De costa a costa: New York

La ciudad de los rascacielos, Brian el bartender, y mi encuentro con ambos.

De costa a costa: New York

Mi Amigo DesConocido:

Miro el reflejo de mi verga en la pantalla de mi laptop, esa computadora tipo notebook que llevo en esta aventura. Me la veo, y realmente me apetece. Si, me apetece mi propia verga porque le apetece a tantos otros, quizas hasta a ti.

Hace dos dias inicie mi viaje. Me he propuesto viajar desde donde vivo, al norte de la ciudad de New York City hasta llegar a San Francisco, al otro lado del continente, donde vivi hace un tiempo. Algunos me dicen que estoy loco, otros que soy un atrevido. Quien sabe porque lo hago, simplemente, como dijo Hillary, al preguntarsele porque escalaba el Everest, "porque esta alli". No es esa una razon suficiente?

Ayer tuve mi primera aventura. Los rascacielos de la gran manzana son como un iman para gente de todas las nacionalidades. Y mi verga, esa que apetezco como pocas cosas en esta vida, disfruto de un breve contacto internacional.

Despues de caminar por algunas cuadras llegue hasta un bar, era gay, y yo lo habia buscado con ansias, pues alguien me habia dicho que alli se ligaba rapidamente. Sabes? Tengo dinero suficiente para darme algunos lujos, y siendo que dispongo de todo el verano para hacer este viaje, he dicho que me voy a detener en los lugares que yo quiera, por el tiempo que sea necesario.

El rotulo de "Blue Frog" incandescente y llamativo me dio la bienvenida. Al entrar una musica de Fleetwood Mac sonaba en los altoparlantes. Siendo que aun era temprano, no mas de las 9pm, el lugar estaba medio vacio. Habia un par de hombres que platicaban animadamente en la barra, y otros estaban esparcidos en las mesas del frente.

El bartender estaba de espaldas. Vestia una de esas camisas de licra, blanca y pulcra, dejando ver una espalda ancha que terminaba en un cuello delicado y en un cabello rubio ondulado. Cuando se dio cuenta que yo me acerque a la barra a sentarme, se dio media vuelta. Su rostro era la de un joven recien salido de la high school, limpio, nariz punteaguda, ojos azules, cejas delgadas. Su pecho estaba delineado perfectamente por la camisa. No era un pecho musculoso, pero si bien definido.

"Que te sirvo?"- me pregunto mientras se acercaba a mi.

"Una crema soda"- le conteste y viendo que sus ojos azules me miraban con algo de escepticismo, agregue -"esta muy temprano aun".

Se dio media vuelta nuevamente y entonces note que el pantalon negro que llevaba puesto tambien le marcaba un par de nalgas bien paradas. Comenzo a interesarme.

"No te habia visto antes por aqui"- me dijo sin darse vuelta mientras tomaba una botella del refrigerador.

"No, no soy de aqui"- le conteste.

"De vacaciones o en negocios?"

"De vacaciones"- le conteste mientras el se daba la vuelta y ponia la botella de vidrio y un vaso frente a mi.

"Ya conociste algo de New York?"

"Si, la verdad es que vivo cerca de aqui, pero voy en un viaje de costa a costa"- le explique mientras tomaba la fria botella.

"Un viaje de costa a costa? Suena interesante"- me dijo mientras volvia a ver de reojo a los otros dos que estaban mas alla de la barra y se acercaba mas a mi.

"Si, decidi que este verano lo pasaria viajando, y hoy es el primer dia de ese viaje"- le conteste mientras le miraba a esos ojos extremadamente verdes que tenia.

"Interesante. Como te llamas?" -me pregunto con una leve sonrisa.

"Soy Diego"- le dije.

"Yo me llamo Brian"- me contesto extendiendo su mano suave. La detuvo lo suficiente como para sentir su palma y luego al retirarla su dedo indice rozo suavemente mi mano. La indicacion era obvia, pero sus palabras lo fueron aun mas. "Vas a pasar aqui la noche? Yo salgo temprano hoy, dentro de una hora".

"No tengo ningun otro plan..."- le conteste pensando en mi buena fortuna. "Quieres ir al hotel donde estoy hospedado?"

"No, no... vamos a mi apartamento...estaremos mas comodos..."- los ojos de Brian brillaban en la semioscuridad del lugar.

Los siguientes 60 minutos volaron enmedio de platicas entrecortadas por los clientes que pedian algo de tomar. Brian es un muchacho de solo 20, de origen irlandes, y con fantasias de como conquistar el mundo, desde su capital, New York. Su trabajo de bartender le ayuda a costearse el apartamento que alquila en Queens mientras sus padres, en Boston, le pagan la universidad.

Al terminar su turno, nos dirigimos al metro de la ciudad y en menos de media hora estabamos en el octavo piso de un edificio de apartamentos en una calle tranquila de Queens.

"Disculpa el desorden, pero manana es mi dia libre...y pienso ordenar un poco..."

La voz suave de Brian me parecio hasta melodiosa y no me importo algunos zapatos y calcetines que el se esmeraba en recoger del piso de madera de la antesala que daba al dormitorio.

Al agacharse para recoger un zapato vi dibujadas sus nalgas y no pude contenerme, me tope a el y le cogi la cintura.

"Ven...olvidate de eso..."- le dije mientras lo incorporaba y ponia mis brazos alrededor de su cintura delgada.

El se dio media vuelta y me vio a los ojos.

"Me gustaste desde que te vi entrar en el bar...me vuelven locos los latinos"- esa ultima frase, sin duda alguna, siempre volvia en mis encuentros con hombres de otras razas. Siempre creen que los latinos somos mas ardientes, mas calientes, mas aguantadores, y quiza si lo somos.

Nuestros ojos se cerraron y nuestros labios se acercaron. Nos dimos un largo beso mientras Brian soltaba los zapatos que tenia en su mano y me abrazaba tocando mi espalda. Nuestros cuerpos se toparon y yo podia sentir su verga creciendo frente a la mia, mis manos se posaron en sus nalgas paraditas mientras el comenzaba a desabotonarme la camisa. Mientras tanto yo habia desatado ya su correa y estaba abriendole el pantalon negro que cayo pesadamente al suelo. Sus piernas blancas y con algunos vellos rubios aparecieron delante de mi asi como un bulto que se escondia detras de una tanga blanca Calvin Klein. Preferi dejarle la camisa que le apretaba su pecho mientras el me quitaba mi camisa, dejando ver mi pecho velludo.

"Que macho te ves"- me dijo en susurro.

"Tu estas lindo"- le conteste mientras caminabamos hacia la amplia cama a un par de metros de donde estabamos parados.

"Quieres que te desnude?"

"Haz lo que quieras..."- le conteste mientras me detenia al borde de la cama.

Me abrio el pantalon y me lo quito, me dio un par de besos en el pecho y luego puso su lengua en mi ombligo de donde comenzo a lamer hasta llegar a mi pelvis. Sus dientes agarraron mi calzoncillo y lo comenzaron a bajar en una lucha por dejar salir los 16 cms de carne que ya estaban anchos e inmensos por la excitacion. Mi verga salto al momento que el calzoncillo fue bajando por mis muslos. Brian no le hizo caso alguno y siguio bajandolos hasta levantar mis pies y quitarmelos, luego hizo lo mismo con mis zapatos y calcetas dejandome completamente desnudo.

"Tienes un buen cuerpo"- me dijo mientras me miraba de pies a cabeza.

"Trato de no comer mucho chocolate"- le conteste.

"Te gusta el chocolate?"

"Muchisimo"- le conteste.

"Entonces, esperame aqui..."- se dio media vuelta y se dirigio a la cocina. Lo segui con la vista. Era un muchacho lindo, de una estatura de no mas de 1.75 mts, rubio, y encantadoramente sexy mostrando sus pies y piernas en aquella diminuta prenda interior y con su camisa blanca que le cubria el pecho. Regreso en menos de un minuto y me mostro un bote en forma de pera.

"Y esto?"- le pregunte mientras sentia como mi verga palpitaba de placer.

"Te gusta el chocolate, verdad? Pues haz de caso que soy tu chocolate"- me dijo mientras abria el bote dejando escapar un olor a chocolate que inundo toda la habitacion. Lo tome mientras el se acostaba en la cama. "Ponmelo encima...y disfrutalo".

Unte mi mano con aquella crema espesa y la puse en los pies blancos de Brian. Me puse de rodillas frente a la cama y acerque mi boca a sus pies, el solo olor del chocolate me provocaba, ya no se diga la piel suave de aquel irlandes frente a mi. Mi lengua comenzo a lamer el pie y luego cada uno de los dedos mientras de vez en cuando levantaba mi vista y notaba como el muchacho cerraba sus ojos y se mordia nerviosamente sus labios. Su bulto ahora habia crecido y parecia que se saldria de aquella diminuta tanga. Pase mi lengua por la pierna derecha mientras dejaba caer algunas gotitas del chocolate. Llegue hasta su muslo donde me detuve. Vi algunos vellos que se topaban entre si, entre los dos muslos y se perdian por debajo de la tanga. Mi verga, a estas alturas, rozaba uno de los pies del muchacho provocandolo aun mas. Tome con ambas manos la tanga y mientras el levantaba su pelvis, la baje lentamente hasta ver aquella verga rosada, blanca y dura como una roca que saltaba finalmente de su encierro. Estaba humeda, era de unos 17cms, redonda, gruesa y apetitosa.

"No necesito chocolate para esto"- le dije mientras el abria brevemente los ojos y me sonreia.

Puse la crema a un lado y bese el glande ancho de aquella verga preciosa. Luego me lo comence a tragar mientras metia mi mano por debajo de la camisa y le sobaba su pecho sin vellos. Senti aquel sabor agrio del semen y me estremeci de placer, baje y subi varias veces en una mamada casi desesperada, tratando de degustar cada milimetro de aquella carne apetitosa. Sus huevos se habian contraido con la excitacion mientras la verga permanecia parada y dura brotando con liquido preseminal.

"Ven aqui Diego...ven...ponte encima..."- me dijo casi en tono suplicante.

Di un giro y abri mis piernas para que mi verga quedara encima de su boca, haciendo un 69 que duro varios minutos. Brian sabia como mamar, y me llevo al extasis enmedio de su propio climax, nos vinimos en nuestras bocas con chorros espesos de semen que brotaban de nuestras vergas calientes.

Me recoste a su lado mientras le besaba los pies, el quiza por cortesia hizo lo mismo con los mios. Ambos habiamos sudado con la excitacion del momento.

"No te apetece una ducha?"- me pregunto.

"Juntos?"- le pregunte con una sonrisa que hizo resaltar el diminuto lunar que tengo debajo de mi labio.

Nos levantamos y nos dirigimos a la ducha, la abrio y puso el agua tibia. Yo me sentia en la gloria al ver a aquel muchacho desnudo tan cerca de mi, y solo para mi. Senti como mi verga salia de su letargo momentaneo y comenzaba a ensancharse nuevamente ante aquella vista. Me acerque a Brian que me invitaba a entrar al agua y lo primero que hice fue besarlo apasionadamente.

"Me gustas..."- me dijo al oido mientras el agua caia sobre nuestros cuerpos desnudos.

"Tu me has encendido"- le dije yo mientras el agua se entremezclaba en mis palabras.

"Te quedaras conmigo esta noche...y tengo el dia libre"- me dijo separandose un poco mientras tomaba mi menton partido con su mano.

Le sonrei y acenti con mi cabeza.

No me volvio a ver, sino que se puso de espaldas, topando sus nalgas a mi verga.

"Cogeme"- una vez mas su tono era de suplica, de necesidad.

Me agache un poco mientras el abria sus piernas para que mi lengua pudiera pasarse por su esfinter. Sus nalgas estaban duras, apetitosas y el agua que caia libremente las habia puesto lubricadas y radiantes. Las mordisquee un poco antes de meter mi nariz y mi boca en el culo de Brian.

"Ahh...ohh..."- exclamo al sentir mi lengua que lo cogia por detras.

Senti que mi cuerpo mismo se estremecia al verlo gozar tanto. Siempre me habia gustado el dar besos negros, y sabia que no habia una forma mejor para calentar a alguien que poner mi lengua y entrarla lo mas posible en su culo. Aquel orificio sensual estaba siendo preparado para mi penetracion. El se puso de puntillas mientras yo me levantaba y ponia mi verga en su esfinter, moviendola ritmicamente en forma circular.

Con la otra mano le tome su verga que habia vuelto a pararse con la mamada del trasero que la habia propinado.

"Hazme tuyo...ahh Diego...ohh..."

Su voz ahora me rogaba que lo cogiera. Entre poco a poco a ese orificio apretado mientras no soltaba su verga parada.

"Ohh...ay...que rico...ohh...asi...dale...ohh..."- Brian abria mas y mas sus nalgas al sentir el contacto con mi mastil que entraba en su intestino. "Cogeme mi amor...cogeme...soy tuyo... ahh.... ohhh...."

Mi verga habia penetrado aquel culito blanco y ahora lo cogia a un paso mas acelerado. Podia sentir mis propios huevos peludos que pegaban contra aquellas nalgas sabrosas mientras mi mano masturbaba la verga blanca y ancha de Brian. Hay acaso algo mas sabroso que esto?

Mi cogida se habia vuelto bestial, entraba y salia expandiendo el orto de Brian a su maxima expresion.

"Asi...dale...mi macho...dale mi amor...dale...ohh!"- Brian se arqueaba hacia atras y adelante mientras sentia como todo mi pene estaba dentro de el.

"Ahh...estas rico...ahhh...que rico..."- mis palabras rebotaban en las paredes del estrecho lugar mientras el agua caia sobre mi espalda.

"Dale Diego...ahh... dale...ahhh!"- en mi mano podia sentir como su verga se ensanchaba y comenzaba a llenar de semen los azulejos de la pared. "Ahh...asi...ahhh!"

"Alli voy Brian...ahh...voy con todo!"- mi verga ahora estaba drogada por aquel culo sabroso, no podia despegarse y su ritmo se habia vuelto mas y mas rapido. Brian se habia quedado callado, disfrutando de su propia eyaculacion, mientras la mia llegaba y mi verga explotaba en sus nalgas y su espalda.

El agua borro rapidamente mi semen mientras el se daba vuelta y nos fundiamos en un desenfrenado beso sensual.

Cogimos dos veces mas aquella noche, dormimos quiza unas 5 horas, y volvimos a coger antes de salir a comer algo frente a la bahia Hudson con la estatua de la libertad en el horizonte.

Esta noche mientras escribo estas lineas, he tomado mi verga y me masturbo con el recuerdo fresco de hace solo unas horas. He ingresado el numero de Brian en mi agenda y le he prometido que le llamare durante mi viaje. El sabe que con seguridad encontrare otras aventuras en todas las millas que aun tengo que recorrer. Ahora me voy a dormir. Tengo planificado levantarme temprano y tomar el camino al oeste...y al placer...tan pronto como me sea posible.

Te dejo...dejame disfrutar de mi verga.

Mi correo es diegomorbus@yahoo.com