De cómo mi adorada mamá pasó a ser mi putita (16)

Mi madre hace de prostituta para pagarme la moto, la manosean en el bus, Pilar nos da un homenaje adultero y Sara estrena mi hermano.

DE CÓMO MI ADORADA MAMÁ PASÓ A SER MI PUTITA (16)

  • ¿Qué tal ha ido, mamá? – una vez que hubimos salido de la tienda taller del padre de Sara. Caminando por la calle, acompañando a mi madre como buen hijo.

  • Bueno, no ha ido mal. Es un hombre educado. Ha disfrutado conmigo.

  • Estoy seguro que te ha disfrutado, mamá. ¿Te ha costado mucho hacerlo?

  • Bueno, ya sabes hijo, estas cosas van como van, pero estoy contenta de haber servido para tu moto.

  • Estaba obsesionado contigo. Eres un símbolo sexual para él. Vaya morbo. ¿Le has hecho correrse bien?

  • Tu madre ha sido buena puta. Se ha corrido bien. Como tu querías.

  • Me encanta, eres mi madre, vas follada como una putorra cualquiera. Mejor, vas recién follada.

  • ¿Te gusta, eh? – me miró – hago de putorra por ti, soy lo que tu quieres que sea –sonrió.

  • Me excita tener mi madre bien jodida, sí.  Y haces de putorra porque te gusta serlo – me estaba excitando de hablar con ella así – ¿le has dado teta?

  • Me las ha dejado un poco doloridas de tanto sobármelas y comérmelas, mientras susurraba: “ joder qué tetas, por fin tengo las tetas de Catalina”.

  • La fantasía común de todos los padres del Instituto, comerse las tetas de “La melones”. Este era de los pocos que te quedaban  - me miró con el ceño un poco fruncido – dime que no es verdad, anda, tus tetas han pasado por todas las manos de allí.

  • Hijo…- siempre me excitaba hablar con mi madre así.

  • Te mamaron la leche y te ordeñaron, guarra– ella evitaba mi mirada directa, hice una pausa -  una experiencia única para ellos. Y te gusta que te trajinen las tetas.

  • Uffff hijo…es que me sobraba leche, siempre iba rezumando leche por los pezones y todos se daban cuenta, se excitaban muchísimo, me daba morbo…me excitaba.

– …y, claro, de paso te follaban.  Te usaban. Y tu corriéndote.

  • Es que se les ponía tan dura…no sé… Todos distintos, unos tímidos otros agresivos, pollas grandes, pequeñas,  eyaculadores precoces, un poco de todo…

Llegamos a la parada del bus que nos llevaba a casa. Yo iba con la polla morcillona. El bus iba lleno como siempre. La empujé apretándonos contra la gente y la situé enfrente de un tio mayorcito de unos 50 años, vestido de trabajo, como de operario de la luz o del agua. Yo me pude detrás de ella apretándome la polla contra su culo y a ella contra el tipo. Le hablaba flojo.

  • ¿Cómo te ha jodido? Te has corrido, seguro.-  El escote generoso de mi madre a escasa distancia del tipo, incluso rozándole. Y yo empujando con los movimientos bruscos del bus.

-Le apetecía joderme a lo perra a 4 patas, ha estado bien, me ha gustado – ella hablaba flojo también.

  • Le ha gustado verte las tetas colgando – le pasé mi mano por delante, el vientre y subí al estómago, el tipo tuvo que notar mi mano.

  • Me las ha agarrado mientras me penetraba – le subí la mano acariciándole el comienzo del seno por debajo, el tipo me miró y yo le sonreí, cómplice. Miró a mi madre pero ella miraba hacia la ventana, nos empujaban por todos los lados. -  luego me he clavado en su polla, encima de él,  mientras me apretaba las tetas.

  • Y te has corrido – subi la mano y le acaricié suavemente por encima del pezón. El tipo miró su escote, dejaba ver buenas parte de teta y también vio mi mano, me miró y yo le hice un guiño y un movimiento ligero con la cabeza como afirmando.

  • Es que me excito enseguida, ya sabes, he tenido un orgasmo con él así. –tenía ya mi polla dura contra su culo. El tipo le miraba el escote, me miraba a mi y noté que subía su mano hacia la otra teta de mi madre. Empecé a apretarle con los dedos suavemente, cuidando que él lo viera. Noté que mi madre respiraba más agitadamente. Vi que la mano del tipo ya estaba sobre la otra teta de mi madre.

  • ¿Dónde te ha lechado, mamá? – el tipo apretaba ya la teta sin disimulo.

  • En la boca – ella gimió suave – he tragado su leche. – Ahora el tipo podía oir lo que decíamos.

  • ¿Mucha? – ahora le apretábamos las dos tetas – y te ha gustado

  • Uf, sí, mucha leche y me ha gustado – lanzó un gemido suave pero sonoro – Aaah…

  • ¿Qué pasa, mamá?

  • Por dios, hijo, éste me está sobando abajo…uff – le miré, su expresión era un poema, estaba excitado con los ojos brillantes mirando a mi madre.

  • Te gusta – me acerqué a su oído – te gusta que te sobe un desconocido cualquiera. Te excita…

  • Uff hijo…aaah –gemía suave, yo le apretaba mi rabo contra  su culo. Bajé la mano para sobarle el muslo, el tipo la sobaba por encima de la ropa. Sin pensar por qué, solo se me ocurrió levantarle la falda, el tipo lo entendió pronto

  • uuuug, por dios – gimió mi madre. Sabía que le estaba sobando directamente al coño, mi madre respingó –uuuugff…aaah – supe que le estaba metiendo algún dedo.

  • Llegamos a nuestra parada – dije en voz alta. Todo volvió a la normalidad, dentro de lo que cabe. Pidiendo que nos dejaran pasar, salimos del bus.

  • Si sigue dos paradas más te corres, mamá.

  • Eres un cabronazo, hijo. – Caminamos un poco en silencio – vaya morbo.

  • No me digas que nunca lo habías hecho con desconocidos.

  • No digo tanto, pero así, entregada por mi propio hijo, no. Es muy obsceno.

  • Lo repetiremos, mamá, y mucho mejor. – No quería pero me explicó que en el viaje de novios con mi padre, había follado con un completo desconocido. Habían estado en unos bungalows, por la zona de Andalucía. Se ve que follaban mucho.

  • Ya sabes que cuanto más tengo, más quiero, no puedo evitarlo.

Una tarde mi padre fue a bañarse al mar y ella se quedó dormitando en la cama. En el bungalow contiguo habían dos italianos jóvenes. Aquella tarde se la tiraron los dos, uno detrás de otro.

  • Joder, mamá, recién casada…¿por qué lo hiciste?

  • Nada, hijo, no sé…entró uno, se ve que tu padre había dejado la puerta mal cerrada, abrí los ojos y le vi delante de mi, sonriendo, era guapo…desnudo…me miraba…la tenía muy dura ya…me dijo que me necesitaba…yo estaba desnuda y caliente…adormilada…de pronto me encontré penetrada…muy morboso…me corrí mucho. Después entró el otro…no sé…pues casi sin decir nada

  • ¿Qué más has quedado con el padre de Sara?

  • Le pagaré unos cuantos plazos más. No es desagradable ni difícil. Y tú tienes ya tu moto. ¿Estás contento con tu mamá prostituta?

  • Me encanta mi  mamá prostituta. Otro rabo más que te folla. Me gusta tener la madre más follada. Y más sobada…

Ibamos hablando tranquilamente, cualquiera hubiera dicho que era una conversación banal entre madre e hijo. Mi madre era así, fascinante.

Al llegar a casa, ella se duchó y se vistió como ama de casa, aunque nada anodina, mi madre siempre estaba sexy y siempre incitando a hacerle algo. Me metí en la cocina con ella y le empecé a sobar.

  • Me excita que estés recién follada mamá.

  • Uffff, quieto ahora hijo, que están a punto de llegar tu padre y tu hermano, no hay tiempo – tenía razón. Paciencia – me acarició el paquete y me agarró fuerte los huevos por encima – quiero ese esperma  bien dentro.

  • Ummmmmmm, el esperma , ¿eh? - Ella rió y no dijo nada. Y yo pensé en lo excitante que estaría preñada.

  • Por cierto mamá, Mi hermano necesita ayuda, se mata a pajas y es tan tímido y cobardica que no se atreve con ninguna chica. Igual puedes hacer algo por él. Con una paja o una mamada bastaría.

  • Para nada hijo, tu hermano no es como tú, es como tu padre, un artista sensible, un encanto, ellos despiertan la ternura, tú no. Creo que le haría más daño que bien.  Tu eres un cabrón desde que naciste, ya se te veía, ya intuía que tú eras peligroso. Tu hermano es un cielo una persona entrañable, me preocupa verlo así pero no voy a hacer nada. No lo entendería.

Tenía muchísima razón. Algo se me ocurriría.

Llamé a mi abuelo, hacía días que no nos veíamos y quería proponerle una sesión con Pilar. Él tenía el detalle de dejarme su apartamento para mí y mis polvos y quería corresponderle con el culo de Pilar. Incluso le sugerí si tenía algún amigo necesitado de mujer joven.

  • Joder, sí, tengo un amigo viudo que va desesperado, lleva meses sin mujer.

  • Os ofrezco una hembra joven que no llega a los 40, una tía buena que me calzo de vez en cuando. Casada, adúltera, caliente, morbosa, pero con discreción que su marido es un cornudo sin saberlo.

  • Se va a poner como una moto, por cierto, ¿qué tal tu madre?

  • Como siempre abuelo, ya la conoces, cada día más guapa.

  • Hace tiempo que no tenemos una “sesión familiar” los tres, tenemos que estrechar lazos emocionales, nieto. Sobre todo por ella.

  • Sí, hemos de cuidar de tu querida nenita y que se sienta bien.

Quedó arreglado. Un dia sesión de Pilar y otro, íntimo, con nuestra chica, madre e hija a la vez.

La sesión con Pilar fue fantástica. Hice que se vistiera con una faldita plisada de colegiala, una camisa blanca, una corbatita y medias blancas, estaba seguro que les encantaría dar por el culo a una colegiala. Unas piernas perfectas, además.

Realmente sus tetas eran diferentes, estrechas en la base y redondas al final, chatas en la zona de la aréola,  de donde emergía su pezón largo,  pensé que comprimirle las tetas en la base y exagerar su forma de pera daría mucho morbo,  estaba seguro también que a ella le gustaría ese dolor ligero y le estiraría la piel de la aréola y el pezonazo estrecho y largo, con lo que le excitaba que le pegara en las tetas, eso le incrementaría el placer.

  • Ponte a 4 patas, en la cama,  con las tetas colgando, vas a ver lo puta que vas a estar para mis clientes – la tenía vestida de colegiala pero la camisa desabrochada, dejándome acceso a sus tetas por delante.

Obedecía sin poner ningún reparo. Sólo gimió algo mientras le ataba las tetas con tiras de pañuelo de seda, cuando acabé me separé a mirarla. Realmente exagerada la forma.

  • Esas sí que son dos peras Pilar. ¿Te duele?

  • Uffff un poco, pero es excitante, qué duras se me han puesto.  Me siento rara con estas tetas.

  • Porque te gusta ser una perra.  Mírate en el espejo, de frente.  Eres una adúltera indecente.  A 4 patas, medio vestida  de puta y a merced del amigo de tu hijo – me puse a su lado y le metí mano a sus tetas colgantes , acariciándoselas y bamboleándolas - ¿Te gusta? – le di palmadas.

  • Aaaaay…Ummm, sí, me gusta.  Me gusto.

  • Tu hijo dice que eres una monja, si supiera que su madre es una ramera –se movía sensualmente, las tetas le bailaban de forma excitante – qué duras las tienes así, perrita –le agarré sus pezones y tiré, gimió entre placer y dolor – te he vendido a unos tíos que  te van a montar por el culo, pórtate bien con tus clientes. Y te traeré más, como tú misma has pedido, necesitas placer de perra –con sus pezones largos y finos en mis dedos seguía tirando en varias direcciones

  • AAAyh….sí, sí, cariño, me portaré bien, tráeme más…aaayyy…más hombres, necesito placer…aaaah…recuperar tiempo perdido… placer de perra- me ponía mucho oírselo decir, le di dos palmadas en las tetas – Aaaaaaaayyhhh… ufffff…me excita…dame - la puse caliente como una ascua, le abrí las piernas y le di en el chocho, se retorcía de placer – aaaaaaaaah… uffffff… pégame  - le di en el coño y en las tetas – aaaaaaaaaaaaaa siiiiiii…por diosss…aaaaah… fóllame…fóllame…aaay…siii…aaaah...fóllame como una perra…aaaaaaaayyy

Al momento llamaron a la puerta.

  • Voy a abrirles, tú arréglate la ropa y espera que te llame. Recuerda que eres Putette.

Fue todo morbo y sexo sucio. El amigo de mi abuelo quiso intimidad asi que se metieron solos, Pilar y él a follar. Mi abuelo y yo fuimos al cuartito de al lado a poder verlo sin que ellos lo supieran.

Una puta auténtica.  Disfrutaba. El tio estaba un poco nervioso al principio, pero ella tuvo paciencia, le chupó la polla un buen rato, de rodillas, él sentado en la cama, le dejó sus tetas de pera para que disfrutara todo lo que quiso,  sentada sobre sus rodillas y metiéndoselas en la boca, susurrándole,  acariciando su polla mientras se despatarró sobre la cama para que él se comiera el chocho cuanto quiso también. Finalmente, con una polla dura, la puso sobre la cama con las rodillas en el suelo  y se la metió en el culo.

Nosotros vimos el espectáculo de maravilla, estaban de cara al espejo que por detrás daba al cuartito oscuro y vimos bien la monta y sus caras. No era muy hablador, pero si morboso y quiso saber si su marido se la metía en el culo.

  • Ummmm no cielo,  a mi marido no le dejo, pero a ti si. Ummmmmm, me gusta…¿y a ti?

  • Nunca se dejó mi mujer – le bombeaba el culo y ella gemía fuerte –siiiii…af..si…me gusta…¿puedo correrme dentro de tu culo?

  • Ummmm si, cariño, sí, disfruta, córrete, lléname el culo de leche…- una putita excelente – me excita el semen…siiiiiii

Se fue encantado y me pagó generosamente. Le agradeció a mi abuelo.

  • Qué buena es esa tía, joder. A ver cuando repetimos.

Mi abuelo y yo nos la calzamos juntos, como buenos colegas. Putette se estaba duchando.

  • Tengo ganas de meterle la polla en el culo a esa chica y mientras te la follas el coño.

  • Es una cachonda perdida, ya verás. Primero jugaremos un rato. Le pone ser obscena, en su casa es una beata. ¡Putette! Sal aquí por favor

  • Mejor desnuda, Putette, querida, menos las medias.-le dijo mi abuelo - a ver el material que tienes para nosotros -  Ella se desnudó sin vacilar, pensé, joder si la viera su hijo – um preciosa, y preciosas piernas –estaba de pie frente a él –date la vuelta, por favor – le mostró el culo, mi abuelo le dio un azote suave – buen culo, me va a gustar encular una tía como tu Putette. Estás buena. Y parece que eres muy puta y te va la marcha, ¿o no?

  • Ummm sí, soy muy puta y me va la marcha, será un placer que me folle el culo.

  • El culo dilatado, ¿te ha dado por el culo mi amigo, eh?

  • um, si, y le ha gustado mucho…

. Muchísimo. Mejor, así te entraré yo más fácil. ¿te gusta comer rabo?

  • um si, me gusta comer rabo – le excitaba decirlo.

  • Cómete el de mi nieto. Dáselo Roger, hazme el favor. – por supuesto, me puse delante, lo saqué por la bragueta y se lo di en la boca.

  • Cómete mi chorra, puta – golosamente lo hizo, mientras mi abuelo le trajinaba el chocho y el culo con los dedos – suave, Putette, suave –estaba desaforada moviendo el coño y tragándome la polla – joder, te digo que suave – se la saqué y le di una bofetada, ella gimió, caliente.

-Aaay – los ojos le brillaban.

  • No te muevas – mi abuelo se levantó y se le puso delante, se sacó la polla morcillona y se la puso en los labios – ya que te gusta comer rabo, abre esa boquita, Putette – se la metió –ummmm buena boca - me miró – tienes una puta excelente, nieto, me la ha puesto dura enseguida.

  • Hace bien poco ni sabía lo que era chupar una polla.

  • Ahora las chupa a pares, jajaja. – se la chupaba con ganas –diosss ¡como traga tu puta!

Me levanté y le volví a atar las tetas mientras le chupaba el rabo a mi abuelo. Aproveché  para darle unas palmadas que sonaron y la hicieron gemir con la boca llena de polla.

  • ¿Te gusta comerte la polla de mi abuelo, Putette?

  • Ummm si, me gusta comerme la chorra gorda de tu abuelo, um –siguió chupándosela. Mi abuelo entraba y salía de su boca. Me puse detrás y se la metí en el coño hasta los huevos. Gritó.- Aaayyyyy…me jodes…

  • A ver si eres tan buena como parece, Putette, aguanta que te la meto entera – lo hizo – joderrrr, hasta los mismos huevos ufff…- se la sacó – una mamona estupenda. Llévamela a la cama, nieto, que me la voy a tirar a gusto.

  • Vamos puta, ya has oído, toca joderte el culo. – se incorporó, de paso le di dos palmadas en sus tetas infladas – toma putarraca.

  • Aaay si, si,  Ummmm, soy una indecente – hizo una pausa – quiero que me monten, sí, estar montada como una perra.

Me tumbé en la cama boca arriba.

  • Clávate so putón.

  • Así, bien clavada en mi nieto, voy a encularte, Putette – al poco ya tenía mi abuelo dándola bien dentro – toma dos buenas pollas.

Se volvía loca de gusto, gemía, gritaba, y se corrió escandalosamente. Nosotros le dábamos sin consideración, se dejo caer sobre mi, desmadejada, las tetas aplastadas, sólo recibiendo las dos pollas.

  • Voy a llenarte de leche el coño, furcia, voy a preñarte, preñada y enculada.

La llenamos de leche casi a la vez. Ella gemía de gusto.

Despues de ducharse, mi abuelo se puso cariñoso con ella antes de irse.

  • Eres un cielo Putette. Volveremos a vernos.

Ella también le besó.

  • Me ha dado mucho gusto estar con los dos.

Aquella tarde se presentó, justo después de haber quedado con mi abuelo, mi amigo Sebas. Ni idea que poco antes había estado acordando que a su madre nos la íbamos a trincar por el culo tres tios. Mi madre le atendió amable pero un poco distante, no quería que él pensara que podía follarla siempre. No tenía más que ojos para mi madre, así que se lo dije.

  • Joder. Tío, se te nota demasiado que te gusta mi madre, ¿te la quieres follar, eh?

  • ¿Eh? O no, no que va, qué cosas dices, es tu madre.

  • Coño, sí, pero es una hembra de bandera, además, no pasa nada, a mi también me gustaría tirarme la tuya.

  • No jodas, si no tiene ningún atractivo, es sosa y aburrida y no está buena – Este tío es idiota, pensé – La tuya sí es una mujer guapa.

  • ¿No has visto a tu madre desnuda?

  • No jodas, es una monja, ni desnuda ni nada. Ni nada de nada.

Ummmm pensé, se me está ocurriendo algo perverso, muy perverso. Puede que me lo monte para que un dia te tires a tu madre sin que lo sepas. Y hasta darle por el culo con tu gordo y corto rabo.

  • Pues debe tener unas tetitas duritas y pezoncito delicioso.

  • Uf tio, yo qué sé, qué va, la tuya sí que tiene un par de buenos melones bien duros y buen pezonazo.

-  ¡Coño!¿Le has visto los pezones a mi madre? – enrojeció - ¿Cómo sabes que tiene las tetas duras?

  • Joder…no sé…- estaba en un apuro – me imagino… se le nota…vaya que seguro que debe tenerlas duras…

  • Ah, joder, me había preocupado, pensé que igual te la habías tirado y yo sin enterarme. Y lo que es peor, sin tirarme a la tuya.

  • No joder, qué va.  –me estaba divirtiendo.

  • Tengo una rubita francesa que igual te gusta. Una tía casada que le va la marcha. Bien buena, de las que hacen de todo sin problema. Tiene un marido que no le hace demasiado caso y necesita sexo. Bueno, ya me dirás.

  • Joder tío, claro que me interesa. Necesito meter el rabo, voy loco.

  • Te aviso cuando pueda y se despiste del marido y los hijos. Pero te va a costar 2 verdes. Tengo que comprarle cosas. –  Me pareció de lo más morboso, pagarme por joder con su madre.

  • ¿Dos verdes?

  • La tía lo vale, está buenísima y es muy puta, seguro que se deja dar por el culo.

  • Joder con las ganas que tengo de probar un culo. Me han dicho que es la ostia, pero que las tías no se dejan.

  • Prepara la pasta que te serviré en bandeja un culo de una tía madurita buenísima –, uffff vaya morbo, pensé,  me vas a pagar por dar por el culo a tu propia madre.

De momento se fue con el rabo entre las piernas, mi madre no estaba por la labor.  Si hubiera sido de otra manera podría haber tenido en su propia casa el culo que tanto le apetecía.

Todo iba saliendo. Llamé a Sara para invitarla a dar una vuelta en la moto. Le propuse que después podíamos venir a mi casa y se quedara a cenar y, si quería, a dormir conmigo.

  • ¿Y tus padres? No les parecerá bien

  • Les parecerá estupendo, no te preocupes, sólo si te apetece. No hemos dormido nunca juntos, igual te gusta. No somos novios pero la gente lo cree.

  • Bueno, de momento el resto del plan, me apetece ir a tu casa y cenar con vosotros. A ver esa motarro que tienes.

Lo dicho. Todo bien, Me encantó llevar una monada como Sara en la moto, se puso minifalda, un espectáculo precioso. Sus piernas y sus muslos. Y por supuesto, cada vez que subía y bajaba ofrecía la vista de su minitanga., con su culín fino excitante y su coño marcado. Realmente había cambiado, mas creo que era fruto de la inconsciencia que de la voluntad, era mas inocente de lo que indicaba su exhibicionismo.  Daba alegría ver una mujercita así. Y la llevaba conmigo.

En casa, mi hermano, se quedó pasmado de ver a Sara tan sexy, se quedó prendado cuando ella le saludó con dos besos., muy cariñosa y alegre.

Por supuesto, mi padre también, la repasaron los dos con la mirada. Mi madre reía del impacto que causaba, evidentemente, para ella era familiar causar ese impacto cuando quería.

Estuvimos charlando de temas corrientes, Sara estaba contenta y un poco aturdida por la sensualidad de mi madre, que llevaba solamente un vestidito ligero de estar por casa, de estar por casa no significa ni feo ni anodino, abierto con botones por delante, corto, dejando entrever sus hermosos pechos y sus muslos. La llevé a mi habitación.

  • Me gusta mucho tu madre colega. Es lo mas sensual y voluptuoso en mujer que hay. Ya sabes que me van más las tías, ufff qué madre tienes…

  • Sí, mi madre es una buena hembra. De hecho me di cuenta que eras lesbi por ver cómo la mirabas, colega. ¿La quieres?

-Joder. Colega, vaya sueño para mi acostarme con tu madre. Me pone mucho. Pero lo veo difícil.

  • Todo es posible, colega. Todo puede hablarse.

  • Joder colega, eso sería lo más para mi, aunque solo fuera una vez, vaya senos tan…tan…uff, pero me estás vacilando.

  • Te lo digo en serio, colega, igual puedo hablar con ella, tenemos mucha confianza – no sabes hasta qué punto –pero me tendrías que hacer un favor.

  • Uffff si lo consigues te haré lo que me digas – me miró, excitada – me pongo solo de pensar en acariciar esas tetas de tu madre y deslizarme sobre ella – la abracé y la besé en la boca.

  • Me comprometo a conseguirlo. Pero necesito que ayudes a mi hermano, es un tipo muy inseguro, demasiado tímido, le da miedo acercarse a las chicas. Puedes hacer algo por él, le subirá mucho la autoestima si la que cree novia de su hermano se siente atraída por él.

  • Joder tío, qué quieres, ¿Qué me folle a tu hermanito? Ufff no sé…

  • No colega, no tanto, bastaría que le hicieras sentirse seguro, con una paja es suficiente, y que te pudiera sobar, no conoce aun la piel de una chica, que sepa lo que son unas tetas y un coño. Y una boca sensual. Serías la primera chica de mi hermano, te recordaría siempre y más si le das a chupar esos ricos pezones.

  • Ufffff eres un demonio, colega, sabes cómo excitarme – hizo una pausa –pero no te prometo nada.

  • Sí que lo harás, yo te conseguiré estar con mi madre, los tres, ella tu y yo. Además, tampoco te va a costar demasiado, colega, si no es mas que un chico tímido, total, una sobada  y una paja no es gran cosa para ti.

Le sugerí a mi hermano que enseñara a Sara los dibujos que hacía. La verdad es que era un artista auténtico, dibujaba como un profesional. Él estuvo encantado, se la llevó a su habitación y estuvieron un buen rato, Sara lanzaba expresiones de admiración cada poco y reía, alegre.

Mi padre leía un libro en el salon y me fui con mi madre a la cocina. Le subí el vestido y le acaricié el culo, ella me miró con cara de reprobación.

  • No, no hijo, por dios –sin hacerle caso le bajé las braguitas y se las quité – por favor hijo…

La incliné hacia adelante, no hizo falta que le abriera los muslos, ella misma separó las piernas, sin mediar mas palabra, me saqué la polla y se la endiñé por el coño  de un solo golpe, se mordió los labios para no gritar.

  • Dios mamá, qué morbo me da estar jodiéndote  con la casa llena -  le susurré.

La bombeé fuerte unas cuantas veces y se la saqué. Todo volvió a la normalidad, excepto la respiración de mi madre y mi polla dura. Sin más, le di una palmada en el culo y antes de irme de la cocina.

  • Eres mi puta. Entro por donde salí cuando quiera.

  • Ufff pero ten cuidado hijo.

Mi padre seguía leyendo y del cuarto de mi hermano salían las voces de Sara y él.

Fui a ver qué tal, ella estaba sentada en la cama de mi hermano mirando dibujos. Lo primero que vi fue su minitanga, estaba con las piernas recogidas y no se preocupaba de taparse, ocupada mirando los dibujos, ofreciendo a mi hermano la hermosa vista de sus piernas desnudas y su coño apenas cubierto, despreocupada. Mi hermano se la comía con la vista pero se mantenía alejado. Supongo que debía tener una erección.

-Tu hermano es un artistazo, qué bien dibuja, me encanta, qué suerte tener esta habilidad.

  • Por qué no le haces un buen dibujo, tio, va.

.¿Un retrato? – dijo ella

  • Mejor un dibujo de cuerpo entero.

  • Ooooh sí, ¿querrías hacérmelo?

  • Claro me gusta dibujar la figura humana, ya lo has visto.

  • Eres un cielo - se levantó y le abrazó para darle un beso en la mejilla, al separarse le miro la bragueta, era evidente que había notado su erección – estás contento de verme – le sonrió,  mi hermano enrojeció del todo.

  • Normal, Sara –dije yo tranquilizándole – estabas muy sexy ahí en su cama,  cualquiera no – le di un golpecito a mi hermano en el hombro y le guiñé el ojo – no le molesta ni a mi tampoco tio, somos hermanos. Va Sara, dale un beso a tu cuñadito pero de verdad, que le has avergonzado – Sara me miró, luego le miró a él y sonrió

  • Perdona cuñadito, no quería molestarte – se acercó a él, le pasó los brazos por el cuello y pegó sus labios a los suyos, por supuesto apretándose contra su erección, separo un poco su boca sin dejar de quedar abrazada – ¿no me vas a abrazar, cuñadito? – mi hermano le paso las manos por detrás, obediente, alucinado –besa a tu cuñadita con cariño – juntaron suavemente los labios, mas tiempo del que seria adecuado para un par de cuñados, aunque no se daban la lengua, mi hermano no sabia, casi eran de la misma estatura asi que la polla de mi hermano estaba justo contra el pubis de Sara, que se movia un poco, al cabo de un minuto ella se separó pero se quedó cerca, aunque sin abrazarse ya.

  • Uuuauuu, qué bien besas, me encanta besar - me miró y sonreía – tu hermano besa de maravilla – mentía – paramos porque me estaría toda la tarde – vino hacia mi y también me besó, pero esta vez le meti un poco de lengua – ufff vaya par de hermanitos.

Mi hermano estaba como petrificado, sin creerse lo que le pasaba. Era su primer beso a una chica y era la “novia” de su hermano, y había podido restregar la polla.

  • Bueno,¿ no vas a hacer un primer esbozo de su dibujo? Aun falta para la cena.

  • Bueno, no sé- dijo mi hermano mirándome – tendría que prepararme…

  • Va, tío, eso se prepara enseguida,   además hay que buscar bien la postura y tal, así empiezas y ya seguirás otro día.

  • ¿Cómo me he de poner? Sentada, de pie..

  • Hay que probar varias posturas a ver cual te da mejor – dijo mi hermano – probemos recostada, como la maja de Goya

  • En todo caso, la maja desnuda, ¿no? – dije

  • ¿DEDDESNUDA? – dijo mi hermano

  • Claro, ¿ no te parece, Sara? Mejor así, tendras un recuerdo siempre.

  • Umm, creo que mucho mejor sí. Pero no sé si a tu hermano le parecerá bien – le miró – qué va a pensar si el primer día que vengo a tu casa, me desnudo.

  • Pues va a pensar que eres muy bonita, y va a disfrutar dibujando un desnudo femenino – le miré - ¿A que sí? No va a ser nada desagradable para el, Sara.

  • NNNoooo, nada desagradable. Como queráis., pero no sé si me saldrá bien. Ya he hecho algún boceto, pero no de modelo en presencia, sino de fotos.

  • ¿No quieres intentarlo? Creo que Sara puede dar bien el modelo.

  • Buee… estooo si, ok.

  • ¿Donde me quito la ropa?

-Ve a mi habitación y te pones el albornoz mio y vienes.

Cuando salió Sara, le dije.

  • ¿Está muy buena, eh? Y es muy alegre y liberal. Te vas a dar un harton de verla desnuda. Jejeje, te la ha puesto dura ¿eh?

  • Joder, tío, vaya chica. No te molesta…

  • No que va, somos hermanos, y  ya has visto lo que le gusta besar. ¿Te ha gustado besarla?

  • Uffff  Increíble, es la primera chica que me besa así, joder.¿de verdad quieres que la dibuje desnuda?

  • Sí, en bolas,  y que le dibujes bien las tetas y el coño, ponla que se le vea el chichi. Y si te quiere besar, que te bese. Ya sé que no has estado aún con ninguna chica, no creo que se le caigan los anillos si la sobas un poco, tiene una piel fina, fina.

Sara  entró con mi albornoz por encima, le sobraba por todos lados pero saber que debajo iba desnuda era un morbazo.

  • ¿Cómo me pongo? –estábamos los tres de pie muy cerca los tres, el espacio no era muy grande

  • Alli en la cama, recostada – la cama estaba junto a la pared, me miró – sin el albornoz, claro - se desabrochó el albornoz, lentamente, luego miró a mi hermano y lo dejó escurrir hasta que quedó totalmente desnuda, de frente a él, a menos de un metro, sentimos los dos el olor de sus pechos, una muñeca preciosa, con sus buenas tetas y su coño rasurado. Mi hermano solo tenia ojos para ella, ella le miraba, sus pezones se irguieron duros. – estás preciosa, ya veras que bien te dibuja.

  • Ufffff, espera  un poco, me siento un poco incómoda así en esta situación, desnuda, tengo que acostumbrarme – sonrió. La abracé cariñoso, la acaricié el pelo y los hombros

  • Estas en familia Sara, tranquila – le subí la barbilla y la besé suavemente, abrió la boca y le di mi lengua un poco, suficiente para que mi hermano lo viera bien – eres una princesa.

-Estoy un poco nerviosa, casi no nos conocemos.

  • Yo…yo..un poco también, nunca he visto tan de cerca una chica.

  • Tranquis los dos, es cosa de acostumbrarse  un poco – le acaricié el culin a Sara – y de relajarse, que no es un drama. Sobre todo tú, tío, que si no, no te va a salir ni un trazo bien. Naturalidad ante todo.  Y todo queda en familia.

  • Tu hermano me gusta - me dijo- es un cielo – sin dejar de mirarse los dos - ¿te pongo nervioso, cuñadito, estás incómodo? Yo sí estoy un poco nerviosa –ella le cogió la mano, cariñosa, vi que mi hermano tragó saliva.

  • Familiarizarte con Sara.  Acaríciala que no pasa nada – reí –no quema ni muerde.

Esta vez mi hermano si la abrazó, ella se pegó a el, sus pezones contra su pecho y su pubis desnudo contra su polla, buena putita, pensé, juntaron los labios pero esta vez Sara abrió la boca y el le dio lengua, tal como me había visto, y mi hermano le acariciaba la espalda, ávido de sensaciones, de su piel, sin atreverse a bajarlas a su culo. Yo continuaba con mi polla dura desde que se la había metido a mi madre, esto aún me la ponía más, se iban comiendo la boca. Les interrumpí.

  • Ey, que tienes que dibujarla – reí , dejaron de besarse con la respiración agitada, pero ella no dejaba de abrazarlo, y él tampoco, seguía acariciándole la espalda– ahora ya estáis mas relajados.

  • Sí ahora mucho mejor – dijo Sara – muy agradable el beso, hay que ganar confianza, y qué manos tan suaves, me gusta – se dio la vuelta pero se quedó enganchada a mi hermano, ahora su culo contra su polla – me gustan tus manos –me miró – son manos de artista – se las cogió y se las puso en el vientre – no te importa, ¿verdad col…digo Roger?

  • Claro que no, hay que relajarse y coger confianza – ella levantó los brazos hacia atrás y los enlazó detrás del cuello de mi hermano, realmente lo hacía bien. Mi hermano le acariciaba tímidamente el vientre y el estómago, hasta el límite de los pechos.

  • Ummmmmm qué delicia de manos…sube más…

Se recostó, mi hermano le dijo que debía ponerse más de frente a él.

  • Ponla tu como debe quedarse –le dije.

Él la colocó las piernas semiabiertas, los brazos detrás de la cabeza, sus senos en su esplendor, con todo no le acababa de sobar abiertamente, decidí dejarlos solos.

  • Bueno de aquí a un rato vuelvo a ver qué tal va el dibujo – al salir le guiñé un ojo a mi hermano.

Me daba morbo haberlo visto pero estaba seguro que mi hermano no se hubiera atrevido conmigo delante a hacer nada, era como ponerme los cuernos. Morbo.

Fui al salón, mi padre se había quedado dormido en el sillón. Fui a la cocina, mi madre ultimaba la cena, sobre el mármol, cortaba ensalada.

  • Creo que mi “novia” puede ayudar a mi hermano con eso de perderle miedo a las chicas.

  • ¿Sí?, qué bien porque necesita seguridad y autoestima – me acerqué y le sobé el culo – no empieces de nuevo, ya has tenido bastante.

  • Papá esta dormido y aquellos dos estarán ocupados un rato, le esta haciendo un dibujo de cuerpo entero – le levante el vestido y le toqué el coño desde atrás, le había quitado las bragas antes– qué clítoris gordo tienes mamá – ella se abrió un poco - ¿te gusta Sara?

  • Ummmmmm, eres un demonio…sí, me gusta, es una chica guapísima y muy natural, aaaah…deja mi clítoris en paz…uffffff…tu padre puede despertarse…- no solo no lo dejé sino que además me saqué la polla

  • ¿sabes, mamá? Vamos a tener que hacer un trio con Sara, me gustaría follaros a las dos a la vez – le separé las piernas – me encanta joder mi madre – le apoyé la polla en el coño - a ella le gustas mucho, ya sabes que es bastante lesbi – empujé y le entró parte de la polla – diossss mamá, qué bien te entra, eres de coño fácil – se la metí entera -  y fácil de coño.

-Uffffffff hijo…no se si podré pero si tu quieres…uffff déjame ya por dios…ooooooooooooo. qué gusto diosssss…como se despierte tu padre…ufffff…que dura tienes la polla, hijo…

  • Mi “novia” está desnuda con mi hermano en su cuarto, necesito tener la polla en tu coño, mamá, está que revienta. – le bombeaba – hasta mi padre se la miraba a Sara…uff mamá…toma polla…toma polla, mamá…

  • Ufffff…Sara es muy sexy…aaaaaahhh hijo…ummmmmmmmm…dame polla, cariño, jódete a mamá, mi niño… - vi que tardaría en correrme y pensé que no era prudente asi que se la saqué – uffffff… qué indecente es esto hijo mio… - se arregló la falda y salió a ver a mi padre. Seguía dormitando – venga que he de acabar la cena, ufffff…jodida así sin más…así que un trío con Sara…no sé, no me encantan especialmente las mujeres lo sabes…

  • Ya pero, ella esta haciéndole una paja a mi hermano porque asi podría acostarse contigo, se lo dije. No te cuesta tanto, además estaré yo para darte polla. Y a ella también le daré. A las dos, y os daré por el culo. A las dos os gusta.

  • Eres perverso, hijo…ufff. Venga, pon la mesa que la cena está casi lista y avisa a aquellos dos.

Me acerqué a la habitación de mi hermano y toqué la puerta sin entrar.

  • A cenar, venga, id aligerando el paso.

Puse la mesa y oi que Sara iba a mi habitación a vestirse.

La cena fue una alegría, todos contentos, mi padre especialmente simpático y mi hermano como en el nirvana, con una sonrisa que no se le borraba de la cara.

Al acabar, mi madre se ofreció a hacer café y yo fui a ayudarla.  Entró Sara en la cocina con la excusa de traer algunos platos.

  • Gracias por la cena, Catalina, estaba buenísima – se acercó a ella.

  • No las merecen, Sara, eres una chica muy simpática – mi madre se volvió hacia ella – y además te has puesto muy guapa.

Sara estaba nerviosa, pero el deseo de mi madre le daba fuerza.

  • Usted sí que es guapa, muy guapa –me miró – me gustaría…