De criada a Diosa 1
De como Amalia, divorciada y en paro, cuenta que encontró trabajo de criada y descubrió el FemDom
Con la crisis me quede sin trabajo, había estado durante mas de 11 años trabajando de secretaria de un constructor salido, al estallar la burbuja inmobiliaria, mi jefe (al que había tenido que parar los pies varias veces) me echo, justo cuando me estaba separando de mi holgazán marido… me quede con el apartamento (el no podía mantenerlo) y con el finiquito generoso que me dio el avergonzado constructor por su acoso sexual de años, cancele la hipoteca que restaba…
Intente volver a trabajar, pero mi escasa titulación no me permitió encontrar nada, aguante sin curro mientras cobraba el paro y cuando más desesperada estaba un encuentro fortuito con una amiga del barrio, me ofreció un empleo que dejaba ella de asistenta domestica.
Tuve suerte en la entrevista, la casa tenía 3 habitaciones, me pagarían 4 horas/día lunes, miércoles y viernes, por la mañana, acepte a pesar de que el marido estaba en casa, parece ser que se acaba de prejubilarse en un banco a la edad de 50 años… se daba un aire a mi antiguo jefe, me miraba con deseo, parecía amable, pero no tuve más remedio que aceptar el trabajo de criada por horas.
Iba a trabajar con mi antigua ropa, era consciente que el vestuario de una secretaria no encajaba con el de criada, pero no estaba dispuesta a realizar un desembolso adicional por un trabajo provisional que esperaba durara poco…
Llevaba 2 horas planchando, el primer día cuando el señor se levanto y me ofreció desayunar con él, me pregunto si prefería tostadas o galletas, se negó a que yo le sirviera y mientras yo seguía planchando el me hizo una tostada, preparo el café y puso la mesa…
Cuando todo estuvo dispuesto, me llamo, permaneció de pie hasta que aparecí y me ofreció la silla para sentarme, ¡que educado!, pensé, dándole las gracias con mi sonrisa más sincera, mientras él se sentaba a mi lado en una banqueta de cocina.
Hablamos de mi pasado y del suyo, había sido un alto ejecutivo y cuando perdió el favor de la dirección decidió marcharse… le había quedado una buena paga por no hacer nada, que le permitía vivir, disponer del tiempo a su antojo y no agobiarse con el futuro.
Habíamos congeniado sin duda y cuando quise levantarme para seguir con mis tareas había pasado más de una hora… no me iba a dar tiempo para planchar el montón de ropa que me quedaba, el fantasma del despido me invadió, pero aquel hombre, mi nuevo jefe supo tranquilizarme…”no te preocupes, era más importante conocernos, crear un buen ambiente de trabajo a que termines tus tareas el primer día, tendrás tiempo para demostrar tu destreza en el futuro… vete ya… te doy permiso”.
Salió a despedirme a la puerta y según caminaba por la calle le vi en la ventana observando cómo me alejaba, le salude agradecida. Me encantaba volver a sentirme seductora, pero ese hombre no sabía a quién se enfrentaba…
El segundo día, me estaba esperando, con la mesa dispuesta y unos churros recién comprados. Me sentía alagada, me senté con su ayuda en la silla, me alargo un papel en el que su mujer me daba las gracias por el trabajo del primer día y me ponía las nuevas tareas.
- Pero… no entiendo,… si lo deje a medias.
- ¡Ya!... yo lo termine… y si se lo hubiera dicho podría haberse mosqueado…
- …y eso?
- Mi mujer y yo tenemos diferentes puntos de vista sobre muchas cosas pero coincidimos en que eres una dama espectacular…
- … y
- Si le cuento que estuvimos hablando y que yo hice tus tareas, me acusaría de estar coqueteando contigo.
- ¿tendría razón?
- … posiblemente… por eso se lo oculte.
- y hoy?, ¿que pretende?... hablar conmigo y después limpiara Ud. el polvo y fregara los suelos?.
- No me llames de Ud. por favor… me haces mu mayor.
- Que te crees que no he notado como me miras… pero no estoy dispuesta a perder este trabajo por el calentón de un “viejo verde”
- Tal y como vienes vestida parecería que eres tu la que pretende seducirme… o ¿vas a limpiar el polvo con esa minifalda de locura o fregar con esos tacones de aguja?
- Esperaba que me facilitaríais una bata para trabajar…
- ¡Anda!, desayuna… que se enfrían los churros que te he traído.
- ¿Solo para mi?
- He traído 5, ¿son suficientes?... si te sobra alguno…
- Seguro
- Perdona lo que te he dicho… me encanta como vistes… eres una mujer tan atractiva que no te imagino limpiando…
- y ¿cómo me imaginas?
- pues… pues… nose…
Mientras mojaba el churro lo miraba a los ojos, cuando lo masticaba miraba sin pestañear mi boca, cuando volví a sumergir el churro en el café pensé en si podría ser tan egoísta como me había propuesto ser…, sentía que podía manipularlo, sin apenas proponérmelo, me daba una auto-confianza que creía perdida.
- ¿No sabes?... o no te atreves a decirlo
- Es que… si te dijera que te veo como una Diosa… no sé si me entenderías…
- Difícil… en el mundo real no hay Dioses… y no me fio del universo onírico de un macho
- Hay también una realidad virtual en donde se habla de Diosas… ¿lo conoces?
- No… ¿de qué estás hablando?.
Mi jefe se levanto, me tendió la mano para ayudarme a levantarme, me llevo al salón, me sentó delante de un portátil, busco una página de Dominación Femenina (FemDom) y me dijo que allí encontraría mujeres que eran Diosas o que los hombres veían como Diosas… Me sorprendió aquello y me sumergí en aquella web, descubrí un mundo increíble en donde los hombres eran dominados y devotos de las Damas…
- ¡Amalia!... te tienes que ir…
- ¡Queeee!... y ¡no he hecho nada!
- No te preocupes, lo he hecho yo por ti, te espero el viernes… ¡vale!
Me ayudo a levantarme, me acompaño a la puerta y pese a intuir que me observaba desde la ventana mientras me alejaba caminando, solo pensaba en llegar a casa, conocer más del FemDom, descubrir si había hombres que renunciaban al machismo en el que habían sido educados y se sometían realmente a una Mujer o se trataba de pervertidos, como sospechaba.
El tercer día al abrir la puerta me saludo expectante, mantuve su mirada, altiva y el agacho la cabeza, sumisamente se aparto para dejarme pasar y vi la mesa del salón preparada con el desayuno, un zumo de naranja y un croissant tostado, me senté atrevida en el sillón que presidia la mesa del comedor, el me alargo un papel en el que su mujer me pedía que limpiara baños y cocina, mientras leía el mensaje, mi jefe había ido a por el café recién hecho y me lo servía…
- ¿Leche templada?
- Si… ya lo sabes…
- ¿Qué te pareció la web?
- Sorprendente… se me paso el tiempo sin darme ni cuenta…
- Ya lo vi… cuando te marchaste… parecías impactada… la Diosa zombi… jajaja
- Siempre creí que tanto sádicos como masoquistas estaban locos de atar, pero he descubierto que la dominación femenina no es una relación entre desequilibrados, que se puede pegar para corregir, con la intención de educar, no de dañar… siempre he pensado que la mujer sabe gestionar mejor el poder, sin la violencia que usan los machos, sin dejarse llevar por las emociones descontroladas… me seduce conocer un hombre sumiso con el que poner en práctica una relación tan diferente a las que he experimentado hasta ahora…
- Yo soy un “sumí”… pero no soy masoquista… no busco sufrir, sino sentir la felicidad que experimento al satisfacer a una Dama.
- y ¿tu mujer?.
- Seguimos juntos, por inercia… ella es una defensora de los valores tradicionales, nunca ha querido conocer este universo, es una católica practicante y vestir como tú lo haces le parece indecente…, trabaja como técnica informática y nunca se ha preocupado por dar una imagen…, no concibe que un hombre pueda hacer las labores domesticas y por temor a que yo pudiera hacerlas correctamente se apresuro a contratarte, cuando tu amiga se marcho…
Mientras comía aquel apetitoso desayuno, el se esforzaba por justificarse ante su asistenta, ¿que pretendía?…, le escuchaba y mi imaginación volaba interesada, un jefe trabajando para su asistenta, ¿era posible?…, le miraba para valorar la honestidad de sus palabras y le veía desnudándome su alma, ¿era solo, un sumiso? o un hábil macho ¿que buscaba sexo?…
- Entonces, ¿hoy?… ¿que haremos?…
- Lo que Ud. quiera…
- Me encanta…jajaja… que me trates de Ud.
- Si le gusta… para mi será un placer darle gusto.
- …¿y a ti? que te gusta
- Saa…tisfaa…ceerlaa
Su tartamudez me sedujo, su mirada suplicante encendió mi atrevimiento, mi pie alcanzo su poya (como había visto en las webs), su rostro se sorprendió al notar la suela de mi calzado sobre sus genitales, no se atrevía a respirar... note como su miembro crecía y se endurecía casi de forma instantánea.
- Gracias…
- Ja,ja,ja… ¿sabes que vas a ser mío?
Se desabrocho el pantalón, se lo bajo y entonces le clave el tacón en los huevos, sus manos sostuvieron mi pierna dándome mayor comodidad, se notaba que el placer sumergía su atención.
- Desde que la conocí, aspiro a ser suyo.
Se arrimo más, apoyando su culo en el borde de la silla, colocando su pene bajo la suela de mi zapato… y entonces se corrió, se derrumbo ansioso, como si hubiera estado esperándolo...
- Vas a despejar la mesa, me vas a traer las cosas sobre FemDom que tengas guardadas y mientras las veo, limpias el suelo de tus fluidos y haces las tareas domesticas que me ha puesto tu mujer.
- Ok... Ama.
- Jajaja… nunca pensé que podría ser tan divertido ser chacha.