De como perdí la virginidad con mi padre (3) - Fin
Con 22 años iba como loca por tener sexo con alguien y mi padre se puso a tiro!
Nuevamente agradecer los comentarios recibidos. Nunca pensé que contaros mis experiencias podía proporcionar tantos momentos de alegría ... Si lo llego a saber no habría esperado tanto!!!
Nos habíamos quedado sobre la cama de mis padres, yo desnuda boca arriba, después de haber sentido mi primer orgasmos gracias a la habilidad oral de mi padre y con mi padre delante de mi con la polla otra vez dura como una roca ...
Mi padre se echó sobre mi, aprisionando mi cuerpo bajo el suyo. Cada centímetro de mi cuerpo sintió el suyo, pero en especial mi coño, que aún palpitante notaba como mi padre, con sus movimientos de cadera, intentaba meterme la polla. Yo abrí bien las piernas para recibirle como se merecía y a la vez que le cogí con fuerza la cabeza para atraerlo hacía mi y poder devorarle con mis labios y mi lengua, y saborear mis flujos en su boca. Él consiguió atinar y me la metió de golpe, esta vez sin dificultad ninguna. Con lo mojada que estaba entró del tirón y hasta el fondo. Gemí. Ese fue mi primer gémido de placer que una polla ha provocado en mi. Despues han venido muchos. Muchísimos.
Mi padre empezó a moverse. Al principio poco a poco. Después más rápido. Mi cuerpo reaacionaba a sus cambios de ritmo y mis manos alternaban entre su cabeza, para atraparlo, su espalda, para hundirle mis uñas, o su culo, para empujarle hacía mi y asegurarme de que me la metía toda. Estaba extasiada, con cada embestida me arrancaba un nuevo gemido más profundo que el anterior. Mientras él seguía moviéndose sin parar, jadeando sin parar y gozando, sus expresiones le delataban. Aquí llegó mi segundo orgasmo, mucho más profundo y largo que el anterior.
Perdí la cuenta del tiempo. Sinceramente no sé si pasaron 5 minutos o 50, pero mi padre me dijo que quería sentirme encima de él. Él se puso abajo y yo me senté sobre sus caderas. Empecé a moverme, a contonearme, pero sin metérmela. Ahora era yo la que controlaba la situación. Quería verle sufrir un poco aunque estoy seguro que yo deseaba más que él que siguieramos follando. Me cogió de las manos y me atrajo hacía él. Al reclinarme empezó a comerme las tetas con voracidad. Mis pezones seguían resentidos pero ahora parecían resucitar. Me soltó las manos y sin dejar mis tetas se comodó la polla y me la metió otra vez de golpe. Si! Otra vez dentro de mi. Ya la echaba de menos. Comencé a cabalgar como si en ello me fuera la vida. Mi padres estaba en la gloria y no sabía si cogerme las tetas o el culo. Ahora yo gemía más incluso que antes. Estaba yo al mando, con mi padre a mi merced. Alternaba los movimientos cortos y rápidos con los largos y lentos para observar sus reacciones. Me estaba convirtiendo en una alumna muy aventajada. Y en esas estábamos cuando me volví a correr. Llegó el tercero. Esta vez no pude reprimir los gritos y sin duda se enteraron muchos vecinos, pero a mi me daba igual. Que vinieran si se querían unir a la fiesta!!!
Caí rendida sobre él y en ese momento caí en que mi padre no se había corrido aún. Al preguntarle me dijo que nunca le había costado tanto aguantarse pero que quería que mi primera vez fuera especial. Yo le besé y le dije que era su turno.
Bajé a su polla dispuesta a terminar la faena pero el me cogió y me subió. Me dijo que no era así como quería acabar, no al menos esta vez. Me hizo ponerme a cuatro patas, una postura que he aprendido a gozar con el paso del tiempo hasta convertirse en mi preferida. Por un momento temí que quisiera metérmela por detrás pero esa no era su intención. Así, como estábamos, mi padre me metió la polla en el coño desde atrás y me cogió de las caderas para controlar mi movimiento. Yo sentía placer, no era lo mismo. No sé si por la postura o por el agotamiento, pero estaba dispuesta a que mi padre disfrutara lo más posible. Sólo así podría haber más encuentros entre nosotros.
Seguí moviéndome a su ritmo y en unos pocos minutos noté como su respiración se agitaba, sus movimientos eran más profundos y sus manos me apretaban más. De repente noté como sacó su polla de mi coño y empezó a pajearse. Intuí que quería correrse sobre mi culo pero yo no lo iba a permitir. No en mi primera vez. Me giré todo lo deprisa que pude y se la cogí yo justo a tiempo de que saliera el primer chorro, que cayó sobre mis tetas. El segundo en mis labios y el tercero no se escapó, dentro de mi boca. Yo misma estaba sosprendida de lo que acababa de hacer, aunque creo que con la noche que llevabámos no era para tanto. Seguí chupándosela hasta que dejó de palpitar.
Mi padre cogió la sábana y me limpió como pudo. Luego me besó, primero en los labios y luego en la frente y luego me dijo:
- "Cielo, sabes que esto que hemos hecho no lo puede saber nadie. Será nuestro secreto. Te seguiré enseñando cosas y estoy seguro de que llegarás a darme más placer que tu madre. Ahora mejor dormimos que mañana tenemos que estar descansados."
Yo asentí con la cabeza y le volví a besar. Nos acostamos los dos en la cama de mis padres, él detrás de mi, los dos desnudos. Y así quedamos dormidos ... lo poco que dormimos antes de despertarle ... pero eso ya es otra historia ...
Espero que les haya gustado mi experiencia, con haberles propocionado una milésima parte del placer que experimenté yo al vivirla me doy por satisfecha.
Besos húmedos!