De desayuno, un trío

Una visita para comerme una polla acaba convirtiéndose en una para comer dos

Este es el primer relato que escribo, espero que os guste. Tiene una parte de realidad y una parte de fantasía.

Me llamo Carlos y siempre he vivido en España. Hace unos años decidí hacer un cambio en mi vida y encontré una oferta de trabajo en Alemania, así que para allí me fui.

Unas semanas después de estar viviendo ya en Alemania, decidí probar de nuevo alguna app para ligar, quería conocer nueva gente y pasármelo bien.

Tras unos días dando likes, uno de mis match fue una mujer llamada Ana, que era unos 10 años mayor que yo. Me pareció muy atractiva y femenina, morena de piel, ojos marrones intensos y una sonrisa blanca. Al hacer match, entré en su perfil para leer toda su información (sí, le di a Like solo por las fotos). Leí que hablaba español cosa que me gustó, pero lo mejor fue ver que era una travesti. Al leer eso me puse automáticamente cachondo. Desde hace un tiempo quería probar estar con una, no paraba de ver porno travesti y leer historias eróticas de experiencias.

No dudé en empezar a hablar con ella y dejarle claras mis intenciones. A ella le pareció interesante porque nos dimos los números. Le expliqué que siempre había querido probar una polla y que ella era ideal, me atraía muchísimo.

Estuvimos unos días por whatsapp, hablábamos de todo e hicimos intercambio de fotos…sugerentes. Me apodó como su perrito (cosa que me encantó). Me costó bastante poder quedar con ella, tenía la agenda bastante apretada por el trabajo.

Al final quedamos unas cuantas veces, yo iba a su casa (ella vivía sola y yo compartía piso) antes o después de ir a trabajar. En su casa es donde probé su polla, se corrió encima mío y me desvirgó analmente. Pero eso son otras historias.

Uno de los días fui a su casa a follar (a que me follara, más específicamente) antes de ir a trabajar. Ella me abrió la puerta vestida con un top muy escotado y con una minifalda.

+Buenos días perrito, listo para tu desayuno?

Mientras decía esto, se balanceaba de lado a lado. Pude ver claramente como su polla se marcaba bajo su falda (¡no llevaba ropa interior!) y colgaba libremente.

·Tengo mucha hambre esta mañana, espero con ganas tu desayuno.

+Pasa al comedor… y desnúdate

Fui directo al comedor y empecé a desnudarme delante de ella, veía como se iba marcando cada vez más su polla debajo de la falda (yo ya estaba durísimo). Cuando terminé de desnudarme del todo me dijo:

+Ven aquí y ponte de rodillas, debajo de mi falda tienes tu desayuno favorito

No dudé ni un instante. Me puse de rodillas y metí mi cabeza debajo de su falda. Su polla semierecta entera directamente en mi boca

+hmm si perrito, cométe entero tu desayuno. Si te portas bien te dejaré repetir

De repente escuché cómo se abría la puerta y se oyó una voz de mujer.

-Buenos días Ana, como hoy no trabajo he pensado en pasarme por tu casa

+Mierda, no esperaba visitas. Corre, métete debajo de la mesa del comedor

Le hice caso y allí estaba yo, desnudo y debajo de la mesa del comedor.

+María! Buenos días, ¿qué haces por aquí? No te esperaba hoy

Más adelante Ana me contó que María era su mejor amiga, que las dos tenían las llaves de casa de la otra y que se autoinvitaban sin avisar.

-No quería aburrirme en casa sola y he venido a ver que hacías

+Siempre igual, sin avisar. ¿Quieres un café?

-Sí, gracias. Bueno, ¿qué planes tienes para hoy?

Acto seguido, vi como unas piernas se acercaban a la mesa. Debía de ser María, que había decidido sentarse en una de las sillas de la mesa del comedor. Llevaba tacones y una falda también, pero ella sí llevaba ropa interior. Roja, para ser preciso.

+Toma, aquí tienes el café. No tenía pensado hacer mucho hoy la verdad, un poco de limpieza

Ana se sentó en frente de María. Al sentarse, abrió las piernas y pude ver su polla entre sus piernas, debajo de su falda, ahora semierecta de nuevo. Me tocó con un pie y entendí lo que quería, así que me acerqué a ella y volví a meterme su polla en la boca, para empezar a chuparla.

Ellas seguían hablando pero yo estaba en mi mundo, con una polla que no quería dejar de chupar, pasando mi lengua de la base a la punta, saboreando su líquido preseminal. Luego empecé a masturbarla, mientras mi boca bajaba a jugar con sus huevos, bien depilados.

Al cabo de unos minutos de estar jugando con su polla en mi boca, noté como la mano de Ana me agarraba de la cabeza y me metió su polla hasta el fondo de la boca y empezó a llenarme la boca con chorros de semen. No paraban de llegar uno tras otro, me lo tragué todo.

+Joderrr..así da gusto tomarse el café

-Ana, ¿qué te pasa? Estás muy rara la verdad

+¿Quieres saber lo que me pasa? Si confías en mí, te bajarás ahora mismo las bragas, sin preguntas

Vi como las manos de María aparecían bajo la mesa y empezaron a bajar sus bragas. No me lo podía creer, María tenía polla también, y además más grande que la de Ana!

No pude evitarlo, me acerqué lentamente y empecé a besarle la parte interior del muslo y fui subiendo hacia su cada vez más erecta polla.

-jajaja, ya entiendo porque no tenías planes para hoy

+esto cuenta como plan, no?

La mano de María apareció bajo la mesa para cogerme la cabeza y llevarme directamente a su polla.

-Cómetela y chúpamela bien, llevo varias semanas sin descargar y necesitaba esto

Me fijé en los huevos de María cuando dijo esto. Eran enormes y parecían llenísimos. Con solo pensarlo me estremecí.

Empecé a chuparle la polla, que se iba poniendo cada vez más dura e iba creciendo dentro de mi boca.

-Es verdad que así el café entra mejor. ¿Quién es esta vez?

+Es mi perrito, ¿quieres conocerlo?

-Y usarlo, si me dejas

+Jajaja claro. Perrito sal de debajo de la mesa, conocerás a María

Paré de chupar esa sabrosa polla, que no paraba de soltar líquido preseminal y salí de debajo de la mesa. Me planté delante de ellas, desnudo y con la polla tiesa.

-Umm, me gusta tu gusto por los perritos.  Tiene buen culo

+Además de buen culo por fuera, deberías probarlo por dentro, se lo desvirgué yo misma

-Ah sí? ¿Me dejarías probarlo?

+Veremos. Mejor vamos para la habitación

Ana me agarró de la polla y me llevó a su habitación, seguidos de María.

+¿Nos desnudamos nosotras también? El perrito va a salivar

-Me parece buena idea

Empezaron a desnudarse. Se quitaron primero el top las dos, por lo que vi que ninguna llevaba sujetador. Siguieron con la falda y terminaron con los zapatos.

Ana tenía unas tetas y una polla perfectas y estaba toda depilada, morena de piel y con su sonrisa característica. María era más blanca de piel y más joven, no era tan delgada como Ana y tenía tanto la polla como las tetas más grandes.

Estábamos los 3 de pie, desnudos y con las pollas tiesas. Ambas tenían una polla más grande que la mía y Ana no mentía diciendo que iba a salivar.

Ana se acercó a una mesita de noche y sacó un condón y lubricante. Se acercó a mí mientras se ponía el condón y me susurró en la oreja.

+Perrito, te has portado bien, así que ponte a cuatro patas sobre la cama, voy a follarte bien duro

Sin rechistar me puse como Ana me dijo, dejando las piernas bien separadas para que se viera bien mi culo.

-Joder que buenas vistas, este vale mucho la pena

Estando en cuatro patas, noté los dedos de Ana en mi ano, untando el lubricante.  Tras unos segundos de espera por fin noté la presión de su polla como empezaba a entrar en mi culo. No pude evitar soltar un gemido de placer.

-No puedo quedarme quieta sin hacer nada

Ana no había terminado de meterme la polla entera y ya tenía la polla de María delante de mi boca.

-Vamos perrito, continúa lo que has empezado debajo de la mesa

Ahora pude ver bien la polla de María y estaba bien dura. Sin duda era más grande que la de Ana y bastante más que la mía.

-No te quedes embobado, yo te ayudo

María agarró mi cabeza con las dos manos y empezó a follarme la boca.

Mientras tanto, Ana ya me había metido la polla hasta el fondo, y empezaba a embestirme el culo cada vez más rápido.

Estaba en el paraíso, siendo follado por dos bellas travestis por el culo y por la boca.

-Ana, no le puedo meter la polla entera en la boca, ¿aún tienes eso?

+Sí, está en la mesita de noche también, todo tuyo. Disfruta el perrito a fondo

María sacó su polla de mi boca y se acercó a la mesita, de donde sacó un pequeño botecito de spray.

-Abre bien esa boquita

María roció mi boca con un líquido un par de veces y volvió a cogerse la polla. Me la metió en la boca y esta vez entró entera

-Ahh, mucho mejor, me encanta notar su nariz tocando mi barriga cada vez que le meto la polla hasta el fondo

Pasaron unos minutos en los que no pararon de usarme, hasta que Ana dijo:

+¿Quieres probar su culo? Lo he dejado a punto para tí

-Uff pensaba que nunca me lo ofrecerías… Ponte boca arriba perrito

Ana y María salieron de dentro de mí y me di la vuelta. María se puso un condón y se apoyó sobre la entrada de mi culo, mientras ponía mis piernas en sus hombros. Podía ver su sonrisa pícara en la cara, lo estaba disfrutando.

María empezó a empujar poco a poco hasta que su polla entró entera en mi culo y empezó a bombear.

-Aghh, este culo es una maravilla Ana, tienes que compartirlo

+Jajaja

De golpe Ana se puso sobre la cama y se sentó encima de mi cara

-Chúpame bien el culo perrito, no quiero aburrirme

Las dos travestis no paraban de gemir y mi polla estaba a punto de estallar.

-Ana voy a correrme en breve

+Yo también, ¿quieres que nos corramos en tu cara perrito?

Ana se levantó para mirarme y yo asentí.

+Ponte de rodillas en el suelo

Tan pronto me puse de rodillas, Ana y María se acercaron, se quitaron los condones y se prepararon para correrse en mi cara. Antes de recibir el primer chorro, abrí la boca y vi las miradas fijas de Ana y María, mientras se masturbaban y sonreían.

-Espero que te guste bien caliente, todo esto es para ti

Empezaron a brotar chorros de semen de sus pollas, dirigidos directamente a mi cara. Cerré los ojos y disfruté. No había recibido tanta corrida nunca, estaba recibiendo semen en la boca y por toda la cara. Se notaba que María hacía mucho que no descargaba bien. Al cabo de unos segundos las corridas pararon y solo se oían jadeos

+Abre los ojos perrito, quiero verte bien

Al abrir los ojos, vi a las dos mirándome con una amplia sonrisa y con sus pollas flácidas en la mano. Podía notar mi cara llena de semen y mi boca aún más llena.

+¿Te gusta tu desayuno?

Asentí de nuevo, cerrando la boca y tragándome toda su corrida de golpe. Después me relamí los labios y lo seguí de un gemido de aprobación.

Al hacer eso pude ver que ambas pollas empezaron a ponerse duras de nuevo.

-Límpianos bien perrito, vamos a continuar dándote desayuno

Fui directo a limpiarle las pollas. Primero me metí la polla de Ana entera en la boca para limpiarla bien, la chupé lentamente  y la llené de saliva, recorriendo mi lengua de arriba a abajo. Luego seguí con la de María.

+Vaya, hoy más que mi perrito es nuestra putita

Aún con la polla de María en la boca, miré a Ana y asentí.

Al verme así, la polla de Ana se puso dura de golpe otra vez y se fue a estirar en la cama y, mientras se masturbaba y se llenaba la polla de lubricante, me miró y dijo:

+Ven aquí mi putita, ahora vas a cabalgar mi polla

Me saqué la polla de María de la boca y fui allí. Agarré la polla de Ana y la introduje lentamente en mi culo hasta que entró entera. Solté otro fuerte gemido.

+Ahh que gusto, ya puedes empezar a moverte, quiero llenar tu culo de leche calentita

Empecé a moverme arriba y abajo. Mientras, mi polla rebotaba en la barriga de Ana y los dos gemiamos sin parar. Giré la cabeza y vi a María de pie al lado de la cama masturbándose mientras nos miraba. Abrí la boca y se la señalé a María.

-¿Quieres que te vuelva a follar la boca? Sí que eres una putita

María vino a la cama y se puso de pie a mi lado, metiéndome la polla en la boca. Después de unos minutos, sonriendome dijo:

-Me encanta verte con la cara llena de corrida y mi polla en la boca

Cuando dijo eso, la miré a los ojos y seguidamente empecé a correrme encima de las tetas y la barriga de Ana. Al correrme, apreté el culo y Ana empezó a correrse dentro de mí. Me agarró fuerte de la cintura mientras sentía chorretones de semen caliente llenándome el culo.

Al cabo de unos segundos, Ana había descargado todo su semen dentro de mi culo y soltó un suspiro.

+Joder como me has dejado. Vas a limpiar todo esto putita

Asentí y me puse a cuatro patas encima de Ana, para empezar a lamerle la barriga y limpiarla entera. Notaba como la corrida de Ana me salía lentamente del culo y recorría pierna abajo.

-Vamos a aprovechar que la putita está bien lubricada

Al decir eso, María se puso detrás de mí, me agarró de la cintura y  su polla me empezó a entrar en el culo. Ahora éramos María y yo los que gemían, mientras Ana se dejaba limpiar por mi.

Cada vez María me embestía con más fuerza y más rápido, no paraba de decir lo mucho que le gustaba follarme bien duro el culo. Pasados unos minutos, de repente empecé a notar sus chorretones de semen. Estaba claro que María hacía bastante que no se corría decentemente, ya que se corrió muchísimo más dentro de mi que Ana y, tras sacar su polla, notaba como no paraba de salirme semen del culo.

María se estiró al lado de Ana mientras yo terminaba de limpiar mi corrida del cuerpo de Ana.

+Te has portado muy bien perrito, o debería llamarte putita?

Agarré las pollas de Ana y María .

·Puedes llamarme como quieras siempre que pueda volver a desayunar esto

Ambas se rieron a la vez. Una vez terminé de limpiar Ana me levanté de la cama y fui al lavabo a limpiarme la cara. En el espejo vi la cantidad de corrida con la que había estado follando. Después volví al comedor a ponerme los calzoncillos. Seguía notando como el semen iba saliendo de mi culo, pero no me importó.

Volví a la habitación y las dos seguían estiradas.

·Chicas, me ha encantado el desayuno, hay que repetirlo, pero yo me tengo que ir a trabajar

Les di un lametón final a cada una en su polla, me vestí y salí por la puerta de camino a un día entero de trabajo, con una sonrisa de oreja a oreja y el culo lleno de leche.