De criada a Diosa 7

Termina el Enlace FemDom Diosa-Diabla y limpiabotas{DD}: La Fiesta y la Noche de Bodas

Considerábamos todos terminado el Enlace FemDom entre limpiabotas {DD} y yo.

Los invitados a la celebración aplaudían y nos alentaban a besarnos.

Cuando estaba comiendo la boca de mi macho-sumiso, intente abarcar sus genitales con mi mano para elevar la entrega de mi reciente adquisición y entonces me di cuenta que tenia todavía parte del cinturón de castidad en la mano.

Al volverme hacia Madame Feet para pedirle que contuviera con el micrófono a los asistentes, vi el collar abandonado en el altar, comprendí que no podía dar por terminado el Enlace FemDom sin haber tomado de forma simbólica, con ese anillo-collar, al macho-sumiso.

Ordene a limpiabotas que terminara de ponerse el cinturón de castidad, para tener tiempo para pensar como debía retomar la ceremonia y dándole a mi reciente esposo tiempo para esposar su sexualidad.

Volví a sentarme sobre “salido”, esperando que “limpiabotas” encerrara sus genitales, pero con la cabeza agitada, pensando a más de mil por hora, como improvisar la mejor actuación, mientras los testigos permanecían expectantes…

Cuando termino de auto-castrarse mi primera propiedad humana, se arrodillo ante mí y me entrego sumisamente las llaves que controlaban el candado de sus instintos machistas que le hacían tan vulnerable a mí, al tiempo decía “Tome mi sexualidad, se lo suplico, Ama”

Cogí las llaves que abrían el candado, que castraba la sexualidad, de mi sumí-esposo y me las coloque en una cadena de plata que me colgué al cuello…

Me levante para mostrarle la diferente altura que había entre ambos, yo de pie, erguida sobre mis tacones de 12 cm, el arrodillado, su pelo quedaba a la altura de mis pechos. Le dije “Tomo tu sexualidad, la utilizare a capricho y solo podrás usarla cuando me apetezca”.

Cogí del altar el collar, que llevaba la inscripción “limpiabotas propiedad de Diosa-Diabla”, volví a sentarme sobre “salido” y se lo puse en el cuello al humillado macho que tenía delante.

Ama:     Con este aro, te adquiero como persona y te exijo amor, fidelidad, obediencia y entrega sin límites.

lim:        Que me imponga su collar, es un honor… y un privilegio tener Dueña. La juro amor y pasión sin límites, respeto y fidelidad siempre, obediencia y entrega en cualquier espacio-tiempo y disposición y esfuerzo total para lograr su bienestar y satisfacción.

M.Feet:               Si no cumples tu Diosa-Diabla te lo demandara y si cumples te lo premiara.

La intervención espontanea de Madame Feet, como sacerdotisa-oficiante, me pareció tan oportuna que me levante para darla 2 besos. Ella sin adivinar mi intención, se dirigió a mí subyugado marido y encadeno su collar, entregándome el extremo de la cadena, al tiempo que nos dábamos los 2 besos pendientes.

Di un tirón de la cadena, poniendo a limpiabotas a 4 patas y comencé a caminar imperial, me sentía una Diosa, una Mujer superior,  de mi devoto-esposo inferior, arrastrándolo de la cadena detrás de mí, como si fuera mi perro-mascota, entre los asistentes…  Los dominantes nos daban la enhorabuena, besándome a mí y acariciando al humillado macho que me seguía a 4 patas, desnudo y castrado… algunos firmaron como testigos.

Al mezclarnos entre los invitados, los sumisos sin Ama, se me ofrecían como candidatos para ingresar en mi Harem y se agachaban para preguntarle al único miembro de mi Cuadra admitido, en qué consistían las Pruebas de Selección que tendrían que superar.

Santí se mostraba reacio a contestar, pero como había quedado tantas veces con ellos, le costaba mostrarse esquivo y unas veces salió del atolladero, bien alabando mi estilo de femdom, bien valorando mi buen juicio y asegurando a todos que tendrían previa e inexcusablemente que tributar para ser escuchados … De cuando en cuando tiraba de la cadena, liberándole de la presión de sus camaradas sumís y obligándole a seguir a su Dueña.

Deambulábamos por la sala, departíamos con los asistentes (yo de pie, el de rodillas) y de pronto, me percate que la música generaba un ambiente muy adecuado y unas imágenes de FemDom se reflejaban en la pantalla, sustituyendo los artículos del Contrato que Madame Feet había leído durante la ceremonia.

Vi a “salido” con los pantalones puestos y el torso al aire. Estaba sacando las viandas, junto con “guarro” y una sumisa, que llevaba unas zapatillas de deporte, unos pantalones cortos y una camisa que dejaba sus pechos casi al aire, parecía un aprendiz de puta.

Me dirigí a ellos, para agradecerles su disposición, sin soltar a mi encadenado esposo.

La putita me suplico que la aceptara como candidata a mi Harem-Cuadra, ofreciéndome su juventud, su ansiedad por encontrar Dom y su deseo por aprender de una Dama como yo. La rechace sin contemplaciones, ni me gustaba, ni me daba buen olor y todavía no había pensado tener una mujer a mi servicio.

Se acerco “salido” con 2 copasde cava…”¿Brindamos?”, el muy capullo estaba intentado seducirme. Cogí una copa, la choque con la suya…”Por Ud.” dijo.

Solté la cadena, le sonreí cínicamente y le cruce la cara… sorprendido por mi reacción su copa cayó al suelo, desparramando el cava… “Sera por los dos… ¿no? … estúpido”.

Cogió otras 2 copas, una se la ofreció a limpiabotas, brindo con él, seguidamente levanto la copa que se había quedado y mirando a la concurrencia, rectifico “Por los novios”

Bebí saboreando aquel líquido dorado que tanto me gustaba y encantada por enseñar a mi antiguo jefe, a comportarse, si quería ser mi lacayo. Mire a Santí que satisfecho, me sonrió agradeciendo mi reacción, alzo su copa desde su posición, dijo “Por Ud., mi Diosa” y bebió.

Dejo la copa en la mesa, recogió con los dientes del suelo, la cadena que le mantenía subyugado a su Señora y que yo había soltado, para golpear a “salido”. Cogí la cadena de la boca de mi esposo, satisfecha por su sumisión y termine mi copa.

Me relleno la copa “salido”, al que le advertí “Mucho, tienes que aprender para que te deje estar a mis pies.” Se puso a 4 patas, me sentía tan superior a aquellos 2 machos y reanude mi marcha, ignorándole. Dejo pasar al encadenado esposo-perro que llevaba pegado a mis botas y queriendo ser otro de mis machos-perros, le siguió, adosando su cara al culo de limpiabotas…a continuación se pusieron a 4 patas algunos de los sumisos que carecían de Ama y que me habían pedido ser incluidos en mi próximo proceso de selección de sumisos.

Salí al jardín y me senté al lado de una mesa y pedí a los chuchos que me seguían que me sirvieran algo…

Después de picar de las viandas que me acercaron, “salido” trajo una tarta que Madame Feet comenzó a partir y distribuir entre los asistentes. Me rellenaron la copa y todos comimos y bebimos, brindamos y charlamos, reímos y la alegría invadió aquella quedada…

Le ordene a “salido” que pusiera música para bailar… Tire de la cadena con la que tenia amarrado a mi esposo desnudo, le hice caminar detrás de mi hacia un espacio libre de muebles, solté la cadena, que quedo suspendida a lo largo de su cuerpo y alcanzaba sus tobillos, le agarre por sus huevos y poya castrada para arrimarle a mi, tome sus manos entre las mías e inauguramos el baile.

Su mirada amorosa y sumisa, me excito…  Le pregunte  “si estaba contento” y me respondió que estaba en el paraíso, que le había hecho vivir un sueño, que le hubiera adquirido, era un privilegio, que le mantuviera desnudo públicamente, era humillante y excitante al mismo tiempo, que esperaba no haberme defraudado con su comportamiento, etc.

Cuando llevamos varias piezas danzando, “salido” se dirigió a mi “limpiabotas” y le pidió permiso para bailar conmigo. Tan excitada estaba con todo lo que me estaba diciendo mi esposo, que aquella interrupción me pareció inaceptable y le abofetee otra vez a aquel insolente… “Yo soy la que da los permisos… la que premia o castiga, machista de mierda”.

El gilipoyas se dirigió entonces a mí, “¿Me concedería este baile?”... le mire de arriba-abajo, sopesando si pegarle otra vez o ignorarle, en ese momento cambio la música para que bailáramos suelto. Volví a coger la cadena de mi sumiso esposo que estaba esperando que le hiciera caso, moví la cadena y le hice balancearse… puse mi ritmo y limpiabotas se adapto a mi compas, “salido” comenzó a bailar a nuestro lado.

Seguía pasando de él, pero la erótica del poder me estaba calentando… enrolle entre mis manos la cadena, obligando a mi devoto esposo a acercarse a mí, hasta que su boca estuvo a mí alcance, le mordí los labios… de soslayo vi a “salido” con la boca abierta.

Me voltee y tire de mi esposo, que pego su castrada verga a mis firmes glúteos, su cuerpo desnudo a mi ajustado corsé y su boca besando con pasión mis hombros desnudos.

Comencé a andar con mi esposo acompasando su paso al mío, nuestros cuerpos adosados y con “salido” empalmado, bailando a nuestro lado, totalmente seducido.

Cuando llegamos a la escalera, le susurre a “limpiabotas” que subiera la escalera conmigo entre sus brazos…  me arrebuje entre su pecho desnudo y sus acogedores brazos, volví a comerle la boca mientras me colgaba de su cuello…, habíamos captado la atención de los presentes, que desde abajo nos habían seguido y nos alentaban a seguir ascendiendo y entonces le susurre “Estoy muy caliente… ¡Voy a devorarte!”

Al llegar al final de la escalera le note cansado, le mordí y le ordene que me dejara en el suelo.  Con sumo cuidado me facilito que pudiera salir de sus brazos dignamente, poniendo las suelas y el tacón de mis botas en el piso superior.

Exhausto mi sometido esposo se quedo tumbado en el suelo a mis pies y repto como un gusano, hasta besar mis imponentes botas. Note a través del tafilete como sus labios besaban con pasión mis pies y esta intensa devoción calentó mi libido…

Mientras me besaba el pie izquierdo, aplaste con mi bota derecha el cuerpo derrotado de mi esposo. Me deje envolver por la erótica del poder y eleve los brazos para que los concurrentes desde el piso inferior pudieran visualizar mi victoria, sobre mi antiguo jefe y mi satisfacción por tener a un macho subyugado a mis pies… “salido” subió corriendo  la escalera y me hizo  una reverencia para seguidamente entregarme la fusta.

Ama:     Gracias, pero creo que no la necesito para doblegar a mi macho (eleve la voz) Como todos podéis ver…. La conducta de hoy, de mi adquirido marido, merece un premio… Nos vamos a disfrutar de nuestra noche de bodas…

Levante mi pie del cuerpo y mi esposo se puso a 4 patas. Me monte sobre él como si fuera un pony-boy y yo una Amazona…  Le azote con la fusta en el culo, para que comenzara a caminar y me despedí  de todos.

Al llegar a la habitación, le dirigí hasta el aseo, descabalgue y le ordene que me quitara las bragas con sus dientes. Estaban húmedas, sabía que no quería  que se ayudara con las manos, así que solo podía utilizar su boca. Succiono con toda su energía, sus labios las despegaron de mis labios vaginales y sus dientes las desplazaron con sumo cuidado hacia abajo. Mis manos le ayudaron a desprenderlas de mis firmes glúteos y su boca las arrastro hasta quitármelas.

Le ordene que me quitara las botas y mientras orinaba en el servicio me las quito con enorme placer, por su parte al poder servirme y por la mía al notar la devoción que me profesaba.

Ama:     ¡Límpiame!

Paso su lengua por la raja de mi culo, tragándose todo cuanto allí había: gotas de orín y sudor acumulado de unas cuantas horas de celebración. Beso con devoción mi culo y abundantes besos negros secaron mi trasero

Luego me di la vuelta y lamio mis genitales. Beso con pasión mis labios vaginales y mi clítoris. Aquella oportunidad que le ofrecía, la aprovecho para adorarme con un magnifico cunnilungis.

Ahh, Que bien… ¡Sigue, esclavo!...sigue, sigue, cielo…

Me corrí de pie, apoyándome sobre su cabeza que estaba sumergida entre mis piernas y comiéndome los genitales.,

Cuando termine, me cogió entre sus brazos y me llevo a la cama. Le deje que me desnudara y entonces comenzó a darme un masaje reparador por todo mi cuerpo… Aquello era el paraíso.

Mientras sus manos recorrían mis piernas aceitadas, pensaba en lo rápido que habían evolucionado los acontecimientos y en lo bien que le había venido a mi autoestima, adaptarme a un estilo de vida del que no sospechaba nada de su existencia. Mis esplendidos muslos se relajaban y notaba como recuperaban su tono. Ningún macho hasta que conocí a mi reciente esposado sumiso se había preocupado porque gozara antes que él hubiera eyaculado.

Nuevamente me embadurno con aceite mi espalda y sus manos la esparcieron con especial mimo por todos los poros de mi piel, era tan delicado como nunca espere que un hombre pudiera llegar a ser…, se sentó sobre mis glúteos para masajearme con la máxima dedicación mi torso y al apartar mi pelo para recorrer mi nuca note su cinturón de castidad ajustarse sobre mi piel desnuda.

Le deje hacer, estaba tan bien. Me hizo darme la vuelta y comenzó a masajear mis pies, como solo él sabía que me gustaba… Habíamos llegado a un grado de compenetración tal, que no tenía que decirle como debía ejecutar sus labores, para que los 2 gozáramos: él sirviendo a su Dueña, yo disfrutando de su entrega.

Después de casi media hora relajando mis maltrechos pies, Volvió sobre mis piernas, esta vez las flexiono, primero una, luego sería la otra, acogiendo mi talón sobre el hombro correspondiente y recorriéndolas con sus fuertes y devotas manos. Cuando sus dedos recorrían mi entrepierna, mi libido se encendió otra vez…  También con esta nueva vida, había descubierto que disfrutaba con el sexo y que era multiorgasmica.

Al dejar reposar mis piernas sobre la cama, me incorpore, le mire excitada por su forma de tratarme y no pudiendo resistir mi mirada perversa, bajo la suya y se apretó contra mí, sometido, a mi merced, para que hiciera lo que quisiera con él.

Mis poderosos pezones tocaron su piel y emitió un quejido… el cinturón de castidad castraba el crecimiento de su poya. Le di la llave para que se lo quitara y me miro agradecido.

Cuando termino de quitarse el aparato, le agarre por la nuca y le comí la boca. Le mordí los labios, le penetre con la lengua hasta la campanilla, ocupe su interior, impidiéndole respirar…

Su poya se expandió exponencialmente en pocos segundos. Me encarame sobre mi esposo y me comí su verga con pasión, premiándole por su actitud devota y prolongada durante el día.

Cabalgue sobre mi esposo, desbordándole rápidamente.

Eyaculo entre gritos que estaba segura se oirían fuera de aquel cuarto… Aahh, Gracias, mi Dueña, Ayyy,de miiii, Que bien sentirlaaaa tan dentro de míiiiiiii, la Aaaamoooo, Aaaamaaaa. Uuuuhhh miiiii Diiiiioosaaaa.