De cómo le hicieron nuestro hijo a mi mujer (3)

Continúo relatando cómo le hicieron el segundo hijo a mi mujer, la solución que vino de mi padre, aunque yo no estaba convencido, la situación me desbordó.

La solución me vino sin esperarla en forma de mi padre. Hacía un tiempo que no nos veíamos porque residía un poco lejos desde que se habían separado con mi madre. Hacía tres años que mi madre le había dejado y se había ido a vivir al sur. Él lo pasó mal, se fue a vivir al pueblo, donde él y su hermano habían heredado de mis abuelos tierras y una granja que ahora llevaba mi tío.

Pero me pidió si le podíamos dar alojamiento unos días, tenía que hacerse una revisión médica y unas pruebas de control, vivía en su pueblo y le vendría bien. Tenía 61 años y se conservaba bien, aunque sí que tenía el pelo escaso y blanco y su barriga de hombre maduro. Es corpulento y tan alto como yo. Y una expresión en la cara de pícaro que no he heredado.

Clara estuvo de acuerdo enseguida, mi padre le caía muy bien y unos días no eran problema.

  • Me gusta tu padre, es independiente, inteligente y cachondo, me hace reír mucho.
  • Bueno…no sé si tanto.
  • Jajajaja…te pones celoso, ¿eh?…imagínate, jejeje…pero es un hombre maduro interesante…
  • Bueno, bueno, ya le digo que estás encantada…
  • Sí, díselo, así no tendrá reticencias…se sentirá mejor.

Al día siguiente se presentó en casa como estaba previsto, y se deshizo en excusas. A mi me trajo unos vinos excelentes,

  • Para que te sea más leve aguantarme, hijo…

Al niño le trajo un juego de construcción que le encantó, y a Clara le trajo un vestido elegante y muy sexy:

  • No estoy seguro de si es un regalo para ti o para mi hijo, pero he pensado que a una mujer como tú no se le puede regalar cualquier cosa.
  • ¡Qué bonito, padre!, me encanta, lo probaré esta noche para cenar.
  • Estoy seguro de que lucirá espléndido, eres muy guapa.
  • Es usted un pícaro, me encanta.

Por supuesto que lucía fantástico en su cuerpo, negro ajustadito, la espalda casi descubierta, solo cruzada por algunas tiras de la ropa y cortito. Se lo puso cuando ya el niño estaba durmiendo y nos dispusimos a cenar. Mi padre la elogió.

  • Uaaauu, vaya chica guapa, hijo, qué buena estás, nuera.
  • Jajjaja, gracias, padre, viniendo de un experto como usted es más halagador. ¿Qué te parezco, cariño?
  • Estás arrebatadora, cielo.
  • Ummm, qué me vais a poner colorada…

La cena fue muy distendida y bebimos bastante del vino de mi padre. Clara reía mucho de las ocurrencias de mi padre y de sus historias. Yo le iba llenando la copa de vino a menudo y ella se iba achispando más y más.

  • Ufff, me ffarece que m’he fassado de vino – reía y los ojos le brillaban, pero con la mirada un poco perdida.
  • Con lo simpática que estás, querida…
  • FFero..ufff… se me va la cabeza…

Le ayudé a levantarse y la llevé al sofá donde cayó rendida boca abajo, la faldita del vestido bien arremangada, y despatarrada, fue entonces cuando lo vimos a la vez mi padre y yo. Pensé que las pastillas le hacían un efecto potente.

  • No puedo dejar de mirar ese culo, hijo, uf, vaya mujer tienes…y esas ancas de hembra, dios… lo debes pasar muy bien…

Mi padre se sentó en un lado del sofá y le sacudió un poco.

  • Clara, cariño… ¿te encuentras mal?

Ella ni se movió. La miré, nunca le había dado tan fuerte y tan súbitamente, muy raro, pensé.

  • Parece que está bien tocada, hijo, no responde.

Me acerqué e hice ademán de bajarle el vestido, mi padre me lo impidió.

  • Permíteme disfrutar un poco de la alegría de ver una esplendidez así, hijo, hace mucho que no…que no nada de nada con una mujer.
  • Sí, pero es que además no se ha puesto bragas…
  • Por favor, hijo…es media vida para mi…dios mío…qué coño…joder, cuánto tiempo hace que no veo uno. Y este es espectacular, joder, hijo, vaya coño tiene tu mujer...
  • Sí, es uno de los mejores.

Mi padre no dejaba de mirarla

  • Um, hijo, qué maravilla de hembra…
  • Papa, ¿cuánto tiempo hace que no estás con una mujer?
  • Mucho, hijo, demasiado…déjame acariciarla…
  • ¿El culo de Clara?
  • Ufff…sí, es una preciosidad…y no se entera…
  • No sé, papa…

Al ver que dudaba le echó mano al culo y se lo acarició. Me produjo unos celos enormes. Le echó las dos manos y lo grapeó. Le subió el vestido hasta la cintura.

  • Joder, hijo, qué hembra…

En vista que ni yo decía nada ni Clara se movía, le acarició los turgentes y mazizos muslos.

  • Lo dicho, hijo…vaya pedazo de hembra…

Se entretuvo un buen rato sobando a mi mujer. Envalentonado, le separó más los muslos hasta descubrir obscenamente su coño. Me estaba poniendo muy celoso que mi padre observara el coño de mi Clara.

  • Fantástico ese coño, hijo….

Le empezó a acariciar el coño, me miró. Deseaba echarle fuera y que dejara de aprovecharse de mi mujer, pero pensé que podría ser la solución a su embarazo, así que callé. Mi padre interpretó que era una aceptación por parte mía.

  • Uf, hijo, necesito una mujer, hace muchos meses que no estoy con una…este coño pide polla...¿te parece muy mal que me la folle?
  • ¿Te quieres joder a mi mujer, papa?
  • Eso es hijo...

Se quitó la ropa y vi que tenía una polla grandota y gorda, joder, es que todos tienen mejor polla que yo.

  • Uf, tranquilo, hijo, quedará entre tu y yo…ella no parece enterarse...

Vi perfectamente como se descubrió el glande gordo y lo apoyó a la entrada del coño de mi mujer. Estaba acongojado, desde dentro me salía decirle a mi padre que no, que no metiera todo eso a mi Clara, pero decidí que podría ser la solución. Cuando su rabo dilató su preciosa vulva e iba desapareciendo dentro de mi querida esposa, me dio morbo y noté que me excitaba.

  • Dios, qué apretado está, qué gusto siento en el rabo…ufff, le cuesta entrar...qué culito y qué coño…hace siglos que no tenía esta sensación en mi polla y menos con una mujer tan buena como Clara, ummmm…venga, adentro….aaaaaaaah...joder qué placer…aaaaaaa...ya, toda dentro...

Uff, yo me debatía entre los celos y la excitación al ver a mi padre poseyéndola, entrando y saliendo del coño totalmente mojado de mi mujer que seguía inconsciente, ni un signo de lucidez, demasiado quieta para la pollaza que le estaban metiendo.

  • Ufff…se ha mojado, ahora le entra mejor...uuuaaaaa…es calentorra tu mujer, hasta dormida le gusta…uuuuuaaaa… …cristo…qué preciosa es…dios…me gusta tu mujer…qué vagina más caliente...qué placer...

Se la follaba con ganas, sus envites la meneaban entera, le metía la polla hasta los huevos y se la sacaba, y ella seguía sin mover un músculo. Estuvo un buen rato dándole rabo desde atrás, el cabrón resoplando y gozando, y mi polla se fue poniendo dura a mi pesar.

  • Aaaaaaaaaaaaaaaaahh… uuuurggggg…siiiiiiiiii…tomaaaa….uaaaa…me corroooooo...

La expresión de la cara de mi padre era de un placer absoluto, su gorda polla inyectando montones de esperma en el fondo de la vagina de Clara, ni tan solo se le había ocurrido preguntarlo o pedirlo, daba por sentado que lo podía hacer. Mi padre estaba preñando a mi mujer. Sentí celos enormes y excitación, frustración por no hacerlo yo y alivio porque era lo que hacía meses que me tenía con ansiedad.

Se quedó jadeando dentro de ella un rato, cuando se retiró tenia su polla brillando y goteando, aún no flácida del todo.

  • Joder qué polvo, hijo…hacía siglos que no me tiraba una mujer a pelo…una vagina ajustada, caliente y mojada, pero ajustada…me ha costado metérsela entera, hijo, he tenido que empujar, joder, qué gusto…vagina estrecha y a pelo…
  • Es que tienes la polla más grande que la mía…que no le llego tan adentro…
  • No sabes lo agradecido que estoy, hijo…me has dejado fornicar con tu mujer…estaba muy necesitado…pero no te ha disgustado...

Llevamos a Clara a nuestra cama y la desnudé, dejándola boca arriba y las piernas separadas, quería que mi padre la viera así.

  • Por dios, hijo, qué hembra tienes…
  • Te la has follado, papa…joder como rezuma leche…
  • Sí, hacía tiempo que no mojaba el churro, estaba cargado…he descargado a gusto…una mujer como Clara debería ser patrimonio de la familia, no quedártela para ti solo...más cuando estoy solo...

Mi padre se marchó a dormir dejándome una erección enorme y una esposa follada en la cama. Los muslos abiertos me dejaban ver que no dejaba de rezumar esperma de mi padre, nunca la había visto tan deseable, tan sexual, después de que otro hombre la hubiera disfrutado.

La penetré, estaba llena de semen y la vagina dilatada por la polla de mi padre. Tuve la sensación de que gemía, a pesar de que no se movió. Tardé poco en correrme, la excitación era bestial, follarme a mi mujer después de mi padre la hubiera preñado y rondando por mi cabeza lo que me había dicho de compartir mujer con él, era bestial.

La tapé y me quedé dormido a su lado, pensando que si aquella noche se había quedado preñada, pariría a mi hermano, no a mi hijo, lo cual la situaría como la mujer de mi padre, mi madrastra, estaría casado con mi madrastra. Perversión total.

Cuando desperté, ella estaba aúna mi lado, dormitando.

  • Buenos días, cariño
  • Uffff…vaya resaca, bebí mucho anoche…
  • Un poco cariño… los tres bebimos bastante…
  • Pero a mi me dejó KO. Tengo la boca estropajosa y un sabor raro.
  • Debe ser por los gintonics…
  • No…recuerdo cosas borrosas…estoy empapada por abajo, ¿es que me follasteis?
  • ¿Cómo?
  • Que si follaste conmigo…no sé por qué pero creo que sí…
  • Sí cielo…no pude resistirlo, estabas muy sexy y yo caliente…
  • Ummm…me recuerda algo…en fin, ¿lo pasaste bien?
  • Mucho, ¿y tu, te enteraste?
  • Algo creo recordar…

Estuve todo el dia nervioso.

Cuando llegué a casa ya estaban todos tan contentos, mi padre jugaba con su nieto (es un decir) y mi mujer estaba en la ducha cantando. Hacía mucho tiempo que no la oía cantar, estaba contenta.

Al salir me dio un beso en la boca.

  • Ummm cariño, estoy estupendamente, encantada. Tu padre distrae al niño mucho y me deja tiempo.
  • Estaba adormilado y no me atreví a decirte lo que pasó.
  • No seas tonto, tampoco estaba tan dormida yo…

Me alarmé.

  • ¿Y ya sabes qué pasó?
  • Pues claro, tonto…
  • ¿Todo?
  • Bueno, todo, todo, no, pero lo pasé bien en sueños…cuando sea lo repites…me gustó… todo sea por quedarme embarazada, ¿no crees?
  • Sí, claro, cielo.

Me volvió a besar y me dejó totalmente aturdido. ¿qué sabía? ¿Qué no? Dios…

Al cabo de un rato cenamos y mi padre estuvo genial, hizo reír al niño y a Clara, que estaba radiante.

Tuve una llamada del trabajo urgente y tenía que salir un rato.

  • No te preocupes, hijo, ya ayudo yo con el niño y me encargo de Clarita…
  • ¿Encargarte?
  • De que esté bien y a gusto, no sufras…

No sé por qué pero no me fui muy tranquilo, así que hice lo que pude por acabar pronto y volver a casa. Entré en silencio y me sorprendió oír en el salón unos suspiros y gritos de Clara, me asomé a puerta y lo vi, dios mío, mi padre se estaba calzando a mi mujer en el sofá.

Estaba como aturdida, boca abajo, totalmente desnuda, desmadejada, la cadera apoyada en el brazo del sofá y la cara contra los cojines, las piernas muy abiertas y mi padre se la zumbaba, desde la puerta veía claramente la polla de mi padre salir y entrar en ella.

No sabía qué hacer, me sentí traicionado, decidí mirar. Vi que Clara tenía el brazo caído y no se movía casi, solo gemía. Mi padre se apoyaba en su espalda, apretándola contra el sofá . Cada vez que se la endiñaba a fondo, Clara gritaba fuerte, cosa que enardecía a mi padre más.

Mi mujer movía un poco las piernas pero no me pareció que sufría, al revés, las doblaba alrededor de las de mi padre. Los envites de mi padre la hacían parecer una muñeca desmadejada, iba y venía al ritmo del mete-saca de la polla de mi padre.

  • Dios, cariño….qué bien me follas…siiiii...sigue...sigue...no pares...uuuuaaa...siiiii

Se me puso la polla dura de ver a mi mujer jodiendo de esa manera violenta, gritando como nunca le había oído gritar y pidiendo más. Y mi padre se tomó su tiempo, no paraba, seguía dándole pollazos profundos y ella dando gritos, dios mio, no acababa nunca, yo creo que estuvo 10 o 15 minutos sin parar, a mi me pareció una eternidad, zumbaba y zumbaba sin parar a mi mujer con su gorda polla y yo con la polla más dura.

La agarró del pelo, arqueándola, e incrementó el ritmo, hasta hacerlo casi violento, lo que hacía gritar más a Clara. A todas luces, es lo que le gustaba.

  • AAAAAAAAAAAAAAA...joder...joder...así, así , dame más, más...sigue, no pares, que me corroooooo….siiiiiiiiiiiiiiiiiiii…

Su cuerpo se tensó de la manera que yo conocía, mientras soltaba un gemido alto, agudo y largo, y supe que tenía un orgasmo intenso. Entonces, mi padre gruñó, se la metió hasta los huevos y se vació de nuevo dentro de su vientre fértil, agarrada del pelo.

Me la dejó allí desparramada, inmóvil, y se marchó en silencio al baño. Pude ver su coño rezumante de esperma. No pude resistir y me saqué mi polla, dios, mío, pensé, se la metí, mojándome con la lefa de mi padre. Estuve dándole un rato, pero ya no gemía tanto me incliné y la besé, ella respondió con un suspiro, creí ver que sonreía, y me corrí. Tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, mezclando mi semen inútil con el de mi padre en su vagina.

Por supuesto, la abracé, la sostuve y la llevé a nuestra cama, la arropé, y le di un beso en la boca.

  • Te quiero, cariño.

Ello me devolvió el beso con mucha sensualidad.

  • Y yo, gracias por todo, cielo.

No supe qué pensar con aquel “por todo”, cuando se quedó dormida, me aseguré, salí y fui a ver a mi padre.

  • Pero, papa, ¿qué has hecho?
  • Lo mismo que ayer, hijo, joder con tu mujer. Y esta vez creo que lo ha pasado mejor.
  • Pero…joder…papa…
  • No sufras, había bebido y le di un porrito a fumar, se lo cargué, estaba como en un estado de ensueño, se puso a bailar de una forma muy sensual y riendo. Se derrumbó en el sofá de golpe, con el culo en pompa, esta vez la desnudé, no tuve más que sacarme la polla, despatarrarla y endiñársela. Estuvo genial, le ha gustado, porque se ha corrido, necesita más polla que la que le das, hijo, no tuve más remedio que darle lo que pedía. Le dices que fuiste tú cuando llegaste y ya está.
  • Pero, coño, papa…llevas dos días en casa y ya te la has follado dos veces, que es mi mujer...
  • No sufras, hijo, no pasa nada…unos polvos de vez en cuando le van bien a todas las casadas y no representan nada especial…pero no veas…yo solo tenía intención de joder un rato, ya sabes lo necesitado que voy, pero ella ha disfrutado de verdad, joder, me ha sorprendido mucho y muy gratamente esta chica, su vagina se contraía mucho, me apretaba la polla…le ha encantado que me la follara y se ha corrido como una golfa...
  • Papa, que es mi mujer...
  • Bueno, hijo, no sufras…lo importante es que Clarita esté contenta... y bien follada…

Eso sí, al día siguiente se levantó a tiempo y estaba muy contenta.

  • Ayer lo pasaste bien otra vez conmigo, ¿eh?
  • Eeeh…sí.
  • Se va a convertir en costumbre…no te preocupes…está bien que disfrutes de tu mujer…a mi también me gustó…creo que me corrí y todo, tu padre me había dado a fumar y me descontrolé…pero llegaste a tiempo…estabas muy excitado…
  • UUuh…sí.
  • Tenías la polla muy dura…a este paso me vas a dejar preñada rápido…Te quiero, cielo.
  • Y yo.

Ya lo creo que te quedarás preñada, pensé, engendrarás un hijo que será mi hermano…pero…puede que ya lo sepas…y te gusta…

En el trabajo no volví a pensar más que alguna vez, pero decidí volver antes a casa. El niño estuvo contentísimo y Clara también, me besó intensamente al llegar. Mi padre estaba en la clínica con sus pruebas.

Aquella noche fue tranquila, Clara dijo que estaba cansada, no hubo copas después y después de la cena nos sentamos en el sofá, no quiso beber nada. Conversamos agradablemente y nos fuimos a dormir. Mi padre, ocurrente como siempre, divirtió mucho a Clara.

  • Me encanta que esté tu padre, es muy alegre.
  • Creo que mañana tiene la última prueba y se va por la tarde.
  • Le echaremos en falta, el niño lo pasa muy bien…
  • Y tú también…
  • Sí, es cierto, yo también…me gustó el fumata que me dio…y estuvisteis genial…
  • ¿Estuvimos?
  • Bueno…estuviste, vaya…un lapsus…

El día siguiente era viernes, comenzaba el finde, me desperté anormalmente pronto pero Clara ya no estaba en la cama, ya estaba en la cocina preparaba el desayuno, con unos pantaloncitos de pijama cortitos y una chaquetita de pijama. Mi padre a su lado, los vi de espaldas, pero observé desde la puerta sin que se dieran cuenta y sin dejarme ver.

Estaban hablado sin levantar la voz y muy cerca, mi padre, a la derecha de Clara, tenía la mano izquierda sobre el hombro de su nuera, acercó la boca al oído de Clara y ella soltó una risita de lo que le decía. Oí el ruidito de una cremallera, por el movimiento del brazo derecho de mi padre, supuse que le estaba bajando la cremallera de la chaquetita. No me costó nada imaginar que a continuación su mano derecha subió a sobarle una teta.

Clara soltó una risita y le dijo algo que parecía una protesta, pero no hizo ningún gesto de oposición. Mi padre se juntó más a ella, le susurraba algo a mi mujer pero ella ya no reía, oí algún gemido ahogado, seguramente resultado del magreo de tetas a que le sometía mi padre y de lo que le iba susurrando.

Vi la mano izquierda de mi padre bajar a acariciarle el culo y ella levantó la cara. Tan cerca de la de él que lo que vi a continuación no me sorprendió. Agarrada por el culo y las tetas, mi padre le besó la boca, suave, sensual y cariñoso, que duró más de lo debido entre suegro y nuera, ella lo recibía con naturalidad, con la misma naturalidad con la que aceptaba la caricia en su culo.

El beso pasó de sensual a sexual, abrieron las bocas y las lenguas trabajaron, estuvieron así lo que me pareció una eternidad, mi padre le comía la boca mientras le apretaba el culo y las tetas y mi mujer se entregaba.

Se separaron y Clara suspiró. Siguieron hablando con tranquilidad y, al darse la vuelta vi que Clara llevaba la cremallera bajada y abierta la chaquetita del todo, mostrando todo el cuerpo por delante y abiertamente sus senos, esas tetas que yo adoraba. En una mano llevaba el café y en la otra dos tazas. Estaba muy sexy y deseable, pero lo mejor era la expresión radiante de su cara. Vi ese balanceo suave de sus senos al caminar. Y sentí una contradicción interna, me daba celos, pero me excitaba,

Llevó a la mesa los cafés y las tostadas, y volvió a por la leche y el azúcar. Mi padre la miraba, Clara exhibía sus pechos para deleite de mi padre, y yo paralizado. Clara se volvió hacia mi padre, que la miraba embelesado, ella sonrió abiertamente, divertida.

Se cogió los pechos con las manos por debajo y los levantó. Tiene unas areolas enormes, exageradas, y destacan sus gruesos pezones, que ahora tenía enhiestos y duros.

Mi padre se acercó a ella e, inclinándose, le besó los dos pezones, con calma entreteniéndose y pasando la lengua mientras ella se las aguantaba con la mano y sin dejar de sonreír.

  • Dios, nuera, qué deliciosas, no

se aprecia cuando

vas vestida

que las t

ienes

tan hermosotas...

hace siglos que no mamo unas tetas...

Mi padre se las mamó con ganas, metiéndoselas en la boca, mientras ella se las aguantaba y gemía.

  • Uf, suegro, ya ha tenido suficiente…

  • Jamás tendré suficiente

Clara rió y las volvió a dejar caer. Mi padre la atrajo por la cintura y ella le echó los brazos al cuello, volvieron a juntar sus bocas en un beso largo, apretados, las tetas aplastadas contra su pecho.

  • Nuera, eres preciosa …haces feliz a un viejo…
  • Somos de la familia…para eso estoy...
  • Me siento fascinado por ti, Clarita…
  • Honor que me hace suegro...

Después, se sentaron en la mesa, Clara se subió la cremallera, pero no del todo, se podía ver una parte de sus tetas. Sin embargo, cuando aparecí yo no parecieron molestos, me saludaron cariñosamente y me sirvieron el café. Yo no dije nada. Me senté al lado de Clara.

  • Buenos días, cariño, hemos estado tu padre y yo preparando el desayuno, es muy agradable.
  • Clara es una anfitriona excelente, hijo, vaya suerte que tienes con esta mujer…Me hace sentir en familia…
  • Ya veo … no me extraña que estés a gusto, papa.
  • Mucho, hijo, muchísimo…es preciosa…

Clara me dio un beso suave en los labios, no como los de antes a mi padre. Charlaban con tranquilidad, el único un poco tenso era yo, pero mi padre no les quitaba ojo a Clara sin disimular, y a ella le divertía.

  • Hijo, se me ha ocurrido una cosa y se la he comentado a Clara, es que aprovechéis para echar un fin de semana en el campo, en mi casa, descansáis…
  • Uf. No sé…
  • Vamos, cariño…creo que nos vendrá bien salir y ver campo…

Era increíble hablar con mi mujer de cosas banales y verle exhibir las tetas a mi padre y con soltura.

  • Además, veréis a mi hermano pequeño, tu tío …tiene animales, el niño disfrutará…
  • Sí, supongo que sí…
  • Me encantará estar estos días con vosotros…ya veréis que bien se está allí.

Clara se levantó a recoger, balanceando sus caderas y sonriendo. Mi padre no le quitaba ojo, sonriendo también. Entonces hizo algo que me dejó pasmado pero me enderezó la polla.

Se detuvo delante de nosotros y se agachó a subirse un calcetín, haciendo sus tetas libres colgar y balancearse, se entretuvo. Era un espectáculo dedicado a mi padre, que se quedó mudo.

Clara dijo que iba al baño. Mi padre susurró bajito.

  • Joder, hijo…qué hembra… venid este finde, hijo, por favor…
  • Ya te la has tirado, papa…dos veces…
  • No puedo engañarte aunque quisiera, hijo, nevesito mujer...es ella…es divina…
  • Ya lo he visto…le has magreado las tetas y os habéis morreado cosa seria…
  • Uff…hijo, no te sepa mal…pero a ella es generosa conmigo, sabe que lo necesito y está dispuesta…deja que me de la vida…venid a casa este finde…
  • No sé…he de hablar con ella primero…

Clara salió del baño y se fue a nuestra habitación. Fui para allá muy nervioso.

  • Cariño…¿de verdad te apetece ir el fin de semana pasarlo a casa de mi padre?
  • Uf, cielo, creo que nos irá bien unos días en el campo…pero lo que tú digas…
  • Um, cariño, ¿estás segura que solo quieres ir al campo?
  • ¿Qué quieres decir?

Se había puesto las braguitas y estaba a medias con el sujetador. Se quedó mirándome, quieta con una teta al aire.

  • Eres preciosa…a mi padre le gustas y creo que él a ti también…hoy os he visto en la cocina…
  • Uf…cielo…no sé qué me pasa…

Se acabó de poner el sujetador y dejó caer sentada en la cama con un aire de abatimiento.

  • Cuéntame, cariño…
  • Perdóname, cielo,…oh, dios, mío, cielo…qué vergüenza…te quiero mucho…muchísimo…pero tu padre tiene esa necesidad...y me siento atraída…no sé cómo hacer…
  • Uf, cariño…cuando volví anoche vi cómo te follaba…
  • Hice ver que estaba drogada y no me daba cuenta pero…dejé que me tomara…dios, estoy muy avergonzada…yo no soy así...
  • Vi que te gustaba mucho...te zumbaba como un poseso...
  • Nunca me había sentido tomada así, con tanta necesidad y...tan adentro, con una polla tan grande...tuve un orgasmo bestial, cielo….y llegaste tú...y me follaste también…estabas excitado...te excitó verme follada...
  • Se corrió dentro, cariño…te dejó preñada…
  • Oh, no, no…bueno…no sé…tú me follaste también…te corriste…
  • Él te la metió más adentro, cariño…la tiene grande…
  • Uf…sí…mucho…dios, cielo…qué vamos a hacer…te quiero...no me dejes...
  • No, cariño, te quiero muchísimo…
  • Oh, cielo, pero...¿y si...ufff...tu padre me ha preñado?
  • No sé, cielo, pero quiero que seas feliz…
  • Le decimos que no vamos este finde, cielo…te quiero y no podría estar sin ti…Oh, dios, cielo…no, no…estoy muy avergonzada de mi misma…
  • Le has dado hoy tus tetas y te ha gustado que te las mamara, lo vi, se las ofrecías…y le has besado con lengua…
  • Dios…no me avergüences más…no sé por qué lo hago...me da mucho morbo que sea tu padre...tiene esa polla tan grande...y folla con tanta necesidad...
  • En serio, me ha pedido que le deje copular más contigo…no sé...estoy muy celoso...
  • No, no, cariño…es muy…sucio…ufff…¿qué le has dicho?
  • Que te lo consultaría… ¿qué otra cosa voy a hacer?
  • Oh, dios…
  • No le digas que te ha preñado…sea como sea, los hijos de mi mujer son míos…
  • Es que ahora me da vergüenza…ponerte los cuernos con tu padre…

Me senté a su lado, la abracé y la besé.

  • Ya soy cornudo, cariño.
  • Te quiero mucho, cielo...muchísimo...

Por supuesto que por la tarde fuimos a la casa de mi padre, todos juntos en el coche, el niño encantado y nosotros tres muy alegres. Mi mujer estaba radiante, guapísima, como nunca. Cantaba y reía muy a menudo y nos alegraba a todos. No pasó desapercibido para mi padre que se había puesto una minifaldita plisada que era muy sexy. Cuando llegamos, Clara recogió del maletero la bolsa del niño y al inclnarse, no mostró que no llevaba bragas, ofreciendo una vista de su culo y su coño espectacular, la minifaldita tenía ese objetivo, se entretuvo un ratito, mi padre tenía los ojos como platos

  • Dios mío, hijo…qué mujer…gracias por venir…gracias por

traerme

tu chica... * Por dios, papa…es ella que quiere venir... * Es patrimonio de la familia, hijo...

El mismo viernes, después de cenar todos en familia, llevamos el niño a dormir y después me dijo que solo haría lo que no me molestara.

  • No sé si mi padre podrá aguantar mucho, cariño…ya no es joven…
  • Pero está muy necesitado y es muy buen semental, cielo…folla muy bien…

Vi lo contenta que estaba y cómo se vistió, absolutamente sexual, con una faldita elástica que era, más que falda, un cinturón ancho. Al salir, me dio un beso.

Cuando llegué a la puerta, mi padre estaba estirado en el sofá y ella ya estaba encima de él, sentada a horcajadas sobre él, ella vestida con un top y una faldita cortita y él desnudo, solo cubierto por una toallita y mi mujer le estaba comiendo la boca.

Al cabo de un poco, Clara se irguió sentada a horcajadas sobre él y se quitó el top, dejando ver sus fabulosas tetas, mientras mi padre le acariciaba los muslos

  • Dios mío, nuera, qué tetas…qué preciosidad…
  • Sóbemelas…son suyas...amásemelas...

Le agarró las manos y se las llevó a sus tetas. Se las amasó a gusto.

  • Joder, nuera, qué buena estás…qué tet

orras

…ummm… * Cómame las tetas… * Métemelas en la boca, nena… * Aaaah...siiii...chupe, suegro...uuuuuh...más... * Ahora chúpame tú la polla…. * No sé chupar pollas, suegro…no lo hago casi nunca…¿seguro que lo desea tanto? * Aprende…. la mía te va a gustar…

Dios, cómo le chupaba la polla, con qué ganas, me di más cuenta de lo gorda que la tenía, en la boquita preciosa de mi Clara.

  • Dios, nuera, dices que no sabías…qué manera de chupar…aaaaaaaah…diossss…
  • No me gustaba, suegro...uaaa, qué buena está uuuaaa…qué grande…no me cabe…
  • Dios…mama, nuera, mama…uaaaaaa…trágala entera, joder….sí te cabe….eres muy buena mamona…sigue mamando…

Clara se la metía a ritmo frenético en la boca y me maravilló cuando mi padre le agarró la cabeza y se la metió hasta los huevos, joder, donde le cabía semejante porra…

  • ¡Qué pedazo de hembra, nuera! Has nacido para mamar…Dios…sí, necesitas rabo, nuera cachonda…te la voy a meter hasta los huevos…

Se tumbó boca arriba y mi padre no tardó en ponerse entre sus muslos y de un golpe se la endiñó entera

  • AAAAAAAAAAAAAhhh…joder, qué pollón….me llena….

Mi padre se la follaba y se la follaba, resoplando

  • La hembra más caliente y más buena que he tenido, nuera…joder…qué vagina ardiente…
  • AAAAAAhhh…no pare, suegro….jódame fuerte…más…más…dios qué macho…el mejor que he tenido…me vengo, me vieneeeeeee…AAAAAAAAAAhhh

Me subió la excitación viéndola primero tensar su cuerpo y luego deshacerse en un orgasmo bestial debajo de mi padre, que suavizó el ritmo y la besó la boca largamente, aún gimiendo y jadeando.

Entonces, él se quitó de encima de ella y se echó a su lado, sin dejar de besarla, le endiñó la polla levantándole la pierna derecha, lo que me permitía ver su coño y la polla de mi padre entrando.

  • Eres mi diosa, cariño…tierna, suave y obscena…jodiendo con tu suegro…a pelo…ummmm…voy a llenarte de esperma, cariño, no aguanto más, necesito vaciarme en tu vagina…
  • Ummm…sí…disfrute de mi…lléneme…
  • Tómaloooooooooo…AAAAAaaaaaaaahh…siiiii

Observé el largo bombeo de leche dentro de mi mujer, mientras le besaba la boca jadeando los dos. Definitivamente, mi mujer asumía que el hijo que deseaba tanto sería de mi padre. Y excitada de que yo viera cómo la preñaba. Y mi polla tan dura que me dolía. Pero aún mi padre quería algo

  • Umm…nena…antes de irte…¿me chupas la polla?

La polla de mi padre iba perdiendo dureza y Clara se la chupaba con ganas.

  • Dios, nuera…tienes la mejor boquita…sigue, por favor, sigue chupando…umm…mírame mientras me la chupas…ummm…esos ojitos…de viciosilla…y esa boquita de mamona…

Se tumbaron juntos de costado, mi padre por la espalda de mi esposa, sus manos acariciándola entera, las tetas, el vientre, los muslos, mientras se besaban con profusión de lenguas en la boca. Sentí muchos celos, mi mujer en manos de su macho, relajada, agradecida. Le bajó la mano al coño y se lo sobó.

  • Gracias por esto, nuera, me haces tocar el cielo contigo. Estás llena de mi lefa…
  • Sí…ummm…gracias a usted…me gusta poder dejarle satisfecho...
  • Aún queda alguna cosa por probar…

Mi padre le puso la mano detrás del culo y por el gritito que dio, entendí que le metía un dedo en el culo. Luego susurraron y no entendí lo que decían, pero se besaban la boca largamente, como amantes satisfechos.

Me marché y la esperé en la habitación, no tardó en venir, dios, qué preciosa estaba recién follada.

  • Uf, cariño…¿has visto con qué ganas me folla?
  • Todo, cielo…te ha gustado…

Se echó en la cama…

  • Muchísimo, estoy muerta de placer…y repleta de semen…me baja hasta las rodillas…siempre tiene una buena reserva de leche tu padre…noto sus potentes chorros dentro……me excita lo mucho que se corre…

Se abrió de muslos y me mostró su coño recién follado.

  • Uf, cariño…vaya coño te ha dejado … dilatado y rezumando leche …te la ha dejado al fondo…

v

aya mamada que le has pegado…y eso que no te gusta… * No sé qué me ha pasado…me volvía loca…qué buena estaba esa polla en la boca…uf, cariño, qué calentorra estoy…debe ser esa medicación… * Es para asegurar que te quedas preñada…pero sin elegir de qué macho…sabes a lefa y flujo…le has limpiado la polla después de joderte…. * Y debo tener las tetas llenas de su saliva…cómo me las chupa, dios… * Ufff…tengo mi polla durísima…te deseo así… * Ummm…disfruta cariño…fóllame…mete tu polla donde la ha tenido tu padre antes…mójala en su leche dentro de mi coño… me gusta tanta obscenidad… * Eres la zorra de mi padre… * OOOh, dios…siiiiiii…uuuaa…jódeme…soy una zorra… * Toma mi polla zorrona…follada…me gustas… * Aaaaah siii…sigue sigue…siii…tu padre me ha dicho que me va a follar por el culo… * Joder, cariño,,,nunca has querido… * Lo tengo virgen, me ha dicho que tengo que ser su hembra completa… enculada como una perra… * Diossss…qué guarra te pones…uffff…tienes la vagina empapada… * Ummmmm…sigue cariño, sigue…también me ha dicho que tengo que tragar su semen… * Joder, nena…tragarte la lefa…. * Así seré su hembra totalmente… * Su zorra…

Dios, cómo nos corrimos…el mejor sexo que había tenido nunca. Nos quedamos exhaustos, recuperando la respiración…ella se me puso encima y me besó largamente la boca.

  • Gracias, cariño…te quiero muchísimo…
  • Quiero que seas feliz conmigo, cariño…si no, no querrías estar conmigo …he descubierto que te quiero muchísimo, y que me gustas siendo la zorra de mi padre…
  • Pero puede que me haya dejado embarazada…
  • Tus hijos son míos, aunque los hayas hecho con otro hombre…
  • Oh, dios, cómo te quiero…

Nos duchamos y nos dormimos plácida y felizmente, relajados y contentos. Antes de dormirnos, le di un beso en su vientre.

  • Pronto vas a tener el vientre lleno de vida.

Por la mañana, ella se levantó temprano, me dio un largo beso.

  • Bajo a desayunar… me gusta ser su zorra…voy con las tetas al aire…sin disimulos ya…le ponen mucho mis tetas…

Por supuesto bajé yo también a verlo. Mi mujer asomó por la puerta de la cocina primero sus tetas para aturdir a mi padre y después se plantó en la puerta con la postura más sexy y provocativa que nunca le había visto.

  • Buenos días suegro…
  • Joder, nuera, qué preciosidades tienes…cómo vienes hoy…con esas tetas que me ponen tanto…te cuelgan, se ve que ya has amamantado…
  • Son para usted, suegro, creo que le gustan…
  • Si me las traes así es para dármelas…ven…mete esos pezones en mi boca…

Mi mujer se acercó a él, que estaba sentado en la mesa, se inclinó, dejando sus tetas colgando y le besó la boca con lengua, luego se sentó a horcajadas sobre sus rodillas y le metió una teta en la boca, mi padre se la comió con avaricia.

  • Umm…sí, suegro…tome teta…uuuuu…siii…son para usted…

Mi padre le estrujó sus hermosas tetas y ella gimió.

  • Umm…voy a desayunar…
  • Tengo algo para tu boquita, nuera… seguro que te apetece una mamada de cipote antes de nada…mientras me tomo el café…
  • Sí, suegro…

Mi mujer se arrodilló sumisamente entre sus muslos y le sacó la polla ya casi dura del todo. Se la meneó. Y con naturalidad se la metió en la boca y comenzó la mamada. Mi padre le puso una mano en la cabeza mientras con la otra sujetaba en alto su taza de café.

  • Buena chica…ummm…qué gusto…mi mamona…sigue preciosa…me gusta lo dispuesta que eres…no pares de mamar, pequeña…por lo bien que mamas es que te gusta…

Mi padre estaba de espaldas a la puerta desde donde yo observaba y veía la cabeza de mi mujer, obediente y viciosa, subir y bajar sobre su polla, con la mano de mi padre sobre su cabeza, agarrando su pelo, mientras se tomaba el café con la otra.

  • Chúpame los huevos, nena…oooh…dios…qué bien….sigue, nuera, sigue…el otro…aaaah…joder…¿te gustan?
  • Ufff…son muy gordos…uf, tiene unos buenos huevazos, suegro…uf…
  • Ven pequeña, empálate un rato, te lo has ganado con esa tremenda mamada…

Clara se levantó y se quitó el pantaloncito, se sentó a horcajadas sobre mi suegro y se la metió.

  • Ummm…siii…uf…qué dura…aaaaah…siiii…adentro toda, suegro…siiii…qué gusto…
  • Qué viciosa eres, nuera, necesitas estar clavada en un cipote del bueno…
  • Oh, sí, suegro, empalada en un cipote como el suyo…grande y gordo…
  • Qué guarra estás, nuera, me encantas...

Subía y bajaba sobre la polla de mi padre, jodiéndose ella sola, lo besaba y, por la posición, su cara estaba enfrente de mi, así que me miraba y yo veía su expresión de placer de zorra viciosa. Mi padre apenas se movía, era Clara la que se estaba follando con su polla.

  • Oooh…siiii…coma teta mientras me jode, suegro…aaahhh.si,si,si…más...más teta...oooh, dios…qué bien jode... joder...aaaaaaaaah…me corrooo…aaaah…me vieneeeeeeeeeeeee…AAAAAAAAAAAA…

La cara de placer de mi mujer era increíble, los ojos casi en blanco, tensa y después relajada. Me miraba. Mi padre la acarició con cariño y la besó la boca.

  • Ufff. Qué placer…uaaa…aún la tiene durísima suegro….
  • Ummm…quédate un rato así, nuera…con mi polla metida bien dentro,,,ummm…y bésame…me gustas mucho…no sabía que eras tan cachonda…no sabes el placer que me da estar dentro de tu vagina…teniéndote jodida...jodiéndote
  • Me comporto como una zorra, suegro…
  • Es que te gusta ser zorra…ummm, bésame zorra mía mientras te tengo jodida…ummmm…qué bien sabes…pero como te dije ayer…para ser una hembra de verdad…hay que encularte…
  • Oh, dios, suegro…me va a doler…soy virgen de culo…
  • Mejor, cariño…serás mi zorra…te follo la boca, el coño y ahora me vas a dar tu culo, ¿quieres?
  • Uf…zorra de mi suegro…ummm…
  • Zorrita mía…ponte ahí contra la pared …desnudita…ponte mi polla en tu culo…la tengo bien lubricada con los jugos de tu vagina…voy a tomarte...

Era increíble para mi que mi mujer se comportara así, tan obediente con su macho, con lo pureta que era. Se puso contra la pared, de pie, de costado hacia donde yo estaba, así que vi como agarraba la polla de mi padre, se abría obscenamente de piernas y se la dirigía al culo.

  • Ese culito virgen… mío…te meto el rabo…ummm
  • AAAAAAYY….joder suegro…despacio…aaaah
  • Si, nuera, joderte por el culo…uaaa que culito más estrecho…

Dios, vi la polla de mi padre entrar en culo de mi esposa.

  • ¿Te duele, zorrita mía?
  • SIIIIIIIII…aaaaaaaaah…
  • Relaja en culo…toma polla pequeña mía…no eres mujer hasta que un macho te da por culo…
  • AAAAAAAAAAAAAAAAYYYYY…joder, me duele….suegro la tiene muy dura…
  • Ummm….me encanta…pero si mi hijo no te la mete en culo, tendré que hacerlo yo….no puedes ser hembra sin ser enculada….

p

oco a poco…toma polla, guapa…. * AAAAAH * Te gusta ¿eh? * Diosss….me duele…si, me gusta… * Pues toma polla, dios, qué zorra eres… * AAAAAAAAAAAAAAhh…dios mío…aaaaah… * Joder, cómo me pones, nuera…joder….a 4 patas, como a una perra…¿sí o no?

Mi mujer volvió a obedecer y se arrodilló en el suelo, como una perra, mi padre la inclinó hacia adelante y le puso a 4 patas, con el culo hacia donde yo estaba y un poco de costado, mi padre se arrodilló detrás y pude ver bien la polla de mi padre abrirse paso en su culito estrecho.

  • Uaaaauuu…hasta el fondo de tu culo, perra, uaaaaa…eres la mejor perra que me he jodido nunca, nuera….toma rabo…
  • Aaaaaaaaaaaaaaaaahh…dios, suegro...
  • Ufff…nuera…te estoy dando por el culo…y le cuesta entrar…y me enciende…uaaaaaaaaaaa…que culito, dios…uaaaaaa…toma rabo, perra…toma por el culo…
  • AAAAAAAAAAAAhh…es..es demasiado grande….aaaaaaaaaay…
  • Aguanta un poco más y verás cómo te gusta…ummmm…joder qué buen culito, nuera…estrechito y por estrenar….uuaaauuuuu…me estaba esperando a mi este culo…aaaaaaaa…siiii…hasta que entre hasta los huevos, pequeña…uuuuuuu…
  • Oooh, diosssss…suegro…aaaaaaah…es…es… enorme su polla…aaaaaaaaaaayy…

Mi padre levantó las rodillas y se montó con las piernas flexionadas sobre la que, sin duda ya, era su perra. Yo estaba paralizado viendo la enculada tremenda que le estaba metiendo mi padre a mi esposa. No me había imaginado nunca que la fuera a encular tan salvajemente ni que ella aceptara tan complaciente el ser tomada por el culo como una perra. Pero mi padre realmente era un semental y ella estaba encantada en sus manos. Vi su polla desaparecer en el culo de Clara y solamente veía sus huevos. Clara no dejaba de gemir y dar gritos.

  • Uffff, me ha costado pero ya te la he metido entera, nuera…solo me quedan fuera los huevos…enculada…del todooooo…
  • OOOOOh, dios….dios…dios…sii, aaaaaaaaaaaaaaaaah…

Entonces mi padre se la sacó y se la volvió a meter de golpe. Ella gritó, pero despues gimió, y mi padre empezó a darle ritmo de mete y saca, cada vez más rápido, le agarró del pelo estiró hacia él, las tetas de Clara se balanceban para todos los lados, ella gemía y gritaba, mi padre rugía de gusto, estaba desaforado, le palmeaba el culo, sacaba la polla entera y se la volvía a endiñar de golpe. Yo estaba anonadado mirando la terrrible posesión del culo de mi mujer, mejor dicho, la poseía a ella, mi mujer era suya, ya no veía a mi padre sino a un macho mucho más potente que yo montando una hembra como le venía en gana. Se me puso la polla como una piedra de dura, ¿cómo podía ser que me excitara ver a mi mujer como juguete sexual de otro macho?

Mi padre se detuvo y se derrumbó a su lado jadeando, necesitaba recuperarse. Ella también se dejó caer de costado, dándole la espalda, jadeando y gimiendo, estaba sudando. Al poco, él la abrazó desde atrás y le amasó las tetas, besándola en el cuello.

Sin más, dirigió de nuevo su polla al culo de Clara, de costado.

  • Abrete, perra…

Le dio una palmada en la nalga y ella obedeció, facilitando la entrada de su polla de nuevo en el culo. La cara de Clara era de absoluta entrega, la boca abierta emitiendo quejidos mientras la polla de mi padre desaparecía dentro de su culo. Le follaba el culo, le besaba el cuello y le empezó a palmear las tetas, ella se dejaba con placer.

  • Me encantas, perra…
  • Ooooh…dios…es increíble…me gusta…
  • Ahora clávate mi polla en tu culo de perra…

Mi padre se tendió boca arriba y mi mujer se subió encima, con la espalda hacía él y de frente a donde yo estaba, con lo que me ofrecía una vista de su culo y su coño. Se dirigió la polla de mi padre a su culo y se empaló, gritando. Mi padre le agarró las tetas y se las estrujó. Dios, ese cuerpo de mi esposa, que ahora lo tenía de cara, su coño abierto y sin ocupar, su culo dilatado y su cara mirándome mientras mi padre la poseía y le palmeaba las nalgas y las tetas.

  • Mueve ese culo, perra, dale placer a tu macho…
  • AAAAhh…si, si…

Los ojos de mi mujer, vidriosos y brillantes me miraban con una expresión de placer obsceno. Mi padre le agarró el coño desde atrás y ella puso los ojos en blanco de placer, se lo palmeó y le trabajó el clítoris, ella movía su culo cada vez más, hasta que soltó un grito gutural y se tensó, iba a tener un orgasmo.

  • AAAAAAAAAAAAAA….me viene…me vieneeeeeeeeeee…sssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…

No sé cuánto le duró pero me pareció una eternidad, se convulsionaba, gemía, nunca la había visto correrse así. Ni ella misma, yo creo. Se derrumbó sobre mi padre.

  • Nunca…nunca…
  • Nunca te había dado por el culo un hombre y te ha gustado…
  • Dios, suegro…qué bestialidad de orgasmo, ha sido el más fuerte de mi vida…pero usted no se ha corrido…
  • Reservo mi esperma para tu boca, guapa…
  • Oh, dios…nunca he hecho eso…
  • Tampoco te habían dado por el culo…y has sabido lo que es correrse como una guarra…también te gustará tragar semen de mi polla…ya casi eres una hembra de verdad, solo te falta saborear la leche de tu macho…y siempre recordarás el primer macho que te tomó por el culo y el sabor de la primera lefada en la boca…la mía…y te convertirás definitivamente y para siempre, en mi perra, hagas lo que hagas después en la vida. De rodillas, abre esa boquita linda que besa tan bien y mama mejor, mírame a los ojos, cariño…dime si eres mi perra, Clarita, la más preciosa de todas…
  • Um…suegro…sí, soy su perra…me tragaré su esperma…

Estaba mirando alucinado, mi mujer se arrodilló y abrió la boca, mi padre se la meneó un poco y bramando de placer, eyaculó en la boca de mi amor, primero un gran chorro de denso semen blanco, dios mío, qué cantidad de leche, luego otro y otro, menos cantidad cada vez pero fueron 4 ó 5 chorros, y al final unas gotas.

  • Saborea, cariño y traga…eres la mejor que he tenido nunca…no podías renunciar a ser una hembra de verdad…eres esposa de tu marido y has podido ser perra de tu suegro, estás completa. Me encanta haberte ayudado, cariño, eres la mujer de la familia.
  • Oh, dios…

Mi padre la abrazó y le besó muy amorosamente, luego se arrodilló y le besó el vientre. ¿Hasta qué punto eran conscientes que ella estaba preñada de él?

Me fui con una erección bestial, confuso, celoso, pero enamoradísimo. Me había enamorado de nuevo, pero no sabía si de mi mujer o de la perra de mi padre. Era igual. Clara volvía a mi, perra, preñada, o lo que fuera, pero volvía a mi.

  • Dios, cariño, lo has visto todo…qué vergüenza…he hecho lo que nunca…no sé qué me pasa…me descontrolo…es un deseo irrefrenable…
  • Ven, cielo…

Yo estaba echado boca arriba en la cama con una erección visible, ella se me acercó y se acostó a mi lado, me abrazó.

  • Yo te quiero a ti, cariño…pero tu padre…
  • Tranquila, cielo…relájate…mira mi polla…me ha excitado ver a mi mujer…eres una diosa…
  • Me he dejado hacer lo que nunca se me ocurriría hacer contigo ¿y aún así me quieres?
  • Más que nunca, cielo…no me lo explico muy bien pero me he enamorado aún más de ti…estabas feliz y arrebatadora…
  • Ummmmm, cariño…déjame ducharme y limpiarme para ti…puedo hacer el amor con suavidad, cariño…con el amor de mi vida, mi marido…
  • Luego, amor mío, déjame demostrarte que te amo tal como eres, como mi esposa y también así, como la perra de mi padre…relájate, eres mi reina…

Estaba loco de amor y deseo por ella. Le besé suavemente el clítoris, ella gimió quedamente, le lamí la inflada y enrojecida vulva y el coño con mucho cariño, lo tenía aún abierto de la polla de mi padre, me entretuve lamiéndolo, y finalmente le levanté los muslos y vi su culo totalmente dilatado y rojo, se lo lamí con mucho cariño.

  • Ummm, cielo…que gusto…tanta suavidad…si, sigue, cielo…me ha dejado muy irritado todo y me encanta lo que haces…ooh…umm…

Tenía el clítoris inflado y gordo, más que nunca, y lo lamí con delicadeza, ella gimió, esos gemidos guturales me excitaban mucho, noté que humedecía el coño, increíble, ¿podría tener tanta capacidad sexual como para excitarse de nuevo, después de la terrible follada y enculada?, seguí lamiendo mucha delicadeza y ella movió el pubis, me puse más loco. Le metí la lengua por el coño y gimió más fuerte.

  • Dios, cariño…me estoy excitando…

Subí poco a poco por su vientre, y me entretuve besándolo.

  • Esta preciosa tripita va a crecer de nuevo, amor mío… Umm…mi padre ha preñado su perra…
  • Uuuuuh…me excitas mucho…

Subí poco a poco y le besé las tetas, enrojecidas de las palmadas, los pezones erguidos y duros, olía a mi padre toda ella. La miré, tenía los ojos cerrados y gemía. El pelo desordenado y enredado, la cara enrojecida de deseo, no podía esperar más, así que subí un poco más y le metí mi polla, entró suavemente en su dilatada vagina. No se movió, pensé que igual no la notaba.

  • Oooh, sí cariño…suave…umm…me excita tener dos hombres seguidos… uuuuuu…uffff…qué morbo…me encanta…dos pollas…disfruta de tu mujer…
  • Disfruto de la perra de mi padre…te quiero…

Me movía dentro de ella con suavidad, le besé los ojos, la nariz y cuando le iba a besar la boca se apartó levemente y me miró.

  • Aún tengo semen, cariño…
  • Claro, te ha metido una buena carga…
  • Uf…cariño…es morboso hablar de esto con mi marido…mientras hacemos el amor…me ha gustado tragarme su leche…ufff…y sabiendo que tu mirabas…oh, dios, cariño…ummm…de rodillas ante mi macho…
  • Pidiéndole su leche...la misma que te ha preñado…

Le besé la boca con pasión, y el sabor de lefa en la boca de mi mujer me excitó muchísimo, ella me respondía y movía su pubis contra mi.

  • Voy a correrme de nuevo, cariño…dios…qué placer…
  • UUUUAAAA…cielo…me corro en la perra de mi padreeee….

Yo tuve un orgasmo bestial, ella se corrió con un orgasmo suave. Sin embargo, éramos felices.

Después de ducharse, se embadurnó de crema y se quedó dormida, necesitaba descansar.

Yo me ocupé del niño y lo llevé a ver los animales de la granja de al lado, que era de mi tío, el hermano pequeño de mi padre. Hacía dos años que se había quedado viudo. Lo había pasado muy mal pero ya comenzaba a levantar cabeza, aunque estaba triste aún.