De dama a puta 14ª parte

Una tarde de sexo en el jardín a orilla de las piscina

DE DAMA A PUTA

14ª PARTE

Caminamos juntas hacia el jardín. Un lugar increíble no solo por la cantidad de flores, sino también por sus coloridos y distintas fragancias. Luego de atravesar ese edén esta la piscina. Hermosa con su agua límpida, mas a menos de 15x5 con una entrada por escalera, que va llevándote adentro.

Bordeando la piscina un caminito de baldosas y luego césped. Sobre el césped conté tres mesas con sus sillas y sombrillas. Verdaderamente un paraíso. Me quede parada mirando esa belleza y Bea me alcanzo y tomándome de mi cintura, me deslizo hasta una mesa. Al sentarnos vino, solícitamente, la esclava a tomar el pedido. Bea le dijo que en media hora quería una suculenta picada y dos cervezas bien heladas. Quedamos solas. Ella detrás de sus anteojos de sol.

úrsula: Bea me permites meterme al agua.

BEA: si, no debes pedirme permiso.

Me levante y comerse a caminar hacia la piscina, ante la escrutadora mirada de Bea. Baje los peldaños despacio y al tocar el agua mi concha, tuve un escalofrió. Mire a Bea y la vi reír.

Ese fue el primer contacto luego ya no. Nade un poco de lado a lado, me sumergí y estaba encantada. Mire hacia la mesa y no vi a Bea. Mire alrededor y la vi a punto de empezar a bajar la escalera de la piscina. Seguí sumergiéndome y emergiendo hasta notar que me tomaban de una pierna. Solo podía ser ella, éramos las únicas en estar en la pileta. Me atrajo hacia ella y me deje llevar. Me abrazo y nos sumergimos besándonos en los labios. Me fue llevando a un rincón de la piscina. Cuando llegue al rincón elegido por ella, me dio unos besos de lengua, que respondí, besaba mi cuello y mordía el lóculo de mi oreja. Sus manos, una en mis senos y la otra en mi concha hurgando en ella. No quede atrás y mi mano hizo lo mismo en la suya. Pellizcaba mis pezones. Se sumergió y con su boca parecía querer comerse mi concha, mientras yo mordía mis labios de placer. Salía y volvía a sumergirse y yo deliraba, hasta que salió, se apretó a mí, puso su mano en mi concha y me masturbo. Yo abría y cerraba mi boca, dando suspiros de goce hasta que tuve un orgasmo prolongado abrazándome fuertemente a ella.

Una vez recompuesta, me tomo de la mano, al tiempo que veía a la esclava llegar a la mesa con la bandeja cargada.

BEA: ven, vamos a tomar y comer una picada

Salimos del agua y me dio un chirlo en la cola, para que apurara el paso. Llegamos a la mesa y abrió las cervezas brindando por mi futuro. Había unos 20 platitos con distintas cosas. En eso sonó el celular de ella, que había dejado sobre la mesa, atendió y se quedo charlando.

Yo la mire, pensando, como esa mujer cincuentona tenia la virtud de hacerme mujer, acabando en tremendo orgasmos. Sus manos parecían diabólicas cuando me tocaban.

Ella seguía hablando y yo seguía preguntándome y la respuesta era la experiencia que tenia ella con mujeres. Cortó la comunicación y mirándome a los ojos dijo

BEA: era tu ex o no, bueno, Alcides que llego a Shanghái y Lee le dijo que estabas conmigo. Le explique mi intención de comprarte y mañana a mediodía vendrá a buscarte charlaremos, aclarándome que era difícil porque tenia en vías de realizar varios negocios contigo. No quiso decirme que tipo de negocios.

Yo, ya al saber que era él, me cayó mal. Estaba disfrutando de un día esplendido y bien a arruinarlo.

úrsula: así que no quiso decir que negocios.

BEA: no, mañana lo sabremos

úrsula: seguro instalarme por días o meses en los distintos prostíbulos de la ciudad.

BEA: no pienses más en eso. Concéntrate en el hoy, el mañana ya veremos.

Después de comer semejante y opípara picada, tomo una toalla grande y la tiro sobre el césped, indicándome que me tirara con ella. Vino la esclava a retirar el servicio. Era una morochita de la ciudad de Shanghái, de ojos rasgados, no mas de 1,50 de altura, aparentando bajo su ropa un buen cuerpo acorde a su altura.

BEA: yami lleva todo y vuelve enseguida acá. Esta tiene 25 años (ni lo parecía). Se la compre a sus padres por apenas unos centavos. Yo me encargue de desflorarla en ambas agujeros. Solo la toco yo. Lo sabe bien, sino será castigada.

No dije nada pero pensé pobre chica, solo la tocaba Bea y nadie más  y encima tenía que mirar que Bea traía a otras y tenia sexo con ellas.

úrsula: pobre chica, encima ve desfilar por su cama mujeres diferente

BEA: si, pero es su destino. Ahora estoy evaluando aparejarla con un hombre de mi harem o traer otro.

úrsula: debe vivir masturbándose.

BEA: para nada, sabe que será castigada si lo hace sin mi consentimiento. Tengo muchas cámaras por todos lados, incluidos su dormitorio y su baño.

Volvió yami y se presento ante Bea.

BEA: bien yami, viste a esta chica, úrsula

yamli: si Ama

BEA: y dime que te parece

yamil: la señorita es muy hermosa

BEA: bien, ahora desnúdate vos.

yamil, miro a Bea y como vio que era lo real el pedido, se saco primero el delantal blanco que cubría desde sus pechos hasta un poco mas bajo de su cintura y luego delantal común, ocre que cubría su cuerpo hasta mitad de sus muslos.

Quedo completamente desnuda. Tenía un hermoso cuerpo de acuerdo a su altura. Sus tetas eran pequeñas, pero muy firmes y sus pezones negros contrastaban con los míos rosados. Se le notaba estar incomoda desnuda ante una desconocida.

BEA: perdona úrsula, es un poco tímida. Le cuesta entrar en confianza con la gente. Además nadie que yo la vio desnuda, de grande.

úrsula:esta bien Sra, es natural su temor. A mi, aun, a veces me cuesta, a ella le comprendo le pase algo así.

BEA: (mirando a yamil y abriendo sus brazos) ven chiquita, ven conmigo

yamil se sentó en el regazo de Bea, que la recibió con un beso en los labios. Bea mirándome a mi tocaba sus tetas y pellizcaba sus ya erectos pezones negros. Luego su mano recorría su cuerpo hasta llegar a su concha y manosearla, al tiempo que le susurraba cosas al oído, sin dejar de mirarme a mí.

Yo sentía calor en mis mejillas y mi concha humedecida. Acomodo a yamil en su pierna izquierda sin dejar de tocarla. A yamil se la notaba ya  caliente. Bea seguía tocándola mirándome a mí. Parecía desafiarme a que reaccionara por lo que hacia. Pero yo aunque tenia deseos y saltar sobre ellas, me mantuve en mi posición. Mantuve su mirada, pese a sentirme turbada.

BEA: (golpeando su muslo de la pierna izquierda) ven tu también acá, dulce.

Me levante y fui a sentarme sobre la pierna de Bea, que le daba un beso en los labios a yamil. Luego me beso igualmente a mi y sostuvo el jueguito, alternando entre yamil y yo.

BEA: sabes Úrsula, que yamil es mayor que vos.

úrsula: si Sra., lo sabía

BEA: sin embargo tú eres más puta que ella. A yamil le falta un poco de experiencia.

Tomando mi nuca y la yamil acerco nuestras cabezas hasta casi rozar nuestras narices. Nos miramos la dos fijamente, como midiéndonos. Parecíamos dos hembras, paradas en un ring, dispuestas pelear por un macho.

Primero fue un beso suave de las dos. Luego el roce de nuestras lenguas y estallar en tremendos besos, como comiéndonos la boca, ante la mirada placentera y lujuriosa  de Bea.

BEA: tírense en el césped y continúen ahí

Dijo eso, al tiempo que tomaba su cámara de fotos y nos sacaba fotos a las dos.

yamil estirada en el césped y yo a su lado succionando esos hermosos pezones renegridos. Bea, entre tanto, sacaba satisfecha fotos de las dos. Bea le dijo algo a yamil en su idioma. yamil se incorporo y se puso en posición 69

Me sobresalto y de pronto tuve casi en boca, la depilada concha de ella, al tiempo que su boca arremetió sobre mi concha. Era como una competencia, haber cual de las dos hacia acabar a la otra primero. En tanto Bea continuaba sacando fotos nuestras desde todos los ángulos y parte de nuestro cuerpo, incluida nuestras caras. Yamil seguía lamiendo mi concha y yo son mis dos manos abrí sus labios vaginales y pase por el largo de su concha mi lengua a discreción, hasta encontrar el clítoris de yamil. Al tomarlo entre mis labios sentí que su cuerpo se estremecía de placer. En tanto ella trataba de meter su lengua dentro de mí. Era un lucha constante de mujeres que querían hacer acabar una a la otra, mientras. Bea gozosa seguí disparando fotos a diestra y siniestra deleitándose con nosotras. Dentro de mi sentí como un rio bajar, al tiempo que yamil despedía sus primeros flujos.

En un momento arque mi cuerpo y un tremendo e inigualable orgasmo salió de mi hacia la boca cara de yamil. Esta al sentir eso, lanzo también el suyo sobre mi cara, mientras Bea sacaba fotos a los gritos, como si ella hubiera tenido también su orgasmo.

BEA: si, así se hace mis pequeñas yeguas putas, sigan, sigan.

En un momento, cansadas, yamil y yo nos detuvimos. Yamil recostó se cabeza sobre mi torso, mientras yo acariciaba se cara. Bea en tanto con una sonrisa de satisfacción sacaba las últimas fotos.

BEA: yamil vístete y vuelve a tus tareas, espero hayas disfrutado tu primera vez sin mí.

yamil: si Ama, mucho, gracias a Ud.

Se vistió y recogiendo la bandeja y las cosas que había traído se marcho.

BEA: muy bien, belleza, veo que eres una puta de raza. Esta noche, acuérdate, tienes a los dos esclavos de mi harem y mañana vendrá Alcides, por la mañana a buscarte y hablar conmigo de tu posible venta. Voy a hacer lo imposible para tenerte.