tan rica como tú, pero miradas y piropos no le faltan cuando va por la calle, tiene un culo riquísimo.

-Humm que delicia, ¿cuándo la traes? si esta tan rica me gustaría ver ese culito por mí misma.

-JA JA JA, mi esposa nunca vendría a un lugar a si y no soportaría que otra mujer la mirase.

-Pero, ¿a ti te gustaría ver cómo le bailo?

-Me encantaría, ya que lo dices esa siempre ha sido mi fantasía, ¿te gustan las mujeres también?

-Me encantan y con un culo rico como el de tu esposa, mejor.

  • ¿Qué harías con el culito de María? le dije siguiendo el juego, mis manos comenzaban a apretar sus caderas

  • ¿Qué no haría? comenzaría por comer su lengua y desnudarla lentamente mientras beso su cuello, dejándola solo con sus pantis mientras tu miras atentamente, le chuparía los pezones hasta dejarlos inflados, metería un dedito en su coño pasando por su clítoris y te lo daría a probar solo para mostrarte lo húmeda que pongo a tu putica.

Mis ojos cerrados y mi boca medio abierta esbozaban suaves gemidos.

-Estoy a punto de venirme Leti, que puta eres.

-Te aseguro que no tan puta con tu esposa después de que la ponga boca abajo en tu cama y le meta mi lengua en su culo.

-No aguanto, tienes que dejarme penetrarte por favor, vamos a otro lugar. Dije excitado al máximo.

-Calma bebe, todavía no termino, respira profundo, relájate y déjame continuar.

-Cómo fuiste buen chico y no nos interrumpiste... María camina hacia ti y te sienta en el borde de la cama, sin dejar de mirarte a los ojos abre tu pantalón y saca tu verga ya mojada de tus boxers, la misma que estoy sintiendo palpitar justo ahora en mi vagina, creíste que no la notaría, se siente caliente a través de mis tanguitas. me decía susurrando sin parar de menear su culo.

Leti abrió los ojos para ver donde estaba “cuarto de metro”, no había señal de él, a lo mejor estaba fumando en el parqueadero.

-Préstame tu mano, necesito que disimules y no hagas gestos fuertes, no gimas, no tenemos mucho tiempo.

Sin preguntar obedecí de inmediato, mirándome a los ojos fijamente guio mi mano hacia su vagina dejándola sobre la delgada tela de sus pantis, estaban empapados, ese tipo de excitación no se disimula, pensé.

  • ¿Qué esperas, no querías penetrarme?  dijo mientras con la punta de su lengua llena de saliva muy caliente rozaba mis labios.

tratando de controlar mi respiración para no gemir fuerte, palpé con un dedo el punto exacto de la entrada a su vagina, comencé a apretar suavemente incrementando la presión hundiendo sus tanguitas cada vez más, hasta tener mi dedo entero en su sexo con todo y pantis.

-Veo que te gusta jugar, eso me encanta susurraba Leti con respiración entrecortada dejando escapar silenciosos y sensuales jadeos.

Sin salirme de mi papel, le dije:

-Me gustaría ver como mi esposa te lame la vagina y mete los dedos en tu coño, los saca mojaditos y me los da para que los lama.

  • ¿Quieres probarla? dijo Leti con voz temblorosa.

La piel de sus caderas ardía y todos sus vellos estaban erizados; metí mi mano entre sus bragas y comencé a bajar encontrándome un pubis bien rasurado, solo una pequeña sombra de delicados vellos en forma de triángulo que le daban una suave textura al tacto.

Dos de mis dedos se introducían lentamente en su carne, Leti puso las palmas de sus manos sobre mis mejillas y me miró fijamente a los ojos emitiendo gemidos cada vez más frecuentes.

-No no no perrita, ¿qué haces? todavía no te he dado permiso de correrte y el cliente siempre tiene la razón ¿no? dije a medida que sacaba mis dedos de su raja, los llevaba a mi boca para luego compartirlos con ella.

Leti los chupaba llevándolos hasta el fondo de su boca como si estuviese mamando un rico falo, mientras exclamaba con la boca llena.

-Mételos de nuevo por favor.

-Está bien, pero esta vez quiero que bajes la cremallera de mi pantalón y saques mi verga, no te preocupes el grandote no ha regresado.

En este punto del juego yo dictaba las reglas, ella solo tenía algo en mente y era correrse, así que bajo lentamente mi cremallera, paso la palma de su mano por la lengua, dejándola babeada y con delicadeza sacó mi polla, comenzó a frotarla muy lentamente haciendo medio anillo con sus dedos llegando hasta la base buscando mis guevas con sus otros dedos para masajearlas hábilmente.

-Tienes una verga deliciosa, no aguanto más, guiando mi glande a la entrada de su vagina comenzó a meterla despacio a medida que jadeaba silenciosamente a mi oído.

Mis manos apretaban las caderas de Leti siguiendo sus movimientos cada vez más apresurados, sabía que en cualquier momento “cuarto de metro” iba a retomar su puesto por lo que ambos estábamos apresurando el orgasmo.

-Estoy lista papacito me vengo.

Ambos gemíamos de placer y tratábamos de acallarlos en nuestros cuellos sin éxito, mis dedos se incrustaban en sus nalgas, los de ella en mi nuca y de nuestros genitales brotaba un mar de líquidos absorbidos por mis pantalones.

Aun con el miembro rígido en su vagina, sintiendo las últimas contracciones de Leti le dije:

-Eso ha sido increíble hermosa, nunca me habían dado un servicio tan completo.

-Eso es porque no fue un servicio, el día estaba muy aburrido y tú te portaste divinamente conmigo.  Cuando salgas págale el privado a “cuarto de metro” y alcánzame en la barra, te invito una cerveza.

Leti se organizó y caminó fuera de la zona vip, sus rodillas se doblaban levemente al caminar por el pasillo.

Tomamos dos cervezas y conversamos durante una hora...Desde ese día comenzamos una relación un poco extraña, teníamos una excelente amistad y una gran sincronía sexual, pero ni una pizca de amor.

Cada vez que Leti se aburría y le entraba la locura, me llamaba y nos escapábamos por 2 o 3 días a hacer locuras...y aquí estamos en medio de la nada en un calor insoportable, tratando de llegar a un festival de música en las afueras de la ciudad.

Leti vestía unos shorts muy cortos y unas delicadas sandalias, sus senos solo eran cubiertos por un pequeño bikini negro, llevaba unos lentes oscuros y su cabello recogido hacia atrás en media cola.

Con una mano en mi verga y otra en la radio, Leti trataba de sintonizar alguna estación que dijera algo acerca del festival, pero era inútil, ni la señal de radio llegaba a este lugar.

-Mira viene un auto a lo lejos, le dije a Leti que estaba entretenida con mi miembro moviéndolo de arriba abajo.

-Ya era hora, estaba comenzando a pensar que estábamos en una carretera fantasma, respondió levantando la mirada.

  • ¿Qué haces? guárdame la polla que ya están cerca.

-No seas aburrido Jose, se supone que venimos a divertirnos, más bien por qué no bajas la velocidad un poco le haces señas con las luces y les muestro las tetas, decía Leti subiendo y bajando una de sus cejas repetidamente.

-Jajaja, ¿en serio? mira que no sabes quién pueda ir en ese carro.

-No es mi problema, ya sabes como soy, además solo son unas tetas.

Recosté un poco mi asiento para ocultar mi rostro, bajé la velocidad e hice cambio de luces al otro coche, pasando a muy baja velocidad a su lado.  Leti cambió de posición en su asiento para quedar de frente a la ventanilla del conductor, desabrocho la tira del bikini y comenzó a manosear sus pechos mientras seguía moviendo mi verga con su otra mano.

En el auto contrario se veía una pareja cercana a los 30 con un hijo adolescente, los tres desencajaron sus mandíbulas a más no poder durante los 3 segundos que duró el encuentro.

JA JA JA JA JA…JA JA JA JA

Ambos estallamos en risas al ver sus caras, pero solo por unos instantes, mi verga seguía dura y Leti parecía no querer dejarla ir.

-Ves, a eso le llamo diversión y no me digas que no te ha excitado, yo creía que no se te podía poner más dura, pero mira como estas. dijo mientras metía su cabeza entre mis piernas.

Tenía razón aparte de divertido, la sensación de prohibido me excitó al tope.

  • ¿Te importaría montarme mientras manejo?

-mhee gutha la eidea.

  • ¿QUEEE? dije sin entender ni una sola palabra.

-Que me gusta la idea. Dijo de nuevo esta vez sacándose el miembro de la boca, pero en verdad estoy que me orino, no aguantaría ni un centímetro dentro.

-estas de suerte, llegamos a la zona de descanso.

Quieres saber qué pasa con Jose y Leti… no dejes de seguirme.