De dama a puta Nª 17

Convivo con yamil

DE DAMA A PUTA

17 ª PARTE

Salimos de la habitación detrás de Bea, caminado por los largos pasillo. Llego ante una puerta y la abrió con su llave. Bajamos a un sótano. Encendió las luces y era una sala de tormentos, en que no faltaba nada de nada. Había dos camillas en el centro de la sala.

Nos hizo acostar en ellas y ato nuestros brazos y piernas en la camilla. Yo estaba sudando de miedo y miraba a yamil, que se mordía nerviosamente el labio de su boca. Nos puso dos terribles y grandes mordazas que nos hacía mantener la boca abierta. Mire a yamil y también se le veía en sus ojos el temor.

BEA: bien comenzare por esto

Saco de un cajón dos aros de metal y tomando uno de ellos lo puso en mi teta derecha. Como era mas chico que la teta entro a forzar para meterlo. Apretaba la teta de un lado y trataba de pasar el aro. Mientras traspiraba forzando para meterlo. El dolor para mi era insoportable, sus dedos parecían un calzador de zapatos tratando de pasarlo. Mis lágrimas y mis gritos ahogados por la mordaza, no fueron motivos en ningún momento para que parara. Cuando logro hacerlo y llegar al inicio de mí teta, respiro tranquila y se seco el sudor de su cara. Yo veía mi teta empezar a hincharse por la presión del aro. Se estaba poniendo roja y llore, mientras miraba como tomaba con su mano el otro aro, cuando vi que se dirigía a la teta de yamil. Bea me miro y sonrió cuando vio que parecía que me relajaba suspirando. Pobre yamil, lo lamento pero otro, yo,  no se si lo resistía. La cara de yamil era de puro dolor. Yo mire mi teta dentro del aro y parecía explotar, toda roja bien grana y el pezón bien sobresalido.

Luego de un rato y con dolor y llanto de yamil termino de insertar el aro igual que a mi. Me quede esperando ver como seguía y veo que saca otros dos aros. Oh no, por favor la otra teta no.

Volvió a hacer lo mismo que la primera, cuando termino de colocarla, creí desmayarme. Siguió con yamil. Yo miraba mi tetas estaban rojas. Yamil traspiraba y lloraba. Bea estaba feliz, tenía a sus dos esclavas a su entera voluntad y placer.

Saco del cajón un aparato y mire que era, pero no me daba cuenta que podía ser-. Lo extendió sobre la mesa y tomo uno que tenia un chupete de goma en una parte y en la otra un tubo de vidrio. Puso el lado del chupete abarcando mi pezón y al hacerlo se succiono. Luego hizo lo mismo con el otro pezón. Entre las tetas rojas e hinchadas y esos inyectores en mis pezones, estaba inquieta, molesta, nerviosa y si tremendamente mojada debo admitirlo.

A yamil no le puso eso, sino que le puso en los pezones solo capuchones. Luego acerco una batería y la ubico entre las dos camillas. Conecto un cable en cada inyector mío y en cada capuchón de yamil.

Yo estaba sudando frio y mire a yamil y estaba igual que yo. Bea se sentó frente a nosotras con un control remoto y acciono la parte de yamil. Entro sacudirse sobre la camilla violentamente, emitiendo gritos ahogados por la mordaza. Lo paro y le saco la mordaza. Respiraba agitadamente y Bea tomo gasa embebida en agua y se la puso en los labios. Al sentir mojados sus labios, los apretó, tragando el agua. No le volvió a poner la mordaza.

Vino hacia mi y me saco la mordaza y puso también una gasa con agua.

Acciono mi control remoto y sentía que empezaba el aparato tirar mis pezones, seguidos de mis tetas, como queriéndome ordeñar. Mi cuerpo se irguió como siguiendo mis tetas, al tiempo que gritaba y lloraba como una loca. El inyector volvía a posición inicial y empezaba de nuevo ante mi desesperación y gritos. En un momento, era tan intenso el dolor que me desmaye. Cuando estaba reaccionando por el algodón con perfume que paso por mi nariz volví en mí y sentía aullar a yamil de dolor.

BEA: (metiendo su mano en mi concha) ah, putita estas mojada.

Dejo de hacer todo y a desconectarnos. Solo quedamos con los aros en las tetas. Pensé ahora los va sacar y el dolor seria peor. Mis senos estaban sensibles, de tanto estar oprimidos y cuando me preparaba para sentir el dolor que sacara los aros, ella fue directamente al aro y lo abrió y saco sin necesidad de dejarlo pasar por todas la tetas. Sentí alivio. Luego le toco a yamil.

No desato y nos hizo parar en el suelo. Fue a un armario y saco un delantal igual al de yamil.

BEA: toma, ponte esto es tu uniforme de todos los días, salvo indicación en contrario mía. Vamos

Me vestí apuradamente y seguí a Bea y a yamil.

Fuimos a la habitación de yamil y entramos. Estaba bien ordenadita y limpia. Había solo una cama para una persona.

BEA: bien, he tomado algunas decisiones respecto a Uds. Mientras yo no las use o necesite para algo, este es vuestro lugar. Harán vida de lesbiana. Tu úrsula serás la activa-macho y yamil la pasiva-hembra. Pese a que yamil es un año mas grande que vos, tu tienes mas experiencia. Ahora vamos a cenar

Fuimos al comedor. Bea se sentó en la cabecera de la mesa y nosotras a ambas lados, pero en el suelo. Se sirvió pollo con papas y batatas al horno, que despedía un olorcito bárbaro. Iba tirando pedacitos de pollo o papas a ambos lados y nosotras aprovechamos comiéndolos. Luego de eso nos envió al rincón donde estaba nuestra comida y el agua. La verdad no quise comer para no quitarme el rico gusto del pollo y papas, solo tome agua. Eran unos fideos moñitos pegoteados, sin nada. La que si comió un poco fue yamil.

Bea nos indico que fueras a dormir, que nos dejaba la noche libre. Lo hizo con doble intención, porque sabia que íbamos a terminar cogiendo y ella miraría por la cámara.

Entramos a la habitación, entre risas y hablando muy quedo.

Nos tiramos en la cama e hicimos que íbamos a dormir. Nos pusimos espalda con espalda en esa cama chica y dejamos pasar el tiempo. Seguro Bea, pensaría que dormíamos. Y nos quedamos, en serio dormidas.

A las dos horas desperté y me di vuelta encontrándome con la espalda de yamil. Pase mi brazo por su cintura, con mi mano buscando su concha. Ella despertó y se acurruco contra mi pecho. Besando su espalda, llegue a su cuello y ella se dio vuelta. Comenzamos a besarnos en los labios, mi lengua penetro en su cálida boca buscando su lengua. Ambas parecían entrelazarse. Note que yamil estaba muy agitada y baje con mi boca a sus pezones, mordiéndolos, estirándolos, chupándolos, ante los suspiros de ella. Suspiros cada vez más largo y fuertes. Baje con mi boca, buscando su preciosa conchita. Estaba mojada. Me di vuelta y sin dejar la suya le ofrecí a su boca la mía. Estaba tan ansiosa que la ataco con fuerza como queriéndola aspirar, que me hizo dar un repingo. Las chupando a morir, hasta que primero ella y luego yo, acabamos una encima de la otra. Nuestras caras completamente mojadas, se juntaron y nuestras lenguas deglutían todo.

Enseguida se sintió el timbre del Ama, llamándonos y fuimos hacia.

BEA: creían que me iban a engañar durmiéndose, pero no. La verdad estuvieron muy bien. Tengo noticias para mañana. úrsula mañana a las 12 del medio día tienes que acompañarme a ver un político de Shanghái, a una reunión. Es un poco terco con un contrato que tiene que firmar y hay que ayudarle a decidirse. En un momento de la reunión, con un pretexto saldré de la misma y quedara voz, para ver que hace, sin si tira o no a cogerte. Por supuesto deberás entregarte si así lo quiere.