De como me hicieron suya cinco desconocidos
Relato como salgo a la calle por primera vez y por una serie de circunstancias termino con la boca llena de cinco desconocidos.
Hola me llamo Clara, mido 1’70, tengo 23 años y soy de Barcelona. En algún que otro relato he relatado mis ansias por convertirme en mujer y el miedo y vergüenza que me da estar con hombres. Lo único que he podido hacer es vestirme en la intimidad ya que en mi vida diaria hago vida de hombre. :(
Soy universitaria y éste año me he mudado a un apartamento sola ya que mi universidad ésta a bastantes kilómetros del piso de mis padres y aunque fuera un gasto, mis padres aceptaron en alquilarme un pisito barato en Barcelona. Ya podéis imaginar la ilusión cuando me lo dijeron.
Pasaron los días, me vestía siempre para ir por casa, que sensación mas maravillosa, cuando estaba caliente probaba de meterme cosas de distintos tamaños haber como se sentía. Al final siempre me corría entre grititos de putita enfundada en mis medias y taconcitos.
Todo cambio una tarde que por alguna razón estaba perra, perra. Necesitaba lo que llevaba tiempo soñando y supongo que las ansias y mi calentura me jugaron una mala pasada y me armé de valor para salir a la calle.Empecé depilándome toda, mientras estaba en la labor iba tomando chupitos pequeños para darme valor a salir. Estaba muy confundida pero supongo que el alcohol sirvió para que no me desanimara. Me vestí con una faldita rosa bastante corta y una camiseta blanca corta también. Debajo llevaba unas medias con unos ligueros, una culotte lila muy mona y un poco de relleno.
Según como se me mirara se me veían un poco los ligueros, pero no era muy descarado. Me encanto el conjunto, estaba un poco borracha y se me hizo un poco tarde para salir vestida. Mejor, en la oscuridad me daría menos corte aunque fuera un poco mas peligroso.
En el fondo tenia claro que no me iba a ir con ningún hombre pero quería excitarme como nunca andando por la calle. Siendo y sintiéndome como una mujer, como una putita buscando clientes. Esto me ponía a mil. Pensar en que alguien podía usar mi cuerpo, sentirme usada y que alguien me pagara por mis servicios. En mi imaginación siempre soy una puta a la que los hombres pagan por mis servicios. Si en el fondo creo que todas deseamos algo eso. También es el hecho de que paguen, de hacerse las remolonas y provocarles, hacer que nos deseen hasta que no puedan mas. En mi cabeza siempre me imagino con hombres maduros, que además de usarme, me roban la juventud, sentir que se aprovechan de mi, cuerpo de mi inocencia.
Puse mis zapatitos de tacón, mi bolso, mi peluca y mis utensilios para terminar de maquillarme en una bolsa, puse un chándal por encima por si había algún vecino y bajé al parking y entré en el coche.
Salí conduciendo y realmente no sabia donde iba a ir, pero lo primero era la primero y me tenia que cambiar de ropita.
Estacioné en una calle poco transitada y me saqué el chándal, me maquillé y me puse los zapatitos y la peluca. Mientas hacia esto pasaron dos universitarios y se me quedaron mirando, ya que iba un poco provocativa, en ese momento me quise morir y me empecé a sonrojar. Pero una vez hubieron pasado, empecé a sentirme extrañamente realizada.
Des aparque, y me fui conduciendo a la zona de prostitutas, en el Camp nou de Barcelona. Sólo quería mirar, ver chulos y clientes y no se me ocurrió mejor sitio. Al pasar por delante, me empecé a poner nerviosa, había poquitas prostitutas, como 8. Pero como no vi ningún coche parado di otra vuelta. Lo que yo buscaba era ver a los clientes, mirar su cara y volver a casa, pensando en como me follaban por dinero.
La segunda vuelta sí que vi un par de coches, pero no pude ver la cara de ninguno de ellos. Con lo que me armé de valor y aparqué el coche a unos 200 metros. Me bajé del coche echa un manojo de nervios. Tenia un nudo en el estomago, pero me obligué a ir. Por algo había venido no? Si me iba en ese momento a casa me iba a arrepentir. Así que di la vuelta a un parque que hay descalza para no hacer ruido con los taconcitos, para desde el parque tener mejor posición para ver a los clientes hablando con las putas.
Una vez en el parque me puso los taconcitos y escudriñé escondida desde una esquina. Vi como paraba un coche y llamaba a una puta.. Tenia una cara de viejo verde, y empezaron a hablar. Yo me imaginaba la conversación y me imaginé siendo ella. De repente el hombre empezó a magrearle las tetas como comprobando la mercancía. Eso me puso calentísima.
De repente un coche para a mi lado y de él sale una puta. La puta se percató de que estaba y me empezó a mirar.
De repente me preguntó: “Oye eres nueva?”
- no..- y me quedo mirándola con cara estupefacta
- Oye, no sé quien coño eres, ni que te has creído pero esta es la zona de Ginés y tienes un problema, chata.
- No, mire disculpe, yo ya me iba.- dije roja de vergüenza. Pero no sirvió de nada, porque ya estaba chillando al tal “Ginés”. Que efectiva mente era el chulo.
En seguida se presentó a través del bosque un hombre de unos 40 años, grande, moreno con los músculos marcados. Aunque parecía que fuera el típico chulo, tenia un aire un poco distinguido. Parecía que se podía hablar con él.
Antes que me dijera nada, yo roja de la vergüenza empecé.
- Miré perdone, se trata de un error, yo no quería…
La otra puta, empezó a chillar-me.
- Cállate puta -, y mirándole a él – Rómpele el culo a esta puta de mierda, que nos viene a sacar el trabajo. Que sepa lo que es bueno.
El chulo empezó a decir con voz muy grave pero muy calmada.
- un momento Katie- y dirigiéndose a mi – Quien eres y que buscas?
Sin presentaciones, sin reparos, me sentí muy a su merced. Como si estuviera haciendo algo mal, y tuviera que dar explicaciones. Yo solo había salido a pasear, pero claro, no me podía poner chula de ninguna manera con ese hombre.
- Mire, lo siento mucho, me llamo Clara y no soy prostituta, no he venido a sacarles el trabajo, ni mucho menos. Siento el malentendido.
- Entonces porque espiabas puta…?- Me grito de nuevo Katie
- Bueno… me daba morbo supongo! Nada mas, de verdad que no he querido causar problemas- miraba alternativamente a uno y a la otra asustada.
Entonces Ginés, que así se llamaba el chulo, pidió a Katie que se fuera, y se quedo conmigo hablando, pero ya totalmente relajados.
- Mira, lo siento por Katie –empezó - es una profesión difícil como podrás imaginar.. – yo sólo asentía ,dijera lo que dijera hubiera asentido, me sentía un poco indefensa ante esa torre de músculos, pero su buen trato y sus maneras me tranquilizaron mucho. Hasta parecía culto, no era la imagen que tenia yo en la cabeza de los chulos, pero además parecía que se podía hablar con él, negociar. Se veía bastante vivo.
- No pasa, nada igual tendría que haber ido de frente, pero estaba demasiado nerviosa como para aparecer tal cual. Lo siento mucho – No pude decir esto sin evitar ponerme roja de vergüenza y sin mirarle a los ojos.
Entonces él se dio cuenta de algo como sorprendido. Prosiguió.
- Mira…
- Clara - balbucee
- Mira Clara, que crees que eres la primera que viene aquí porque esta caliente? Lo he visto mas veces y no me sorprende. A las chicas especiales como tu sé que os pone esto – sabía de que hablaba, todo el rato hablaba en tono autoritario, sin preguntas. Le miré un poco avergonzada, se había dado cuenta y fue un poco chasco para mi.
- No te preocupes! Si das el pego totalmente, si de hecho yo me acabo de dar cuenta ahora mismo. Lo siento, no tendría que habértelo dicho, pero de verdad que te ves muy femenina. Lo que pasa que los que estamos en éste mundillo si que nos damos cuenta de estas cosas antes. Mira, Clara, si quieres te propongo un juego. A ti te da morbo imaginarte de putita.- Al decir esa palabra se activo un resorte dentro, que me hizo tranquilizar y volver a ponerme un poco caliente… -Si quieres te ofrezco un trato: esta noche haces de putita para mi. Te dejo jugar. La condición es la siguiente: si te vas con un cliente, el 40% para mi y el otro 40% para las chicas. Las chicas si cobran de ti, no les importa tener competencia y además sin hacer nada. Yo tengo otra “trabajadora” y tu puedes jugar a ser puta y si te animas hasta puedes tener lo que ibas buscando en tu interior… Todos ganamos!
Sin duda la condición me atraía, estaba tentada y ya sólo con lo que me había pasado esa noche tenia suficiente material para dejar volar mi imaginación al volver a casa así que decidí declinar su propuesta.
- Muchas Gracias Ginés, quizás otro día. – le dije rápidamente de manera coqueta.
- Va mujer… si no pierdes nada! Te gustará!- Entonces me agarró de un brazo mientras me decía. – Mira tengo que ir hacía allí a controlar un rato como va todo, te importa si hablamos donde están las otras..?
No podía negar-me soy de carácter débil..
- Sólo ha hablar, eh…
- Que si, que si- y empezó a gritar a una puta que estaba hablando con un cliente. – Madre mía… esta puta me va a matar – murmuró
Al llegar allí con todas las putas y yo en taconcitos me empecé a poner bastante caliente. Me saludaron algunas de ellas con un además de cabeza. Venía de la mano de Ginés, así que supongo que ya conocían el trato que había hecho con él y les parecía bien. En total había como 8 putas, mas mayores que yo, aunque no por eso no significa que no fueran atractivas. Eso si yo era la mas jovencita. Estar allí con las demás prostitutas vestida como ellas, con mis medias, mis taconcitos.. sólo quería estar un rato más.
- Clara, que te lo has pensado un poco mejor? No quieres mirar de disfrutar un poco?
- Un rato sólo, y si no me voy con nadie, nada, eh? – esbozó una sonrisa picarona, y me guiño un ojo.
- Chicas, esta es Clara! Espero que la traten bien- vociferó Ginés.
Ya está ya estoy haciendo de puta pensé. Era tan placentero sentir el aire pasar por debajo de mi faldita, estando allí. Era tan excitante, que pensé que tenia que repetir la situación si o si. Aunque estaba muerta de vergüenza, estar allí de pie apoyada contra una farola mirando el suelo era el sitio que quería estar. Me puse relativamente cerca de Ginés, que seguía con el móvil, por si tenia que recibir alguna instrucción.
Las putas tampoco es que estuvieran entre ellas hablando, estaban dispersas por diferentes sitios, aunque algunas si que hablaban, la mayoría se ponían cerca de la calle para enseñar sus cuerpos y mirar a los conductores cuando pasaban. La mayoría iban vestidas de manera mas atrevida que yo (y yo iba bastante provocativa). Yo sería la puta que menos aparentaba la profesión. Había 3 coches parados, y dos de ellos estaban hablando con ellas. Aunque el ritmo de coches era constante, siempre había como 3 coches parados, ya fuera hablando con putas o mirando el panorama. Llevaba 2 minutos, cuando paró un coche y directamente subió una de las chicas. Sin hablar, supongo que seria un cliente habitual. También llegó un coche a dejar a una negrita muy mona que se me quedó mirando, supongo que preguntándose quien era yo. Pero no vino a presentarse. Entonces oí como me gritaban.
- Eh, puta! La nueva, ven aquí que quieren hablar contigo. – Me puse echa un manojo de nervios y miré a Genís.
Genís me miro, y me pregunto que, que estaba esperando, que fuera que había un cliente.
- ok, voy, pero cuanto le cobro si accedo?
- Mira tarifa libre, lo que quieras. Pero mas de 50 y menos de 200 para follar. La noche más, y si te piden una mamada puedes pedir entre 30 y 60. Eso son los precios habituales. Pero vete ya puta, y vino y me cogió el brazo como empujándome hacia mi “cliente”.
Me empecé a ruborizar por la situación mientras andaba y casi caigo con los taconcitos de camino. Sólo pensando en excusas para quitármelo de encima. Sólo quería estar allí y sentirme como una de ellas, pero no quería hacer nada con nadie. Aun así para estar allí debía pasar por esto, y Genís se había puesto de mala ostia. Me empezó a dar miedo la manera en que me trató. Supongo que una vez me tiene convencida de ser una puta mas en su catálogo, ya no hay mas necesidad de ser amable conmigo. Y él ahora sabía que una vez había entrado, accedido a algo, tenía que empezar a temerle, para hacer lo que él dijera, además así se hacia respetar. Era una puta mas.
Me acerqué a la ventanilla. Había un hombre de unos 40 largos, de estatura normal, pelo negro, no era muy guapo, pero tampoco es que fuera feo del todo. Me hizo una seña para que me acercara a la otra ventanilla, la del conductor.
- Hola, tu eres nueva no..? – por la manera de hablar y el olor se notaba que había bebido. Bastante.
- Si, me llamo Clara. – todo el rato con Genís había adelgazado, la voz, pero Genís lo sabía, ahora con mi primer cliente, me esforcé mucho para adelgazar aún más la voz.
- Que putita mas bonita, me dijo. Eres la mas bonita de todas.
- Gracias! – y sonreí.. que estaba haciendo??! Nada de coquetear, tenia que sacármelo de encima!
- Ves tus amiguitas…? Pues me las he follado a todas! – Desde luego, borracho es poco.. – míralas, míralas.. – las miré, tenía que hacerle caso ya que no quería provocarle, ya no por él, sino que sentía un miedo creciente por Genís.. Debía estar hablando tanto rato? No lo sabía, aunque por otro lado seguro que conocían al hombre.
- Las ves, las ves?
- Si – dije mientras seguía mirando
- Pues todas han tenido en algún momento mi polla en la boca. Mi polla dentro suyo, piénsalo. – Me fijé en que se estaba tocando mientras me hablaba.. quizás sólo quería eso.. aunque tengo que reconocer que hizo que me calentara. – Mi polla en su culo, a todas! Las hacia aullar de placer. Todas menos una, la más bonita, quieres que te haga mía como a las demás?
- Carai, casi poesía para una puta, eh? Poesía de puta. Nuevo genero! – Se empezó a reír exageradamente.
- Dime, no quieres sentir lo que han sentido ellas? Que sepas que te bautizaré como lo he hecho con todas, así ya serás de la familia. – y mientras decía esto me empezó a acariciar los muslos. Di un pequeño saltito porque no me lo esperaba.
- Bautizar? – tenia que aguantar con la mano allí, tenia que hacer mi papel.
- No hace mucho que eres puta, eh… me encanta, me encanta que vengas rojita de los nervios, me encanta que casi te caigas, me encanta que des éste respingo cuando te empiezo a tocar… Es lo normal sabes? Y me encanta que no sepas lo que es bautizar, significa que no te lo han hecho y te voy a bautizar. Me correré en tu cara de puta. – Tengo que reconocer que realmente con todo lo que me estaba diciendo y con el roce del muslo me estaba poniendo un poco caliente.- pero iba siendo hora de hacerme la estrecha, de terminar con el juego.
– Dejémonos de esto y pasemos a la acción, pon precio y vamos a mi casa. Te quiero toda la noche.
– Mira te tengo que decir, que lo siento, pero no soy lo que parece.. – no me dejo terminar
– Y que? A mi lo que mas me gusta es dar por culo - y se empezó a reir otra vez- te crees que eres la única o que? Dani y Trisha también lo son, mirando a otras putas. – yo asentí como si supiera cuales putas eran Dani y Trisha, aunque ninguna de ellas me lo había parecido. – Dani y Trisha también están bautizadas como lo estarás tu.
Tenia que inventarme algo ya para salir del aprieto.
– Bueno es que además, la verdad es que antes ha venido un cliente, y me ha preguntado si estoy libre a las 12 y he quedado con él. Ahora mismo no puedo estarme contigo y menos toda la noche. Ven mañana si no, ya me reservo para ti. – dejo de acariciarme el muslo, miró al reloj
– Mira esto de quedar con un cliente, es muy raro y mas de una novata… a mi me parece que no quieres, pero si ese es el problema, para las 12 queda media hora, te subes al coche, vamos al parquin de aquí al lado y me la chupas. Que se mezcle de momento mi semen con tu saliva en tu boca.. será glorioso. Y mañana como dices, acabo lo que empiece hoy. – me quedé sin recursos para negarme.
– Cuanto cobras por esto puta? – y me metió al dedo en la boca. Se me hacia muy raro, fueron dos segundos, pero me gusto chuparlo. Me gusto estar en la calle, vestida de puta, hablando con u putero mientras éste me metía el dedo en la boca y tenia que chuparlo si no quería enfadar a mi jefe. De todas manera, con lo del precio, me había dado la idea, se lo pondría muy caro y así acabaríamos antes.
– 150 euros.
– Que???!! – Desde luego ese grito lo oyeron todas las putas y Genís que empezó a venir hacia donde estábamos nosotros.
– Es que soy primeriza y eso se paga…
– Me importa una mierda, porque me haces perder mi tiempo? Puta de mierda!
Genís me hizo señas de que me fuera y empezó ha hablar con el conductor, el conductor con Genís si que se calmó, por lo menos a la hora de hablar. Desde luego era respetado y se conocían desde hacía tiempo. Me sentía muy mal y muy humillada por lo que estaba pasando. Y tenía mucho miedo por la reacción de Genís.
Me quedé sola de pie durante 5 minutos cogiendo mi bolsito con las dos manos, mirando indefensa como ellos hablaban. Pero es que tampoco me había comprometido a nada, no iba a follar para no enfadar a Genís, cuando ya sabía lo que había. Aún así no pude evitar sentirme mal. De vez en cuando me miraban los dos.
Cuando de repente oigo que me llaman desde un coche de mas adelante.
- Pssst, Pssst! – me acerqué a la ventanilla, y dentro había dos chicos jóvenes, bastante corpulentos con la cabeza rapada. Empecé a sentir bastante miedo, aun tenia el estómago revuelto por lo de antes para encontrarme con estos dos que daban bastante impresión. Además parecían bastante mas altos que yo.
- Hola – saludé
- Mira que putita, nosotros que buscábamos una niña para esta noche..
- Lo siento pero no soy una niña del todo… - pensé que si lo soltaba al principio no quedaría como una calientapollas como con el otro, mejor sacárselos rápido, y mas a estos.
- Jajajaja, un travolo! – Se rieron de mi, de manera bastante despectiva. – “No soy una niña del todo” – me imitaron y siguieron riéndose, humillándome más aun. Ya estaba por irme y me estaba girando, cuando el que estaba en la ventanilla donde estaba yo, me cogió del brazo fuertemente.
- Adonde crees que vas putito, nos encanta follarnos a mariconcetes como tu. Lo que no lo parecías a simple vista, pareces una mujer y no te preocupes guarra, que nosotros te vamos a hacer mujer.
- Mira, de verdad – tenia suficiente con todo, y estaba a punto de llorar – no quiero – empecé a llorar. No podía parar de llorar. Eran muy pesados, y me daban miedo, y no quería follar con ellos, ni con nadie
- No sé tú, -oí que hablaban entre ellos – pero a mi las que lloran me encantan. Me siento mucho mas macho tío. Por alguna extraña razón me pone muchísimo. Quiero hacerla llorar y dejarle toda la cara llena de rimmel corrido lleno de sus babas, sus lágrimas y nuestro semen. – oír esto hizo que no se me detuviera el llorar.
- Va bonita… no llores.. – vi como le guiñaba un ojo a su compañero – que te trataremos bien, cuanto por los dos?
- Mira, lo siento pero no hago tríos. No hay precio.
- Vale entonces uno y luego el otro.
- Que no, que me lo haréis los dos a la vez y no quiero. Lo siento.- Y me giré y me fui hacia mi rinconcito. Por una vez había ganado moralmente, no había dejado que me gritarán, aunque fuera llorando, ya llevaba rato siendo menos que cualquiera de las puta y teniendo un poco trato vejatorio. Tener un chulo al lado también ayuda supongo que cierta gente no se altere demasiado.
Para ese momento, Genís ya había terminado de hablar y ya estaba en su rincón con el móvil. El del coche con el que había hablado ya estaba hablando con otra puta aunque de vez en cuando me hacía alguna mirada a mi. Además de estos dos coches, la noche estaba muy movida, y había otros 5 coches parados. Tengo que decir que algunos de los hombres de los otros coches me miraban fijamente, pero supongo que después del jaleo que se había armado por mi culpa ninguno se atrevía a pedirme que me acercara. Muchas de las putas además me miraban mal, supongo que en parte por lo que había pasado, y por otra parte, porque estaba siendo el foco de atención de demasiadas miradas y alguna se debía sentir excluida o que le estaba sacando el trabajo. No es porque fuera mas guapa, sino que creo que es por la edad, se ve que a los puteros les van las niñas pequeñas. En cualquier caso, no dudo que nadie me veía como un estorbo.
Estuve un rato sola mirando el suelo avergonzada. Pero en el fondo, pensé que estaba haciendo para lo que había salido, y que todo eso había sido mas o menos lo que andaba buscando. Me empecé a sentir poco a poco sexy de nuevo, pensando como estaba vestida y donde. Cuando aparecieron dos hombres de 30 años andando y se fueron a hablar con Genís. Estuvieron un rato hablando, y de repente Genís se incorporó y vinieron los 3 hacía mi. Sin apenas inmutarse les dijo “toda vuestra..” y dirigiéndose a mi me dijo “Clara, atiende bien a estos señores eh…” y se dio la vuelta y se fue. Lección de la vida, NUNCA, nunca, nunca te fíes de un proxeneta.
No me he querido vender yo, pues me vendía él por mi. Al final tenía que sacar algo del desorden que había montado.
No podía correr, por los taconcitos, y además de no correr, aunque yo llevara bambas, me habrían cogido, eran más altos, mas fuertes y mas atléticos. Sólo podía dialogar con ellos. Me puse en dirección a ellos con las manos extendidas como parándolos. De altos eran iguales, medirían 1’76, y unos 80 Kg., musculados. Uno era bastante guapo, pero el otro, que además se le veía bastante bruto no era muy agraciado.
- Hola tranquila bonita, si solo hemos venido a hablar..
- Que queréis?
- Yo follarte a 4 patas! Jojojo –dijo el feo
Las demás putas nos miraban divertidas, supongo que ya se conocían de que iba el tema, o
- Manuel! Le reprocho el guapo. Mire señorita, lo siento mucho…
- Como me toquéis un pelo os denuncio por violación! Os llevo a todos a los tribunales.
- Eso es lo que intentaba explicarle señorita… - empezó el guapo
- Si, si a los tribunales pero nos lo explicas en comisaria, puta. Que haces exactamente aquí vestida así ejerciendo la prostitución, eh? – me espetó el feo en la cara, llenándomela de saliva. – mientras decía esto me retorció la muñeca y me puso unas esposas. Pero de la violencia y la fuerza solté un alarido.
- Mira Manuel, vete! Me encargo yo! – mientras lo empujaba fuera, éste se fue, pero de espaldas mientras me miraba fijamente y me hacia un gesto de chupar una polla, luego me señalo a mi, se señalo a él mismo riendo y señalo hacia fuera, deletreando en el aire de manera inaudible las letras E N C O M I S A R I A. Empecé a temblar, que asqueroso.
- Tranquila, que no va a tener ningún problema, no le haga caso. – Éste poli era tan amable y tan atento, con el único que me plantearía algo, no parecía tener demasiado interés en mi.
Cuando me dio por mirar a los coches vi que había llegado un camión de atestados y que estaban tomando declaración a algunas putas, y a todos los hombres que estaban en los coches. El guapo que se llamaba Guille me cogió por el hombro y me llevo a que tomase declaración.
Entré dentro de la furgoneta y estaba el feo (Manuel), el sargento y Guille.
- A ver vamos a tomarle declaración, deme su DNI, y explíqueme desde cuando ejerce la prostitución, señorita… - y se quedo dubitativo mirando mi dni, que había sacado el feo de mi bolso. El bolso, ni me acordaba, cuando me esposaron el feo me lo arrebató seguramente. Y se había tomado todo el derecho de abrirlo, hurgar y sacar mi dni, que enseñaba de manera servicial al sargento. – Señorita Juan, por lo que veo.
Intenté explicar nerviosa y con el corazón en un puño todo tal cual era. Es decir que no era puta, que me había puesto caliente y había decidido hacer esta locura. Mientras iba explicando el feo no paraba de mirarme lascivamente. Hasta el sargento le hecho una mirada para que se contuviera. Cuando termine de relatar lo ocurrido y casi llorando, el sargento me dijo:
- De verdad que la creo señorita, pero la ley es la ley y esta para cumplirla. Nuestro hombre infiltrado nos ha comentado que lleva por lo menos una hora vestida de prostituta en una zona de prostitutas, y esto por desgracia sale en el informe que ha redactado. A las demás las tenemos fichadas pero a usted no, de aquí que el trato sea diferente y nos hayamos fijado en usted. Debido al informe me veo obligado a hacerle pasar las noche en la cárcel de la comisaria. Lo siento mucho.
Dicho esto me puse a temblar, incapaz de articular palabra y me llevaron fuera. Rápidamente el feo me agarró y me llevo a subirme en la furgoneta donde estaban los demás detenidos. Que justamente vi que había el primer hombre con el que había hablado y los dos que se lo querían montar conmigo a la vez. Empecé a decir que no, que no y ha hacer fuerza con las piernas para que no me entrara, pero los taconcitos no me dejaban anclarme en el suelo, tenia las esposas, y la bestia de Manuel no paraba de arrastrarme para meterme dentro. Suerte que Guille lo vio y lo fue a detener.
- Que haces tío? No ves que lo pasara mal, y que la violaran?
- Haber Guille a efectos prácticos, este maricóncete es un hombre, y lo meto en el furgón con los demás. De hecho furgón de fulanas no hemos traído, las demás están fichadas, así que tampoco la podríamos meter allí. Las órdenes son órdenes la tengo que meter aquí. – y me empujo hacía dentro.
Había allí 5 hombres, además de los 3 que me querían follar, había un hombre gordo y con barba y un flacucho que me hacía mucho asco, que no paraba de mirarme. Por lo menos estaban todos esposados como yo.
Cuando me empujo dentro, empezaron todos a hacer hurras y a vitorear. Saqué casta o dignidad o algo que me quedaba dentro.
- Como alguien me toque aprovecho la visita a comisaria para denunciar, aviso!
Empezaron a gritarme, y a vacilarme. Y uno de los dos pelados me empezó a dar patadas.
- que vas a hacer que? – decía esto en tono amenazador mientras me daba patadas que hacían daño.
- Nada – dije ya llorando – Sólo os pido que me dejéis en paz.
- No oigo una voz muy femenina! – mientras me larga a otra patada.
- Lo siento, - dije adelgazando al máximo la voz.
- Jajajajaaja, me encanta cuando llora! Empezó a decir el otro pelado. Mira, mira como estoy, y me enseño su bulto. Mira como me tienes putita! Lo que me voy a divertir contigo guarra. – no podía parar de llorar pero parecía que le excitaba mas y mas al asqueroso.
- Clara te voy a bautizar como te he prometido! – soltó el borracho guiñándome un ojo. Cuando lleguemos te bautizó como me llamó Cristobal! Pero otro día te quiero para mi solita…
- Te vamos a bautizar todos – exclamó uno de los pelados, los otros dos permanecían callados todo el rato aunque no dejaban de mirarme
De repente se apareció por la puerta la cara del guapo y me sacó de ahí. Mientras me llevaba a su coche. De camino me encontré con el feo que me susurro “de esta te salvas, pero en comisaria… prepárate”.
- Siento la tardanza pero tuve que hablar a prisas con el sargento. Te han hecho algo esos cafres?
- No, no – dije aun doliéndome de la pierna donde me habían pegado
- Perfecto, mira, si que es verdad que no hay furgoneta, pero te vienes conmigo en el coche policial y lo arreglamos así. Tampoco te preocupes por la celda, que te conseguiré una celda para ti sola para que pases la noche. No tienes que preocuparte mas que por el susto.
- Muchas gracias. De verdad. Muchas gracias,
Entramos en el coche policial y me quito las esposas, con la condición de que me portara bien. Me dijo que por obligación tenia que ir detrás donde van los reclusos, pero que el paseo es corto y que no me preocupara.
Una vez estuvo el coche en marcha, me empezó a explicar que lo sentía mucho, porque he sido la victima de una pantomima de cara a resultados de su comisaria y de política.
Me empezó a contar que el sistema estaba corrupto porque prostitución va a seguir habiendo, y que de vez en cuando necesitan enseñar de cara al ciudadano honrado que se lucha en contra la prostitución en la calle. Por eso han montado esta pantomima de detener a gente. El problema es que los resultados no quedan bien si no detienes a putas para maquillar los resultados, pero que como el sistema estaba corrupto no podían detener a las prostitutas porque la comisaria se beneficia de ello, ya que recibe un tanto por ciento. Los “polis malos” dejarían de tener ingresos. Las putas no pueden parar de trabajar, pero se necesita que alguna vaya a la cárcel de vez en cuando. Entonces lo que se hace es detener a una puta que no sirva de nada y a todos los puteros. El problema es que desde el principio desde que conocí a Genís y vio que no le traería dinero es que me eligió a mi, y así sacaba las redadas de encima durante un tiempo y quedaba bien con el comisario. Todo el rato que Genís estaba al móvil estaba hablando con la policía porque había encontrado la candidata perfecta para arrestar esa noche que era yo.
Lección dos, nunca te fíes de un proxeneta.
El chico guapo me entro a comisaria por la puerta principal donde algunos policías empezaron a murmurar cosas y reírse cuando me vieron, bajamos a un subterráneo donde había como jaulas. Al pasar por delante había unos cuantos reclusos que miraron ya que el repiqueteo de los tacones era inconfundible y solo algunos echaron silbidos sin nada mas, puesto que iba acompañada por el oficial. Llegamos a una puerta blanca donde me hizo pasar. Era una habitación pequeña cerrada e individual con una cama y un wáter.
Le agradecí de nuevo todo lo que había hecho por mi.
- Tu no te preocupes por nada que estas a salvo. Por la mañana vendrá alguien a sacarte. Firmaras unos impresos y serás libre de nuevo, yo acabo mi turno en un rato. De nuevo que siento mucho todo esto.
Dicho esto me encerró dentro. Estaba hecho un lío. Intenté dormir un poco, porque estaba agotada de todo esto. Me costó mucho conciliar el sueño.
Pasaron varias horas creo. Hasta que oigo la cerradura. Pensé que había pasado todo muy rápido y que me iban a sacar, pero por la puerta apareció el oficial feo, el cachas. Me puse nerviosísima y me hice la loca.
- Ya ha pasado todo? Me puedo ir ya?
- Jajajaja, ni de coña nena. Aun son las 3. Vengo a ver como estas putita.
- Pues bien, bien. Aquí intentando dormir. – me estaba haciendo la loca, como si no oyera las palabras mal sonantes y como si no lo conociera.
- Siento decirte, que tu héroe acaba de terminar su turno. Jajajaja, eres mía dulce flor!
Se me acercó y se me puso a un metro sentado.
- que bien hueles!
- Gracias!
- Oye quieres que hagamos esto por las buenas o por las malas? – se me hizo un nudo en el estómago. – Por cierto, gritar no te servirá de nada, que tu héroe, el listo, te ha dejado en una habitación insonorizada.
Se me caya el mundo encima. Llegué a pensar que realmente me había escapado. Pero no. Era inevitable.
Trague aire.
- Por las buenas – dije con voz de niña.
- Así me gusta. Ponte los taconcitos. Así estaremos a la misma altura.. – lo hice echa un manojo de nervios.
- Ahora ponte contra la pared, con las piernas abiertas que voy a cachearte.
Me puse como me había dicho, y el muy cerdo empezó a tocarme el culo. Yo era incapaz de moverme, y le dejé hacer, aunque en el fondo me sentía un poco excitada. De repente se pego contra mi, y me empezó a acariciar las tetas, los muslos y pego su paquete contra mi culo. El cual notaba en toda su longitud, debía de tener un buen trasto. No paro de gemir, y de puntear mientras me decía todo el rato cosas como: “que culo tienes puta, estas lista si crees que esto termina aquí”, “te voy a follar a lo bestia”, te voy a dejar bien preñada”. Yo no daba crédito a lo que estaba pasando. “Una cosa te digo, de esta comisaria no sales andando por tu propio pie”. Me mordía en el cuello, y me dejaba todo su rostro de saliva en el cuello, el cual ya tenia todo mojado. Había tanta que empezaron a deslizarse gotas de babas por mi espalda y cada vez mordía mas fuerte, y me daba golpes con el paquete con mas violencia, como si me quisiera atravesar. Peso mucho menos que él con lo que me sentía muy indefensa y no podía aguantar muy bien todos los golpes.
Me agarro los dos brazos por detrás y me estampó en la pared del todo, hacia tanta presión que no tocaba el suelo. Era como si fuera una muñeca hinchable que se dedicaba a usar. No era ni una persona para él.
Entonces le sonó el móvil y me dejo ir. Cuando caí al suelo, me solto una bofetada que me tiró al suelo del todo.
- Quien te salva ahora eh? – y se empezó a reirde nuevo.
Me levantó y dijo, va, que vamos de visita. Me temí lo peor, me saco de mi celda, y me llevó a otra puerta que estaba cerca.
De camino me empezó a preguntar en tono sarcástico si guille, me había explicado una historia de corrupción. Le dije, que si, y soltó un “pobre inocente, no se entera de la mitad”.
- Mira lo de Guille es cierto, pero hay mas. Si la puta se lo vale, y no es vieja, putas como tu que no saben lo que quieren pero están buenas. Hay una segunda parte. Para ti hay segunda parte monada Por cierto ni te molestes en denunciar, que el sargento esta en el ajo, y como se entere de algo las cosas se pueden poner muy feas para ti Juan. – supongo que dijo esto remarcando, que si decía algo, mi otra vida se veria seriamente amenazada.- Que sepas que eres la puta que mas rentable a salido a esta comisaria! Jajajaja – lo que no acabé de entender y dicho esto abrió la puerta.
Al abrirla encontré todas las caras de la furgoneta. Se empezaron a oir hurras. “pero mira quien esta aquí… la calientapollas, espero que te gusten calientes”, “va a beber tanto semen, que no recordará a que sabe todo lo demas”, “te vamos a dejar el culo que no te sentaras en una semana, palabra!” Aquí estaban todos, el borracho, los pelados, el flaco y el gordo. Me imagino que a esos dos también les interesé y estaban en los coches y se apuntaron a participar.
- Disfruta reina! – Mientras decía esto, me empujo a dentro y cerro la puerta.
- Hola chicos! Va, que solo quedan 3 horas para salir. – dije intentando disimular los nerviós. Se me acercó el pelado de las patadas. – Vamos a intentar dormir.
- Por tu culpa estamos aquí Puta. Asi que no, tu no sales de aquí dentro de 3 horas. A menos que cooperes.
Allí estaba yo vestida de putita, con falda rosa, ligueros y tacones, encerrada con 5 puteros, de los cuales la mayoría tenia la edad para ser mi padre, y a los que había calentado y me querían follar por todos los agujeros por haberlos dejado con las ganas. No había escapatoria.
Deje de ser el foco de interés durante unos segundos, que se empezaron a gritar y a organizarse. Empezaron todos a hacer sorteos para ver quien empezaba pero no se ponían de acuerdo.
Vino el hombre mayor, que estaba gordo, y sin decir nada, me puso un dedo en la boca. Empecé a chuparlo por miedo, no tenia alternativa. Y de esa manera les dejé claro, que iba a cooperar. Tenia mas miedo a la violencia física otra vez, y estos eran muy capaces así que pensé que lo mejor era cooperar. Le chupe el dedo hasta que hizo fuerza con el dedo hacía abajo, demostrando mi sumisión y que esa noche iba a ser su putita. La de los cinco.
Dejaron de discutir, y empezaron sacarse la polla los cinco. No exagero, eran mas o menos grandes en cuanto a longitud, pero todas, TODAS, eran muy, muy gruesas. Tenían unos troncos considerables, y de la mayoría salía ya líquido preseminal. Que me dio un poco de asco. Lo vieron, y uno de los pelados, empezó diciendo que la putita sucia, les tenia que limpiar bien el líquido. Iba a hacerlo, cuando me pego una ostia…”con la mano? Que te crees que es esto puta? Con la boca!!!!”. De repente sin avisar, acerco su polla a mi cara y me dijo:
- Abre la boca puta sumisa – y…. La abrí. Me metió un trozo de carne dentro, que sabia raro, y me dijo que la limpiara bien con la boca. Ya me tenían, en una cárcel de rodillas, chupándoles las pollas a todos.
Cuando estaba limpiándole la polla al pelado de repente se volvió a abrir la puerta, y pensé en cantar victoria, tuve una pequeña esperanza. Pero no… era el feo.
- Jajajaja, veo que ya la tienen servida! Igual me paso luego a “saludar”. Lo que os traigo son tres cosas. Tu set de maquillaje, condones, no hace falta decir que hay que usarlos y… te hago el favor de tu vida putita, vaselina! Deberias estarme muy agradecida…. – y se empezó a reir – oh.. espera! No tenemos vaselina en la comisaria! – y todos se rieron con él y me empecé a asustar mucho por el posible dolor- en lugar de vaselina te traigo lo que he encontrado, aceite de motor o Mostaza! Cualquiera de las dos servirá, es responsabilidad del que te folle elegir que usar! – y dejo todo y se fue.
Que crack el Manuel, empezaron todos. “mira como piensa en ti, exclamaron”. “bueno, lo que esta claro, es que nos la chupa sin condón, faltaría! Pero como esta perra seguro que esta sucia, nos la follamos con condón y ya está.”
Entonces el otro pelado me acercó la polla, pero me la restregó por toda la cara, yo sumisa tenia las manos detrás, esperando que hicieran lo que quisieran. Noté como me iba dejando liquido asqueroso por toda la cara, y yo sólo le miraba a los ojos y abría la boca cuando la pasaba cerca como había visto en alguna película porno. Entonces me di cuenta de que uno de ellos me estaba grabando con su teléfono móvil. Se ve que a mi si que me quitaban el bolso, pero a ellos, les dejaban tener todo tal cual.
Los demás no aguantaron mucho y me empezaron a poner las pollas a los lados para que les masturbara mientras se turnaban mi boca. No paraban de reírse y de decirme groserías. Si paraba de masturbar en algún momento, porque era mucho trabajo todo a la vez, me pegaban cachetes fuertes en el culo. La verdad que hacia un rato, que me estaba empezando a gustar un poco la situación. Pensé que seria mas incomoda.
Cuando al flaco le toco la boca, me empezó a meterme su polla hasta el fondo de la campanilla impidiéndome respirar y dándome arcadas. Enseguida paré de masturbar con las manos e intenté alejarlo, pero me empezaron a dar cachetes riéndose. Me estaba ahogando con su polla y no podía hacer nada para evitarlo. Otro empezó a empujar mi cabeza mas fuerte contra su polla hasta que noté sus pelos púbicos en mi nariz. Cuando me soltaron vomité toda la cena y me puse a llorar. Fue entonces cuando, sin dejarme descansar, el pelado que le molaba que llorara me empezó a follar la boca, sin que pudiera hacer nada. Los demás me dejaron en paz mientras pasaba esto, y se hizo un silencio en la sala. Me follaba la boca con mucha violencia, yo ponía las manos inútilmente en sus caderas para intentar evitar que entrara tan adentro Lo único que se oía era ese sonido viscoso de babas, y de yo ahogándome, mientras lloraba. Al cerdo éste le ponía esto, que llorara como una niña. Los demás se pajeaban de mientras disfrutando de la escena, y vi como uno le hacia un gesto a otro de guardar silencio para oír esto. Me tuvo muchísimo tiempo mirándole el ombligo mientras todos los pervertidos estaban disfrutando con la escena. Me dolía demasiado la garganta y las rodillas, pero no podía hacer nada.
Empecé a oír jadeos del pelado y poco a poco empecé a oír jadeos de todos ellos. Se iban a correr.
- Putita, Clarita, oye, ahora te vamos a soltar, te vas a quedar como estas, pero mirando hacia arriba con la boca abierta. Entiendes puta? – hice un mmhh… con la boca indicando que si. Lo había visto mil veces en pelis porno. – Nos vamos a correr en tu carita de zorra, y te la vamos a llenar de lefa. Esto va a quedar grabado para la posteridad. Todo el mundo sabrá que eres una cerda que se come la lefa de 5 machos puta, y me escupió. - Escuchame bien, todo lo que caiga dentro de tu boca, te lo vas a tragar sin rechistar, sucia calientapollas. – volví a hacer el ruido viscoso indicando que lo había entendido.
Me soltaron y se puso primero el borracho, justo delante mío. “Clara, te lo había dicho que lo haría. Te voy a bautizar el primero. A partir de ahora serás mía.”
Soltó un chorro, que choco en mi frente ,en mis ojos, los últimos chorros pequeños puso la punta dentro de mi boca y descargo. “Mira la puta, como ha quedado jajajaja” – Tenia un gusto raro, no era completamente liquido y se hacia muy raro tenerlo en la boca. De hecho ahí estaba yo esperando que jóvenes violentos y señores mayores, se corrieran en mi jovencita boca, donde nunca había hecho nada. La primera vez que salgo a la calle, y acabo tragando y chupando pollas de desconocidos que me desagradan.
- Ya esta, eres mía como las otras, mis fluidos se mezclaran con los tuyos, con tus lagrimas, con tu saliva, y cuando te lo tragues, en algún momento llegará a tu estomago y me llevaras dentro putita.
Los demás se juntaron a la vez y empezaron a descargar. No veía de quien eran o de donde venia, me mantenía con las manos atrás esperando a que terminaran de mancillarme sin poder hacer nada. Me cubrieron prácticamente toda la cara de su semen, y me llenaron la boca completamente, la tenia llena de su lefa, y tenia miedo de no poder tragármelo todo. Apenas podía respirar. A un gesto de un pelado intenté tragarlo todo, pero se me escurrió por la comisura de los labios y cayo a las tetas. Había mucho!
Lo recogí con el dedo y me lo fui comiendo para que no se enfadaran.
- Ahora nos tienes a todos dentro, nos perteneces.
Me dolía la mandíbula, pero en el fondo un poco me había gustado. Me sentía muy perra, la corrida, el emputecimiento sacaron de mi la perra que llevaba dentro, lo que ellos querían. Era suya por lo menos 4 horas mas.
Los viejos se quedaron descansando un rato, y miraban, pero los dos pelados, no tenían bastante, y a los 2 minutos de terminar, mientras estaba exhausta y tirada en el suelo sin moverme, me levantaron, y me ordenaron que me limpiara la cara, me pusiera rimmel y les chupara la polla de nuevo. Al ser mas jóvenes tenían mas fuerza. Ahora que no estaban todos, y me sentía mas puta, empecé a masturbarles con las dos manos mientras les iba chupándolos huevos. Lo que hizo que empezaron a vitorearme, y no pude mas que reír. “La putita ya chupa sola porque quiere! Que zorra que es madre mía”. Les recorría el tronco con los labios e intentaba meterme sus pollas lo máximo que podía hasta el fondo. Solo oía gemidos y parecía que lo estaba haciendo bien. En un momento intentaron meterme las dos pollas a la vez, pero mi boca era demasiado pequeña, les estuve chupando la cabeza como si fueran piruletas. En ese momento de sumisión, ya no tenia miedo, y me estaban acariciando la cabeza.
En eso que uno de los dos me levanta y me ponen sobre la cama de 4 patas. Se empezaron a reír, “Mostaza o aceite?” se oía. “mostaza, mostaza”… hijos de puta.
Así de 4 patas como una fulana, mientas uno me repartía mostaza por mi ojete, el otro me hacía seguir chupándole la polla.
Poco a poco noté como iba pasando su polla por mi agujerito con condón. Claro, sólo me quemaba a mi, y empecé a sentir que me ardía un poco el culo. En un momento dado, sentí como una punzada de dolor y intenté pedir que pararan, pero claro, con la polla en la boca era difícil, aunque lo entendió un poco y fue mas despacio. Cuando ya llevaba un rato, empezó a bombear muy bestia, como cuando me follaba la boca y el dolor se empezó a transformar en placer poco a poco. Empecé a gemir un poco, hasta que sólo tenia placer.
- Ahhh… fóllame, folladme todos – me estaba muriendo de placer
El que grababa se acercó para captar mejor el sonido de mis gemidos.
- Que hijos de put.. – polla-tapón otra vez.
Las embestidas del semental que me estaba follando se acrecentaron y me agarró muy fuerte las nalgas mientras se corría dentro mío. El que me estaba follando la boca se sentó y me hizo sentarme encima suyo con mis pies en sus piernas y que hiciera yo el movimiento. El cámara se puso delante para captar como era yo la zorra que se movía para meterme cada vez mas adentro la polla del otro pelado.
- que hijos de puta, que sois, como os gusta aprovecharos de la gente, eh… ah.. queréis follaros a esta putita? Eh..? AAhhhhh…. quitarme mi inocencia? Usarme, chantajearme…. Aahhh….
No pude evitarlo, me empecé a correr entre grititos, lo cual quedó bien grabado. El otro no pudo mas y se corrió también, dejándome marcas de sus arañazos en mis muslos.
Me sentía muy sucia, en aquel momento, sucia arrepentida. No quería seguir, me quería marchar. Pero mas o menos los otros tres se habían recuperado, y me ordenaron otra vez chuparles las pollas que aunque flácidas, con un poco de la boquita de Clara se les pusieron duras de nuevo.
Me follaron a cuatro patas como los pelados, yo ya solo sentía dolor, y quería que terminaran lo antes posible. Pero se estuvieron mucho rato, yo al final no sentía ni la mandíbula ni la boca ni nada.
Con el show los pelados también se pusieron morcillones y me hicieron otra vez una “regada conjunta”.
Ellos empezaron a chocas las manos entre todos, y se dijeron que había valido la pena. Se ve que se lo habían pasado súper bien. Me empezaron a preguntar si me interesaría repetirlo y les dije que si por miedo, pero que ya estaba por hoy. Ni loca quería a volver a ver a ninguno de esos individuos.
Al rato vino a buscarme el feo.
Me llevo a mi primera celda y con mucho asco me hizo chuparle la polla y se corrió directamente en mi garganta. Se ve que ya era de los 6. Pensaba que ya estaba todo, cuando me tiro contra la cama, cogió un condón, se lo puso en la porra, y me la metió por el culo. Lo tenia dilatado, pero no tanto. Me dolió muchísimo.
- Que trato tenias con Genis?
- Como? – balbuceé, y me metió un poco mas de porra
- Que que trato económico tenias con Genis… , cuanto ibas a cobrar para ser puta?
- 40 para él, 40 para las putas y 20 para mi… AAAHHHH…. –
- El trato sigue igual, entiendes puta? – y me metió un poco mas de porra – pero con un pequeño cambio, 80 para mi, y 20 para ti
- Como…??
- No lo entiendes verdad? Ahora eres mi puta. Cada vez que quiera iré a tu casa …., estas demasiado buena para dejarte escapar así como así. Iré a tu casa y drenaré las bolas, me harás la comida y follaremos hasta que me quede harto. Tranquila que no eres la única. Las demás han terminado aceptando su sino. Sois varias. Digamos que Genis, es un colega de profesión, de aquí que tenemos estos tratos. De momento, ya tienes a 5 clientes
- Eh… - dije asustada
- Estos 5 ya saben donde vives, saben cuanto me tienen que pagar, y saben como va esto… son clientes de mis otras “chicas”.
- Saben donde vivo?
- Si puta sorda – y me metió aun mas la porra.
- Además que te acaban de preguntar si quieres repetir, y has dicho que si. Tenemos un video, donde sales gimiendo de placer, soy policía, no me puedes tocar. Y además se donde viven tus padres, donde vives tu… Seguro que será muy interesante que tus vecinos vean como gimes cuando eres penetrada por 5 pollas. Tenemos un trato, entonces?
- Si, Manuel… - el dolor era insoportable, y no podía decirle que no porque me mataría. Ya pensaría como escapar luego.
Me soltó, me dio un beso, y me dijo “buena chica, todo irá bien”…. Hipócrita.
Salimos de la comisaria que ya era de día, y al salir me encontré con mi héroe, que se extraño de verme a esas horas, cuando se fue a acercar a mi, me aparte y abracé a Manuel. No quería problemas. Manuel, sonrió con superioridad a su colega y le echo una mueca. Se quedo con la palabra en la boca. Pobre.
Me llevo de nuevo donde estaba mi coche y vi de lejos a Genis mientras hablaban ellos dos, y chocaban la mano.
Manuel vino y me dio permiso para irme a casa. Al llegar a casa me puse a llorar y estuve 3 días encerrada en casa recuperándome. Hubiera descansado mas días, pero me picaron al interfono dos pelados que se ve que querían verme….
Lección 3 , nunca te fíes de los proxenetas