De fiesta porque si
Cuando uno tiene que salir es por algo
Hola, soy nueva es mi primer relato, me llamo Susana, tengo 30 años, mido 1,60, no tengo mucho busto soy talla 34 B, cintura 60, cadera 98... si un tracero de infarto.
Eran las 11 de la noche, estaba aburrida en casa, por lo que decidí cambiarme y salir, no buscaba nada especifico pero necesitaba salir lo mas pronto posible, me puse una tanga de hilo, mi vestido rojo y mis tacones.
Llegue a la zona de discotecas y ahí fue que lo vi entrando a una, un hombre alto con una mirada penetrante, cuerpo definido, fue ahí que lo supe esta noche es mio, lo seguí al entrar a la discoteca me fui directo a la barra a nadie le caen mal un par de tequilas, dentro dentro de un rato alguien me toma de la cintura y me dice bailamos? Yo me di vuelta con animo de que me suelte pero era el me dijo que su nombre era Gonzalo, ese momento yo le dije que no que mejor me invitara un trago, el sorprendido lo hizo, intentamos hablar pero la musica estaba en lo maximo, rato después bailamos yo quería mas mi cuerpo estaba deseoso de que ese espécimen me folle, me despedí, le di un beso en la comisura de sus labios y me aleje.
El hizo exactamente lo que deseaba, antes de que salga me tomo de la mano y me beso tan profundo, apasionado que nuestras lenguas ya eran una, me llevo contra una pared lateral, empezó a jugar cob el borde de mi vestido, me rozaba la tanga, los senos, pellizcaba mis sensibles pezones... ya no daba mas solo gemia lo quería dentro de mi, le dije que me hiciera suya, terminamos en uno de los baños con la puerta atascada, en cuanto se encarco de la puerta me subió al mezon de lavamanos, me quito la ropa interior y empezó a jugar con su legua sobre mi clitoris, introduciendo de 1 a 1 sus dedos largos y gruesos, toques firmes ahí fue cuando tuve mi primer orgasmo.
Al terminar, quise devolverle el favor , cosa que no lo permito me levanto del piso y me puso contra el mezón, de espaldas a el y me dijo ahora sí sabrás lo que tengo preparado para ti, se bajo el pantalón, vaya que necesitaba la preparación era un pene monumental por donde uno lo viera, me puso apoyada mostrando mi culo desnudo y me penetro por la vagina con unos movimientos circulares, vaya que sabía lo que estaba haciendo, no paraba de gemir y gritar, nunca fui gritona pero tampoco jamas un extraño me había cogido de esa forma, siguió penetrandome sin descanso, pero ya no sentía las piernas, me dio la vuelta y me alzó en sus brasos, mientras que una mano jugaba con mi trasero dilatando poco a poco y haciendo disfrutar aun mas, despues de lograr ingresar 2 de sus dedos se sentó sobre el escusado y me ordeno encularme, a lo que no puse resistencia pues ya no era yo misma, poco a poco fui sentándome sobre ese mastodonte, el dolor era leve y adormecida por el placer no deje de moverme, y el vaya que sabía como evitar que me quede quieta pues me ensarto 2 dedos por la vagina y con su pulgar jugaba con mi clitoris fue ahí que nos corrimos juntos, un orgasmo con los que uno solo puede soñar, casi no podía moverme mucho menos pararme, esperamos un poco para recuperarnos y salir.
Intercambiamos números valía la pena repetir.