De estudiante a puta (1)

Por no querer dar problemas a mi mamá y ser exulsada de la universidad, me convierto en la puta del director de mi carrera...

Hola a todos, me llamo Regina Marbán, soy una chica de Mexicali, aunque ya tengo poco más de dos años que me cambié a vivir a otra ciudad (Morelia). Tengo 24 años, estoy estudiando el último semestre de mi carrera y quiero compartir algunas de las cosas que me han pasado.

Nos tuvimos que cambiar de ciudad mi mamá y yo, ya que se divorció de mi padre por algunos problemas que tuvieron y desde entonces las cosas no nos han resultado tan favorables como esperábamos, ya que en Mexicali yo estudiaba en una de las mejores universidades y aquí tuve que meterme a una de menor calidad, mi madre trabaja todo el día y yo también lo he hecho en ocasiones para tratar de llevar mas o menos el nivel de vida que anteriormente teníamos. Desde que llegué a esta ciudad y cuando ingresé a la universidad traté de hacer amistades para no sentirme tan sola, cosa que no me resultó difícil por mi carácter abierto y porque me di cuenta que le llamaba la atención a los hombres. No tardé mucho en tener novio, ya que me sentía muy sola en esta ciudad extraña para mi y sobretodo para no estar sola en mi casa.

Desde hace tiempo que dejé de ser virgen y la verdad disfruto mucho del sexo, aunque desde mi cambio de ciudad no había tenido relaciones con nadie hasta que decidí tener novio. Todo iba más o menos bien, aunque seguía sintiéndome sola, ya que mi mamá regresa tarde de trabajar.

Durante el primer semestre cuando llegué a esta ciudad tuve muchos problemas para concentrarme en los estudios y reprobé 3 de las 7 materias que llevaba, por lo que para el siguiente semestre iba a tener problemas para inscribirme. Me puse muy nerviosa y solicité una cita con el Director de mi carrera para pedirle que me diera oportunidad de inscribirme, pues no quería dificultarle más las cosas a mi mamá. Se llamaba Rodolfo, era de unos 50 años mal encarado, tenía un genio de los mil diablos y era sumamente majadero.

Tardó varias horas para recibirme y cuando por fin pasé a su oficina noté como su mirada recorría mi cuerpo sin preocuparse en que me diera cuenta de eso, me quedé de pie frente a él y sus ojos seguían contemplando mi cuerpo de arriba abajo, se levantó y sin despegarme sus ojos caminó alrededor de mí deteniéndose un momento a mis espaldas. Ese día yo llevaba unos jeans a la cadera que me quedaban muy ajustados y una playera naranja que también me quedaba muy pegada, yo creo que por los nervios que sentía mis pezones estaban duros y se notaban claramente.

Nos sentamos y le expliqué mi situación, el director aparentaba ponerme atención pero no dejaba de ver mis tetas. Finalmente me dijo:

"mire…… su situación es delicada, pero……yo podría darle una mano si usted está dispuesta a cooperar……yo puedo conseguir que se inscriba como oyente este semestre y si pasa todas las materias se lo tomo como válido, de lo contrario se daría de baja automáticamente……pero necesito que usted se venga conmigo después de sus clases un par de horas como mi asistente…."

Me quedé sin saber que decir, por un lado se notaba claramente cuáles iban a ser sus intenciones al pedirme que fuera su asistente, pero también quería evitar a toda costa darle un nuevo problema a mi madre. Su mirada penetrante me estaba desnudando y no me la quitaba de encima, su verga se notaba totalmente rígida y yo no tenía escapatoria. Tuve que aceptar resignada sabiendo a lo que me expondría. Quedamos que a partir del próximo lunes me presentaría con él de 4 a 6pm.

Llegó ese día y me presenté en su oficina como habíamos acordado, nuevamente me volvió a recorrer el cuerpo con su mirada lujuriosa, me indicó que el tendría que salir un momento pero que empezara a organizar los libros de sus estantes. Al salir se detuvo en la puerta de su oficina y se quedó viendo a mi culo frotándose la entrepierna.

No tardó mucho en regresar y cuando lo hizo otra vez se quedó de pie junto a la puerta clavando su mirada en mi trasero, por fin se acercó u me dijo:

"aparte de mi puesto en la universidad también soy directivo en una preparatoria y voy a ocupar su apoyo, hoy tenemos junta y me gustaría que me acompañaras para que vayas conociendo mis actividades…….dame tu dirección y te recojo a las 8pm, por favor ponte algo un poco más formal que esos jeans…"

Mi sorpresa fue enorme pero no me podía negar, estaba en sus manos y no tenía otra opción, le di mis datos y me fui a mi casa para cambiarme.

Me puse una falda negra que me quedaba a la altura de la rodilla, pero estaba abierta de los costados haciéndola muy sexy, escogí un saco negro cruzado que no ocupaba ponerme blusa porque era muy pegado al cuerpo, me puse unos tacones negros y esperé a mi "director". Pasó por mí en una camioneta alta, como de ganadero, por lo que al subirme la falda se me abrió de un costado llegando hasta arriba de mis muslos, dándole una visión de mis piernas que lo dejó maravillado. Durante todo el camino no dije una palabra, sólo veía la manera en que sus ojos recorrían mis piernas.

Finalmente llegamos a nuestro destino, me intenté bajar de la camioneta pero se apuró para abrirme la puerta, nuevamente mi falda se me abrió enseñando casi completamente mis piernas, él se me quedó viendo con la boca abierta y casi no dejó espacio para que yo pasara, por lo que al bajarme me le tuve que pegar sintiendo su verga tiesa en mi vientre. Caminamos al aula y él iba detrás de mi con su mirada clavada en mi culo que se contoneaba con mi caminar, al llegar a la puerta me rodeó por la cintura poniendo su mano muy abajo, incluso me tocaba las nalgas con sus dedos y me jalaba hacia él. Habría en el aula unos 15 hombres y unas 3 señoras como de la edad de Rodolfo, por lo que de inmediato me convertí en el centro de las miradas de ellos.

Me fue presentando de uno en uno como su "asistente personal", al hacerlo me ponía frente a él colocando sus manos en mi cintura moviéndolas hacia arriba y abajo, acariciándome las nalgas cada vez más. Los otros señores me comían con la mirada sin hacer caso ni siquiera de mi nombre. Yo sólo movía la cabeza sonriendo sutilmente dejando que Rodolfo me metiera mano. Después de que me presentó con todos, hicieron un círculo para seguir platicando, yo tenía sentimientos encontrados y me empezaba a excitar muchísimo esa situación, Rodolfo no me soltaba de la cintura y con su mano ya me acariciaba el culo con total libertad y descaro, sin importar que los demás nos vieran. Yo permanecía callada y sin moverme de su lado, mis ojos se me cerraban de lo caliente que me estaba poniendo y sólo me sacudía un poco cuando su mano apretaba mis nalgas con fuerza.

La reunión empezó y todos nos sentamos, Rodolfo me pidió que me sentara aparte de los demás y me puso una silla en un extremo, me fui a sentar y me di cuenta que todos tenían un muy bien ángulo de vista de mi y sobretodo de mis piernas, ya que las aberturas de mi falda se me subían hasta más arriba de medio muslo. Por más que intenté acomodar mi falda fue imposible cubrirme, por lo que me resigné a ser el blanco de sus miradas y dejé que me contemplaran a su antojo. Algunos de ellos no pusieron ni un momento atención a la reunión y se la pasaron viéndome las piernas e incluso vi como bajaban su mano de la mesa y la movían frenéticamente sobándose sus vergas. Yo estaba muy mojada y sorprendida me di cuenta que por primera vez me excitaba convertirme en su objeto de deseo.

Cuando la reunión terminó Rodolfo se dirigió hacia mi y me tomó de la mano para salir del aula pero los demás se pusieron en nuestro camino y nos preguntaron si no queríamos ir a algún lugar, pero tomándome de la cintura me puso delante de él y se me pegó poniendo su verga en medio de mi culo, se sentía dura y caliente y con sus manos me tomaba de la cintura moviéndome círculos pequeños, recargó su cabeza sobre mis hombros y les dijo a los demás:

"Regina es una niña bien y debo llevarla a su casa antes de que sea más tarde……usted disculparán….."

Y poniendo su mano completamente sobre mi trasero nos dirigimos a su camioneta.

De camino a mi casa me sentía extraña, por un lado estaba que ardía de lo caliente que me había puesto y por otro lado me sentía como si fuera una puta, una cualquiera, una dama de compañía de un señor que me había contratado, pero estaba dispuesta a pagar el precio para provocar una molestia más a mi madre, aunque esto jamás me había pasado.

Rodolfo puso su mano sobre mi pierna y la empezó a acariciar poco a poco, yo no le dije nada y simplemente cerré mis ojos dejándole hacer lo que quisiera. Subió su mano lentamente hasta que llegó a mi tanguita, se dio cuenta de lo empapada que estaba y sonrió viéndome a los ojos. Estacionó la camioneta sin importar en donde estuviéramos y empezó a sobarme mi rajita delicadamente, incrementando la velocidad poco a poco arrancándome gemidos que intentaba ahogar mordiéndome los labios.

Me metió un par de dedos que no representaron problema por lo lubricada que estaba, con su otra mano desabrochó mi saco y empezó a besar mis tetas como un bebé hambriento. Me las mordía y lamía con ímpetu mientras su otra mano entraba y salía de mi rajita. Yo tenía mis ojos cerrados y mi cabeza echada hacia atrás mientras gemía como perra en celo, con mi mano busqué su verga y se la saqué para empezar a acariciarla, no era muy grande pero yo la veía hermosa. De pronto, me tomó de la cabeza y me la dirigió para que le mamara esa hermosa tranca que parecía que iba a explotar, me la metí en la boca y me entregué a chupar ese palo que ahora me pertenecía. Una de sus manos seguía masturbándome y sentía hasta 3 dedos en mis entrañas logrando hacerme llegar a 2 orgasmos maravillosos.

Yo seguía dedicada a mi labor cuando empecé a sentir como se convulsionaba su vientre y comenzaba a expulsar mecos que me tragué encantada……….ya extrañaba ese exquisito sabor a verga y semen. Seguí dando lengüetazos a su palo hasta que quedó limpio y se hacía flácido, me levanté para acomodarme en el asiento y Rodolfo reanudó la marcha hacia mi casa, afortunadamente no era tan tarde.

El resto del camino nos fuimos en silencio y sólo se escuchaba mi respiración agitada ya que todavía estaba excitada. Estábamos estacionados afuera de mi casa y cuando me estaba bajando de la camioneta me tomó de un brazo y me dijo:

"hoy fue un excelente comienzo Regina……..recuerda que todo el semestre serás mi asistente…………."

Sólo asentí con la cabeza y sin decir nada, me metí a mi casa.