De cómo mi adorada mamá pasó a ser mi putita (15)
Me encanta prostituir a mi madre, ella se presta de buen grado, Pilar pide lo que necesita y profundiza en su deseo de darme un hijo dentro de su matrimonio
Cómo me gustó el culito de Sara y qué bien estuvo ella, con lo pijilla que era y tragó todo el rabo hasta los huevos, estrechito pero profundo, qué a gusto me corrí dentro, en el fondo del todo, como hice con su madre, vaya morbo que tenía haber llenado de leche los culitos vírgenes de madre e hija. Pequeños culitos en comparación con el culo bien hecho de mi madre. Pero morbosos igual.
Y salí de allí con ganas de ver a mi madre, otro culo para mi, éste era solo mío, yo lo había estrenado, me lo follaba de vez en cuando, cuando más guarra quería que fuera mi madre y ella misma se había aficionado a mis enculadas, nos daba morbo añadido, ella me lo había confesado, aparte que obtenía cada vez más placer,
- Ummmm qué gusto me das en el culo, hijo, métemela toda. Encula a mamá, ummmmm que buena polla hijo…el culo de mamá es tuyo.
Le excitaba ese toque de incesto poco respetuoso con una madre al darla por el culo, realmente mi madre era única.
- Ummmm, mi niño, no se puede explicar con palabras lo que siente una madre a 4 patas con su hijo detrás dándole por el culo. Mi pequeño, tan crecido ya y bombeándome el culo, entrando tan dentro de mi por el camino antinatural.
Morbosa y perversa. Y con un culo espectacular, carnoso y redondo, un culo de hembra madura, con la cadera más ancha de haber parido, bien puesto, que invitaba a palmearlo mientras le metía y le sacaba el rabo.
Ahora iba a prostituirla, a pagar mi moto con su cuerpazo, en general y con su chochazo en particular, porque este tio lo que quería era follarla bien y, como todos en el Insti, magrearle y mamarle las tetazas, las más famosas de todo el Insti. Estaba excitado desde que el padre de Sara me lo había insinuado. Estaba dispuesto a darme una moto por el placer de babear el cuerpo de mi madre. Y yo excitado, joder, proxeneta de mi propia madre.
Así que le enteré a mi madre que iba a hacer de ramera para mi. No fue excesivamente difícil, como ya me había sorprendido un poco, creía que protestaría un poco más, pero me había excitado tanto que solo quería encularla. Me excitaba sobremanera dar por el culo dos mujeres tan diferentes la misma tarde.
Una vez que me había vaciado y relajado, pensaba en ello. Saqué mi polla de su culo pero la sujeté para que se quedara tal cual, no me he acostumbrado nunca a la imagen de mi propia madre, la falda levantada, despatarrada con el culo abierto, apoyada en la mesa. Verla en esa posición y ver como al poco aparece rezumando del culo dilatado mi propia leche, cayendo y mojando su vulva y sus muslos es una perversión mía que ella entiende muy bien, así que se quedó quieta.
Vaya lechada me has metido, hijo. Me va a llegar a los tobillos. Lo has pasado bien con mamá, ¿eh?
Tu culo es lo mejor que hay para correrme, mamá, y eso que acabo de desvirgar el culito de Sara, por eso tenía más ganas de tu culo. – le di una buena palmada en cada nalga – qué buena jaca eres. Y eso que no querías que te diera al principio pero te está gustando
AAAAAAAHH,…me pegas…así que soy tu segundo culo hoy…- movió sus caderas al sentir el castigo
Sí, mamá, justo después de haber acordado con su padre que ibas a joder con él por mi moto, he dado por el culito a su hija. Y he venido directo a por el tuyo - le di dos palmadas más – nada como el culo de una madre…
– Qué perverso es esto, hijo, que me dé placer y morbo que me tomes por el culo, hijo…y que me pegues así…- Entendí que me pedía más, así que le di dos palmadas fuertes - AAAAAAAAAAAHHh…- estaba disfrutando–tócame el coño hijo, por dios, que me voy a correr si sigues asi… - cada dia me alucinaba más mi madre. Le agarré el coño fuerte, le frotaba el clítoris y le metía los dedos en el coño y con la otra mano le pegaba en el culo – Oooooooooo siiiiii, así, asiiiiiiiiiii, por dios…..qué puerca soy… te gusta tu madre….aaaaaaaaaah cariño….
- Tienes ancas de buena jaca, mamá, acabas de tomar por el culo y pidiendo que te monten. Me gusta ver cómo mi semen te sale del culo hasta por debajo de las rodillas – seguía dándole palmadas y masturbándole, ella movía el culo y el coño como una loca – mi madre es una perraca calentorra….
- Siiii, soy tu madre...sigue…no pares…soy tu perraca… AAAAAAAAAAAAAAAAaaaahhhhh… siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – se corrió como una buena jaca en celo…estuvo una rato jadeando.
Dejé que se incorporara y ella se giró hacia mi. Me abrazó y me besó la boca.
-Ufff cariño…por dios, cada día haces que pierda más la vergüenza…la decencia…todo…me tiemblan las piernas del orgasmo que he tenido…con mi propio hijo…- me besó - tengo que ir al baño…estoy pringada hasta los tobillos.
Nos adecentamos los dos y después nos sentamos tranquilamente, relajados. Mi madre estaba guapísima con los ojos brillantes de placer.
-Así que me voy a acostar con el padre de tu novieta, ¿eh?
Ya sabes que Sara no es mi novia, sólo que le gusta follar conmigo – Evidentemente yo le había explicado algunas cosas, no todas, a mi madre.
Ya, pero a los ojos de todos es como si fuerais novios, a ver si la traes un dia a casa, hace mucho que la conozco, de chiquita. Debe estar guapísima a sus añitos.
-Um vale, se lo diré – Sabía que Sara estaría encantada de ver a mi madre, le encantaba – pero, mama, ¿Te ha excitado que vayas a hacer de prostituta, mamá? ¿no te parece humillante? ¿No te cuesta un poco?
Umm claro que es humillante para mi, hijo, pero sé que es lo que tu quieres, también me da morbo humillarme por ti, pero…uff
¿Es la primera vez que te entregas por dinero, mamá?. Con lo poco que te cuesta abrirte de muslos seguro que alguna vez le has sacado rendimiento.
No puedo ocultarte nada. Varias veces he hecho…eso. Antes y después de estar casada con tu padre. A los hombres es fácil sacarles lo que se quiere con un buen par de tetas. Pero no es lo mismo, es muy humillante que te follen porque pagan o lo que es lo mismo, dejar que te usen para conseguir algo.
Me tienes que explicar esas cosas que has hecho, madre. Cuándo y cuantas veces y como te has prostituido.
No me contó gran cosa, no estaba motivada, me dijo, pero ya lo iré explicando, me excitaba oírselo decir y a ella también explicármelo. La besé en la boca con ganas. Mi propia puta.
Solo era cuestión de no tener demasiados remilgos, hijo. Y ahora tampoco tengo. Pero dime…hijo…¿es solo la moto o te excita ser mi chulo? Porque serías el chulo de tu madre.
Me excita mucho, mamá, prestarte para que me paguen por joder contigo. Sí, el chulo de mi puta.
-Ummmm lo haré por eso hijo. Quiero que después vengas a mi con tu polla bien dura y me hagas tuya.
Aquella noche estaba guapísima, mientras cenábamos en familia pensé lo bien que la sentaba a mi madre tener orgasmos. Bueno, la verdad es que a todas las mujeres, se ponen preciosas y más excitantes. Por supuesto, mi padre no era ajeno a la sensualidad de su esposa. En realidad era el único de debería accederla, pero la tenía en casa sin imaginar siquiera la cantidad de machos que la habían tenido. Yo creo que era muy bueno para todos, porque estando contenta ella, todo iba bien en casa.
Aquella noche oí como mi padre se la follaba. Me gustaba. Incluso me excité de imaginarlos. Oí que después se levantaron para ir al lavabo y pensé en que una mamada de mi madre me iría bien, pero oí a mi padre y no me atreví.
De todas maneras, hacía tiempo que no me metía en la cama matrimonial por la mañana, así que me puse el despertador y oí como mi padre, madrugador como ninguno, marchaba de casa. Esperé diez minutos y me fui a su cama.
Estaba bien dormida, relajada y calentita, boca arriba, tapada parcialmente con la sábana, sus pechos bien a la vista y abiertas las piernas. Preciosa y excitante, más cuando la estaba espiando sin que ella lo supiera, como tantas veces había hecho de adolescente, para después ir a hacerme una paja. Ahora era distinto, podía tomar a mi madre como mi hembra sin más.
Poco después se vistió como una señora para ir a ver al padre de Sara, con un vestido rojo y una larga cremallera por delante de arriba abajo. Por supuesto, medias, liguero, braguitas de encaje y sujetador a juego, de color crema, el contraste con su piel era mucho más excitante. Sabía qué se hacía mi madre. Me dijo que ese vestido lo había comprado con ocasión de acostarse con el jefe de mi padre. Tenía que dejarle contento y seducido.
La razón, evidente. Mantener el trabajo de mi padre y promocionarlo. Y tener una esposa como ella siempre era codiciada por sus jefes, así que tuvo que hacer de puta y fornicar, acostarse con la mujer de mi padre había sido una especie de competición entre ellos.
¿Cuántos de esos jefecillos te han tirado, mama?
Uff unos cuantos, no me importa ayudar a tu padre en su trabajo todo lo que sea necesario.
Sí, eres muy generosa, mamá. Si además, de paso, te meten unos rabos y vas teniendo orgasmos, pues mejor, ¿no? Porque también te corres con esos cabrones que le ponen cuernos a mi padre tirándose su mujer.
Eres un buen observador, hijo. Sí, me suelo correr con ellos también. Ya que hay que hacerlo…
Me estaba poniendo caliente de verla vestirse así, y hablar de lo guarra que es y ha sido.por suerte sonó el teléfono y fui. Era Pilar, la madre de Sebas.
Roger…hace días que te echo de menos…
Hola puta adúltera. ¿Tienes ganas de rabo? – le encantaba que le hablara así, tal como era en su vida personal, con esa imagen de medio monja que todos la creían – dime…
Creo que sí…te necesito…- hizo una pausa, esperaba que le dijera algo pero callé, esperando –sí, necesito rabo…me gustaría tenerte aquí, arrodillarme a chuparte tu polla…que me tomes como la puta que soy…sentir como me penetras…sentir tu semen, tu leche…oir tus obscenidades…
Guarra…Cerda…Puta adúltera… - sabía que le excitaba, la oí gemir suavemente – voy a ir a preñarte en tu propia casa, ramera, ¿oyes?, RAMERA y FURCIA, eso es lo que te excita…pero tengo algo que hacer. A ver cuándo me pasaré a usarte como la zorra que eres…y dejarte el vientre lleno de esperma…vas a darle un hijo mío a tu marido…te lo voy a hacer en su propia cama¿sí o no, putón?
Ummmm Roger…siii…furcia, sí, una ramera, siiii – jadeaba suavemente – embarazada de ti…soy tuya, soy tu putón…mmmmm…hazme lo que quieras…no sabes cómo te quiero…te daré lo que quieras
Voy a tratarte como la furcia que eres, voy a darte bien en ese culo y esas tetas de pera que te cuelgan como le cuelgan a las perras…y estirar de tus pezonacos…
-Ummm siiii –era increíble lo de esta mujer – dame en las tetas….siii…quiero ser una buena furcia…me excitas…vas a venir a darme…ummm…como una perra…mis pezonacos son tuyos…
- Se te moja tu chocho, perraca, ¿o no?- pensé que toda la vida reprimida, ahora necesita mucha lascivia – quieres pichaza de la buena que no sea la de tu marido, so puta
-Umm sísísí, se me moja mi chocho de perraca, ummmmm quiero pichaza de la buena….siiii…- la oía suspirar al otro lado – la tuya, no la de mi marido…soy una guarra adultera
Lo que me faltaba para ir más excitado aún.
El padre de Sara se quedó boquiabierto al verla. Ella le sonrió y le saludó con dos besos.
- Aquí estamos a ver qué moto quiere mi hijo. Y que tenga un precio asequible…que se pueda pagar…
No es que ese tio tuviera un morbo especial, en realidad era bastante corriente, pero a mi me lo daba el estar negociando. Mi madre de de momento no se desabrochó la gabardina, solo se notaba su figura y sus piernas, y mostraba buen humor.
Pues a ver que les puede gustar. – y allí íbamos, yo mirando, probando, comentando, prestaciones, cilindradas, etc. – veo que su hijo es un entendido, Catalina.
Mi hijo es un joven muy capacitado para muchas cosas – mi madre se agarró de su brazo de aquella manera que aprietan la teta contra él, sin demasiado disimulo, imposible que cualquier tio no se sienta excitado de sentir la masa de teta voluptuosa de mi madre contra su brazo – y usted es un hombre muy interesante – ver a mi madre en acción seductora me puso caliente, difícilmente se podía resistir nadie a una hembra como ella restregando su tetaza.
Finalmente vi la que quería, una 250 cc, no diré su marca.
Vaya, su hijo ha escogido una moto nada barata, Catalina – la miró sin apartarse un milímetro.
Pues que no sea por mi, sólo hay que fijar precio y ver si puedo pagarlo – entonces se desabrochó la gabardina y dejó ver su cuerpo envuelto en el vestido sexy, marcando sus curvas, con sus manos mantenía la gabardina abierta –usted dirá si lo que hay es bastante bueno – ver a mi madre ofreciendo su cuerpo así me la empezó a poner dura.
Puede comprobar que es de primera calidad – dije. Me acerqué a mi madre y bajé la cremallera hasta por debajo de sus tetas, dejando ver el sujetador de encaje, pequeño y escotado, apenas cubriendo los pezones, la mayoría de sus pechos a la vista por encima. Ella mantenía la gabardina abierta y le sonreía. El tipo tenía los ojos como platos – compruebe – me estaba poniendo dura la polla ofrecer a mi madre – sin compromiso. Es lo que habíamos quedado, yo pruebo la moto y usted prueba a mi madre. Aquí la tiene.
El tipo no se esperaba una cosa tan directa, estaba un tanto cortado, me miró, sorprendido que le ofertara asi, con desvergüenza, a mi propia madre. Pero la imagen de mi madre, abierta a la comprobación pudo con todo. Llevó las manos a sus pechos y los sobó, primero con suavidad pero cada vez amasando mas por encima del sujetador. Tenía la polla dura de la situación. Le bajé la cremallera del vestido hasta abajo del todo, mostrando todo el esplendor de la hembra, su vientre, las braguitas con el buen bulto de su chochazo, , el liguero y las medias
Soy tuya si me quieres tomar – dijo mi madre, ya sin sonreír. El tipo no tenía más que ojos repasando cada centímetro de su cuerpo. Yo estaba en la gloria, y quise darme más morbo. Cogí los senos de mi madre y se los saqué por encima del sujetador, los acaricié entreteniéndome un poco en los pezones.
Las mejores tetas de Barcelona, las tetas de “la melones”, son suyas si las quiere. Y todo lo demás también – en la tienda no había nadie pero podía entrar alguien asi que –vamos a su despacho y cerramos el trato.
El despacho era amplio, la mesa de trabajo, otra mesa redonda con sillas para atender clientes y un sofá en una esquina, tenía también una ventana de vidrio oscuro que daba a la tienda para vigilar al entrada. El tipo aún no había recuperado el habla. Mi madre se quitó la gabardina, su vestido abierto y sus tetas a la vista le daban un aspecto impresionante y sexual. Mi madre le llevo al sofá y le sentó. Se sentó a horcajadas encima de sus piernas y le puso las tetas a unos centímetros de su cara. Me miró. Su chocho encima del paquete del tipo, empezó a moverse despacio.
Joder, Catalina…-por fin dijo algo – qué buena está usted. Todo lo que me han dicho de usted es poco comparado con esto. Es…es…es un sueño, no puedo creerme que la tenga a usted asi conmigo…una diosa de mujer…estas tetas tan deseadas…
Pruebe sus pezones, ya verá que no es un sueño. – mi madre le acarició la cabeza y la llevó hacia su pezón, el comenzó a mamarla, yo estaba durísimo. Mi madre de prostituta. Una excelente prostituta, con mucho oficio. Ella me miró y me lanzó un beso.
Oooooh…me está usted poniendo caliente – le sacó la teta de la boca y se inclinó a besarle la boca, le metió la lengua, sin dejar de mover su chocho contra su paquete, volvió a meterle el pezón en la boca, esta vez la otra – ummmmm pruebe las dos… - entonces el tipo empezó a sobarla por todos los lados, los muslos, el culo, todo – oooooooh…siiii…siga usted…siiii
Uffffff Catalina, uffffff – Mi madre se levantó y se bajó del sofá, se acuclilló y le bajó la bragueta, sacándole la polla, dura
– ummmm que buena polla tiene usted…- acercó su boca y se la lamió, el gimió fuerte
Por dios Catalina… ¿qué hace usted?, está su hijo aquí.
Le voy a comer esta polla tan apetecible que tiene, no puedo resistirme, mi hijo no le dirá nada a mi marido.
Seguro que quiere comprobar que mi madre tiene la campanilla suave – hice referencia a la conversación que tuvieron los padres con el en el patio del Insti. Mi madre se la tragó entera, el tipo gemía cada vez mas
Yo no podía más así que le dije.
¿Esta de acuerdo con el trato? Porque me voy a probar la moto con su hija.
Ufff si si si, de acuerdo – hizo una pausa – no pare Catalina
Antes de salir del despacho pude ver como el tipo eyaculaba en la boca de mi madre. Si me hubiera quedado no hubiera podido resistirme a follarla y no q8uería delante de aquel tipo, mejor que no supiera nada.
Así que dejé que mi madre se lo follara y pagara mi moto, de momento, el primer plazo ya estaba, una lefada tragada. Yo iba con la polla durísima, así que me fui directo a casa de Pilar.
Fui por la tarde y me esperaba ansiosa, vestida con una vestido recto, sin gracia, hasta las rodillas, bien cerradito de escote, nadie diría que debajo había una mujer calentorra, con unas largas piernas de vértigo y ansiosa de que le trataran sin respeto. No podía dejar de darme morbo ver así a la madre de mi amigo Sebas. Al entrar en casa le agarré del pelo y tire hacia atrás, le mordí la boca, respondió ardiente.
Hola perra –pensé en lo que dirían Sebas padre e hijo si la vieran así - ¿Qué es lo que deseas? – se lo decía agarrándola del pelo y con la otra mano en su cuello medio caricia medio apretándola, las bocas muy cerca – dime, perra…quieres mi rabo…
Roger…ummmm…quiero ser tuya...tu perra…comerme tu rabo…sí, quiero tu rabo, que me jodas…que me pegues…perder toda mi vergüenza y entregarme para que hagas de mi la más puta…
Me vas a pedir que te haga un hijo, perra, darle un hermano a mi amigo Sebas. Sácame la picha, Pilar, llámala picha.
Sí, sí, házmelo, hazme un hijo Roger…lo que quieras…- me bajó la bragueta y me sacó el rabo, medio morcillón – ummmmm qué buena picha…hazme un hijo con tu picha, ummmm se te pone dura con esta perra…
Pues cómete mi picha so puta – la acuclillé, se la metió en la boca y yo agarrándola del pelo - tu marido no tiene idea de lo bien que su mujer me chupa la polla y lo que le gusta - tiré de su pelo hacia arriba para ponerla de pie, gemía excitada, le di la vuelta, le apoyé en la pared y le levante la falda, no llevaba bragas – sácate las tetas, me gusta como te cuelgan, eres mía, perra– me separé de ella, siempre era un espectáculo ver sus preciosas piernas desnudas – voy a darte por el culo, ¿qué te parece?
Estaba encantada, se volvió hacia mi y se bajó los hombros del vestido y se sacó las tetas, me miró de frente.
- Soy tu perra – le agarré una teta sin consideración y tiré hacia mi –aaaah – se quejó pero no se opuso – soy una perra – le di palmadas en las tetas –aaaaaahh…ummmm…siiiiii…siiiiii- tiré de los pezones, apretándolos fuerte – aaaaaaahhh, siiiii ….siiiiiiii….ummmmm, me duele- me ponía la polla durísima tratarla asi y ver lo que gozaba. Necesitaba sentirse humillada y obscena.
Le di la vuelta y se apoyó en la pared. Le levanté la falda y la despatarré. Me separé dos o tres pasos para ver su imagen totalmente obscena y guarra. Su respiración agitada la hacía más vulnerable, admiré sus preciosas piernas abiertas y sus tetas colgando, su coño y su culo a mi disposición. Sin acercarme,
Mira cómo está la señora tan formal y casta, ¿qué me pide la señora madurita? ¿Qué quiere que haga con mi chorra de 18 años?
Ummmm, que le metas a la señora tu chorra donde quieras…dame por el culo, fóllame el chocho…hazme un bombo, soy tuya… -me acerqué con la polla durísima, cambié de idea, me excitaba más correrme dentro de su coño y trabajar el morbo de preñarla, así que se la endiñé bien dentro – aaaaaaaaaaaaaaaaaah siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…ummmmmmmmmmmsiiiiiiiiiiiiiii – le bombeaba – ummmm si si si…cuanto he deseado esta chorra….ummmm te deseo cariño….siiiii…dame dame polla…aaaaah…uf – le di unas cuantas palmadas en el culo – siiiiiaaaaaaaaaaah, pegame si si…-me incliné y le agarré las tetas con firmeza –aaaaaaaaaah siiii, mis tetas de pera son tuyas….ummmmm – se estaba desmadrando, le di palmadas en las tetas, le iban de un lado a otro – aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh me corroooo siiiiii pégame siiiii – se corrió bombeándole y dándole en las tetas – aaaaahhh…aaaah…aaaah…aaahh…aaaah – Pilar se corría a impulsos, como si empalmara montones de microorgasmos, pero se tiraba un buen rato, yo no paraba de bombearle y darle en las tetas, sabía que le prolongaba su orgasmo, mientras notaba en mi polla las contracciones de su vagina – aaaaah…aaaaah…
Aguanta que voy a lecharte yo en tu vagina…- le agarré del pelo y tiraba mientras le daba pollazos – qué tia tan puta eres….voy a dejarte embarazada…toma leche puton – me corrí con la polla todo lo adentro que pude – ummmmmmmmmmmmmsii qué gusto zorra….sii
Préñame Roger, si, cariño si…qué gusto sentir tu leche…ummmmmmmmmm…
Una pasada. Le temblaban las piernas así que la lleve a su propia cama y nos estiramos allí.
Ummmm Roger, cariño, vaya lechada, me rebosa el coño…
¿Te has corrido bien, Pilar?
Uffffffffff qué morbo y qué barbaridad de orgasmo, me gusta muchísimo que me trates así, es muy perverso pero es así que me excita tanto – la besé con suavidad en la boca
Eres una preciosidad de hembra, Pilar, sé que necesitas esto, sentirte puta y sucia, humillada y voluptuosa, realmente gozas si te pego, aunque sabes que solo es el juego sexual.
Uffff ni yo misma me reconozco cariño, qué subida cuando me pegas, y más en las tetas. Y pensar que nunca lo hubiera descubierto de mi misma si tu no me hubieras violado aquel dia, porque realmente fue una violación, pero me descubrí gozando como nunca. Y más viniendo de ti, amigo de mi hijo, uffff, tan joven, y es tan, tan indecente ponerle cuernos a mi marido contigo…te conocemos desde pequeño.
Te violé porque lo querías, putita, y no veas lo que me gustó –la besé de nuevo – A mi me excitas mucho y me da mucho morbo hacer cornudazo a tu marido. Y quiero hacerte un hijo, Pilar, lo más indecente que hay es que me hagas padre sin que tu marido sepa nada y que crea que es suyo.
No creo que pueda, Roger, ya sabes que no me funcionan bien los ovarios, pero nunca se sabe. Sería una sorpresa para mi y para todos, pero a mi también me da mucho morbo y me gustaría.
Mejor una nena, putita mía – le toque el coño – no será por leche, lo tienes lleno – se abrió y ella también se tocó.
Ummmmmmm, nunca había visto nadie que tuviera tanto semen como tu, cariño, no sabes lo que me gusta que me llenes la vagina de esperma y sientas tanto placer. Además…
Dime, puta.
Umm, eso Roger. ¿Me vas a poner a follar con más hombres? Quiero ser muy puta, aprender, recuperar tiempo perdido, conocer muchos, comerme sus pollas, que me penetren y me den por el culo.
Por supuesto, putaza, por supuesto. Voy a conseguir que te sientas una prostituta, que seas una ordeñadora de leche de pollas, una guarra de las mas dadas por el culo de Barcelona.
Me fui encantado de allí, casi tan encantado como se quedó ella.
Solo pensaba ya en buscar mi madre, prostituta para mi, recogerla después de follada, la sensación de su clítoris grandote siempre la llevaré conmigo. Y en aquel momento, conduciendo mi flamante moto, era muy agradable, básicamente no era su imagen, sino su sabor, textura y volumen lo que tenia en la cabeza. Y recordaba por la mañana cuando me había metido en su cama.
Había estado mirándola un rato, esperando un poco más, el cipote se me puso a cien pensando que el padre de Sara iba a meterse entre esos muslos, babear sus tetazas y probablemente eyacular en su boca, tal como había visto hace poco. Tal como estaba, nadie hubiera dicho que esa boquita sensual hubiera tragado tanta leche de macho. ¿Cuántos tíos habrían dejado su lefada en la boca de mi madre? Llevaba como 25 años mamando pollas y follando. Pensé que pudiera ser que no bajaran de 60 o 70 lefas diferentes, quizá más. Y otras tantas pollas entrando en su vagina, ella gimiendo cada vez que un macho la toma.
Seguramente más de los que pensaba. Y cientos o miles de orgasmos, ni ella era difícil de hacer correr ni se resistía, al revés, le encantaba correrse, de esa manera que yo conocía muy bien. Me excité mucho pensando en las imágenes de 70 tios poniéndose entre sus muslos y dándole golpe de cadera, ufff, y el placer que debían sentir cuando mi madre se corría viva ensartada en sus pollas.
Y todo eso, mezclándose con las imágenes de mi amorosa madre, cuidándonos de pequeños y de esposa cariñosa con su marido que tan familiares eran para mi. Cuántas veces habríamos estado cenando en casa, en el calor del hogar que ella sabía darnos, pero quizá esa misma tarde se la había repasado algún cabrón, algún repartidor quizá la había puesto contra la pared y le había dado buen pedazo de rabo, alucinando de lo buena que estaba y lo poco que le había costado convencerla para jodérsela. Y quizá, esa boquita que nos daba besos cariñosos, había tragado hacía poco una buena lefada y esos labios maternales habían recorrido una buena polla hasta los huevos.
Ya tenía la polla dura como el cemento cuando me acomodé a su lado, ella solo se movió un poco sin despertarse, le levanté la pierna y, yo de lado, le empecé a meter suavemente mi polla en su coño, lo tenía bien húmedo. Gimió pero no se despertaba. Empujé más adentro.
-Ah, um cariño, ¿aún estás aquí? – pensaba que era su marido, se la endiñé entera- AAAAh…-entonces si abrió los ojos – pero…pero…uf por dios, si eres tu, hijo…¿se ha ido tu padre?...si hace un momento estaba aquí… – preguntó asustada, le mantuve el cipote bien dentro –AAAAh…dios qué polla tan dura…y gorda…- le agarré las tetas y le empecé a bombear – Uuuuuuffff…tienes el doble de polla que tu padre…me ha follado antes de irse…
Cómo me gusta joderte… mamá, querida mamá…este coño tan follado que tienes…tan mojado de flujo y leche…tan caliente…siempre a punto y dispuesto a ser penetrado por un buen macho…a punto para correrte una y otra vez…sin pudor ni vergüenza…recién follada por tu marido y ya poniéndole cuernos conmigo… - le acaricié el clítoris – estás calentorra, vaya cacho clítoris que tienes, inflado y gordo, qué pedazo de puta eres.
Dame placer hijo cabrón, te gusta joder la mujer de tu padre, eres perverso como ninguno.
Como tu padre, puta, pero menos que tu, que nos ganas a los dos. Toma polla, toma mi leche preñadora, zorra, bien dentro de tu vagina de ramera, visitada por cien rabos.
Nos acabamos corriendo los dos a la vez, yo con la fantasía que puede que esa vez sí podía preñarla.
No lo sabía entonces pero acabé preñando varias mujeres.