De corneador a cornudo 6

Un par de dias en Sevilla antes de irnos de vacaciones los dos solos

Pido disculpas por el error, mande de nuevo el anterior capitulo, es lo que tiene el regreso de  las vacaciones, te dejan un poco despistado.

Ahora si continuo con nuestras aventuras.

El día siguiente, ya era día uno de agosto, y comenzábamos los dos las vacaciones, pero habíamos decidido no iniciar el viaje ese día para evitar la aglomeración de trafico de la operación salida, y hacerlo el martes  , de manera que habíamos quedado en que yo me iría a su casa a media mañana ya con todo el equipaje, y pasaríamos el día y la noche juntos.

Cuando llegue, a eso de las doce, me lleve la primera sorpresa de las vacaciones, ya que Rosario me abrió la puerta vestida solo con unas braguitas. Cuando le pregunte si me estaba esperando ya preparada, me dijo que no, que se acababa de levantar, ya que estaba cansadísima del fin de semana.

Yo me puse cómodo con una pantalón corto y una camiseta mientras ella iba a preparaba un par de cafés, y al volver, la encontré en la cocina tal y como me había abierto la puerta, solo con las bragas puestas. He de aclarar que la cocina tiene una ventana bastante grande que da a un patio interior, de manera que cualquier vecino que se asomara por las ventanas, podría verla en tétas.

Cuando se lo dije, me dijo que le daba igual, y casi a continuación nos fuimos con los cafés al sofá del salón, donde me di cuenta de que tenia las cortinas del balcón abiertas, de manera que desde el edificio de enfrente la podían ver.

Me quede muy sorprendido de su manera de actuar, ya que una cosa había sido lo que hizo en  la playa y otra muy distinta exhibirse de una manera tan despreocupada en su propia casa, y cuando se lo comente. Me respondió: Pues vete acostumbrando, desde el día que compramos la ropa y tome la determinación de exhibirme estas vacaciones, hice una cosa, la verdad es que cuando estaba en casa me dio un poco de apuro al pensar en que me pondría esa ropita delante de la gente, así que para acostumbrarme, decidí usarla en casa, el primer día estuve todo el tiempo con una faldita y la parte de arriba de uno de los bikinis dejando todas las cortinas abiertas.

Esa noche tuve que masturbarme como una loca, estuve todo el día cachonda, cada vez que pasaba delante de las ventanas no podía evitar mirar, y pude  ver algunos vecinos mirándome, sobre todo en la cocina. Al día siguiente, al día siguiente, me puse solo el bikini, sin falda, y así estuve todo el día, incluso salí al balcón a tender la ropa tal cual, y vi como desde enfrente me miraban. El tercer día, decidí lanzarme un poco mas, y al volver del trabajo me puse solo una camiseta, sin nada más. Andando dentro de casa no se me podía ver tan bien  como los dos días antes, pero me atreví a salir varias veces al balcón a recoger la ropa, y más tarde a punto estuve de quitarme la camiseta y quedarme desnuda, pero no me atreví, así que me cambie de ropa, me quite la camiseta y me puse unas braguitas, y así estuve el resto de la tarde. Mientras me movía por casa, podía ver como desde el edificio de enfrente, varios vecinos no se perdían detalle de mi cuerpo, y lo mejor fue en la cocina, el señor mayor de enfrente, estuvo  casi todo el tiempo asomado para verme las tétas, y los estudiantes del otro piso, igual, con estos incluso estuve charlando un rato enseñándole las tétas.

Así que al día siguiente, ya me atreví a desnudarme por completo, desde ese día, todo el tiempo que he estado en casa he permanecido totalmente desnuda, incluso para salir al balcón lo he hecho así, dejando que desde las ventanas me viera todo el que tenia la suerte  de asomarse, y sabes una cosa, me gusta, desde ahora mientras el tiempo acompañe no pienso vestirme para estar en casa.

Cuando yo le dije que cuando llegue estaba con las bragas puestas, me dijo, con el mayor de los desparpajos que no sabia quien llamaba, y que para abrir la puerta se vestía un poco. Cuando yo le dije que  hubiera pasado si no hubiera sido yo, me respondió con total desvergüenza que nada, que quien hubiera sido le hubiera visto las tétas. Yo me quede pasmado, y me empecé a calentar, y le pregunte si ya le había abierto a alguien así, y me respondió que en bragas no, que las veces que había tenido que hacerlo, se había puesto una camiseta.

Pero no te vayas a creer, que tampoco es que me cubriese mucho. Espérate, me la pongo y así lo compruebas. Cuando volvió, pude ver la camiseta, era de tipo basquet, muy escotada por los laterales, con el movimiento se le veía parte del pecho, y de larga, bueno, de pie quedaba en el limite de no enseñar nada, perfectamente podía haber llevado debajo unas bragas sin que se le vieran, pero con solo andar, dejaba las cachas del culo al aire. Yo le pregunte que a quien le había abierto la puerta así, y me respondió que no me lo iba a decir, pero que a varias personas, todas ellas vecinas del bloque, y que estaba segura que habían podido ver bien que la única prenda que llevaba era la camiseta.

Cuando me dijo esto, se la quito, y se quedo desnuda, y me dijo que si me apetecía verla exhibiéndose, podíamos llamar a una pizzeria a domicilio para comer y recogería la pizza con la camiseta mientras yo lo veía escondido. A mi se me ilumino la cara, y ella al verlo, añadió, Veo que te gusta la idea, quizás mejor lo atiendo como te abrí a ti la puerta antes, solo con las braguitas, y que así me pueda ver las tétas mientras entrega la pizza.

Y eso fue lo que hicimos, aunque durante el tiempo que tardamos en llamar a la pizzeria, ella hizo lo que me había dicho que había estado haciendo esos días, se paseo todo el tiempo totalmente desnuda por la casa, y el hecho de verme a mí con ella no evitó que en los balcones y ventanas del edificio de enfrente, pudiera ver a algunos tíos recreándose con la exhibición de mi novia.

Cuando el chico de la pizza llamó al portero electrónico, respondió ella, mientras yo me apresuraba a esconderme tras la puerta del dormitorio, desde donde podría verlo todo, pero antes, mi novia me pregunto sobre que me gustaría que se pusiese, yo le dije que escogiera ella, y se puso la camiseta, para que viera como había abierto la puerta otras veces, me dijo.

Desde mi escondite, mientras estaba en la puerta, de espaldas a mí, vi como ella se tiraba un poco de la camiseta hacia delante, para que se levantara por detrás, y así enseñarle el culo al chico, y desde luego que se lo vería bien, ya que la camiseta le dejaba el culo totalmente descubierto.

Cuando mi novia abrió, vi como el chico dirigió la mirada al escote de mi novia, pero cuando ella cogió la pizza y se giro, dándole la espalda para acercarse a la mesa, vi como abrió los ojos como platos. Ella se entretuvo a propósito al colocar la caja sobre la mesa, y se dirigió al mueblecito de la entrada, donde había guardado la cartera en un cajón poniéndose ahora de lado, para que pudiera verle bien la tétas por el lateral de la camiseta. El chico estaba como tonto, con la boca abierta mirando a mi novia, incluso se le cayo el billete al suelo cuando se lo dio, lo que hizo que al agacharse, pudiera verle bien el coño desde abajo.

Cuando el chico se levanto fue a decir algo, pero mi novia no lo dejo y se despidió cerrando la puerta. Ni que decir tiene que cuando salí de mi escondite, no abrimos la pizza, nos fuimos al dormitorio a follar, ya que a los dos nos había puesto tremendamente cachondos lo que Rosario acababa de hacer.

Cuando ya por fin almorzamos, le pregunte que hacíamos, ya que teníamos todo el equipaje preparado, y ella me dijo que estaba esperando visita, y que me iba a gustar lo que había preparado. De inmediato yo me imagine que le habría dicho a algún tío, posiblemente alguno de mis amigos del fin de semana que viniese a casa a que se la follara delante de mí, y así aumentar mis cuernos, de manera que cuando al rato llamaron a la puerta, yo estaba con una mezcla de excitación y a la vez vergüenza.

Vi como mi novia se dirigía al telefonillo y abría el portal, y se quedaba esperando en la puerta totalmente desnuda. Menuda sorpresa, cuando abrió, vi entrar a Macarena, en parte fue un alivio, a pesar de todo lo que me calentaba ver a mi novia follada, seguía dándome una punzada el estomago, aunque luego al verla metida en faena, podía mas el morbo y la calentura. Pero ver a Macarena suponía que el que iba a follar delante de Rosario era yo, o por lo menos, eso pensé, equivocadamente, como los hechos me demostraron.

Nada mas entrar, Macarena le dio un beso a Rosario, bueno, mas que un beso fue un morreo en toda regla, y luego me dio otro a mí. Antes de que yo pudiera preguntar nada, ni novia le dijo a mi amiga que ya sabia lo que tenia que hacer, y sin responder, se empezó a desnudar, en ese momento me di cuenta de que traía un bolso bastante grande, y que parecía pesado. Macarena se quito toda la ropa, y saco del bolso un neceser, y se dirigió al baño, con nosotros detrás, se sentó en el  bidet, abrió el grifo, y saco del neceser un bote de espuma de afeitar y una cuchilla. Increíble, mi amiga se iba a afeitar el coño delante de nosotros. Venga, putita, el otro día disfrutaste afeitándome el coño, ahora vamos a ser nosotros los que disfrutemos viendo como te lo afeitas tu, quiero que te quede tan pelón como el mío, ¿cómo dijiste el otro día? Ah sí, como una putilla.

Mi novia se iba a aprovechar de la situación de mi amiga, encoñada conmigo para hacer de ella lo que le quisiera, desde luego se estaba vengando bien, Macarena estaba totalmente roja por la vergüenza afeitándose.

Yo sabia que ella nunca había hecho algo así, a lo mas que había llegado era a hacerse las ingles en verano, y de hecho, tenia en el coño una mata de pelo alucinante, y ahora se lo estaba afeitando delante de mí y de mi novia.

Conforme el proceso avanzaba, pude confirmar visualmente lo que ya sabia, tenia un coño tremendamente grande, con los labios muy abultados y salidos, a diferencia de mi novia, que tiene los labios muy pequeñitos, casi como una niña. Era todo un espectáculo ver como poco a poco iba apareciendo aquel pedazo de coño, hasta quedar totalmente desnudo de pelo.

Cuando dio por terminado el afeitado, se enjuago, y se levanto, y se quedo esperando a ver que le decíamos, y lo que le dijo mi novia es que nos preparase unas cervezas y algo para picar y nos sentamos en el sofá a esperar que nos sirviera. Yo estaba con un pantalón corto, y Rosario me dijo que me desnudase, ni que decir tiene que lo hice de inmediato, pensando en que mi novia le ordenaría a Macarena que hiciese algo conmigo, pero me equivoque, cuando nos tomamos la cerveza, Rosario le dijo a mi amiga que ya podía empezar a comerle el coño, y que lo hiciera bien.

Menudo morbo, nosotros dos sentados desnudos en el sofá, y mi amiga agachada delante de mi novia comiéndole el coño, mientras Rosario me acariciaba suavemente la poya. Pero lo mejor de todo, sin duda, es que el balcón estaba abierto, con las cortinas descorridas, de manera que cualquiera desde el edificio de enfrente podía vernos, y aunque intente ver si alguien nos observaba, no pude comprobarlo, pero de cualquier manera, el morbo era tremendo.

Macarena estuvo como una hora trabajándole el coño a mi novia, que no paraba de gozar como una perra con las caricias bucales de mi amiga, corriéndose varias veces.

Cuando por fin se canso, y le dijo que lo dejara, se levanto y le dijo que me chupase un rato para ponérmela a tono, la verdad es que en cuanto se la metió en la boca ya me la puso totalmente dura, y entonces le dijo que se quitara, y se subió a horcajadas encima de mi, ordenándole que me la cogiese y se la metiese en el coño, y que después me comiese los huevos y el ojete del culo, y a mi me dijo que no me corriese dentro, que la sacase y se la metiera en el coño a  Macarena y lo hiciera dentro de ella.

La muy puta de Macarena parecía que había estado toda la vida haciendo aquello, joder, que lengua tenia la muy cabrona, podía sentirla en los huevos y el culo, y en lo que podía lamer de mi poya, incluso le lamió el coño y el ojete a mi novia. Desde luego debía de estar caliente como una perra.

Cuando casi estaba a punto, se lo dije a Rosario, e inmediatamente se levanto, y Macarena se tumbo en el sofá, me tumbe encima de ella, se la metí en el coño de un empujón, comprobando como estaba de cachonda, ya que entro como un cuchillo caliente en mantequilla, y tras unos pocos embites, me corrí dentro de ella.

Era la primera vez que lo hacia, ya que las veces que habíamos follado lo había hecho con preservativo, y cuando me repuse le pregunte si estaba tomando algún anticonceptivo, respondiendo que no, lo que hizo que se me cambiara la cara, ante lo cual, Rosario se empezó a reír y añadió: ¿Te da miedo de que se quede preñada? Pues vete acostumbrando, porque le he informado de que si quiere follarte, será a pelo, así tendremos el morbillo de que pueda quedarse preñada, como la perra que es.

Por cierto, eso me ha dado una idea, voy a dejar de tomar la píldora también, así si me quedo preñada no sabrás si es tuyo o de cualquier otro. Pero espera, mejor aun, durante los días que estemos de vacaciones no te vas a correr dentro de mí, lo harás siempre fuera, a los demás si les dejare que me llenen el coño de leche, así si acabo preñada sabrás que esa barriga no es tuya. Y por cierto, a un buen cabron le tiene que gustar el sabor del semen de los tíos que le ponen los cuernos, así que te dejare que después de que otro me folle, utilices esa lengüita que tienes y me lo dejes bien limpito para el próximo tío. ¿Qué te parece cornudo?

¿Que me iba a parecer? Una putada, pero así estaban las cosas. Y durante esas vacaciones estuve todo el tiempo temiendo que algún tío de los que se follaba, preñase a mi novia, un temor infundado, ya que ella misma me confeso al volver de las vacaciones que no había dejado de tomar los anticonceptivos, y que lo que me dijo fue para putearme. Lo que cumplió fue lo de hacerme limpiarle el coño cuando volvía después de follar con otro, y tengo que reconocer, que a pesar de darme un poco de asco al principio, durante ese mes me acostumbre a hacerlo, y en definitiva, a todos los tíos nos gusta corrernos en la boca de las tías, y si ellas lo aceptan, tampoco es ninguna guarrada que un tío lo haga, y la verdad, también tiene su morbo.

En  cuanto a Macarena, no sé si ella tomaba algo a escondidas, pero por suerte nunca se quedo preñada.

Después de un rato, mi novia dijo de salir a tomar algo, yo me esperaba otra sesión de exhibicionismo por parte de ella, pero volvió a sorprenderme, cuando al rato salió del dormitorio, estaba vestida de lo más normal, como siempre había hecho, aunque sin ropa interior, eso lo comprobé al meterle mano mientras esperábamos a Macarena. Yo le pregunte el porque de vestirse así, y me dijo que esa tarde le apetecía vestirse modosita, y que lo disfrutase, que seria la ultima vez que me vería así en el resto de las vacaciones, y que Macarena estrenaría algo de la ropa que se había comprado para el viaje.

Cuando salió mi amiga, casi me da algo, llevaba puesto la parte de arriba del bikini blanco, el que se transparentaba, y encima una falda vaquera tipo peto, la parte superior dejaba la espalda al descubierto, solo cruzada por  los tirantes, y por delante le mostraba los laterales del pecho, pero si esto ya era provocativo, lo mejor era la parte de la falda, cortisima, casi no le tapaba las cachas del culo, y la cintura, era muy holgada, de manera que cuando me situé al lado de ella de pie, solo tuve que mirar hacia abajo para verle la raja del culo. Mi novia la hizo pasearse delante de nosotros, y yo alucinaba, al moverse, era perfectamente visible que no llevaba ropa interior por lo holgado de la prenda.

Tras disfrutar de la visión un rato, me vestí y salimos. Todavía era temprano y hacia bastante calor, por lo que no había demasiada gente por la calle, lo cual era una suerte para mí, ya que Rosario me hizo vestirme con un pantalón corto finito de color beige claro, sin ropa interior, por lo que al pasear al lado de Macarena con aquella pinta, estaba medio empalmado, de todas maneras, la gente se quedaba mirando a mi amiga, y no a mi.

De esta forma, nos fuimos paseando hacia el centro de Sevilla. Era increíble ver como los tíos se quedaban mirando a Macarena mientras mi novia y yo andábamos detrás de ella como si no fuésemos juntos, sin duda debían pensar que era una turista, y cuando se lo comente a mi novia me dijo que entonces nos iríamos a la zona de la catedral y Plaza de España, y eso hicimos. Fue una verdadera pasada ver a Macarena andando así vestida por la calle, pero lo mejor, sin duda, fue ya estando practicamente a la altura de la catedral, cuando Rosario le dijo a mi amiga que se sacase el top del bikini. Macarena abrió  los ojos como platos, y se puso roja como un tomate, y yo, me empalme como un burro, con aquella prenda enseñaría las tétas al más mínimo movimiento que hiciese. Ella empezó a balbucear negándose, pero Rosario se impuso, y acabo por sacárselo, y se acomodo las tétas para que se le viera lo menos posible, mientras yo, como podía me acomodaba la poya para que no fuera tan evidente como la tenia, y  aunque yo medio lo hice, para ella fue practicamente imposible, ya que incluso permaneciendo quieta, se le veía un poco de las aureolas, así que os podeís imaginar el espectáculo con el movimiento al andar, cada vez que daba un paso, se movía el peto y se salía fuera por completo un pezón, para esconderse y salirse el otro al dar el siguiente paso, y vista de perfil, la visión de sus tétas era completa. Así estuvimos paseando al lado de ella, con todo el mundo pendiente de sus tétas al cruzarse con ella, hasta llegar a la Plaza de España y meternos en el Parque  de Maria Luisa. Allí decidimos, bueno, mi novia decidió que nos sentásemos a descansar, una escusa para exhibirla mas, ya que hasta ahora, solo había enseñado las tétas, pero si se sentaba, enseñaría bastante de su entrepierna. Como efectivamente pasó, nos sentamos en un banco de la Plaza de América, quizás la zona mas concurrida del Parque, y cuando Macarena se sentó lo hizo manteniendo las piernas cerradas, diciéndole mi novia que esa no era la forma en que se sentaban las putas, que lo hiciera echando la trasera de la falda hacia atrás y manteniendo las piernas abiertas, y sin cruzarlas. Macarena dijo que si hacia eso tendría que poner el coño directamente  el banco y que estaba sucio, a lo que le respondió dándole un kleenex para que lo limpiara. Mientras lo hacia, ya el personal se dio cuenta de cómo iba, ya que al ser el banco bastante bajo, se tuvo que inclinar un poco para hacerlo, y por los gestos de la gente que tenia detrás de ella, le estaban viendo el culo y algo más.

Cuando se sentó, lo hizo tal cual se lo había ordenado mi novia, de manera que tenia todo su culo y el coño directamente sobre la piedra del banco, y la falda casi en el principio de las ingles, con lo que, al mantener las piernas abiertas, su coño estaba totalmente expuesto a las miradas de la gente que tenia enfrente y de cualquiera que pasase por delante, bastante gente, por cierto.

Así estuvimos un buen rato, hasta que Rosario la hizo acercarse a un quiosco cercano a por unas latas de refresco,  unos treinta metros hasta el quiosco, pero situado en la zona justo al lado de las mesas de un bar que existe dentro del parque. Fue increíble verla levantarse y andar hacia el quiosco mostrando las tétas  a todo el mundo, y lo mejor, al levantarse, la falda se le quedó muy subida, desde atrás se le podían ver las cachas del culo perfectamente. Cuando llevo a la maquina, metió las monedas y al salir la lata de refresco, no se agacho doblando las piernas, lo hizo inclinándose y doblando la cintura, manteniendo las piernas rectas. Menudo espectáculo, al hacerlo mostró su culo desnudo por completo a todos los que por allí estábamos. Y fueron tres latas, por lo tanto, tres veces hizo lo mismo, aunque la tercera, al mantener las otras dos latas entre  su mano izquierda y el cuerpo, tuvo que doblar un poco las piernas para poderla coger sin que se le cayeran, y esto hizo que la falda se le subiera mas aun, cuando se giro casi me da algo, desde nuestro banco le podíamos ver el coño asomándose por debajo de la falda, y el pecho derecho, al mantener las dos latas apoyada contra el cuerpo, se le había salido fuera del peto, no es que se le viera el pezón, es que tenia el pecho totalmente fuera de la prenda. Como os podeís imaginar mi erección era increíble, y con el pantalón que llevaba, y sin ropa interior, se podía apreciar claramente como estaba. Mientras, mi novia disfrutaba como una perra con todo aquello, y miedo me daba el pensar en que acabaría todo aquello. Cuando Macarena llegó al banco nos dio nuestros refrescos y se sentó tal cual estaba antes, pero mi novia le hizo una indicación, y ella se giró, colocándose de lado, manteniendo una pierna, la izquierda,  en el suelo, y la otra doblada encima de la piedra, de manera que practicamente estaba desnuda, todo el que pasaba podía verle perfectamente el culo y el coño, pero para rizar el rizo, Rosario me pregunto si mi amiga estaba sexy con un pecho fuera del peto, y cuando le respondí que si, me dijo que con los dos estaría mas sexy, y me dijo que le sacase el otro. No me hice de rogar, alargue mi mano, y le saque fuera el pecho izquierdo, dejándoselos los dos al aire, bien ofrecidos a las miradas de todo el mundo.

Mira como tiene los pezones, esta cachonda la muy puta. ¿Te gustaría acariciárselos y que todos vean como lo haces? Me dijo mi novia. Me dio un poco de corte, ya que todo el mundo estaba pendiente de nosotros, pero lo hice, me puse a jugar con sus pezones durante un trato, los tenia como piedras. Por un momento pensé incluso que me diría que le tocase el coño, pero Rosario tenia otra cosa preparada, cuando más animado estaba yo, y Macarena cachonda perdida, nos dijo que ya estaba bien, y que nos marchábamos, se levantó y empezó a andar. De inmediato, Macarena se levanto, y la siguió, pero yo me quede sentado, estaba totalmente empalmado y me dio vergüenza hacerlo, pero mi novia me hizo un gesto con la mano, y me levante y fui hacia ellas.

Fue terriblemente vergonzoso para mi andar de aquella manera, ya que se podía apreciar perfectamente mi erección bajo el pantalón, a pesar de mis intentos para evitarlo.

De esta manera, salimos del parque, y nos dirigimos  de nuevo a la zona de la universidad y de allí a la catedral. Pero no lo hicimos directamente, sino que cruzamos la zona donde antes ponían la feria, y que ahora se usaba como aparcamiento, y de noche, como picadero por las parejitas, e incluso como zona de trabajo de algunas prostitutas. En esta zona, mi novia le dijo a Macarena que si no le daba pena como estaba yo, y que eso tenia que arreglarlo, así que entre dos coches aparcados, nos paramos, y mi amiga me saco la poya y se puso a masturbarme. Fue increíble, estábamos en la calle a plena luz del día, y me estaba haciendo una paja sin importarle que desde los coches que pasaban nos pudieran ver. Evidentemente, al estar entre dos coches, no veían claramente lo que estábamos haciendo, pero si se daban cuenta.

No tarde demasiado en correrme, y mi novia le dijo a Macarena que me limpiase la poya, que si no, se mancharía el pantalón al guardarla, y ante mi asombro, mi amiga se agacho, se la metió en la boca, y se puso a limpiármela mientras yo veía a los coches pasando a nuestro lado. Cuando termino, se levanto, y seguimos andando hacia nuestra casa. Todo ese tiempo, Macarena enseñando las tétas y el culo durante el trayecto.

Al llegar a casa de mi novia, subimos, y le dijo a mi amiga que se vistiese y se podía marchar, que ya nos veríamos a la vuelta de las vacaciones, y cuando estaba saliendo añadió una frase que me dejo pasmado.

Y ya sabes lo que te ordene por teléfono, el coño sin nada de pelo, y nada de usar ropa interior cuando salgas, si no lo haces, los chicos me lo dirán, y te castigare.

Macarena respondió afirmativamente, y se fue tras despedirse de nosotros, de manera que le pregunte a mi novia lo que había querido decir con aquella frase.

Es fácil, esta mañana hable con Tomas, Pepe  y Luis y les dije que había hablado con  Macarena y que estaría a disposición de los tres si querían follarsela, pero con la condición de que estuviesen siempre pendientes de que no usase nunca ropa interior y que mantuviese el coño afeitado cuando saliese con ellos, y que si lo hacían, aparte de poder follarsela, también podrían hacerlo conmigo a la vuelta.

Además, también he hablado con Isa, y le apetece que Macarena le coma el coño de vez en cuando. Ya veras, al final vamos a acabar las tres tortilleras perdidas ¿Qué te parece?

Yo no dije nada, solo sonreí, y la agarre del brazo para levarla al dormitorio.