De fetichista a putita-lesbiana
Como mi feteichismo por la ropa de mujer me llevo a ser una putita-lesbiana en el mismo dia.
Hola espero que les guste mi relato sobre mi gusto por la ropa femenina (principalmente por la lencería), y como a través de este fetichismo he tenido algunas experiencias que ojala les resulten excitantes y cuando menos se masturben una vez a mi salud.
Todo comienza desde que asistía al kinder y mi compañera de banca usaba los días lunes un vestido blanco de encajes el cual me ponía exageradamente nervioso(claro sin saber porque), además de producirme un gran placer al tocarlo, ya que buscaba la forma de sentir esa fascinante textura.
Algunos anos mas tarde cuando tenia 6 o 7 tuvimos en casa la visita de unos tíos que se quedaron un par de días con nosotros y. con ellos mi prima de mi misma edad y quienes al partir dejaron olvidada una pantaletita amarilla con olanes en la parte de atrás, la cual aun a mi corta edad veía con mucho interés, hasta que un DIA al quedarme solo en casa decidí ponérmela y ver en el espejo la imagen de una linda Nina.
Dos anos mas tarde nos cambiamos a un edificio de departamentos en donde en el depto 1 Vivian dos niñas mas o menos de mi edad, y ya que se dejaba la ropa a secar en la azotea en mi primera oportunidad subí a ver que las prendas que may se tendían a secar, encontrando de estas vecinas pantaletas de diversos colores además de vestiditos que me hacían volar la imaginación de verme con estas prendas y lucir como una linda chiquilla.
En este lugar alcance la adolescencia y mi gusto por la ropa femenina desde luego se incremento, por lo tanto ya no solo mis vecinitas eran victimas de mis fechorías sino todas las vecinas del edificio ya que de todas tenia al menos una pantaleta, brassiere , vestido, falda o blusa en mi colección, mismas prendas que me ponía y lucia en el espejo cada vez que tenia oportunidad, para terminar masturbándome deliciosamente dentro de mis fantasías de verme y que otros me vieran vestido de mujer.
Así pase por la adolescencia y para mi buena suerte mi desarrollo termina dejándome un cuerpo lampiño y delgado, lo que al ponerme ropas femeninas me permiten verme como una linda putita, ya que además puedo presumir que tengo las nalgas redonditas y paradas que me permiten lucir principalmente las pantaletas..
Con este gusto aprendí a hurgar en los cajones de las recamaras de las casas a donde me invitaban obteniendo siempre alguna prenda que incrementaba mi colección, hasta que un buen DIA una señora compañera de trabajo me pidió le ayudara con algunos quehaceres en su casa, favor al accedió con gusto ya que tenia una hija que me encantaba además de que su forma de vestir era siempre muy cachonda. Pero lamentablemente ese DIA no se encontraba may, lo que me dejo cierta frustración, aun cuando lo mejor estaba por venir ya que la señora salió a cumplir con ciertos compromisos dejándome solo en su casa por lo que inmediatamente me metí a la recamara de la Sra. encontrándome en sus cajones solamente una prenda que llamo mi atención, que era un bikini transparente color vino de muy buena calidad y que inmediatamente guarde en la bolsa de mi pantalón, pasándome inmediatamente a la recamara de Party que así se llama la hija de la Sra., encontradme un paraíso de ropa tanto exterior como interior ya que en el cajón superior de la cómoda (lugar donde la mayoría de mujeres guardan estas prendas) estaba repleto de tangas, bikinis, ligueros, medias, baby dolls y negligés de todos colores y texturas haciéndome imposible decidir por cual tomar para mi colección, por lo que tome la decisión de vestirme ahí mismo probándome la mayor cantidad de ropa que me fuera posible de acuerdo al tiempo que me dijo la Sra. que tardaría por lo que comencé a vestirme con una tanga transparente y un liguero de encajes acompañado de medias de seda con raya a todo lo largo de estas en la parte de atrás, un brassiere de encajes de ensueño (que rellene con pantimedias color carne para que disimularan lo mas posible mi falta de senos), unas zapatillas de bacón de aguja muy altas y en el exterior una minifalda entallada que marcaba muy bien todo lo que traía abajo, haciéndome ver como toda una puta.