De cómo me converti en una mujer de verdad (3)
Tengo nuevas experiencias sexuales.
De cómo me converti en una mujer de verdad. Con la ayuda de mi madre (III)
Al día siguiente cuando me levante, mi madre ya se habia ido a trabajar. Fui al cuarto de baño a ver como tenia la cara. Vi que tenia un moraton pequeño en una mejilla y el labio con una herida, aunque habia dejado de sangrar. Mientras venia mi madre, me puse a ver la television un rato y me fume un par de cigarrillos, para ir acostumbrandome.
Cuando llego mi madre, me vio las heridas, y me pregunto que me paso, y que tal me habia ido. Como me daba vergüenza contarle la verdad, le dije que un tipo intento propasarse y me dio un golpe cuando le dije que no. No se si se lo creyo, me dijo que si queria denunciar, pero le conteste que mejor dejarlo pasar. Comimos, y pasamos el resto de la tarde trabajando en la casa, iba a enseñarme a lavar la ropa, a planchar y todas esas cosas, me senti muy bien haciendolo.
Al dia siguiente era sabado, y como mi madre no tenia que trabajar, fuimos a hacer la compra de la semana a un supermercado, mi madre me presto una falda y una camisa, nos maquillamos de manera informal, disimulando un poco mis heridas, y pasamos la mañana haciendo compras y tomando café como madre e hija. Yo ya era capaz de hablar aceptablemente como una mujer, y estaba aprendiendo a moverme de manera sensual y femenina, como me recomendo mi madre, con los hombros echados hacia atrás y contoneando las caderas. Por la tarde vimos una pelicula en casa y despues me dijo que me arreglara que le apetecia salir a cenar fuera juntas las dos.
Nos duchamos, me enseño a arreglarme el pelo, nos vestimos, yo con mi conjunto rojo y ella con un conjunto parecido al mio muy elegante de terciopelo negro, nos pusimos tacon alto, nos maquillamos abundantemente, me tape el moraton que tenia con un corrector de mi madre, y nos fuimos dando un paseo, yo agarrada a su brazo, hablando de nuestras cosas, le conte que habia decidido llamarme Cristina y le gusto mucho. Una vez en el restaurante, cenamos muy agusto, me hacia mucha gracia cuando el camarero se dirigia a mi llamandome señorita, aunque tambien me daba un poco de corte. Cuando acabamos de comer, pedimos un café de postre. Le ofreci un cigarro que saque de mi bolso y se quedo muy sorprendida, dijo que no sabia que fumaba, que no pasaba nada, pero que no me enganchara demasiado. Cuando acabamos el café y un par de cigarros, volvimos a casa dando un paseo, yo estaba muy contenta, solo llevaba cuatro dias y ya parecia una verdadera mujer. Una cosa curiosa era que, a pesar de lo excitada que estaba cuando me vestia de mujer, ya no se me empinaba la polla, estaba deseando quitarmela de una vez, me daba asco tener eso ahi.
Los siguientes dias los pase trabajando en casa, mientras mi madre trabajaba fuera, yo me ocupaba de limpiar, lavar la ropa, hacer la comida y todas esas cosas, aunque no era tan facil como parecia. Paraba a ratos cuando emitian la telenovela que estaba empezando a seguir y me fumaba un par de cigarrillos. Tambien empece a hacer aerobic porque queria perder peso cuanto antes y en los ratos libres escribi todas estas cosas en mi diario.
Entre tanto, le daba vueltas a la cabeza, yo queria volver a estar con hombres, pero tambien estaba asustada por lo que me paso. No me atrevia a pedirle consejo a mi madre, aunque hubiese sido lo mejor. Queria volver a ver a Juan a pesar de lo que me hizo. Finalmente el jueves siguiente decidi volver a salir de nuevo. Me duche y me lave el pelo, me depile, me puse ropa interior negra, unos pantys negros, puse abundante relleno en mi sujetador y me puse mi traje rojo con mi sueter sin mangas champaña(ya estaba empezando a hartarme de tener tan poca ropa, pero no habia otra cosa). Me maquille a tope, con los labios muy rojos, mucha sombra de ojos. Me puse mis zapatos, cogi mi bolso y le pedi a mi madre los pendientes y un paquete de tabaco porque me iba a dar una vuelta. A ella no le gusto y trato de convencerme de que no me fuese, pero yo me puse muy cabezona asi que al final tuvo que dejarme. Me rogo que tuviese mucho cuidado con los hombres y que volviese pronto.
Sali de mi casa y le dije al taxista que me llevase a la discoteca donde me encontre a Juan. Al llegar empece a buscarle y no tarde en encontrarlo junto a otros dos tios de su edad. En cuanto me vio se molesto mucho y me dijo que que hacia alli, que no queria volver a verme. Le lleve aparte y trate de convencerle de que fuesemos a su casa. Le dije que me gustaba mucho, que dentro de poco me iba a hacer un cambio de sexo y que podia follarme por el culo si queria mientras, y que no le guardaba rencor por haberme pegado el otro dia, pero que me dejase estar con el. Se fue con sus amigos y al poco me llamo, me dijo que queria presentarmelos y que podiamos ir los cuatro a su casa.
En ese momento, yo pense que mejor todavia, asi podia enrollarme con los tres. Sus amigos se llamaban Ramon y Pablo. Fuimos a su casa en su carro, yo estaba muy excitada, pensando en que al menos uno me penetrase por mi culito. Llegamos a su casa y sacaron una botella de whisky, nos tomamos unas copas, y ellos que ya iban un poco borrachos antes, acabaron peor, me decian que era muy guapa y se reian a carcajadas. Despues de una media hora, me dijeron que ibamos a la cama. Una vez alli, me quite la chaqueta para estar mas comoda, deje mi bolso, y mientras Juan se tumbo en la cama boca arriba y me dijo que se la chupase. Me quite los zapatos y los pantys, y mientras el se abria de piernas, yo me tumbe delante suya boca abajo y empece a comersela, era un gustazo, como recordaba de la otra vez. Al poco tiempo, uno de los otros me cogio por el culo, me lo subio de forma que quedase apoyada en mis rodillas con el culo en pompa, me subio la falda, me bajo las bragas y me la metio sin mas contemplaciones por el culo. Me dolio bastante, por ser la primera vez, pero no dije nada.
Continue chupando hasta que Juan expulso su semen, el cual me trague golosamente. Entonces otro de sus amigos ocupo su lugar y empece a comersela a el. No tardo en correrse Pablo, que era el que tenia detrás, me dolia un poco el culo pero me habia gustado. Entonces al momento me penetro Juan por el culo. Empezaba a dolerme mas asi que libere mi boca para decirle que parase, por favor. Entonces, Ramon me solto una bofetada fuerte y me dijo que siguiera comiendo calladita. Mientras los otros se reian a carcajadas, y Juan seguia follandome por el culo y dandome palmadas fuertes en la espalda y yo empezaba a sentirme humillada de verdad. El placer empezaba a ser sustituido por el miedo.
Se corrieron estos dos y siguieron turnandose para follarme la boca y el culo a la vez hasta que ya no pudieron mas y me dejaron, despues de haberme pegado en la espalda, las caderas, y finalmente corriendose Pablo el ultimo en mi cara. Me sentia muy sucia, me dolia todo el cuerpo por la postura y los golpes, tenia la cara y la ropa manchadas de semen, y el pelo lo notaba pegajoso. Me subi las bragas, me baje la falda y Juan me dijo que me fuese inmediatamente y que no me queria volver a ver, mientras los otros seguian riendose a carcajadas. Me puse mis zapatos rapidamente y sali de alli todo lo rapido que pude.
Cuando sali, me di cuenta de que me habia dejado dentro los pantys, la chaqueta y el bolso, tenia un frio terrible(era invierno todavia). Llame al timbre y cuando Juan me abrio, le dije que por favor me devolviese mis cosas que me habia dejado. Me dio una bofetada muy fuerte y me dije que me largase de alli. Se me saltaron las lagrimas y le suplique que me las diese, que hacia mucho frio. Me dio otra bofetada que me volvio a romper el labio y me fui corriendo llorando. Al poco me toque la nariz y note que goteaba sangre. Como no tenia el bolso no podia pagar un taxi, asi que tuve que volverme andando todo lo rapido que pude, con los pies doliendome cada vez mas y con un frio muy intenso.
Despues de casi una hora llegue a casa. Toque al timbre y cuando abrio mi madre me eche en sus brazos llorando desconsoladamente. Ella me pregunto que me habia pasado, pero yo no podia ni hablar. Me llevo al cuarto de baño y me limpio y curo mis heridas, me quito mi ropa y me puso el camison. Ademas de todo el daño que habia sufrido, me dolia mucho la garganta, del frio que habia pasado, esperaba no pillar una pulmonia, aunque seguro que me resfriaba, ya estaba tosiendo. Ya mas calmada, le dije que queria dormir con ella, que me habian pegado y que ya no queria ver a ningun hombre nunca mas. La abrace y nos fuimos juntas a la cama y ya alli, le conte lo que me habia pasado. A mitad de mi historia no pude evitarlo y rompi a llorar de nuevo. A ella tambien se le saltaron las lagrimas y me consolo mientra me decia que mañana tendriamos que hacer algo para arreglar esto. Continuara.