De estudiante a amante de mi director (4)

Esta vez me porto como una puta insaciable en la oficina de mi director, fue algo muy excitante...

Llegué a mi casa y me cambié rápidamente de ropa volviendo a ponerme lo que originalmente llevaba puesto al salir. La que me había comprado Rodolfo la escondí y me metí a bañar para quitarme el fuerte olor a sexo que tenía en todo mi cuerpo, al terminar me metí a dormir aunque era muy temprano y no desperté hasta el siguiente día.

Me puse unos jeans muy ajustados y una blusa de manga larga que aunque no quisiera hacía notar mis tetas y me fui a la universidad. Estuve en todas mis clases anhelando llegar con mi director. Rodolfo había conseguido en poco tiempo que deseara estar con él esperando ver que se le imaginaba para hacerme lucir como una hembra deseosa de sexo y saborear su verga que tanto placer me daba al conseguir que me convirtiera en un objeto de deseo para los demás.

Al salir de la última clase me dirigí a toda prisa a su oficina y ahí estaba, se encontraba hablando por teléfono pero con un ademán me indicó que pasara. Con la mano me pidió que me diera una vuelta para verme completa y se le iluminó la cara cuando advirtió como se me notaba el culo con ese pantalón. Sonrió y empezó a sobarse su paquete por encima del pantalón. Terminó su llamada y se me quedó viendo con una sonrisa burlona, con cara de satisfacción al saber que me había conseguido convertir en una deseosa de sexo.

Me pidió que nuevamente me diera una vuelta y me detuve quedando de espaldas a él, sabía que me estaba viendo el culo y quería complacerlo. Me dijo que me volteara y que empezara a desabrocharme la blusa poco a poco, me causó extrañeza que el volvió a tomar el teléfono y me detuve, pero me indicó que siguiera desabrochándome mi blusita. Cuando llegué al último botón el empezó con su conversación telefónica y me pidió que me abriera la blusa mostrándole mi sujetador blanco de encaje que transparentaba mi pezones que a esas alturas estaban más que duros.

No me moví, me quedé de pie frente a él con mi blusa abierta enseñando mis tetas que estaban cubiertas por el encaje de mi bra, su llamada no duró mucho y en cuanto colgó se puso de pie dirigiéndose a mi. Separó frente a mi y puso sus manos sobre mis tetas, las acarició suavemente y sus manos las sopesaron durante un largo momento. Me tomó de las manos y me llevó a su escritorio, él se sentó y me pidió que me arrodillara frente a él……..ya me imaginaba lo que vendría enseguida.

Me terminé de quitar mi blusa y él me desabrochó el sujetador dejando mis tetas libres de su atadura, rebotaron sobre mi vientre mostrando mis pezones duros y muy crecidos. Con mis manos le desabroché el pantalón y le saqué la verga que se mostraba como asta bandera, dura y brillosa apuntando hacia arriba. Iba a atraparla con mis labios pero el me detuvo, me tomó de la barbilla y me miró a los ojos acariciándome el cabello.

"te ha gustado convertirte en una adicta a la verga?.......te ha gustado que los demás te deseen?………ojalá y lo disfrutes por que yo soy un hombre de palabra y si sigues así te dejaré libre al terminar este semestre…….así que disfruta mi verga y todas las que te voy a poner a tu alcance…."

Ahora si dirigió mi cabeza hacia su tranca y me dejó empezar a lamerla, pareciera que era yo quien más lo necesitaba y quería que él

Rodolfo sonreía y me veía a los ojos, yo me quedaba observándolo mientras seguía con mi hermosa labor. De pronto vi que se volteaba un poco y tomaba el teléfono nuevamente. Yo dejé por un instante de lamerle la verga sin sacarla por completo de mi boca pero el se dirigió a mi:

"que haces putita?.......porque dejas de lamerle la verga?....acaso así te lo indiqué?...tu sigue con lo tuyo hasta que te lo diga o hasta que me haya corrido en tu carita……….recuerda lo que está en juego…….."

Agaché la cabeza y volví a mi labor mientras Rodolfo hacía su llamada. Al parecer hablaba con algún otro maestro porque algo mencionó de unas calificaciones, a veces se le cortaba un poco la voz cuando yo le apretaba el pene con un poco de fuerza entre mis labios pero rápido retomaba su conversación. Con una mano me acariciaba el cabello y ocasionalmente me miraba a los ojos. Yo seguía feliz mamándole la verga, deseando que me dijera que me sentara sobre él para ensartármela hasta dentro de mi y sentirla palpitar en mis entrañas.

Tomó unos papeles que al parecer era unos exámenes y los empezó a revisar y calificar mientras yo seguía de rodillas lamiendo su palo, parecía que lo que estaba pasando era de lo más común y cotidiano, aunque en momentos sentía como se convulsionaba un poco del placer que le estaba proporcionando mi boca, era increíble que estuviera viviendo esto, ni en mis más locos sueños lo pude haber imaginado, estar yo hincada en el suelo mamándole la verga a un señor nada atractivo mientras él tranquilamente cumplía su trabajo. Estaba yo convertida en una puta sumisa hambrienta de su verga.

Así continuamos un buen rato, el revisando unos papeles y yo con su tranca en mi boca, lamiéndola, besándola y acariciándola con un enorme placer. Puso sus dos manos sobre mi cabeza y me hizo hacia atrás, me tomó de mis tetas y las juntó apretando su verga, me incliné para intentar lamerle la punta pero no me dejó

"no mi vidaaaa…….aaahhh……….quiero ver tu carita mientras me masturbo con tus enormes tetassss……..sssiiiii……….asíiiiiiii……… mírame!!......te gusta mi amor?......ya casi termino……esperaaaa……"

Mis manos sostenían mis tetas mientras el se masturbaba para venirse, no tardó mucho cuando empezó a aventar borbotones de leche sobre mis tetas, alcanzando mi cara y un poco mi cabello, era increíble que después de dos días seguidos en que habíamos estado cogiendo aventara a su edad tal cantidad de mecos.

Cerré mis ojos y sólo abrí mi boca para recibir un poco de la lefa que me estaba dando, una mano se movía agitadamente apretando su pene y con la otra me jaló del cabello para que me lo introdujera en la boca y terminara de exprimíserlo, así lo hice pasando mi lengua una y otra vez por ese palo dejándolo reluciente. Rodolfo se dejó caer sobre su sillón mientras yo seguía dando lengüetazos a esa verga que adoraba.

Cuando la sentí flácida la saqué de mi boca e intenté levantarme, pero mi director no me dejó

"mira mi amor…..dentro de unos minutos tengo una reunión a la que desafortunadamente no puedo llevarte……pero mientras tanto sigue así como estás ahora, chúpame los huevos……..a lo mejor logras que se me pare la verga otra vez…. Yo te aviso cuando me vaya a ir….."

Me quedé atónita pero no dije nada, con mi mano acariciaba su palo de arriba a bajo y puse cara de sorpresa ante sus palabras, era increíble que esto sucediera, el trabajando con su puta en el suelo lamiéndole los huevos, está mal que lo diga pero yo soy una chica que podría tener a mis pies a hombres mucho mejores que él cumpliéndome mis caprichos, pero en esta ocasión era yo quien se sometía a sus antojos y lo que era peor, yo lo disfrutaba muchísimo.

Con una mano levanté su verga haciéndola a un lado y empecé a besarle los huevos, lo hacía con tal cariño como si se tratara de un bebé que quisiera mucho, se los besaba y acariciaba con mis labios y mis mejillas, tenía mis ojos cerrados y sólo me dedicaba a chupar sus bolas y su garrote, de pronto me descontrolé y comencé a gemir como perra caliente mientras metía sus huevos en mi boca para lamerlos.

Con una mano me estaba masturbando por encima de mi pantalón alcanzando a sentir lo mojada que estaba, mis pezones estaban durísimos y le pasaba mis tetas por encima de la verga y los huevos, me sentía fuera de mi.

De pronto me hizo a un lado y se levantó, se acomodó su ropa y me volteó a ver con cara de cansado

"ya me tengo que ir mi putita hermosa…….probablemente mañana también tenga otra reunión pero podemos pasar un buen rato como ahorita………te veo mañana…..te ves hermosa así como estás…….."

No dije nada, me le quedé hincada en el piso, Rodolfo debía tener ante sus ojos una postal estupenda de mi: tirada en suelo con mi blusa abierta y mis tetas por fuera del sostén de encaje que traía, con unas enormes manchas de mecos encima de ellas al igual que mi cara y mi cabello, una de mis manos sobaba mi rajita por encima del pantalón y la otra apretaba mis tetas que escurrían leche….su leche, mi respiración era agitada y tenía cara de puta hambrienta de sexo.

El se fue a su reunión y yo todavía tenía ganas de verga, quería salir y coger con el primer hombre que me encontrara, pero me aguanté y sólo me senté en la silla de mi director y con una regla de plástico me empecé a sobar mi rajita sin bajarme el pantalón. Con mi otra mano empecé a juntar los mecos que tenía esparcidos por el cuerpo y me la lamía metiéndola a mi boca, con mi lengua los devoraba y saboreaba como nunca antes lo había hecho. Terminé por quitarme mis jeans y comencé a masturbarme con la regla de plástico que tenía en mis manos, la empecé a meter poco a poco girando para sentir más placer, tenía fácil unos 10cm adentro de mi y quería más, me empecé a meter un dedo haciendo que mis gemidos se convirtieran en gritos de placer.

Así estuve hasta que me corrí un par de veces, mi cuerpo no dejaba de convulsionarse pidiendo más, pero me sentía muy cansada así que me quedé dormida un instante. Desperté espantada preocupada por si alguien me hubiera visto, pero no era posible, ya que la puerta seguía cerrada. Al levantarme me di cuenta que me había quedado dormida con la regla adentro de mi panochita, la saqué y estaba bañada de mis jugos, eso me volvió a excitar y la limpié con mi lengua. El semen que me había caído en la cara y cabello ya se había secado así que sólo me acomodé un poco mi ropa y temblando de mis piernas me fui a mi casa.