De dama a puta 7ª parte

Mi primera noche en la cama con él en Beijing

DE DAMA A PUTA

7ª PARTE

El resto del largo viaje lo pase intranquila, por temor a otra situación embarazosa en que me pudiera meter Alcides.

Ya pergeñaba cual era mi futuro al lado de él. Lo extraño es mande a su esposa a semejantes actos. Si sin casarse me tenía igual agarrada para hacerlos. Pero era más grande su ego haciendo así, solo por vengarse de mis padres. Llegamos a Hong Kong, estuvimos un día de acá para allá. Iba a reuniones de negocios y yo tenia que esperar largas horas  en recepción. Llego la noche y yo seguía ahí, aburrida mirando algunas fotos de revistas de ahí, ya que entendía el idioma. Por fin se abrió la puerta y salieron. Poniendo un brazo en mi cintura me presento a los cuatro que estuvieron en la reunión.

Salimos a la calle

ALCIDES: como estas de abajo, sigue saliendo

URSULA: ya no

Ahí supe que esta noche seria cogida por mi marido, consumando el matrimonio.

Paro a un taxi y sacando una tarjeta de su billetera le indico una dirección. Lo único que entendí fue hotel. Rápidamente nos dejo en la puerta del hotel. Entramos y saco de su bolsillo su DNI y el mío y dijo tener una habitación reservada. El chico verifico y nos entrego las llaves e hizo acompañar a la habitación, con nuestras valijas que estaban en la recepción a nuestra llegada.

Subimos al tercer piso t nos dejo en la habitación 410, al frente.

Entramos y enseguida me agarro besando en los labios, diciéndome por lo bajo que fuera al baño a `prepararme que él esperaba.

Saque de una valija ropa de dormir de él y mía y entre al baño.

Me di una ducha rápida, me puse el deshebille negro, esta ves sin nada abajo y me maquille

En todo ese tiempo pensé que hoy no habia escape y seria la mujer del gorila. De solo pensar lo peludo que era, me ponía mal.

Tendría que esforzarme para disimular algún orgasmo abrí la puerta y salí. El ya se habia puesto el albornoz rojo, seguro sin nada abajo.

Me tomo en sus brazos besándome en el labio y el cuello, luego a mis tetas que apretó, al tiempo que mordía y succionaba mis pezones. Yo estaba parada frente a él. Tomo mi mano y la puso debajo del albornoz y tome su pija, que empecé a pajear.

Bajo hasta mi concha y le dio reiterado lengüetazos, abriendo mis labios vaginales. Mordí mis labios tratando de no calentarme.

Me fue llevando hasta la cama y caí sobre ella. El se saco el albornoz e hizo lo mismo, tirándose a mi lado. Se dedico a morder mis pezones que parecían a punto de estalla de tan erectos que estaban. Sentí me estaba mojando, trate de pensar en otra cosa.

Vi que me hacia subir a mi a caballo de él e inserto su pija en mi concha. Empezamos a movernos y yo parecía cabalgar en sobre él. Inclinaba mi cuerpo hacia atrás y el me apretaba las tetas con sus enorme manos. Comenzó a moverse mas rápido. Sentí su pija entrar y salir y sus testículos y pelos en la entrada de mi depilada concha.

De pronto se estremeció y yo simule un orgasmo. Acabo dentro de mí. Cuando sintió que no tenía mas nada para descargar la saco y me obligo a limpiársela.

ALCIDES: venias calentando bien, de golpe no y terminaste fingiendo un absurdo orgasmo. No me gustan las mujeres que fingen orgasmos y yo me doy cuenta enseguida.

Me que como congelada y solo atine a decir

URSULA: disculpa amor, si bien habia cogido otra veces, hoy hacerlo por primera con mi marido, medio como que achico y me enfríe. Luego si, fingí un orgasmo para que te quedes mal.

ALCIDES: espero que sea verdad lo que dices.

La verdad es que soy una mujer fogosa y tuve que pensar en otras cosas para enfriarme, para no demostrarle a él que si estaba gozando.

Nos quedamos tirados uno al lado del otro. Tomo el teléfono y pidió dos botellas de champaña bien heladas.

A los 5 minutos el mozo toco la puerta y él se puso el albornoz para atenderlo, mientras yo me cubría con la sabana.

Cuando se retiro, Alcides abrió una botella y sirvió dos copas. Brindamos por nuestra boda. Tomamos, mejor dicho, el resto de champaña. Yo no quise más, porque enseguida me marea. Me recosté sobre la cama, mientras él abría la segunda botella.

Subió a la cama con ella en la mano y comenzó a tirar el rubio champaña por mi cuerpo desde mi cuello hacia abajo. Sentí frío al recibir el líquido helado. El se lanzo sobre a pasar su lengua para beberse el liquido que ya corría hacia abajo. Mi Dios, que calor empecé a sentir pese al helado liquido. Inclino la botella y derramo el resto sobre mi concha. Me estremeció el frío en mi concha. Él enseguida abrió mis labios vaginales y chupo el líquido corredizo. Succiono mi clítoris, provocando mis suspiros y movimientos pelvianos. Estaba a mil y no podía evitarlo y tampoco quería hacerlo.

Agarraba su cabeza y la apretaba sobre ni concha, para que no dejara de chupar, al tiempo que suspiraba y pegaba grititos de satisfacción.

URSULA: te ruego no pares por favor.

El, a propósito alzo su cabeza,  como preguntando que dije dejo de chupar

URSULA: (presionando su cabeza a mi concha) te ruego no me dejes así, hazme acabar.

ALCIDES: ves así te quiero siempre- y siguió succionando.

Yo estaba delirando cuando arroje mi primer orgasmo. Para placer mío él siguió chupando.

URSULA: si asiiiiiiiiiii, no me dejesssssssssss, siiiiiiiii

Fue la mejor chupada de concha que me hicieron en mi vida y quede tirada a su lado.

URSULA: gracias amor, estoy empapada de flujo y sudor. Disculpa lo mío anterior y gracias por este momento. Me voy a dar un baño, vienes conmigo

No se como llegue a decirle eso, me extrañaba a mi misma. Se levanto y me siguió. Comencé a llenar la hermosa bañera que habia. A medio llenar, él cerro su canilla. Me tomo en sus brazos y me deposito suavemente en el piso de la bañera. Luego entro y yo lo recibí con los brazos abiertos. Un rato de besos y toqueteos y luego vi que él estaba listo y la verdad yo también. Al ver que intentaba ponerse entre mis piernas, las abrí apoyando mis pies sobre el filo de  la bañera y me penetro. Comenzamos con suaves movimientos que producía oleaje y luego mas y mas rápido. Sentí entrar y salir su pija de mi concha haciendo plo`plop con el agua. Pecho con pecho, comiéndonos las bocas y las lenguas fue un apoteótico acabar juntos.

Quedamos con la respiración agitada ambos.

ALCIDES: ves así quiero tenerte siempre

URSULA: me vas a tener siempre así.

Dentro de mí sabía que ya era su esclava y estaba para lo que quisiera. Sabia que estaba derrotada