De como perdí la virginidad con mi padre (2)
Con 22 años iba como loca por tener sexo con alguien y mi padre se puso a tiro!
Lo primero, agradecer los comentarios que me han llegado y que me han animado a seguir contando mi historia. A los que ponen en duda lo fantasioso o no de la situación o que me comentan que es similar a otros ya publicados sólo puedo decirles que me ciño a lo que me pasó en su día, intentando ser lo más fiel posible a mis recuerdos, y aunque no niego que con el paso de los años haya podido olvidar algún dato o idealizar alguna situación en concreto, os aseguro mucho que es los escrito es bastante fiel a lo ocurrido.
A ver, ¿por dónde íbamos? Si, ya recuerdo, despues de la partida de strep poker me acerqué a darle las buenas noches a mi padre y ahí fue cuando me cogió y me sentó sobre él, los dos desnudos ... y me dijo: esta noche vas a ser mía y me vas a hacer todo lo que me hace tu madre o cuando vuelva le diré a la perra que tiene como hija, ¿has entendido?
Yo era presa de un huracán de sensaciones: miedo, nervios, placer, curiosidad, deseo, ansia, ... Todo dentro de mi y yo sin saber que hacer ... capaz solo de moverme hacía adelante y atras para intentar sentir el roce de su polla en mi coño. Él seguía jugando con mis tetas, apretándolas, con cierta fuerza, cosa que me ponía aún más. Me apretaba los pezones, los pellizcaba y luego los estiraba ... mientras enpujaba sus caderas hacía arriba para clavarme su paquete, que ya se había medio colocado entre mis nalgas. Mi padre seguí besándome y lamiéndome el cuello y la nuca mientras me seguía diciendo cosas que me ponían a mil: "nena, te voy a follar como nunca lo han hecho", "no sabes como me has puesto, ahora lo tienes que arreglar" y "no sabía que en casa tuviera dos putillas". Todo esto, lejos de molestarme, me iba calentando cada vez más y más y sólo acerté a decir: "papá, sólo te pido paciencia porque nunca he estado con nadie". Vi como su cara se iluminaba, al parecer la idea de que su hijita perdiera la virginidad con él le gustaba ...
En ese momento me dijo: "quiero que bajes" y con las manos me fue quitando de encima de él. Yo no estaba muy segura de lo que quería que hiciera pero cuando abrió bien las piernas y se sujetó la polla con una mano entendí que quería que se la comiera. Eso es algo que hasta ese momento creía que nunca haría, siempre me había dado bastante asco de sólo pensarlo ... pero mi padre me había llevado a un trance en el que había hecho todo lo que me pidiera.
Me arrodillé frente a él y me la metí todo lo que pude en la boca. Él enseguida me levantó la cabeza y me dijo: "poco a poco cielo, como si fuera un helado, lamela primero ... " despues me cogió una mano y la puso en sus huevos: "juega con ellos también". Le hice caso y empece a lamérsela, poco a poco, de abajo a arriba, mientras cogia con mi mano sus huevos y los masajeaba. Lo debía de estar haciendo bien porque él comenzo a gemir y llevó su cabeza hacía atrás. No sé si lo he dicho pero la polla de mi padre era enorme, mira que han pasado años y he encontrado pocas igual o mejores. Bien gruesa, con la svenas bien marcadas y algo arqueada. Yo diría que casi perfecta.
Llegado el momento decidí volver a la carga y me la metí en la boca, pero esta vez poco a poco, mientras seguía jugando con mi lengua ... Noté como él aceleraba cada vez más la respiración y me cogió la cabeza para empujármela cada vez más hacía abajo, lo que provocó alguna arcada por mi parte. Cuando ya creía que mi padre se iba a correr en mi boca, cosa que llegados a ese punto tampoco me importaba demasiado, me sacó su polla de mi boca y me hizo levantarme.
"Me cuesta creer que nunca hayas estado con un chico porque la comes mejor que tu madre, ahora quiero ver si te mueves encima de mi como lo hace ella." - despues de decirme eso me cogió de las caderas y me sentó encima de él. Comenzó a comerme la boca y noté como su mano estaba entre su cuerpo y el mío. Al poco comprendía que la había puesto ahí para coger su polla y metérmela de golpe, sin contemplaciones. Se me saltaron las lágrimas y grité de dolor. Así, sin más, mi padre me la había metido. Es cierto que yo estaba muy mojada por toda la situación pero nunca he sentido tanto dolor en el sexo como en ese día. Él lo notó y se quedó quieto por unos segundos, para despues seguir besándome como nunca lo han hecho y cogerme las tetas para seguir jugando con mis pezones, los cuales ya casi ni sentia de todo lo que me los había apretado y estirado.
Cuando mi padre notó que comencé a relajarme un poco porque mi coño se había acostumbrado a la presencia de su polla comenzó a moverse lo poco que le permitía la situación y me sujetó de las caderas para animarme a que yo me moviera encima suya. Empecé a subir y a bajar a lo largo de su polla, más por la situación en sí que por el placer, ya que de momento sólo sentía dolor ... como si me quemase el coño entero. Intentaba contenerme, que no se me notara, no quería que mi padre se diera cuenta. Mi padre cada vez aceleraba más el ritmo y me obligaba a mi a subir y bajar más rápido, y aunque ya me había acostubrado al dolor, seguí sin sentir el placer que cabía esperar.
Nuevamente cuando creía que mi padre iba a correrse volvió a parar, y así como estábamos me cogió en peso, por lo que yo le rodeé las caderas con mis piernas. Todo esto sin sacarme la polla de dentro. Me llevó hasta el dormitorio y allí me tiró en la cama. Yo caí boca arriba y me quedé mirándole, no sabía que me esperaba. Sólo sentía el coño que me quemaba, no sabía si estaba sangrando o qué. Mi padre se subió a la cama y me abrió las piernas con las manos. Vi como dirigía su cabeza a mi coño y me quedé expectante. De repente sentir como me daba un beso en él y luego comenzó a lamermelo ... suavemente al principio y con algo más de brio despues. Me lo lamía cada vez mejor, con cada lengüetazo sentía más placer que con el anterior ... Mi espalda se arqueaaba y ahora era yo la que sujetaba su cabeza para que no se quitara. Luego acompañó sus lamidas con un dedo, y luego con dos. Ahora sí, ahora estaba disfrutando y mucho ... Mi padre seguía y seguía sin dar muestras de agotamiento y en ese momento llegó mi primer orgasmo. Sentí como la electricidad recorría todo mi cuerpo, los músculos se me contraían para relajarse luego, yo gemía como una loca y no hacía más que apretar la cabeza de mi padre contra mi coño ... Cuando acabé de correrme, mi padre levantó la cabeza y me dijo:
- Ahora si cielo, ahora si que estas lista ... seguimos?
Y aquí tengo que parar hoy que el trabajo me llama. Espero que os haya gustado y nuevamente os ánimo a decirme si queréis que siga. Insisto que este relato es lo más fiel posible a lo que mi memoria recuerda de aquellos días. Muy pocas personas saben como perdí la virginidad y me está resultando muy morboso contarlo pasado este tiempo.
Besos húmedos.