De cómo mi adorada mamá pasò a ser mi putita (9)

Sara quiere aprender,los progresoso de mi madre como puta, con su padre y con mis amigos.

Casi me asusté del orgasmo de Sara, un orgasmo que venía de lejos, de años de insatisfacción, de represión, de frustración. Su cuerpo laxo encima del mío. Mi polla iba perdiendo consistencia

  • Joder Sara…qué follada, guapa…vaya corrida…te he llenado de leche…

  • Ufffff, qué barbaridad, qué gusto...eso es que a ti también te ha gustado…estoy encantada que me hayas quitado la virginidad…y como colega…ha sido fácil contigo…tan natural…sin rollos raros…y llena de semen…

  • Sí, jeje. Un polvazo. He vaciado mis huevos…ahora ya eres una hembra bien follada, te has metido el rabo entero…ya estás lista para joder cuanto quieras…ya sabes qué es y que te gusta joder con un tío…que te gusta que te den polla…ahora te toca probar a joder de todas las maneras…

  • Ufff Roger, ¿me ayudarás? Necesito que me enseñes…que me des polla, como tú dices…como las clases de mates pero de follar…

  • ummm Sara, haré lo que pueda pero a lo mejor no te gusta mi manera…soy un poco brusco…me gusta montarme las hembras como putitas…

-ufff,…una putita…ummm… me gustará ser una putita más tuya…como tú veas.

  • Jejeje, colega,….te daré rabo como una puta más y haré que pruebes también una mujer…seguro que te gusta…

-Eres un cielo….de colega…

-Y tú una preciosa putita. Por cierto, la próxima vez que tu padre te sobe las tetas…podrías hacerle una mamada, seguro que alucina…le tendrás comiendo de tu mano…

-Ufff, Roger, vaya….guarro que eres…-se quedó callada, pensando – jejejeje, y no es mala idea…una mamada a mi padre…

Si le mama la polla a su padre, pensé, el tío se acabará follando a su hija. Me excitaba la idea. Incluso pensé en prestarle mi madre y rápidamente pensé en una cama redonda los cuatro. Uff, a ver cómo va la cosa. En fin, una pasada.

Cuando llegué a casa y vi a mi madre, pensé que de todas las maneras, ella era mi mejor puta, la que más me gustaba joder, y me acerqué por detrás en la cocina, estaba encantadora con su vestidito corto y ligero, marcando culo, mientras mi padre y mi hermano estaban en el salón, la abracé, apreté mi polla contra su culo y le besé el cuello:

  • Mamá, eres mi mejor puta. No hay ninguna como tú.

-Ummmm, mi niño…nunca me he sentido tan bien como siendo tu puta…me mojas con solo tocarme…ha llamado tu abuelo…quiere verme…vaya…que le gustaría encontrarnos los tres otra vez – bajé mi mano a sobarle el coño por encima del vestido y se lo apreté

  • Quieres volver a tener los dos rabos en este coño de puta…

-Uuuufff, sí…

  • Hacerte más grande este chochazo…- le metí la mano debajo del vestido y le agarré el coño por debajo de las braguitas – a doble cipote…comiendo pollas…¿te excita ser tan guarraza, mamá?

  • Aaaaaaah, sí, mi padre y mi hijo…me excita mucho…comeros las pollas…ser muy guarra con vosotros…follándome…ummmm

  • ¿Jodiéndote a doble cipote, mama? – le apreté el coño más – dilo, zorra, di lo que quieres…

  • Aaaaah, síiii…jodida a doble cipote me gusta…fue bestial…dilatándome mi chochazo…las dos leches…zorra y guarra…ummm siii…- le solté el coño –ufffffff …

-Puta adúltera y calentorra…te daremos más de lo que quieres…y no te olvides de follar con tu marido…que piense que te preña él…tenlo contento…

-Uf hijo…no puedo resistirme a la calentura que me pones…claro que follo con tu padre…

  • Por cierto, me dijiste que Sebas te llama para ver si te folla de nuevo…llámalo, cítalo en el apartamento del abuelo para decirle que lo vuestro no puede ser, ya sabes, que está mal, que no debes, etc. Pero le das pie, si le enseñas un poco de tus tetas no podrá resistirse, le tienen obsesionado desde hace años, se las das a sobar y que te las mame un rato, me gustará ver cómo  le das pezón, se volverá loco,  y luego que te tire como una perra…quiero verte y verlo tirándose mi madre. Ver su cara mientras siente el gusto en su rabo dentro de tu coño. Y verte a ti, recibiendo como su perra, a 4 patas balanceando las tetazas. Que no te enleche el coño, que eyacule en tu boca, y te tragas las lechadas… Cuando se vaya nos lo montaremos contigo tu padre y yo, recién follada.

  • Pero…hijo…

  • Hazlo mamá, puedes con cinco, podrás joder con los tres…- le di un beso suave - eres mi puta y te presto a joder con quien yo digo, ¿de acuerdo?

-…uf…sí…si es lo que quieres…¿estás seguro?

  • Estoy segurísimo. Quiero ver cómo haces de puta con mi amigo Sebas…esmérate…que lo pase bien…para él es lo más morboso y caliente que hay poder joder contigo, tener una piba tan buenorra como tú…una señora con clase…pero que sepa la otra clase de señora que eres, la clase de hembra que es mi madre. Te estaremos viendo sin que él lo sepa.

  • Como tú quieras, hijo…como tu puta…umm…vas a ponerme a puta...a tu madre…te excita.

  • Mucho. Me da morbo prestar mi madre a mis amigos, al menos se la vas a chupar a unos cuantos, que sepan lo que es correrse en la boca de mi madre. Y a ti también te da morbo que te ponga a comer rabos, zorra, con los que te has comido ya en tu vida.

-Um hijo…no puedo negarte que me da morbo que me pongas a hacer de tu puta…les comeré la polla a tus amigos…si eso te gusta de tu madre…

Un encanto de mamá. Amante del sexo duro, del morbo y mi puta personal. Y cada vez más zorra.

Por supuesto que llamó a Sebas, mi madre, mi abuelo yo fuimos antes y él y yo nos metimos en el cuartito pequeño, para verlo todo sin que lo supiera y excitados por la perspectiva de calentarnos viendo a mamá de puta y jodérnosla después a doble rabo.

No me extenderé demasiado porque no quiero ser repetitivo, pero me gusta mencionar las hazañas de mi madre. La que más me gusta de todas.

Siguiendo mis instrucciones, sentados en el sofá, le dijo a Sebas que no podía ser, que el desahogo de aquella vez había sido eso solamente pero que no podía ser la amante de un amigo de su hijo, que le llevaba más de 20 años, que estaba casada, que no estaba bien, y otras lindezas. Sin embargo, por indicación mía, se había puesto una faldita corta sin bragas y una blusa sin sujetador, más bien ajustada, y los botones pugnaban por desabrocharse, sus pezones se marcaban una barbaridad y mostraba sus generosas ubres más allá de lo decente. Cosa que tenía a Sebas palote. El tonto estuvo a punto de aceptar lo que decía mi madre, aún a su pesar, evidentemente le imponía una señora como ella.

  • Catalina…yo…lo entiendo… - no podía apartar la vista de los pechos de mi madre – pero…es usted tan..guapa…y tan…sexy…la deseo mucho…es mi modelo de mujer…sueño con usted…el mejor día de mi vida fue aquel día que…follé con usted…a usted no le gustó demasiado…

  • Me halaga que un chico tan joven me diga eso a mi edad, pero no debes…insistir…soy débil…sí que me gustó…eres un buen follador…pero no debo…- se llevó la mano a la cara y al cuello y “sin darse cuenta” se le desabrochó un botón estratégico, quedando sus tetas casi al descubierto, se echó hacia atrás cerró los ojos, dejándole libertad para mirar descaradamante sus pechos- no debo copular con otro hombre, soy una mujer casada…y la madre de tu mejor amigo, pero no olvido que me hiciste tu perra, Sebas…uff…y me gustó, qué vergüenza, montada como una perra por un muchacho – una maestra de la provocación, yo ya hubiera saltado sobre ella.

  • Catalina…-Sebas no sabía qué hacer, mi madre se divertía con el juego- usted es extraordinaria…tiene unas…unos pechos que me vuelven loco…ufff…¿de verdad le gustó ser mi perra?

  • Sólo me faltó ladrar, Sebas…-seguía con los ojos cerrados echada hacia atrás – guau, guau, arf, arf…-increíble mi madre –así que te gustan mis tetas…- sin más se desabrochó la blusa y se la quitó, Sebas alucinaba – ven, pequeño, ven a mamar – ni que decir tiene que Sebas se arrojó sobre los pechos de mi madre, amasándolos y mamando sus pezones, con ansia, mi madre le acariciaba la cabeza – ummm mama, pequeño, mama – Sebas se despachaba a gusto con sus tetas, se encontraba en la gloria mamando de mi madre, saboreando sus dulces pezonazos, parecía que no iba a parar nunca –ummmm te gustan las tetas de Catalina, ¿eh? Uffff cómo mamas, pequeño, a ver cómo va tu polla - mi madre le bajó la bragueta y le sacó la gruesota polla de porra – ummm mi pequeño mamón tine la porra a punto - se la meneó suavemente le apartó, se levantó y se quitó la falda, quedando desnuda ante la mirada de Sebas. Entonces se arrodilló en el suelo y dijo.

-Soy tu perra Sebas. Móntame y córrete en mi boca, quiero tragar tu leche – acabó de ponerse a 4 patas – guau, guau, …jode tu perra ya, pequeño mamón, méteme tu porra dura, guauuu, guauuu, soy una perra en celo.

Poniéndose detrás, Sebas le encastó la polla de un golpe a mi madre, que gritó, le miraba yo su cara, la expresión de mi madre en el momento de encajar el primer golpe de un cipote ancho era de hembra viciosa, difícil de describir y la cara de Sebas era un mapa, casi desencajado de placer.

  • Toma polla, Catalina, toma polla …ladra, perra tetuda… -realmente Sebas la montaba a lo perro agarrándole las tetazas y apretándoselas, amasando, tirando de los pezones, mientras su rabo entraba y salía de mi madre – qué gusto montarte, perra…joder..no me puedo creer que me esté tirando a Catalina, la madre más sexy del insti…la melones…por las tetorras que gastas…como una perra – no sabía que llamaban a mi madre la melones.

  • Guauuuu, guauuuu, aaahhhhh, monta tu perra tetuda…me gusta tu rabo…guau, guau,…la melones se va a tragar tu leche

Una pasada, mi abuelo y yo estábamos con las pollas duras de ver a mi madre montada y ladrando, evidentemente lo hacía para nosotros, mientras Sebas le decía mil veces perra tetuda, hasta que le sacó la polla del coño y se fue delante a metérsela  en la boca, agarrándola del pelo y follándole la preciosa boquita, que tuvo que abrir mucho, sin tardar demasiado en correrse y mi madre, buena puta, tragando leche, sus tetas bamboleándose violentamente.

  • Me corro en tu boca…tragas mi leche…aaaaaaahh…perraca…aaaah…Catalina…tragaaaa – el cabrón soltaba y soltaba leche y no paraba agarrando a mi madre del pelo y bombeándola con la polla hasta los huevos, mi madre no paraba de tragar pero no podía con todo, le sobresalía por los labios, y mira que era buena tragadora, debían ser litros, y el tío seguía –aaaaaah traga leche perra tetuda…mamona…Catalina la mamona…perra mamona.

Por supuesto, cuando Sebas se fue, nos arrojamos sobre ella y le dimos rabo hasta la saciedad, primero su padre, casi la arrojamos a la cama y sin más, la despatarró y se la endiñó hasta los huevos.

-AAAAAAAAAAAh, papá, papá…qué bien te follas a tu nena….

  • Te acaban de dar rabo y quieres más…una puta, mi nena.

  • Ummmmm…te ha excitado ver a tu nena de perra…ummm me ha gustado mucho cómo me follaba el chico…sabe montar una perra…- nos estaba provocando el lado más salvaje, mi abuelo la bombeaba como nunca –…notaba su polla gorda abriéndome el coño…jodiéndome como necesita una perra…me ha dado una buena ración de polla…aaaaaaaaah, papa, papa,…fóllame..siiii…

  • Y cómo ladrabas, zorra – se la sacó de repente – jódete a tu madre chico. Ocupé el sitio de mi abuelo y se la endiñé de golpe.

  • Toma otra polla, madre, la tercera en poco rato. Hoy estás bien jodida, cómo te gustan las pollas…

  • AAAAAAAAAAAAh que gusto que me folles, hijo mío,siiii, me gustan mucho…me has puesto a puta y lo he hecho bien, ¿a que sí?...y me ha gustado mucho la polla de tu amigo…muy gordota….aaaaahhh, jódeme hijo…me ha gustado mucho tragarme su leche…la mamada que más leche me he tragado de todas…me excita que tengan tanta leche…me excita sentir los chorros en la boca…no paraba de tragar y tragar su leche…y estaba buena…– sus palabras me volvían salvaje, le metía con tanta gana que le hubiera metido los huevos, su coño estaba caliente y mojado, de dos pollas antes, me excitaba – y mi padre tiene un pollón enorme y me encanta. Me gusta mucho joder con mi padre –aaaaaaaaaaah así hijo, jódeme con ganas…papa, cómeme una teta mientras mi chico me folla, voy a correrme…

Pues mi abuelo le comía la teta mientras yo le daba fuerte y le vino el orgasmazo de hembra, que nos encantaba, realmente una hermosura mi madre corriéndose con mi polla dentro.

Finalmente nos pidió que la penetráramos a la vez por el chocho. Bestial. Se corrió otra vez como una cerda llena de semen de los dos, mientras la decíamos lo tremendamente puta que era y que la estábamos preñando.

  • Siiiiiiiii, diossss qué gusto, mis dos pollas dentro, joder si, si, rompedme el coño a pollazos, aaaaaaaahhh…vaya cacho de cipotes teneis…qué bien jodida me siento…preñadme los dos….siiiii….morbazo diosss…lechada de mi padre y de mi hijo….soy una puta….una verdadera puta …hacedme un bombo…no dejéis de joderme…siiiii…quiero vuestra leche bien dentro…os pariré un hijo…diosssss…vaya chochazo que me estáis dejando…soy una puta…papá, soy una puta, hijo mío, soy una puta…jodedme, por dios, más, jodedme más…

Desatada estaba, nos sacaba lo más salvaje del macho, nadie como mi madre lo ha hecho…le daba rabo y me sacaba de quicio, le pegaba en las tetas, mi abuelo también era salvaje, se las agarraba fuerte y apretaba y ella lo aguantaba todo.

  • Joder qué cacho de puta eres, madre…

  • Y tú un hijo cabrón que le pegas a tu madre mientras te la follas…

En fin, acabamos muertos de placer. Y no veais el placer con el que lechaba su vagina ya con su disposición a quedarse embarazada. Nada con más morbo que preñar a la madre. No me importaba nada que su padre también le dejara ir su lechada. Yo me la follaba en casa mucho más a menudo, cada vez que tenía ocasión le eyaculaba en la vagina.

Como el día que mi padre se fue a pegar una ducha, me fui a ella, estaba ordenando la librería, y casi sin decir nada, le magreé el culo, le bajé las bragas y allí mismo, de pie, contra la pared, le metí rabo y semen, besándola. Le gustaban mucho esos polvos. Y causaban un efecto en mi de casi excitación permanente, saber que tenía mi madre para jodérmela siempre, ni protestaba ni objetaba, solamente aceptaba que me acoplara con ella, y disfrutaba como mi hembra y mi puta. Y si no era pertinente joder, estaba muy dispuesta a mamármela, más discreta la situación. De hecho, me la mamaba a menudo, era una experta.

Así que comencé a maquinar cómo podía hacer que se la fuera mamando a mis amigos. Todos opinaban que mi madre estaba buena, pero no iban más allá, excepto Sebas. La ocasión me vino cuando un día mi padre le regaló, se regalaron, unas bicicletas, mi madre siempre ha sido de las de mantenerse en forma y la edad la preocupaba. Así que mi padre pensó que unas bicis para el finde irían bien para los dos. A mi madre le encantó la idea. Tanto que algunas tardes, se iba ella sola a pedalear por los paseos de Barcelona. Primero probó con unos pantaloncitos cortos ajustados, pero se le marcaba mucho el chocho, ya he dicho que tenía un buen chochazo prominente,  y llamaba la atención y además se le metía por el medio, incomodísimo, me dijo. Pero es que era espectacular cómo le marcaban los labios, un verdadero reclamo sexual.

Decidió ir con falda, también he comentado que no las llevaba largas precisamente, así que iba enseñando sus hermosas piernas y sus muslos apetitosos. Y de vez en cuando, depende, sus bragas. A mi me encantaba, no hubiera sabido qué era mejor. Sus tetorras le bamboleaban continuamente, por mucho sujetador que llevara, otra emoción que no pasaba desapercibida.

Pero era una delicia ver esa hembra pedaleando, una alegría a la vista de todos. Y era mi madre. No podía dejar pasar la ocasión para disfrutar,  tenía que exhibirla, disfrutar con el deseo de los otros sobre el cuerpo de mi madre, de mi puta, y a ver si encontraba la ocasión de ir más allá.

Tal como le dije,

-Mamá, tienes un polvo sin bajarte de la bici.

  • Jajajajaja, hijo, eso sí que sería un desafío.

  • Estás para hincártela sin pensarlo, mama, se la vas poniendo dura a todos los que te ven pasar, es muy sexy ver una tía como tú en bici. Quiero mostrarte a mis amigos y que empiecen a pensar en solazarse con mi putita.

  • ¿Quieres que se follen a tu madre? No es bastante con Sebas, veo…

  • Poco a poco, mama, que me va el morbo. Primero mostrarles lo que tienes, la hembra que es mi madre. A ver si les enseñas bien lo que tienes, que sé que te encanta hacer de calientapollas, y ofréceles una buena vista de tus fabulosas tetas.

  • Así que me pones de calientapollas de tus amigos para ti, ¿y quieres también que me soben?

  • Poco a poco, quiero ponerles locos contigo. Como vamos a repetir, ya te iré diciendo, pero puedes ir sin bragas, que se den cuenta y vean el coño por donde me pariste y que tengan muchas ganas de entrar en él.

  • Ufff hijo…cómo eres…

-Te calienta, ¿eh, mama? Tener unos chicos babeando por ti…

-Me conoces bien…pero lo que más, es hacerlo por ti, porque tu gozas así.

Una tarde convencí a unos amigos de la cuadrilla para ir al Parc de la Ciutadella, a estar con unas birrillas i un poco de fumata. Estábamos 5, tirados en la hierba, haraganeando, cuando vi la bici al fondo, puntual como le había dicho, pedaleando en nuestra dirección. Me hice el loco y miré hacia otro lado.

-Joder tios, por allí viene una tía buena en bici. Se le ve carne, joder qué piernas- dijo uno

-Hostia, y cómo mueve las tetorras, parecen ubres…- otro. Todos miraron menos yo. Ella se iba acercando despacio.

  • Joder, si es una cuarentona…pero cómo está la tía –un tercero.

  • Son las mejores, vaya morbazo que me dan…tragan rabo que da gusto. Y ésta tiene una pinta de putita que da gusto. Vaya melonazos…

-Mirala, joder, si va pidiendo rabo a gritos…seguro que no le dan bien en casa

-Pregúntala si quiere cinco, jajajajaja…esas pueden con más…¡HOSTIA! ¡Si es la melones! ¡Uy!– se callaron todos y yo me giré, ya estaba lo bastante cerca como para reconocerla.

  • Joder tíos, si es mi madre – les miré, estaban avergonzados – que no pasa nada, coño, ya sé que está buena, hostias – se relajaron.

Llegó mi madre y nos hicimos los encontradizos. Paró la bici y echó un pie a tierra, dejando el otro en el pedal, por supuesto mostrando braga, tanga de color crema.  Llevaba una faldita de vuelo ligera y una blusa amplia, me acerqué y la besé, le dije que descansara y se sentara un poco con nosotros.

-Hola chicos….-todos contestaron, claro, hola señora o parecido. Se acercó y se sentó apoyándose en un árbol, las piernas juntas y estiradas en el suelo, recatadamente – uff estoy sudando, esto de la bici está bien pero cansa. Sacó un pañuelo y empezó a secarse el cuello, sensualmente, luego bajó al escote, pasando mas sensualmente el pañuelo por la parte del pecho fuera del sujetador y desabrochándose un botón de la blusa. Admiré su maestría de calientapollas. Se dejaba ver una buena parte de sus pechos, el sujetador era muy escotado, apenas por encima de los pezones, y eso en ella era un buen pedazo de piel de teta y ella se ahuecaba la blusa para darse aire

La conversación no era nada suculenta, de cosas banales, pero la presencia de su escote y lo que se veía de sus muslos era arrolladora, mis amigos se la comían disimuladamente. Le ofrecí cerveza, para agarrarla se medio incorporó y dobló una rodilla, triangulito de tanga a la vista. Y ya no la volvió a estirar, poco a poco la falda se le fue subiendo, mis amigos miraban y se lanzaban alguna mirada entre ellos. Me senté a su lado y mientras le comentaba cosas le puse una mano en la rodilla doblada, un gesto cariñoso, separándosela. Miré a mis amigos y les guiñé un ojo, complicidad. Le apreté suavemente el muslo haciéndole cosquillas, el efecto fue que se despatarró, protestando y riendo, bien a la vista de todos su tanga, bien pequeño y la forma de su coño. Bajó las piernas pero no las juntó y su faldita quedó bien arriba.

No hace falta que me extienda más en detalles, aquella tarde mostré mi madre pero a medias. Al levantarse, una espectáculo y después fue saltando por encima de dos de ellos, ofreciéndoles aun más una vista de su culo.

-Fiuuuuuu –dijo uno – joder con tu madre, vaya…guapa que es.

  • No, si es mi madre, pero ya sé que tiene un buen polvo.

  • Joder tío, sí, más de uno…

  • Y más de dos, joder, qué buena está… y con sus 40 añazos

Y otras lindezas. Por supuesto, cuando al cabo de dos o tres días les sugerí volver a la Ciutadella, aceptaron de inmediato.

Y esta vez, la reconocieron de lejos.

-Ahí está la preciosidad de tu madre.

-Ya, “la melones”, ¿no?

-No te mosquees colega, es que tiene unas…tetas que vuelven loco.

Por supuesto, no llevaba sujetador, cosa que fue evidente enseguida,  la faldita un poco más larga y una blusa más ajustada. Y al bajarse de la bici también advirtieron que no llevaba bragas, tuvieron una visión rápida de su chocho peladito. Uno se tocó el paquete.

Por supuesto, sentada contra el árbol,  el pañuelo secando el sudor de su escote.. Al darse aire con la blusa se le desabrocharon dos botones hasta por debajo de los senos, hoy tenía instrucciones de enseñar los pechos y el coño, la blusa se le quedó ajustada apenas tapando los pezones pero dejando ver bien las areolas.

  • Vaya calor que hace hoy, si no fuera por la gente, me sobraría la ropa. La blusa se me pega.

  • Nadie se va a fijar, mamá – le dije – y aquí estamos para defenderte – por supuesto mis amigos hicieron coro – por cierto, ¿sabes cómo te llaman en el insti? La melones –mis amigos me asesinaban con la mirada

  • Jajajaja, qué divertidos. ¿Y eso?

  • Coño, mama, por tus tetas grandes, dicen que les vuelven locos.

  • Jajajaja, qué honor, me halaga eso - mis amigos estaban desorientados por cómo lo tomaba, pensaban que lo normal es que se enfadara o se molestara – es un piropo para mis pechos, a mi edad.

  • Qué va, mama, es la verdad, y eso que no los han visto bien. ¿No te sobraba la blusa? Pues ahora pueden verlos, no se van a asustar

  • ¿Tú crees, hijo?

  • Claro, mama, es natural, si en la playa vas desnuda, pues aquí con mis amigos igual, en confianza – mis amigos asintieron. Miró alrededor como por precaución o recato y se desabrocho todos los botones

– uff qué alivio – se pasó el pañuelo por los senos, sobre todo por debajo mostrándolos perfectamente a mis amigos, aunque algo disimulados por la blusa. A estas alturas ya había dos o tres tocándosela disimuladamente. Para más excitación, mi madre se medio incorporó y a 4 patas inclinada hacia mi me cogió la cerveza, sus pechos colgando y balanceándose, volvió a su sitio, se sentó, aún con las piernas estiradas - ¿Así que la melones, eh? – rió, mis amigos también sin dejar de mirar la parte que se le veía.

  • Es que tienes unas buenas tetas, mama, es normal que gusten.

  • Las nenas jovencillas las tienen más tiesas y duras, no como las mías, que se me caen. Seguro que les gustan más.

  • Gustan más las tuyas, mamá, son más buenas, como más auténticas.  Que lo digan éstos…¿tiene o no mi madre unas tetas cojonudas? Pero que te las vean bien, mujer – fui hacia ella y me senté a su lado, con calma le aparté la blusa y dejé sus tetas a la vista - ¿sí o no?

-Pues claro que sí, vaya, son mucho mejores –dijo Armando, que ya tenía un empalme de cojones, sin perderlas de vista.

  • Ya lo creo pero que mucho –Carlos, un tipo delgadito y poca cosa. Los otros casi hicieron un coro de alabanzas.

  • Sois muy amables y divertidos – dijo mi madre – ¿no lo hacéis por quedar bien? – estaba con sus tetas al aire, sus pezones se estaban poniendo como pitones.

  • Que va, mamá, ¿qué chica jovencilla podría tener esos pezones tan gordos? Si están diciendo cómeme… si casi no tienen, y las tetitas caben en la palma, no como estas tuyas…suaves y blandas

  • Les estas poniendo en un compromiso, hijo, no van a decir la verdad, que unas tetas de cuarentona, después de dos hijos, son demasiado blandas.

  • A ver chicos, tocadle las tetas a mi madre para ver si son demasiado blandas.

  • Para nada, señora Catalina, -dijo Armando – són preciosas así – y se acercó a ella. Me miró – ¿En serio se las puedo tocar?

  • Claro, ¿a que sí, mamá?

  • Claro, sois muy agradables y me halagáis mucho – con timidez le echó mano a una teta y la acarició, poco a poco amasándola – ummm – los demás se envalentonaron y se acercaron, al poco le estaban sobando a 8 manos – ummmm qué agradable…

  • Vaya tetas cojonudas tiene, señora –ella estaba con los ojos cerrados, la cabeza reclinada, la sobada iba teniendo más brusquedad, le tiraban de los pezones, le apretaban la teta, ella se estaba calentando mucho, pronto querría rabo.

  • ¿Por qué no probáis los pezones? – dije, se me quedaron mirando, indecisos. Pero mi madre dijo.

  • Venid a que os de de mamar pequeños, uno de cada teta – ni que decir tiene que cuatro bocas sedientas de teta la mamaron, la chuparon, la estrujaban las tetas, se turnaban para meterse su pezón en la boca, todos iban empalmados y cada vez más locos. Todos le decían lo buenas que tenía las tetas – así que la melones…

Yo estaba a reventar y deseaba jodérmela allí mismo pero esperé. Al poco, Armando le subió la faldita y le metía mano al coño.

-Ummmmm también os gusta mi coño…mmmmm – pero mi madre le retiró la mano – por ahí no, cielo, que es peligroso.

-Algo tendrás que hacer, mama, están todos con el rabo tieso.

  • Venid de uno en uno ahí detrás, pequeños – se metió entre unos matorrales y Armando la siguió. Todos la pudimos ver de rodillas mamándole la polla mientras Armando le sobaba las tetas. No duró nada, enseguida oímos los bufidos de la lechada en la boca de mi madre. Se guardó la polla y vino.

  • Joder, a mi nunca me han mamado la polla –dijo Carlos levantándose. Se fue hacia mi madre y también vimos como acabó echándole la leche en la boca.

Pasaron los otros dos, y mi madre se tragó la lechada de los cuatro. Se abrochó la blusa y vino hacia nosotros.

  • Me voy a casa cariño, que tu padre está a punto de llegar y –sonrió-tengo que lavarme un poco, tus amigos iban muy cargaditos. Espero que os lo hayais pasado bien.

Coro de halagos y alabanzas.

  • Bien, la melones se va,  besitos, no tardes cariño, que me tienes que ayudar antes que venga tu padre.

Mis amigos no sabían que decirme cuando ella se fue, todos pensaban obscenidades pero no se atrevían a decirlo.

  • Mi madre hace lo que le digo. Os la ha chupado bien ¿eh?

  • Joder tio, joder…sin palabras.

-Eso, sin palabras y sin leche, jajajaj os la ha sacado toda…

Risas mas o menos nerviosas…Armando dijo

  • Me hubiera gustado tirármela, debe ser la hostia follando.

  • Otro día te la follas. Me voy, hasta mañana

Ni que decir tiene la clase de ayuda que necesitaba mi madre después de la calentura. Le di nada más entrar en casa contra la puerta.

  • Mamona, te has comido cuatro pollas – le abrí las piernas y le metí la polla hasta los huevos

  • Por ti, que me pones a puta…aaaaaaah siiiiii, jódeme más….más…me ha gustado mucho tanta leche…me han encantado sus pollas…siiiiii…que ganas tenía de follar…fóllame, si, si, folla la mama….tus amigos saben que tu madre es puta…Armando tenía ganas de joderme….me hubiera dejado…bien a gusto, hasta me hubiera corrido con él…tiene buena polla…me ha follado la boca…me ha llamado puta cuando se corría…

-Eres mi Puta, toma mi rabo….

Se corrió de cojones y yo le dejé ir toda la leche acumulada…a ver si la preñaba de una vez.