De dama a puta 6ª parte

Mi boda y el viajes a China

DE DAMA A PUTA

6ª PARTE

Tenia que acostumbrarme a besarlo y tocarlo. Aunque no lo quiera debía comportarme como un esposa real, sino se cansaría y podía hacer estragos en mi familia y la fabrica. Debía entregarme a él como si verdaderamente lo amara, aunque fuera lo contrario. Estaba ya muy cerca de acostarme y dormir con él y debía superar todo, en pos del bienestar de mi familia. A partir de ahora seré la más adorable novia y luego esposa, entregada a sus placeres.

Estaba pensando todo eso cuando apareció diciendo.

ALCIDES: bueno vamos,

URSULA: me vas a llevar a casa amor

ALCIDES: (extrañado) no solo llevarte, sino también a conversar con tus padres, al fin de cuentas serán mis suegros, dentro de 5 días.

URSULA: amor, vas a complicar las cosas así.

ALCIDES: no, iré contigo y hablaremos con ellos a ver si van a venir al casamiento de su hija. Y no hablemos más de eso. Sacaste la cedula y el pasaporte.

URSULA: si acá lo tienes.

El chofer se dirigía directamente a mi casa y yo temía se armara lío.

ALCIDES: eres hermosa hasta en fotos carnet.

URSULA: (sonriendo) gracias amor.

Llegamos a mi casa, yo temblada, el puso su brazo sobre mis hombres. Abrí la puerta, ahí nomás estaba mi madre que al verme tomada del hombro por él, casi le da un ataque.

MARIAM: (sobreponiéndose) hola Alcides, como estas?

ALCIDES: bien Mariam y vos

No pudo contestar mi madre, pues apareció mi padre.

ALCIDES: hola Pedro, como va todo.

PEDRO: (mirando incrédulo) muy bien todo.

Pareciera que el combate estaba solo en ellos tres y que yo era el botín de guerra a disputar. Me decidí a tomar partido (con todo el dolor de mi alma)

URSULA: papá, mamá hoy me comprometí formalmente con Alcides, miren mi alianza y cintillo.

MARIAM: los felicito (secamente)

PEDRO: yo igual

ALCIDES: gracias en nombre de mi novia y yo. Espero vayan al civil y a la pequeña fiesta.

MARIAM: al civil si, a la fiesta no

ALCIDES: porque no Mariam, se casa tu hija predilecta

MARIAM: para mi los hijos son todos iguales.

ALCIDES: bien, bien. Espero vayan a la fiesta sinceramente, no me gustaría que mi esposa estuviera triste. Bueno me voy

Lo acompañe hasta la puerta, del lado de afuera. Sabiendo que mis padres estarían mirando por la ventana, me colgué de su cuello y nos besamos a rabiar. Luego se fue.

Entre y nadie dijo nada. El ambiente estaba pesado, en especial conmigo, entonces me fui a dormir.

Pasaron dos días, mi hermana Mariana acepto salir de testigo, diciendo lo hago solo por vos. Y mis hermanos irían también a la ceremonia. Ese día hice la última prueba de vestido y me quedaba muy bien. Vino el médico que me habia colocado el DIU y le entrego a Alcides, los prenupciales.

Trajeron los pasajes a China y Hong Kong todos en primera clase.

Era el último día de mi soltería y estaba nerviosa pensando que todo salga bien. Tenia que hablar urgente con Alcides.

URSULA: amor adonde estas

ALCIDES; en el invernadero.

Fui allá, era un lugar hermoso, con temperaturas controladas, con flores y plantas exóticas, una belleza. Era un hobby de Alcides.

URSULA: adonde estas vida (mirando hacia todos lados)

ALCIDES: sigue el pasillo principal, estoy al fondo

Estaba trasplantando algunas plantas. Al verme dejo y acerco a mí.

ALCIDES: que dice mi hermosa novia

URSULA: (besándolo en los labios) gracias amor

ALCIDES: he notado algunos cambios en ti, en estos días.

URSULA: espero sean buenos y te gusten

ALCIDES: me encantan, estas mas mimosa y cariñosa conmigo

URSULA: debe ser la seguridad que me caso contigo y no ser una más.

ALCIDES: jajaja, siempre tienes respuestas a todo y eso me gusta.

URSULA: (haciéndome la mimosa) si hay cosas que no puedo solucionar y me vuelven loca.

ALCIDES: que paso?

URSULA: con todo esto de la boda, la preparación, mi familia si viene o no, hace días que estoy nerviosa y se me adelanto la menstruación. Me da bronca, justo ahora, podía haber venido después como siempre.

ALCIDES: cuanto se adelanto?

URSULA: mas o menos cinco días, yo soy muy regular en eso, pero son imprevistos.

ALCIDES: (tomándome en sus brazos) no te preocupes amor, no es la muerte de nadie, ya nos arreglaremos

URSULA: gracias por comprender, cielo.

ALCIDES: es que es así

Estuvimos besándonos y prometiéndonos cosas y abrazados fuimos a la casa. Esa noche salimos cenar temprano a un restaurante lujoso de Recoleta. La gente nos miraba mas que nada por la diferencia de edades. Además él me daba de comer con su tenedor.

Cuando regresamos me dejo en la puerta de casa. Estuvimos un rato conversando en el coche.

Después subí y el se marcho. En casa, por suerte todos dormían. Entre a mi dormitorio y me di una ducha rápida. Luego fui a la cama. No quería pensar en nada, sin embargo no podía. Pensar que pocas horas iba a estar casada. Tendría que esforzarme para tener conforme a Alcides, era el dueño y amo de mi vida y de esa vida dependía toda una familia.

Me desperté temprano, baje y desayune. Mi padre se habia marchado y temí no fuera al civil y mi madre estaba como si fuera un día mas. No le daban la importancia que tenia mi casamiento. A las 8 de la mañana salí para la casa de Alcides, donde esperaba la modista para vestirme y la maquilladora. Alcides estaba en otra parte de la casa. Estuvimos sin vernos. A las 10,45 horas vino el chofer con el Mercedes a buscarnos. Alcides se quedo cuando me vio con el vertido verde agua y un maquillaje acorde. Mi pelo rojizo y corto resaltaba aun más mi vestido. Llegamos al civil y entramos de la mano. Esperando estaba Jorge, el escribano por Alcides y cuando vi  Mariana, respire tranquila, era mi testigo de boda. Por lo bajo le pregunte a Mariana, por el resto de la familia y me indico que estaban por atrás. Entro la jueza y comenzó la ceremonia.

Cuando la jueza me pregunto si quería por esposo a Alcides, se produjo un silencio total en la sala, esperando mi respuesta.

Con toda firmeza conteste: si Sra. jueza.

Nos declaro marido y mujer y entrego a Alcides la libreta de casamiento. Cuando dijo que podíamos besarnos, nos dimos un beso que quien pasara por ahí diría que éramos una pareja de enamorados.

De ahí a la fiesta fue un paso, como a la noche salíamos de viaje, decidimos hacer, mejor él decidió hacerla después de mediodía. Como a las 18 termino todo y fuimos a casa a esperar la hora del viaje.

En la casa y ya en la habitación fui al baño y me puse un deshabillé negro transparente, sin sostén y con tanga del mismo tono. Mientras en el baño él me dijo

ALCIDES: Que frío comportamiento de tu familia, a duras penas no saludaron y no fueron a la fiesta, menos Mariana.

URSULA: bueno, ya esta, termino todo. Ellos se oponían a este casamiento, lo sabes

ALCIDES: si lo se, y eso me hizo disfrutarlo mas.

URSULA: claro si ya tenías lo que querías

ALCIDES: si a ti, ven pronto amor.

Salí del baño y emitió un silbido al verme

URSULA: lastima no puedas tomarme (dije irónicamente)

ALCIDES: ya habrá tiempo para eso.

Me tomo de la mano y me sentó en sus rodillas al tiempo que besaba mi cuello y detrás de mi oreja. Lentamente me saco el deshebille y quede solo con la tanga. Puso la mano sobre ella como desconfiando en lo que decía yo y vio que era cierto. Me deslizo hasta el suelo, se sentó con los pies fuera de la cama y me hizo chupar su pene rodeado de vello.

Cuando acabe vio con placer que tragaba su semen.

A las 11 de la noche el chofer nos llevo al aeropuerto a tomar el avión a Hong Kong. Nos sentamos, él del lado del pasillo y yo de la ventanilla. Después de subir y desbrochar nuestros cinturones, se acerco una azafata chica, ofreciéndonos tomar algo. Lo hizo en español y en chico mandarín.

Mi sorpresa mayúscula fue ver a Alcides, dialogar en chico con la azafata, fluidamente.

URSULA: eres una caja de sorpresas, no sabia hablabas chino

ALCIDES: si chino mandarín, con tantos viajes y un poco estudio aprendí.

URSULA: cuantos idiomas conoces aparte de español y chino

ALCIDES: como el ingles. También se Frances y algo hialino y alemán.

URSULA: vaya una sorpresa total.

ALCIDES: conmigo acostúmbrate a las sorpresas amor.

URSULA: si ya veo, alguna más

ALCIDES: ya las iras conociendo de a poco.

Se apagaron las luces del pasillo y solo quedaban contadas luces de algunos que leían. Me hizo encender mi luz. Luego hablándome al oído me indico que me sacara el pulóver que llevaba y la blusa.

Pensé que estaba loco.

URSULA: pueden darse cuenta o pasar alguno.

ALCIDES: no temas, todos duermen ya. Ponte de rodillas en el suelo de tu lado y chupala.

URSULA: si viene alguien?

Sin contestarme saco su hija afuera. Me acurruque en el suelo y comencé a chuparla, con el miedo de que alguien se diera cuenta.

Cuando comenzó acabar en mi boca, apareció la azafata

AZAFATA: (dirigiéndose a él y mirándome con una sonrisa con sorna.) Ud. llamo Sr.

En ese momento Alcides deposito en boca todo su semen. Apurada por recomponerme, trague rápidamente y medio que me ahogue ante la risa de los dos.

ALCIDES: tráigame un vaso de whiskey para mi y uno de leche, no mejor naranja para ella. Leche tomo recién, riéndose.

La azafata riéndose fue a buscar el pedido. Trate de ponerme la blusa y el pulóver y no me dejo.

Apareció nuevamente la azafata mirándome.

ALCIDES: (mirando el reloj) cuando es el descanso suyo

AZAFATA: (mirando su reloj) en cinco minutos mi compañera me releva. Porque?

ALCIDES: vaya y cuando termine venga quiero que juegue un poco con mi señora.

AZAFATA: (mirando mis tetas) encantada Sr., en 5 estoy.

Se fue por el pasillo apresuradamente.

URSULA: he pasado una humillación terrible, Alcides, dijiste nadie vendría y llamaste a la azafata a propósito. No pensaras ahora que haga algo con ella, nunca lo hice con mujeres.

ALCIDES: tendrás que acostumbrarte. Quiero seas muy amable con ella. Quiero mira una buena escena de sexo.

URSULA: pero soy tu esposa, no te importa que dirá esa mujer. Además sabes tengo la menstruación todavía.

ALCIDES: (tomando mi pezón izquierdo, primero suavemente y luego retorciéndolo) ya sabes como y porque eres mi esposa. Debes acostumbrarte a obedecerme sin protestar. Entendiste.

URSULA: (mordiendo mis labios para no hacer ruido y despertar a otros) si, si pero por favor me duele.

Volvió la azafata y Alcides la hizo ubicar contra la ventanilla, quedando yo en el medio. Me hizo desnudar toda. La azafata se saco la pollera del uniforme y tampoco tenia nada. Mi marido me hizo chupar a fondo su concha. Ya estaba mojas cuando empecé a chuparla, producto de lo visto antes. Acabo delirando tratando de no emitir sonido. Cuando acabo se subió la pollera. Se levanto agradeciendo a Alcides el momento y tocando mi cabeza cuando salía

AZAFATA: tendrías que viajar siempre conmigo. En la cama debes ser un sueño.

Y se marcho. Me apresure a vestirme, ante la risa de Alcides, por mi apuro. Justo estaba amaneciendo y los pasajeros estaban despertando.