De fiesta con mi mujercita (2)

La versión de mi querida esposa de la fiesta donde se la follaron dos de mis compañeros de curso.

De fiesta con mi mujercita (2)- La versión de mi dulce esposa.

Después de la fiesta en que mi dulce esposa folló con dos de mis compañeros de curso y a su vez yo hice de las mías con la hermanita de uno de ellos y luego participé en un cuarteto con ella, decidí que de una vez por todas teníamos que aclarar nuestros asuntos. Es cierto que a mi me excitaba terriblemente ver a mi mujercita follando como una puta con los jovencitos del barrio, pero esto último ya estaba pasando de castaño a oscuro. Ya no eran solo los jovencitos imberbes los que la atraían, si no que también mis compañeros (ya no tan imberbes) y quien sabe cuantos varones más. Como ella en realidad era una hembra exquisita, era obvio que no le faltarían candidatos a la hora de tener sexo.

Esa noche, ya de vuelta a casa, ambos estabamos muy cansados con nuestras sesiones sexuales, pero aun así me di tiempo para, después de follármela de nuevo (ella estaba extenuada pero aún quería mas), pedirle en la intimidad de nuestra alcoba que me diera algunas explicaciones.

"Mi amor" – comenzó – "Antes que nada quiero dejarte en claro que el único hombre que amo eres tú"

Ante mi mirada algo incrédula, ella prosiguió: "Mi corazón siempre será tuyo… no podría amar a otro hombre como te amo a ti, pero tengo que confesarte que mi cuerpo me pide algo más que tus caricias. Cuando veo a un jovencito hermoso, empezando recién a transformarse en hombre, mis pezones se endurecen y empiezo a sentir que mi vagina se moja. Es algo que no puedo evitar y me sucede desde que yo tenía catorce años y mis compañeros de colegio sabían que bastaba tocarme un poco para que yo me transformara en gelatina".

Yo la miraba en silencio, pensando para mí cuantos de esos compañeritos se la habrían follado. Y yo que pensaba que mi dulce y virginal noviecita de ayer era inocente y casta.

Como adivinando mis pensamientos, ella me miró fijamente a los ojos y me advirtió: "Nunca en el colegio hice nada mas que besarme y algunas otras caricias con mis compañeros… ellos eran demasiado pequeños y yo demasiado inexperta en esa época para enseñarles, pero desde entonces siempre me han gustado los jóvenes recién púberes, con la diferencia que ahora puedo guiarlos y enseñarles".

Mientras ella me decía esto con la mirada fija en mí, yo sentía que cada vez me estaba excitando más, pero tenía que saberlo todo hoy para definir como iba a ser nuestro futuro.

"Bueno, eso podría explicar tu sed desmesurada de sexo con los muchachitos, pero esta noche los que te follaban no eran jovencitos… eran hombres hechos y derechos como yo" – le acusé – "¿Qué pasó hoy en la noche?"

Ahí me miró directamente a los ojos, con cara de pícara y me dijo: "Tu tuviste la culpa de lo de hoy"- y ante mi mirada de asombro, continuó – "primero, me dejaste sola bailando con tus compañeros… los que son unos zafados igual que como debes ser tú, sin duda. Ellos empezaron a manosearme frente a ti… y tú no hiciste ni dijiste nada. Claro que estabas bailando con esa jovencita rubia preciosa de ojos azules y no te ocupaste demasiado de mí. Y en un momento… desapareciste".

Mi cara en ese momento debió ser un poema de desconcierto. Ella continuó: "Cuando iba a empezar a buscarte, apareció ese estupendo compañero tuyo, el rubio alto, el que me dijo que era hermano de Any, la rubia que bailaba contigo, me tomó de la mano y me dijo que me iba a mostrar algo. Lo cierto es que a esa altura yo estaba caliente y mojadísima ya con los toques de tus compañeros en el baile y no me resistí. Me llevó a una habitación, entreabrió la puerta y allí estabas tu… desnudo y montándote a la rubia. Era un espectáculo muy erótico. Nos quedamos un momento parados en el dintel mirando adentro y sentí que tu amigo me ponía toda su verga erecta debajo de su pantalón apoyándose en mi colita. Se sentía divino y más aun con el espectáculo que estabas dando. De pronto sentí que pasaba sus brazos alrededor mío y me agarraba los senos uno con cada mano. En ese momento casi tuve un orgasmo. Eché mi colita para atrás, apoyándome en su paquete y di vuelta la cabeza para darle un beso… Que beso, Señor mío…me exploró toda la cavidad bucal con su lengua"

En ese momento mi dulce mujercita se detuvo y se quedó mirándome – "La verdad es que verte follando con aquella muchacha me puso a cien por hora… deseaba que me lo estuvieras haciendo a mí en ese momento… pero como estabas ocupado… "

En ese momento comprendí el pase libre que me había dado el hermano de Any… lo había planeado todo para darse un gusto con mi dulce esposa. Me quedé un momento en silencio y le volví a interrogar:

"Pero cuando te sorprendí, estabas con dos varones… al hermano de Any lo conozco, es mi compañero de curso... pero al otro no lo había visto nunca".

"Eso es parte de la historia… después de verte follar con Any por un momento, su hermano me tomó por la cintura y me guió a otra habitación. Allí estaba otro joven, un tipo de miedo, moreno de ojos verdes, como de 1.80 de estatura y un físico de gimnasio, esperándonos. Volví mi cabeza a Cesar (ese es el nombre del hermano de Any) y lo miré con cara de interrogación"

"El me presentó al joven, me dijo que se llamaba Fernando… y que era el novio de Any. En ese momento me di cuenta de inmediato que era lo que pretendían los dos muchachos y me dije ¿Porqué no? Total mi querido maridito se esta follando a la hermana y a la novia de este par… y además los dos están para comérselos".

"Mientras pensaba esto, ya Cesar me estaba sacando el top desde atrás, mientras Fernando no perdía tiempo y me acariciaba mis nalgas con desesperación, procediendo en seguida a sacarme la tanga, la que ya estaba mojada con mis jugos"

Mientras mi querida y dulce esposa me contaba esto, yo ya tenía una erección de miedo, así que ella mientras seguía contándome, procedió a acariciarme el pene con dulzura, mirándome a los ojos y entreabriendo sus húmedos labios, me dijo:

"¿Quieres que continúe contando, querido… o prefieres que te alivie un poquito antes?

Sin esperar que contestara, agacho su cabecita y formando una "O" con sus labios, se tragó entera mi verga. La sensación me provocó un escalofrío de gusto y mientras ella empezaba a lamer y chupar mi pene con entusiasmo, llevé mi mano a su vagina para acariciarla, ante lo cual ella movió sus nalgas y sacando mi verga de su boca, me dijo: -"Ahora no, mi amor… estoy muy irritada de allí"- e inmediatamente volvió a mamar con desesperación mi verga, consiguiendo que acabara en menos de cinco minutos. Se tragó todo mi semen e incluso limpió mi pene con su lengua, dejándolo limpio y brillante con su saliva. Para mis adentros pensé que hace tres meses ella ni siquiera me lo chupaba y menos habría permitido que eyaculara dentro de su hermosa boquita. Era obvio que mi mujercita había cambiado mucho.

Una vez ya más tranquilos, ella continuó con su relato:

"Una vez que me dejaron desnuda, Fernando no dudó en dirigirse a mi conchita y comenzó a besármela y meterme la lengua hasta adentro. Al mismo tiempo, Cesar empezó a chuparme los pezones y acariciarme las nalgas. En menos de cinco minutos me tenían totalmente mojada y pidiéndoles por favor que me follaran pronto. Perdóname, mi amor, pero en ese momento se me olvidó que era una mujer casada y que esos eran tus compañeros de curso"

Con unos ojos brillantes que me preocuparon, mi mujercita continuó:

"En ese momento Cesar se acostó en la cama, tirando de mis caderas hasta que estuve encima de su verga. ¿Y que verga, mi amor! No medía menos de 20 cm de largo y gruesa, muy gruesa. Se me hizo agua la boca, pero el no la quería en mi boca, así que me monté sobre el y deje ir en mi interior esos interminables y gruesos 20 cm. me sentí completamente llena. A su vez, Fernando me puso su verga en la boca, tampoco era nada despreciable, algo mas corta que la de cesar, pero mas gruesa aún. Me costó bastante tragármela hasta la mitad, porque me dolían las mandíbulas de tanto abrir la boca, pero puse todo mi empeño, hasta que Fernando decidió cambiar de agujero, se puso detrás de mí y empezó a lamerme el ano. Las sensaciones eran indescriptibles. Mi cabeza daba vueltas de placer y cabalgaba con ímpetu sobre la verga de Cesar, hasta que sentí que los dedos de Fernando me empezaban a penetrar por atrás. Me dio un poco de miedo. Nunca había recibido una verga de ese grueso por mi orificio posterior y me di cuenta que esas eran las intenciones del novio de Any. Me dispuse a soportar valientemente lo que viniera, alcé un poco mi grupa y mientras Cesar detenía un poco su movimiento, sentí que un tronco empezaba a entrar lentamente por mi anito. No te voy a negar que al principio fue muy doloroso, pero la sensación de ser empalada por dos machos a la vez y además tan lindos como ellos, me hizo llegar al primer orgasmo. Pero ellos siguieron reventándome el culo y la vagina sin piedad. Cuando tú entraste, ya iba por mi tercer orgasmo. Al verte, decidí que necesitaba tu verga en mi boca y por eso te invité a participar. Perdóname, pero estaba tan caliente en ese momento, que lo único que quería es que mi amorcito también me follara para completar mi dicha. El resto ya lo conoces y la verdad que entre los tres anoche me hicieron llegar por lo menos a siete u ocho orgasmos. Después del 5º perdí la cuenta"

Me quedé un momento pensativo. Ya estaba claro todo lo que vendría. No me quedaba más que seguirle la corriente a mi mujercita en sus apetencias sexuales o quedaría marginado y algún día ella se iría con otro, No había vuelta atrás, así que luego de darle un beso en la boca con mucha pasión, le pedí con tranquilidad:

-"Cariño, creo que tendremos que organizarnos. De ahora en adelante seremos pareja, trío, cuarteto o lo que desees, pero siempre debes incluirme… ¿Estás de acuerdo?"

Ella me miró sonriente y me dijo con su cara de pícara redomada:

-"De acuerdo, pero… ¿Podrás seguirme la marcha?