De fiesta II. La preparación
Como se prepara para una fiesta con su Amo
De fiesta 2. La preparación.
Él, mi Amo, ha hecho que me entraran ganas de liarme con otra chica, pero nunca me había pensado en un beso con semen y líquido vaginal. Superó mis espectativas. Esta noche es mucho mejor de lo que había planeado.
—perra. —Afirmo—. Vete, ya contactaré contigo, preocúpate del ano.
Me despacha, me pongo la falda y el top. Cuando me alejo veo cómo le come el pecho a la otra, estaba avisada, pero no me gusta. Bajo las escaleras con la cabeza alta, está con otra y lo acepto. Aparte es divertido, no tengo que cazar, nunca me ha gustado. Me ha dejado catar su semen, un honor. Me ha puesto el collar, me acepta, un placer. Estoy orgullosa. Cuando me acerco al portero.
—Las perras no entran en la sala —dice y es cuando me doy cuenta que llevo el collar. Sonrío, lo quito y lo guardo en el bolso.
Tomo la dirección de casa. El lugar donde me masturbó era visible, da igual, disfruté. Llego a casa, me descalzo, me desnudo y me tiro en la cama, es de las pocas veces que dormiré desnuda.
Me despierto, es domingo al mediodía, como pasa el tiempo. Miro el móvil, respondo los mensajes de mis amigas. «La tiene grande y la sabe utilizar :p». Voy al baño a ducharme. Cuando paso las manos enjabonadas sobre la piel, pienso que es esa mujer y Amo nos mira. Oigo un mensaje, al salir del baño lo miro y es de Amo. Una foto de cuando estaba entre sus piernas chupándosela. Casi es para ponerla de fondo de pantalla. Desayuno mal, tengo el estómago revuelto. Paso de vestirme, me hago una foto en un espejo de cuerpo y se la paso a Amo.
Ya es tarde, me voy a dormir. Lunes, 5 días quedan para verlo. Me visto con unos pantalones oscuros y me coloco una camisa granate encima. El estar en el trabajo es asqueroso, no me envía ningún mensaje. Termina la jornada laboral y voy a un sex shop —me sonrojo—.
—Buenas —digo tartamudeando—, quiero un plug y lubricante.
—¿De qué medida? —Abro los ojos y el hombre sonríe—. Empieza por el pequeño.
—Deme varias medidas.
En el camino de regreso: ¿Qué ha cambiado? Nada más llegar me desnudo, solo me dejo los zapatos. Cojo el plug más pequeño le hago una foto y se la envío a Amo.
Me coloco de rodillas en el suelo, la cabeza apoyada en la cama y me lo intento introducir. No puedo no puso el lubricante. Me lo pongo en la boca y lo mojo con saliva. Sonrío, ahora entra. Me saco una foto del culo y se la envío.
Sé que es el tamaño pequeño, pero me siento bien. Me percato que quedaría mejor uno con cola. Me pongo unos pantalones y un jersey y vuelvo al sexshop. Miro los plugs de tamaño pequeño con cola, elijo una cola de zorro y voy para caja.
—Zorra viciosa, si dejas que te la ponga te la regalo.
—Prefiero pagar. Mi Amo es quien decide.
Pago y salgo de la tienda, me siento orgulloso, tengo Amo.
Llego a casa y la chupo mientras voy desnudándome. Me hace gracia ver cómo la cola cae por la cara. Me pellizco los pezones y realizo otra foto para Amo. Sonrío. Me lo coloco, hago una foto del culo con la cola y pongo: «El dependiente me la iba a regalar si dejaba que me la pusiera». Me coloco el collar y miro mi reflejo, me excita el pensar cómo me dará. No será el primero, pero deseo que sea el mejor. Suena un mensaje, es de Él, me excito. Lo leo: «Me gusta que me lo comuniques. Quiero que te pongas unos pantalones, un top y regreses a la tienda. No te quites ni el plug ni el collar. Enséñale el que llevas puesto al tendero y dile que quieres uno de tamaño mayor con joya. Dile que si lo quiere meter tu Amo le deja a cambio de que lo grabe».
Los colores me suben. Acaba de decir que me ofrezcaa y sin estar Él. No me gusta.. Recuerdo los orgasmos que me regaló, por otros lo haré.
Entro en la tienda nerviosa, en lo primero que me fijo es que soy hay el vendedor. Respiro.
—Buenas tardes, señor.
—¿Tienes problemas para colocártelo? Zorra viciosa.
—No señor, quiero que me digas si lo ves pequeño, si mi ano aceptaría uno de tamaño menor.
Se dirige hacia la puerta y la cierra, esa es la señal para que me baje los pantalones y le enseñe la cola que llevo puesta.
—Una zorra como tú aceptaría el más grande. —Se me entrecorta la respiración, supongo que me dolerá—. Ten. —Me pasa uno de tamaño muy grande, me da miedo.
—Con este tendré problemas para andar.
—Pues un tamaño menos si lo quieres llevar por defecto, zorra.
—Gracias señor, ¿podría ser con una joya?
—Te costará caro.
—Mi Amo. —Los colores me suben—. Deja que me lo pongas si me haces un descuento.
El hombre se acerca a mi culo y me lo empieza a sobar, la situación no me gusta quiero que termine.
—Por cierto, tiene que hacer vídeo para pasarle al Amo.
—Tu amo te tiene atada de forma corta, vayamos al almacén.
No entiendo por qué ha dicho que estoy atada corta. Me desnudo, sé que el top no es necesario, pero a Amo le gusta presumir de mis pechos.
El hombre empieza ha hacer girar la cola, me muerdo los labios por el dolor. Con Amo cerca estaría más tranquila. La saca con un solo movimiento, me hace daño.
—Chúpala. —Me pone la nueva en la boca.
Me siento humillada, falta Él. Espero que se comporte, este finde me encularas. ¿Cómo debe ser comerse el semen que car del culo de otra?
—La zorra viciosa se excita. El número de tu Amo ya lo tengo, es uno de mis mejores clientes. Sabía que regresarías, él me lo ha dicho.
Respiro tranquila, no está, pero lo ha organizado. Me saca el plug de la boca y me lo introduce de golpe.
—Intenta andar.
Me incorporo, me molesta, pero puedo. Amo se ha de sentir orgulloso de mí. El hombre va a la tienda. Cuando regresa empieza a tocarme el pecho. Me pinza los pezones y me empieza a acariciar el clítoris, me pone otra pinza. Hay un espejo y veo mi cuerpo con la cadena, me gusta y sonrío.
—Tu Amo me ha dicho que te lo puedes quitar cuando llegues a casa. No me debes nada.
—Gracias, señor.
—Vuelve el jueves que te haré otro regalo.
Ha sido muy raro y desagradable, no me imaginaba que conociera a mi Amo. Cuando ando la pinza del clítoris me molesta y creo que la gente ve la de los pezones. El plug no me molesta.
Al llegar a casa me desnudo, lo que va siendo normal. Me pongo delante de un espejo y le envío fotos a Amo. Me responde y me alegro.
«Perrita, antes de sacarte las pinzas mastúrbate y a partir de mañana irás al trabajo con el plug puesto».
«Sí, Amo».
Cuando me masturbo pienso en Él. Parece como que me he meado, pero no es así. Al sacarme la pinza del clítoris me duele. ¿Por qué me ha castigo? Me saco el plug, antes de acostarme le envío un mensaje a Amo: «¿Y si me comprara un estímulo vaginal».
Duermo bien, lo primero que hago es pinzarme los pezones. Lo segundo ponerme el plug. Desayuno con tranquilidad, me saco las pinzas, me visto y me voy al trabajo. El martes y miércoles pasan con tranquilidad. El jueves por la mañana me llega un mensaje: «Recuerda pasar por la tienda y hoy se la chuparás con protección».
Lo primero que me pasa por la cabeza es y una mierda, pero es Amo y lo tengo que acatar. Voy al piso y me cambio de ropa. Ya que tengo que volver a ver a ese salido y se la tengo que chupar que le produzca una buena erección. Me pinzo los pezones y un labio vaginal unidos con la cadena. Me hago una foto y se la envío a Amo. «Que se le ponga dura y sea rápido». Todos los mensajes los lee, pero contesta pocos. Me pongo el plug de la cola y el collar. Me hago otra foto. Noto el coño mojado, hago un vídeo de pasándome los dedos y luego chupándola. Cubro mi cuerpo con un vestido naranja elástico en la parte de arriba y una falda de tela estampada. Me saco otra foto, ya que se me notan las cadenas y se me ve parte de la cola.
Entro en la tienda.
—Zorra viciosa, para el almacén. Allí desnudate y ponte de rodillas.
—Espero que le pases fotos a Amo de la mamada. —Sonríe y me da miedo.
Voy a la trastienda, dejo el vestido colgado de una percha y me arrodilló. El hombre llega y lo primero que hace es taparme los ojos, no me gusta. Escucho como se baja la cremallera y noto el horrible sabor a plástico. Interiormente río la tiene pequeña.
Estamos un rato así, me la saca. Otra polla, y sin condón se introduce en mi boca. Me separo, era enorme.
—Mi Amo me ha dicho que solo chupe con condón.
Escucho risas, me saco el antifaz y veo a Amo, mojo el suelo. Con una mano separo la polla y lamo los huevos sin dejar de mirarlo. Lo veo satisfecho. Me percato que hay flujo preseminal en su polla. Introduzco el glande en mi boca, pongo las manos en sus nalgas y logró tragársela toda, sin dejar de mirarlo.
—Esta semana tu boca se merece mi semen.
Me siento realmente orgullosa, mientras se la chupo debido a la excitación me corro, mis muslos se empapan. Me sujeta la cabeza, por fin me folla la garganta. Noto como su semen baja, no derramo ni una gota.
—Así me gusta perrita. —Me rasca la cabeza—. La cola me gusta, pero hoy te pondrás el plug mayor. Mañana a las 22 te pasaré a buscar, lleva este vestido, el collar y unos zapatos de tacón.
Casi es la hora, la duda me invade. ¿Vale la pena el precio que han tenido los orgasmos?