De cómo se inicio mi vida como pervertido sexual

Siempre me gustó lo que tuviera que ver con el sexo y mi primer experiencia me gustó mucho al principio pero...

Hola, antes que nada permítanme felicitar a TODORELATOS por todo lo que nos brindan a los usuarios y a continuación les voy a relatar mis inicios que son totalmente verídicos y ninguna de mis futuras historias son fantasías, sucedieron tal y como las escribo.

Actualmente tengo 43 años de edad pero me inicié, mas bien me iniciaron cuando yo tenía 5, probablemente era yo un niño muy asexuado porque de alguna forma atraía a otras personas muy cachondas y calientes, niñas, adolescentes y adultos, además cerca de mi casa viven la mayoría de mis parientes, sobre todo mis primas que tenían mas o menos mi edad con las que jugaba a los novios, jugábamos inocentemente, pero al besarlas sentía como mi verguita se ponía tiesa y eso me gustaba mucho, pero hasta entonces no pasaba de eso .

Mi primer experiencia fue con un primo quien tenía 13 años se llama Héctor (si voy a cambiar los nombres por razones obvias) quien un día me pidió que sustrajera una pantaleta de mi hermana mayor, mi única hermana y se la entregara, estábamos solos en casa como en otras ocasiones porque el iba a jugar conmigo sin que pasara nada fuera de lo común, acto seguido sacó su pene que estaba erecto, era la primera vez que veía uno de ese tamaño y en tal estado, el mío era pequeño y generalmente al despertar amanecía así y me gustaba apretarlo porque sentía cosquillitas pero nada más, pues bien, tomo la panty y rodeo su pene con ella y empezó a masturbarse delante de mi, yo no sabía porque los hacía pero estaba jadeando y diciendo cosas que yo no entendía, después de un rato se estremeció y eyaculó en la panty llenándola de semen, entonces no sabía que era eso y una vez terminado al ver mi cara de what? Me dijo que eso era algo delicioso y me preguntó que si yo lo hacía a lo que respondí que no, entonces me pidió que le mostrara mi pene, al principio me negué pero ante su insistencia lo hice, acto seguido lo tomo en su mano y empezó a acariciarlo y a darle apretoncitos a lo que obviamente por lo rico que estaba sintiendo, empezó a pararse, al ver mi respuesta siguió con su labor y cuando lo frotaba de arriba hacia abajo yo sentía delicioso, me gustaba mucho lo que estaba haciendo y empecé a jadear y a retorcerme cosa que le dio mucho gusto ya que estaba iniciándome en esos placeres de la vida, yo no sabía que eso era malo pero el me preguntó que si me gustaba lo que me hacía y le contesté que si, que sentía cosquillitas y sentía muy bonito, el me dijo que era un juego pero que no debía decirle a nadie porque si lo hacía ya no iba a jugar más conmigo y tenía otros juegos más ricos que enseñarme, y yo le prometí no decirle a nadie porque quería seguir jugando con él esos juegos y con las cosas ricas que me prometió.

Después de ese día esperaba ansiosamente a que el regresara para seguir jugando y volver a sentir lo del día anterior, él sabía perfectamente cuando mi hermana y mis hermanos (4) no estaban en casa porque estaban estudiando o trabajando igual que mi madre, finalmente llegó y me preguntó que si quería jugar otra vez con él a lo que respondí que si, entonces me pidió que lo acompañara a su casa que estaba a cinco de la mía obviamente porque el sabía que ahí nadie nos descubriría, acepté gustoso y al entrar nos fuimos a su recámara, me pidió que me sentara en su cama y empezó a acariciarme las piernas por encima del pantalón subiendo lentamente hasta tocar mi pene que, empezó a ponerse tieso, por la ansiedad de las sensaciones que ya sabía que iba a recibir, al tocarlo y sentirlo parado, me desabrochó y me bajó los pantalones, tomó mi pene y empezó a frotarlo, aaaaaah, sentía delicioso ese contacto con su mano que ya tenía experiencia masturbando su propio pene, después sin ninguna advertencia, lo metió en su boca, mmmmmmmmhh, que rico fue eso, esa mamada sorpresiva fue algo riquísimo, chupaba y chupaba y yo sentía un calorcito húmedo y su lengua rodeando y acariciando mi verguita que por su tamaño cabía toda dentro de su boca, después de un rato de tanto placer, me estremecía y jadeaba, por mi corta edad yo no eyaculaba, pero de que fue un orgasmo lo que sentí, fue un orgasmo, me quedé inerte por un momento y me preguntó que si me había gustado y yo todavía volando en las nubes le dije que si (claro que si).

Después me dijo que era su turno y que yo debía hacerle cosas también a él, no me negué porque estaba aprendiendo y sintiendo cosas deliciosas y sentí que debía recompensarlo de alguna manera, me pidió que desabrochara lentamente su pantalón y que tomara su verga en mis manos, yo obedecí y lo hice así, lentamente, conforme iba avanzando, el suspiraba y decía aaassssíii, eeesssso, comprendí que él también estaba sintiendo rico porque al ir apartando su ropa tocaba ligeramente su pene con mis manos y al sentirlas se estremecía, cuando lo saqué completamente tuve que utilizar ambas manos porque estaba enorme, bueno comparado con el mío pues estaba enorme, en ese momento la sensación de ese trozo de carne en mis manos me pareció excitante porque era duro y suave a la vez, olía un poco raro y feo (él no era muy aseado que digamos), lo tome y empecé a acariciarlo y a apretarlo y a subir y bajar su piel haciendo exactamente como él lo hacía con mi verga, el gemía y se retorcía aaaaaahhhhhh¡ uuummmmmmm¡ eso¡ sigue¡ sigue¡ oooooohhhhhh¡ ya estaba muy caliente porque no duró mucho tiempo y de pronto echó borbotones de leche en mi mano y al aire, yo salté y me hice para atrás, me tomó del brazo, me jaló hacia él y me dijo no¡ no¡ sigue, más, más, maaaasssss¡ maaaassss rááápidoooo hasta que se colapsó y quedo como yo la primera vez, después de un momento, reaccionó, me miró y sonrió y dijo uf¡ que sabroso, ¿te gustó el juego?, respondí que si pero le pregunté que porque yo no echaba lechita como él y me respondió que cuando fuera más grande también lo haría.

Por ese día era todo lo que haríamos y regresé a mi casa muy contento y feliz.

Al siguiente día regresó a la misma hora y me pidió que lo acompañara a su casa, yo ya estaba impaciente por seguir jugando, comenzó como el día anterior pero esta vez al mamarme el pito se humedeció un dedo con su saliva y empezó a acariciarme el ano, de momento no me pareció desagradable, sentí sabroso, pero sin avisarme introdujo su dedo y me dolió, se lo hice saber, me pidió disculpas y me dijo que lo haría con más delicadeza, pero volvió a introducirlo y me dolió por lo que le pedí que parara, con un poco de desagrado dejo de hacerlo y me dijo que haríamos lo que hace la gente grande, los papás y las mamás en las noches, me dijo que debíamos estar completamente desnudos, que me quitara toda la ropa, así lo hice y el también, al estar en pelotas, empezó a acariciarme y me quiso dar un beso en la boca, yo me retiré y me dijo que eso hacían los grandes y yo de lije que me daba asco (la verdad es que le olía la boca), no insistió más, me dijo que el sería la mujer y yo el hombre, empezó a acariciarme y a besarme el cuerpo, tomó mi verga en sus manos y me la puso a mil, cuando estaba completamente erecto, la metió en su boca y me dio una mamada fenomenal, succionaba, lamía, mordisqueaba suavemente, aaaaahhhhhhh que rico es eso, tener la verga de uno en la boca de alguien es exquisito (y más si esa boca hace maravillas).

Cuando estaba a punto de tener un orgasmo, dejó de mamarme la verga y se colocó en posición de perrito, me dijo --métemela--, yo no sabía a que se refería , --por el culo--, tenía el ano listo para ser penetrado y me acercó hacia él colocándome por detrás y me pidió que le metiera mi pito dentro de su ano, como yo estaba aprendiendo y quería sentir cosas nuevas, le obedecí y puse mi verguita en la entrada de su culo, me jaló agarrándome de la cadera para que intentara penetrarlo cosa que me resultó imposible porque mi pene era muy pequeño, yo empujaba y empujaba pero no lograba penetrarlo, tal situación me pareció aburrida y mi pene empezó a ponerse flojito, él lo notó y me dijo que ahora cambiaríamos de papeles, que ahora yo sería la mujer y él el hombre, acepté y me pidió que le besara el cuerpo y que lo acariciara todo, empecé a hacerlo y dio resultado porque su verga empezó a crecer, la tomé en mi mano y lo masturbé tan rico que el gemía y se retorcía uuuyyy que rico decía –mássss así--, después me pidió que se la chupara como él lo había hecho conmigo, acerque mi cara a su verga que estaba más dura y caliente que nada con la cabeza muy roja, al estar más cerca la olí y mo me gustó el aroma que tenía porque como ya dije no era muy aseado que digamos pero aún así abrí mi boca y se la chupé, no me agradó el sabor y le dije que sabía feo a lo que el me dijo disgustado --¡chúpamela!--, intenté de nuevo metiendo su verga en mi boca pero el sabor era muy desagradable (probablemente si hubiera estado limpio otra cosa sería), le dije –no, ya no quiero, sabe feo—entonces me dijo que estaba bien, que me iba a coger y que me pusiera en posición de perrito, yo lo hice y se colocó detrás de mi acariciándome las nalgas y la espalda y me decía – ora si putita te voy a meter la verga por el culo y te va a gustar--, me pidió que me pusiera flojito para que no me doliera, sentí como humedeció mi ano con su saliva y me introdujo un poco su dedo, después, colocó la punta de su verga en la entrada de mi orificio y también la humedeció y así sin avisar me la metió de un solo empujón, no se cuantos centímetros entraron pero fue la cosa más dolorosa que haya sentido, sentí como me desfloró y mi carne al abrirse me dolía como nunca, le pedí que me la sacara porque me estaba doliendo mucho, quise retirarme pero el me sujetó de las caderas con fuerza y fue peor porque ahora si me la introdujo toda, sentí como su estómago topaba con mis nalgas, él estaba tan caliente y excitado que no aceptaría una respuesta negativa, empujaba y empujaba más y más fuerte, me dolía el estómago como cuando tienes una tremenda diarrea y me quejaba y le gritaba que me dejara en paz cosa que lo excitó aún más y continuó violándome hasta que sentí como se vino dentro de mí, se estremeció y sentí como su semen caliente entraba en mis entrañas, se dejó caer extasiado y yo también me deje caer adolorido cuando por fin me soltó.

Yo estaba llorando por el tremendo dolor y le dije que era malo y que no volvería a jugar con el porque me había hecho mucho daño, que no le diría a nadie pero que ya no quería jugar con él nunca más y así fue aunque días después me pedía que lo hiciéramos jamás volvimos a tener otro encuentro.

Esto marcó para siempre mi vida, no para mal sino para bien porque no quedé traumado, lo tomé como una experiencia y nada más, pero yo había cambiado y me estaba convirtiendo en un pervertido sexual que buscaría placer de distintas formas cosa que les contaré en mis próximos relatos, lo que viene después son realmente cosas maravillosas y excitantes de las que nunca me arrepentiré porque son deliciosas. Hasta el próximo.