¿De Estudiante a Sumisa (18)FINAL

Capítulo final de las vivencias de Débora y Sofía. Sofía es finalmente vendida, mientras que Débora permanece en la casa para servir a su tío. Se incluye copia del contrato que firma Débora y que fue ratificado por juez competentey apostillado en la Cancillería

¿De Estudiante a Sumisa? FINAL

Autor: Ricardo Erecto

Capítulo 18.  La venta de Sofía.

Dos días más tarde y tal como se había acordado el señor Benjamín Recalde se apersonó en la casa de Mariano, quién lo recibió en compañía de la misma Sofía, que aparte de estar desnuda como siempre, estaba con grilletes en los tobillos, esposas en las muñecas y con una cinta que cerraba su boca, miraba con tristeza y desazón la posibilidad de ser vendida.

-Espero que tenga buenas noticias y me anuncie que me vende a la esclava Sofía.

-Le diré, he estado meditándolo mucho y creo que podría alquilarla como puta o esclava sacando una buena renta mensual. Accedería a vendérsela por unos quinientos mil euros.

-Quinientos mil es mucho dinero.

-Sí, es mucho dinero. Alquilándola también puedo sacar mucho dinero. Hay una buena demanda de alquiler de putas y esclavas

-¿No aceptaría cuatrocientos cincuenta mil euros?

Sofía asistía a su propia venta. El comprador regateaba el precio como en un mercado mientras que dueño pedía una cifra inimaginable por su venta. Además Mariano hablaba de “buena demanda de alquiler de putas y esclavas” Algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

-No, cuatrocientos cincuenta es muy poco por un cuerpo como el de Sofía. Una puta y esclava como ésta es difícil de conseguir. ¡Mire qué ejemplar! Unas tetas firmes y turgentes, un culo respingón de piel muy blanca y una conchita… una conchita dispuesta a dar placer. Puedo bajarle el precio a cuatrocientos noventa, pero no menos de eso.

-Partamos la diferencia, cuatrocientos setenta.

Ahora Sofía lloraba sin disimular sus sentimientos. No podía creer lo que estaba escuchando. Mariano describía las bondades de su cuerpo para justificar el precio de venta.

-Menos de cuatrocientos noventa, no la puedo vender. ¡Mire qué esclava! Repito, un cuerpo espectacular, un culo muy adecuado para azotar o sodomizar. Las tetas firmes como de una chiquilina y además sumisa y obediente como la mejor esclava. ¿Qué más puede pedir? ¡Un ejemplar de exposición! No quiero llevarla a una subasta, pero creo que hasta lograría un precio más alto. No se va a arrepentir aquel que se la lleve. Los pezones, el clítoris y los labios anillados para dominarla mejor. Todo el trabajo más pesado ya está hecho.

-¡Rebájeme algo más! ¡Mire como está llorando por dejar esta casa!

-Creo que está llorando con solo pensar a los castigos a que será seguramente sometida. No olvide que no es más que una puta esclava, un pedazo de carne, nada más y eso vale mucho dinero

-Le diré, mi mandante es un poco cruel a veces y suele castigar muy duro a sus esclavas. Imagino que Sofía no será una excepción y también recibirá periódicamente algún castigo difícil de olvidar. ¿Cuál es el último precio?

-Ya le he dicho, menos de cuatrocientos noventa mil euros no la vendo. Insisto, es una  esclava de cualidades que no encontrará fácilmente.

-Está bien, acepto pagar por esta esclava cuatrocientos noventa mil euros, pero antes quiero probarla una semana. No puedo arriesgar semejante cantidad de  dinero sin estar seguro que es una esclava que va a satisfacer adecuadamente a mi mandante. Hagamos los papeles.

Prepararon la documentación provisoria por los días en que Benjamín alquilaría a Sofía. Mientras tanto Sofía lloraba desconsoladamente. Terminado todo el trámite de alquiler y principio de venta, tomó a la muchacha con una correa unida al collar y se encaminó a la camioneta.

Mariano, satisfecho por la venta en semejante suma de dinero, se dirigió dónde esperaba Débora.

-La he vendido en cuatrocientos noventa. La probará una semana y si se comporta como espera, se la lleva definitivamente.

-¿No crees que Sofía podría hacer cosas para que no la compre?

-¿Quieres decir no someterse al comprador?

-¡Claro! Para que no quede conforme.

-Débora, si se le ocurriera hacer eso, no quiero pensar cómo gozaría Benjamín torturándola sin piedad y más entusiasmado con la compra. Creo que el tema de Sofía está cerrado. Ella no volverá aquí ni la veremos más. Este señor estaba seguro que su mandante quedaría muy conforme con la compra y él ganaría una buena comisión.

Pasados los días estipulados, Benjamín se puso en contacto telefónico con Mariano.

-¿Mariano? Le habla Benjamín.

-Sí, lo escucho.

Déme los datos de su cuenta bancaria. Hoy mismo deposito el dinero restante  para comprarle a Sofía.

-¿Ha quedado conforme con su comportamiento?

-Totalmente. He filmado mientras la castigaba y era humillada de diversas formas y por cierto que he gozado de su cuerpo. He cogido esclavas de todo tipo y calidad, pero debo reconocer que Sofía es una de las mejores esclavas que usado. Le he enviado a mi mandante el film y algunas fotos  y me respondió de inmediato que la compre. Así que le deposito el dinero y me quedo con la esclava. La he torturado de todas las maneras posibles y eso es lo que más le ha gustado a mi mandante.

-Muy bien los datos del banco son……….. En cuanto tengo el dinero acreditado le entrego todos los documentos de propiedad. Recuerde que podrá hacer con ella todo lo que desee sin limitación alguna. Su mandante no se arrepentirá.

Así finalizaba la conversación con Benjamín. Mariano se lo comunicó a Débora.

-Benjamín ha aceptado comprar a Sofía y hoy deposita el dinero Ha sido una operación exitosa. ¿Crees que debemos hacer algo en especial con Sofía?

-Con Sofía, no, pero le puedes escribir a sus padres comunicándoles que ha sido vendida como esclava pese a su oposición y ya ha partido a un país lejano. Será muy difícil que vuelvan a tener noticias de ella.

-No es una mala idea. Así saben perfectamente el destino de su hija. Creo que la voy a extrañar porque la castigaba con frecuencia y bien fuerte.

-Tío, sabes que me tienes a mí. Sabes que puedes castigarme con frecuencia y bien fuerte y estaré siempre dispuesta a someterme.

-Es que te quiero para cogerte. Con algunos de los castigos que le aplicaba a Sofía no quedaba en condiciones de usarla.

-¿Por qué no quedaba en condiciones?

-Porque luego de azotarle la concha de la manera que lo hacía, no es posible penetrarla.

-¿Por qué? ¿Cuál es el inconveniente para penetrarla luego de los azotes en la concha?

-Resulta extremadamente doloroso para la esclava cogerla en esas circunstancias.

-Tío, permíteme decirte que no aprendes. No importa lo que una esclava siente o deja de sentir. Para eso la has esclavizado. Si le duele ser penetrada, pues es un problema de ella no tuyo. Si quieres azotarme en la concha hasta que los labios se hinchen y cierren mi vagina, tendrás que hacer más fuerza para clavármela. No importa si me duele. Tú eres mi amo y tienes derecho a hacerlo.

-Débora, eres más cruel contigo misma que lo que yo soy contigo u otras esclavas.

-¿Soy tu esclava o no? ¿El juez me ha declarado de tu propiedad sin derecho a nada? ¡No tengo ningún derecho ni siquiera a quejarme! Lo que quiera mi amo es lo mejor para mí. Insisto, estaré siempre a disposición para lo que quieras hacerme, por cruel, humillante, degradante o doloroso que sea. Estoy orgullosa de ser tu esclava y poder complacerte en todo y llevar las marcas de fuego en la espalda y el culo y el tatuaje arriba del pubis que indica que te pertenezco.

Ante tamaña declaración, Mariano quedó conmovido. Le costaba imaginar que la sumisión de su sobrina llegaría a tanto. La tomó entre sus brazos y mientras le acariciaba el culo la besó apasionadamente.

-Gracias mi Señor por las caricias en el culo y por besarme como lo hizo. ¿Quiere usarme de otra manera?

-No por ahora.

-Mi Señor, ¿no cree que se podría buscar otra joven para que esclavice? Así como fue posible tomar a Sofía, es posible que haya otras jóvenes que, engañadas, pueda traerlas aquí y esclavizarlas. Puedo ayudarle en la tarea.

-No es mi intención traer una joven para esclavizarla. Ahora estamos los dos solos en la casa nuevamente y podemos disfrutar de esta relación amo-esclava. Eres una esclava de gran valor y valentía. Quiero gozarte sin ninguna interferencia.

-Recuerde que podrá castigarme sin piedad y gozarme sin limitación. Yo le insisto porque mi Señor es demasiado considerado con esta esclava.

-Débora, te agradezco tu ofrecimiento. Cuando necesite castigarte, lo haré. Con el dinero recaudado por la venta de Sofía, podré comprar nuevos y más complejos instrumentos de tortura para usar contigo. Me has predispuesto a administrarte severos castigos  y eso es lo que haré.

-Me enorgullece que gaste su dinero en comprar instrumentos para mi castigo.

Se iniciaba así una nueva etapa en la relación entre ambos. Débora debió soportar a partir de ese momento verdaderos tormentos que conseguían que su vagina se humedeciera cada vez más.

FIN

Se adjunta a continuación el contrato de sumisión que firmó Débora que fue refrendado por el juez.

CONTRATO DE SUMISIÓN DE DÉBORA MENDEZ

Introducción

Por el presente documento, al que reconozco valor contractual, Yo, Débora Méndez, nacida en Buenos Aires, Argentina, 5 de abril de 1994, de diecinueve años, me entrego plenamente a mi Amo, Dueño, Señor y Maestro, don Mariano Larreta y acepto servirle como esclava de por vida, sin posibilidad alguna por mi parte de renunciar a estado de esclavitud y sumisión, al que me someto con la firma del presente documento.

Por este mismo acto renuncio por completo como única identidad la de Débora Méndez agregándose las de "Esclava", "Perra" o "Puta" o como mi Amo desee llamarme. Firmo al pie del presente documento, cuyo contenido acepto en su integridad de forma plenamente consciente, sabiendo y aceptando que en cada uno de sus artículos se establecen normas propias de una relación BDSM y que mi condición dentro de este marco de relaciones no será otra que la de una obediente esclava sumisa para satisfacer todos los deseos y placeres de mi Dueño, incluyendo todas las perversiones degradantes y humillantes, que sean de su agrado.

Articulo 1º Para que pueda ser reconocida como esclava en cualquier momento y en cualquier situación mi Amo me impondrá una serie de atributos que luciré con orgullo y cuya simple ostentación será para mi fuente de íntima satisfacción. Entre los citados atributos se incluyen tanto los de carácter reversible como los permanentes: collares, anillos, aretes, piercing, tatuajes, e incluso una o varias marcas a fuego que mi Dueño podrá indicar en qué parte o partes de mi cuerpo estarán ubicadas, el tamaño y forma de las mismas. Se incluye asimismo la indumentaria que mi amo elija para cada momento y situación o permanecer completamente desnuda a su solo arbitrio.

Articulo 2º Al aceptar mi plena sumisión me obligo a respetar y a acatar permanentemente las decisiones de mi Amo, cualquiera que ellas fueran, a quien entrego libremente el control de mi entendimiento y de mi voluntad, obligándome a obedecerle en todo momento y circunstancia, poniendo todo mi cuerpo a su disposición y a darle placer cuando él lo decida y confiando ciegamente en su sabiduría.

Reconozco la carga que representarán para mi Dueño todos los errores que pueda cometer y asumo todas las culpas y responsabilidades, recibiendo las penitencias, castigos e incluso torturas que se derivarán de ellas. Por lo tanto acepto plenamente y de buen grado todos los correctivos que mi amo me imponga, aun en mis partes más sensibles como la vulva o los pezones u otras partes de mi cuerpo, con el ánimo de alcanzar la perfección como esclava sumisa.

Artículo 3º En el caso de ser sometida a la flagelación, podrá usarse cualquier tipo de instrumento, construido con cualquier material. También podrá usar otros instrumentos de castigo o tortura que el Amo decida, sin limitación alguna, incluyendo electricidad u objetos punzantes. Podré ser atada a potros, columnas, caballetes u otros instrumentos con cadenas, correas, cuerdas, alambres o cualquier otro instrumento de fijación.

Los  tormentos podrán serme aplicados por el mero placer de mi Dueño o a quién él me entregue, sin necesidad que mediare motivo alguno más que la voluntad de mi Amo, aceptando de buen grado el castigo a que sea sometida con cualquier instrumento o aparato por cruel que el mismo sea.

Articulo 4º Será mi obligación mantener tanto mi concha y vagina como el ano y el recto siempre perfectamente limpios para el caso en que el Amo desee penetrarme por esos agujeros. También estaré obligada a tragar el semen, si así se me indica, de mi Amo o de quién él señale, como así también el flujo vaginal si correspondiere. Además será mi obligación beber la orina de mi Amo o de quién éste mi indique, sin limitación alguna y cuando él lo decida, a su solo arbitrio. También podrá obligarme a beber mi propia orina.

Mi alimentación será con los productos, lugar, forma y momento que se me indique y serán decididos exclusivamente por mi dueño, quedándome totalmente prohibido negarme a ingerirlos.

.

Articulo 5º Al entregarme a mi Amo para realizar mis fantasías de esclava asumo que mi aprendizaje tiene un coste. En pago del mismo le ofrezco mi cuerpo para que goce de él usándolo de la manera, lugar u ocasión que considere conveniente, vistiéndolo y modelándolo a su gusto. Asimismo podrá alquilarme como puta o esclava o hacer uso comercial de mi cuerpo, a cualquier persona física o jurídica que mi Amo considere conveniente. Me comprometo asimismo a mantener constantemente una actitud obediente y sensual y a mostrarme atractiva y apetitosa para que mi Amo obtenga siempre el máximo placer sexual o de otro tipo cuando me use o me someta a tormento.

Cuando mi Amo no me use o esté alquilada a terceros, mi dueño decidirá si permaneceré con libre movimiento o deberé estar encerrada en una celda o jaula o amarrada a un cepo,  permanecer atada o encadenada de la manera y por el tiempo que mi Amo decida, sin limitación alguna. Si se me encomendara alguna tarea, cualquiera que ella fuera, la realizaré con rapidez y diligenci no pudiéndome negar a realizarla por motivo alguno.

Articulo 6º Mi mayor deseo es convertirme en una perfecta esclava a las órdenes de un amo estricto y severo, sabiendo que ello requerirá un perfeccionamiento constante y por siempre, sin fecha de finalización. Por ello suplico a mi amo que me eduque sometiéndome a una disciplina rigurosa, valiéndose de todos los recursos que juzgue necesarios para domesticarme, incluidos los más dolorosos, humillantes o degradantes para con mi persona, poniendo sin restricción alguna mi cuerpo a su disposición. Le doy las gracias por todos los correctivos que me impondrá para mejorar mis prestaciones y me comprometo a esforzarme por mejorar a diario y ser su digna esclava.

Articulo 7º Acepto que mi Amo pueda cederme a otras personas para completar mi formación. A ellas serviré en los términos que mi Amo disponga sin limitación alguna. También es potestad de mi dueño exhibirme en lugares públicos, incluso a cara descubierta, tanto para castigarme como para gozar de mi plena sumisión, participar en todo tipo de evento, concurso o feria de esclavas, sumisas o putas. Podrá, si así lo decide, aplicarme el tormento que desee en público e incluso invitar a terceras personas para que hagan uso de mi cuerpo de la manera que mi Amo indique.

Si mi Amo decide hacer públicas, por cualquier medio, imágenes (fotografías o videos) de su esclava en cualquier circunstancia, aun cuando es castigada o usada sexualmente, lo consideraré un honor.

Articulo 8º Para vaciar ante mi Amo todos mis pensamientos, buenos y malos, me comprometo a llevar un diario en el que anotaré todas las pruebas a las que sea sometida así como mis propias sensaciones, para que mi amo las examine y me corrija o sea más estricto en las sucesivas pruebas Acepto desde ahora que este documento pueda ser hecho público en cualquier medio, incluso acompañado de imágenes y revelando mi identidad.

Articulo 9º Deseo ardientemente convertirme en una puta para dar a mi amo el máximo placer sexual. Para ello vestiré prendas fetichistas de su agrado cuando me lo permita y me comportaré siempre de forma extremadamente provocativa, tanto en privado como en público. Si mi Dueño así lo dispone, me presentaré desnuda en lugares públicos o privados según me indique. La adquisición de nuevas prendas y del instrumental de castigo o tortura necesarios para mi doma y sumisión, se podrán hacer con el dinero que mi Amo obtenga de mi emputecimiento, alquiler o cesión temporal a terceras personas.

Articulo 10º El total del dinero producido por la exhibición o uso de mi cuerpo por terceros le pertenece exclusivamente a mi Amo, pudiendo él disponerlo de la manera que considere conveniente, renunciando en este acto a poseer cualquier tipo de propiedad.

Articulo 11º Estaré siempre a disposición de mi Amo para que pueda usarme como y cuando le apetezca, no pudiendo bajo ninguna circunstancia negarme a servirlo. Acudiré a sus llamadas con la máxima celeridad y tendré permanentemente preparadas las prendas que mi Amo estime obligatorias para presentarme ante él o completamente desnuda, si así lo dispone.

Articulo 12º Deseo que mi esclavitud sea total. Por ello suplico a mi Amo que además de usarme para obtener placer sexual me considere su criada doméstica para todo tipo de labores. También asumo que pueda formar parte de mis obligaciones proporcionar a mi Amo otras esclavas o putas tanto para su uso ocasional como permanente, e incluso ser considerada la última de las siervas de sus siervas. Si éste es su deseo, lo satisfaré gustosamente.

Articulo 13º Confío que gracias a la sabiduría de mi Amo pueda llevarse a cabo todo lo establecido en este contrato de sumisión de forma plenamente satisfactoria, continuada y placentera para mi Amo, sin importar mis deseos o preferencias Si mi Amo no obtuviese de mí el máximo placer se deberá única y exclusivamente a mi ineptitud y podrá aplicarme el correctivo que considere conveniente, sin limitación alguna o, como represalia, venderme en subasta pública, de manera directa o través de intermediarios a personas físicas o jurídicas, a cualquier parte del mundo, manteniendo mi condición de esclava, sin derecho alguno, de por vida. También podrá hacerlo sin expresar o mediar motivo alguno.

Articulo 14° . Dado que mi entrega es de por vida, dejo en este acto mi expreso consentimiento para que disponga de mí de la manera que considere conveniente y/o sometiéndome a mis nuevos dueños, de la manera contemplada en este contrato.

Articulo 15°. Renuncio a todo tipo de privacidad, obligándome a dejar las puertas abiertas cuando me encuentro en el baño. Cuando me traslade en algún vehículo público o privado o cualquier otro sitio donde deba o pueda concurrir, podré permanecer completamente desnuda, si así lo dispone mi Amo. Solamente mi Amo podrá concederme la gracia de tener algún momento de privacidad, como así también de usar alguna prenda sobre mi cuerpo, ya que normalmente permaneceré desnuda. Siempre que permanezca sentada, lo haré con las piernas separadas de manera que mi sexo quede expuesto y siempre estaré atenta a los requerimientos de mi Amo.

Articulo 16° .Acepto en este acto que se hagan las operaciones necesarias para que se evite de manera definitiva y absoluta, el embarazo en cualquier circunstancia. Para ello acepto el método o procedimiento que mi Amo decida. Asimismo acepto ser sometida a depilación definitiva del pubis y toda otra parte de mi cuerpo que se considere necesario o conveniente. El método elegido para mi depilación queda también a exclusivo criterio de mi Amo. También mi cuerpo podrá sufrir las mutilaciones o modificaciones que mi Dueño, a su solo criterio, disponga

Y como prueba de aceptación de todo lo estipulado en el presente documento y de mi entrega como esclava y sumisión absoluta a mi Dueño, Amo, Señor y Maestro, me agacho ante él, le adoro besando sus pies y rogándole que me acepte como su esclava más fiel y sumisa e inscribo mi nombre y firmo este documento ante Escribano Público, de plena conformidad.

Sepan pues todos los que este documento leyeren, que esta es la condición de sometimiento que yo, en pleno uso de mis facultades, he elegido libremente.

En la ciudad de Buenos Aires, a los .. días del mes de …….. de 20..

Débora Méndez                                  Mariano Larreta                                 Joaquín Villaverde

Puta y Esclava                                   Amo y Propietario                             Escribano