De estudiante a amante de mi director (3)

Acompaño a mi director a una reunión pero antes me compra ropa para que luzaca como una auténtica puta...

Me desperté temprano sintiéndome un poco nerviosa por lo que podría pasar ese día, sorprendentemente me sentía emocionada por lo que estaba viviendo, no se si ésta era una forma en que me afectaba el divorcio de mis padres o la crisis de dinero que teníamos mi mamá y yo pero me excitaba el saber que me estaba convirtiendo en la puta del director de mi carrera y que él me iba a convertir en un objeto de deseo. Lo que me dijo de que "él iba a hacerme lucir más para que fuera más deseada" me seguía retumbando en mi cabeza y me calentaba todavía más.

Para esa ocasión me puse en pantalón negro que me quedaba muy ajustado con un sweater amarillo de hacía resaltar mis tetas por lo pegado que era. Cuando escuché que llegaba Rodolfo por mi, salí a recibirlo sintiéndome excitada con solo verlo, no es que estuviera guapo, sino que el saber que me iba a convertir en alguien deseada por varios hombres hacía que mi rajita se empezara a humedecer.

En cuanto me vio, no disimuló que me veía atractiva y abrazándome me empezó a besar el cuello mientras sus manos las ponía sobre mis nalgas recorriéndolas de arriba a bajo:

"hola preciosa…..te ves muy rica……ese pantaloncito hace que tu culo se vea increíble……y mira nomás que tetotas se te notan…….pero vamos a otro lado……hoy voy a hacer que te veas todavía mucho mejor….

Nos subimos a su auto y nos dirigimos al centro comercial (Plaza las Américas) sin que yo supiera sus intenciones. Durante el camino yo no pregunté nada aunque me imaginaba lo que pasaría.

Llegamos a una boutique y me pidió que me metiera en un probador, me preguntó mi talla y se fue a buscar entre la ropa. De pronto abrió la puerta del probador en que estaba y me pasó dos prendas indicándome que me las pusiera para ver como me veía. Las extendí para verlas sin poder creer lo que me estaba sucediendo, o más bien, lo que yo estaba permitiendo que me sucediera. Me las puse y al verme en el espejo me sorprendí por la forma en que me veía, era una minifalda negra con puntitos blancos muy pequeños, tenía mucho vuelo y me llegaba apenas a medio muslo, también me dio un saco blanco que me quedaba muy pegado, por lo que no era necesario ponerse blusa, estaba muy escotado y me llegaba a la cintura, por lo que se me notaba espectacularmente mi trasero con el movimiento de la minifalda al caminar. Al verme vestida de esa forma me sentí toda una mujer por primera vez en mi vida.

Salí del probador caminando muy sexy y noté como en la tienda había algunos señores que acompañaban a sus esposas se me quedaban viendo desnudándome con la mirada. Nunca me había vestido de esa manera, me veía increíblemente sexy y aparentaba ser de más edad. Por primera vez me sentí toda una mujer capaz de despertar cualquier clase de deseos en los hombres. Rodolfo sonrió en cuanto me vio sin ocultar su sorpresa, me pidió que me diera una vuelta y así lo hice, dejando que me contemplara a su antojo. Se lanzó sobre mi y abrazándome por la cintura nos dirigimos a la caja, indicando a una señorita que recogiera mi ropa ya que me iba a llevar puesto lo que había escogido.

Salimos de la boutique rumbo a su auto, durante el camino no despegó su vista de mis piernas que se mostraban generosamente al estar sentada, puso su mano encima de ellas y me las acariciaba rozando delicadamente mi rajita que ya estaba húmeda

"ahora vas a ver lo que eres capaz de provocar en los hombres……..sobretodo en mi…….ahora si te vas a sentir mujer

Al llegar al restaurante en que era la comida empezó mi aventura. Al bajarme el valet parking enmudeció al abrirme la puerta y ver que la minifalda la traía enrollada en la cintura enseñándole mi tanguita, no hice nada por acomodarla y dejé que se deleitara un poco, al caminar del estacionamiento al restaurante Rodolfo me abrazó por la cintura poniendo su mano en mi culo y subiéndome la faldita para que el del valet gozara un poco más al ver mis nalgas completamente desnudas ya que mi tanguita se me metía por completo en medio de ellas.

Rodolfo tomó mi mano y la llevó hasta su verga que ya estaba totalmente parada y así entramos a la comida, el restaurante estaba lleno y todos se me quedaron viendo, miraban incrédulos la manera en que iba vestida con esa cortísima minifalda y como mi mano venía acariciando la verga de mi acompañante fingiendo total indiferencia. Cuando pasábamos junto a ellos también veía como Rodolfo me levantaba la faldita y me sobaba las nalgas sin que yo dijera una palabra.

Retiré mi mano de su pene cuando nos acercamos a la mesa en que estaban los señores que nos esperaban, él también quitó su mano de mi trasero pero se pegó detrás de mi colocando su verga en medio de mis nalgas sin importarle que los demás se dieran cuenta de ello. En la mesa había 6 señores y una señora, todos de la misma edad de Rodolfo, ellos se me quedaron viendo con sorpresa y deseo mientras la señora puso cara de indignada.

Nos sentamos y de inmediato comimos para que ellos se desocuparan y pudieran hablar de sus temas, estaban empezando a pedir bebidas cuando sentí la mano de Rodolfo acariciar mis piernas, me sobaba los muslos recorriéndolos en su totalidad intentando abrirse paso entre mis piernas para llegar a mi rajita. Yo me sorprendí pero no dije nada, me subió la faldita hasta la cintura y empezó a tocarme mi conchita con sus dedos, intenté impedírselo pero tomó mi mano y la llevó hasta su verga, se la sacó de su pantalón y me obligó a que se la empezara sobar.

Toda esa situación me terminó por poner a mil, me entregué al momento y sin que me indicara nada empecé a acariciar y apretar esa verga que tanto placer me había dado, Rodolfo mientras tanto tenía libre camino a mi conchita, me introdujo dos dedos moviéndolos en círculos, haciendo que los colores se me subieran a la cara y la vista se me nublara. Era demasiado evidente lo que estaba pasando entre nosotros y los demás se daban cuenta perfectamente pero a mi no me importaba en lo más mínimo, incluso un mesero se puso a mi lado para no perderse detalle, tenía una vista perfecta de mi faldita completamente subida mientras seguía apretando esa tranca hermosa y también seguía sintiendo como era penetrada por la mano de mi director.

Rodolfo no aguantó más y puso unos papeles sobre la mesa indicándoles a los demás que los fueran revisando en lo que él iba por otros al carro, se acomodó su verga nuevamente y tomándome de la mano me levantó de la mesa, no me dio tiempo de acomodar mi faldita por lo que al ponerme de pie enseñé toda mi tanguita que estaba movida alcanzando a verse un poco de mi panochita. Me llevaba al estacionamiento tomada de la mano mientras yo intentaba bajarme la minifalda al caminar. Le pidió la llave al del valet parking y nos metimos en el asiento trasero de su carro, afortunadamente el carro estaba hasta el fondo y no podían vernos.

Me empezó a besar apasionadamente y bajándose el pantalón dejo su tranca al aire, yo me agaché para empezar a mamarla pero me detuvo,

"tenemos prisa putita……..más tarde te daré oportunidad de que la saborees con tu boca de mamadora….."

Con prisa se puso un condón y me levantó con sus brazos, me subió la minifalda yrecorrió mi tanguita a un lado colocando su verga a la entrada de mi panochita, la empezó a mover haciéndome que la deseara más y poco a poco me la fue introduciendo. Nuestras bocas estaban fundidas en una sola y su lengua la sentía hasta mi garganta, yo sólo tenía la boca abierta sin poder hablar ni moverla mientras el me llenaba con su lengua. Al sentirme ensartada incliné mi cabeza hacia atrás y Rodolfo me empezó a lamer el cuello, mordiéndomelo y llenándomelo de saliva al igual que mi oreja, me jalaba del cabello mientras bufaba como toro del enorme placer que sentía. Yo no hacía ningún ruido, estaba nerviosa por el temor de que alguien nos pudiera ver pero eso no impedía que disfrutara le verga que me estaba penetrando. Me hizo hacia atrás para abrirme el saco y liberar mis tetas, las empezó a morder y lamer con fuerza arrancándome un orgasmo largo y riquísimo que me hizo ver estrellas.

No tardó más de 10 minutos cuando empezó a venirse a dentro de mi, sentí su leche caliente llenando mi vagina y me aferré a él sintiendo como llegaba otro orgasmo más. Nos quedamos un instante abrazados en lo que Rodolfo se terminaba de vaciar dentro de mi, yo quería seguirlo besando pero el me hizo a un lado y se empezó a arreglar su ropa, con una orilla de mi faldita se limpió su verga quitando todo rastro de mis jugos. Yo me sentía excitada todavía y sobretodo muy agitada por el tremendo palo que me había dado, Rodolfo me veía sonriendo y me dijo

"viste lo que provocaste al vestirte así?............te ves exquisita…..notaste como te veían los demás?........ya no aguantaba las ganas de cogerte……eres una ricura de mujer…."

Me tomó del brazo para salir del auto, por lo que ya estando parada afuera del carro me terminé de arreglar mi vestuario. El del valet parking se me quedó viendo con la boca abierta y de inmediato se empezó a sobar su verga ya que traía mis tetas por fuera del sujetador y el saco totalmente desabrochado, así como también tuve que arreglarme la tanguita que la tenía desacomodada y la minifaldita que estaba enroscada en mi cintura. El pobre no creía lo que estaba viendo mientras yo caminaba tropezándome terminando de componerme mi ropa. Al pasar junto a él de la mano de Rodolfo le sonreí muy coqueta y él movía frenéticamente su mano por encima de su abultado paquete.

Regresamos al restaurante y por mi aspecto era evidente lo que acabábamos de hacer en el auto, todos se nos quedaron viendo especialmente a mi que venía toda despeinada, desmaquillada y con la ropa hecha un desastre. Dos de los que estaban en la mesa bajaron su mano y se notaba que la estaban moviendo seguramente tocándose sus vergas. Mi cara estaba roja y mostraba excitación y mi respiración seguía agitada, sólo sonreía tímidamente pues sabía que no podía hacer nada por ocultar lo que era más que evidente, en estos momentos ellos estaban pensando que yo era la puta de mi director y que acabábamos de coger en el carro.

Rodolfo se levantó diciendo que no habíamos encontrado los papeles que fuimos a buscar, pero les pidió que analizaran los que les había dejado. Se puso de pie y tomándome del brazo se despidió y salimos rápidamente del restaurante, como el ya traía las llaves del carro, no subimos y nos salimos de ahí.

"todavía alcanzas un par de clases del día de hoy…………quieres ir así vestida como puta para calentarles la verga a tus compañeros o prefieres regresar hasta mañana?............."

Le pedí que me dejara en mi casa y hacia allá nos dirigimos.

Cuando íbamos a medio camino no dejaba de verme las piernas, me subió la minifalda hasta la cintura y se fue un buen rato contemplando mi tanguita que todavía estaba mojada, tomó mi mano y la llevó hasta su verga que nuevamente estaba dura como acero, sin soltarla hizo que se la acariciara y se la sacara del pantalón, entonces me tomó de la cabeza haciendo que me agachara para que se la mamara y así continuamos el resto del camino. Puso su mano en mi culo y me empezó a meter un par de dedos en mi empapada conchita.

No le importó que no vieran algunos carros que pasaban junto a nosotros, especialmente camiones urbanos y camionetas, yo seguía en mi labor y tampoco me importaba nada, estaba convertida en una hambrienta de su verga.

Estábamos detenidos en un semáforo cuando sentí que su verga aventaba borbotones de mecos que pegaban en mi garganta, los tragué con gusto y mi lengua no paraba de acariciar esa verga que me tenía encantada. No permitió que me levantara, haciendo que siguiera lamiéndosela hasta que llegamos a mi casa, sin decir nada me levanté y me acomodé mi faldita, tomé la bolsa que tenía la ropa que me puse originalmente y me metí en mi casa.