De cena y algo más con Marga e Iñaki

En este relato cuento, lo que acontecíó, después de que dejara a Rosa y su hija Maite, para ir a cenar con mi marido y nuestros amigos, Marga e Iñaki. Os cuento lo que paso en la cena y tras la cena.

Hola nuevamente a todos los que nos han leído, y gracias a los que han enviado algún comentario, como ya comente soy un hombre casado, toda mi vida he fantaseado con mi lado bisexual, y para mí era fabuloso explorar mi lado femenino en mi soledad sin llegar a exteriorizar ante los demás, no puedo negar que desde muy joven y en mi soledad me he introducido toda serie de cosas por el culo y me ponía lencería femenina que le cogía a mi madre o mi tía, llegando a sentir verdadero placer, acabando siempre masturbándome mientras pensaba que era una putita a la que se follaban por todos sus orificios, hoy en día habitualmente uso lencería femenina, braguitas, tangas, medias y en invierno también me suelo poner sujetadores.

A pesar de estar casado, tanto mi mujer, como yo, mantenemos una relación muy abierta en el terreno sexual, nos lo contamos todo, tenemos relaciones con terceras personas ya sea en pareja o cada uno individualmente, la única condición es que si las relaciones son sin que la otra parte de la pareja este presente, debemos de contarlo, esto ha hecho que nuestra relación afectiva y de pareja se haya fortalecido.

En esta ocasión os voy a contar la experiencia vivida un sábado a la noche con Marga, una amiga de mi mujer y su marido Iñaki, tras la tarde pasada por Carmen, mi mujer, con Rosa, su hija Maite y los perros de estas, Thor y Rex.

Les di dos besos a Iñaki y a Marga y sin más nos dirigimos al restaurante en el que teníamos reservada la mesa, era un restaurante de Pasajes San Juan, para lo cual, como siempre que nos íbamos de cena fuera, llamamos a un Taxi y evitarnos así problemas a la vuelta.

Llegamos al Restaurante y el camarero nos llevo hasta una mesa que estaba en un rincón, junto a la cocina y los baños, mientras nos dirigíamos a la mesa a más de uno se le salían los ojos al mirarnos, ya que si yo iba rompedora, mi amiga Marga no se quedaba atrás, es de las que cuando vamos de fiesta le gusta ir provocativa, levaba una blusa semi transparente con bastante escote y en la que se adivinaba un sujetador negro transparente en el que se marcaban los pezones, y una mini de volantes, llevando las piernas enfundadas en una medias de Red de color negro con unos zapatos con un tacón de aguja de 6 cm.

Nos colocamos en la mesa de tal manera que los hombres quedamos sentados junto a la pared y ellas enfrente, de tal manera que cuando se acercó el camarero a tomar nota de lo que deseábamos cenar, tenia una inmejorable vista de los muslos y los pechos de las dos mujeres, yo tenía enfrente a Marga, e Iñaki a mi mujer.

Mientras cenábamos, tanto los camareros como algunos comensales no hacían más que pasar por alrededor de nuestra mesa, mirando con todo el descaro a las dos mujeres.

Cuando terminamos con los entremeses mi marido se levanto al baño y al regresar le comento a Marga,

 Con razón revolotean tanto los camareros y la gente por aquí, al sentarte sobre la mini esta se ha bajado y tienes todo el tanga a la vista, hasta el culo se te ve.

 Déjalos, como dice el refrán, lo que han de comer los gusanos que lo disfruten los humanos, la verdad que me pone cachonda que me miren.

 Carmen, seguro que más de uno se habrá hecho alguna paja a nuestra salud.

 Seguro, lastima de leche que se haya desperdiciado.

Tras una explosión de carcajadas, que hizo que los comensales de las mesas vecinas nos miraran, seguimos comiendo en animada armonía, dando cuenta de la primera botella de Cresta Rosa antes de terminar con el primer plato.

Mientras esperábamos a que nos sirvieran la carne Marga y Carmen se levantaron al baño, entrando como es costumbre en las mujeres las dos juntas, menos mal que según nos comentaron al regreso el baño era amplio y estaba bien limpio.

La primera en orinar fue Carmen, para lo cual se despojo del tanga y con cuidado fue extrayendo las bolas chinas que llevaba en su coño,

 Pero que puta estas hecha Carmen, si tienes el tanga empapado, lo mismo que las bolas, le comento Marga, mientras olía el tanga de mi mujer y se metía en la boca las bolas chinas chupándolas con devoción.

 Espera, no uses el papel que ya té seco yo el coño con mi lengua, comento Marga a la vez que se arrodillaba ante mi mujer y comenzaba a pasar la lengua por su coño hasta dejárselo limpio.

 Pero si también tienes ocupado el culo, que llevas?

 Es una larga historia que ya te contare, Llevo un plug, para evitar que se salga la corrida que ha depositado esta tarde en mi culo uno de los perros con los que he estado follando, para que luego se la beba Pedro cuando lleguemos a casa, comenta Carmen.

 Espera que voy a mear, y luego si no te importa me gustaría que me dejaras las bolas chinas para que me las pusiera yo el resto de la noche, ya que tu ya llevas el culo ocupado por lo menos, no seas acaparadora, comento Marga mientras se despojaba de su tanga y comenzaba a soltar un fluido chorro.

 De acuerdo. Pero deja que te limpie el coño como has hecho tú conmigo, con este es el tercer coño que saboreo hoy, así bien limpio y seco, y ahora las bolas para dentro poco a poco todas, así, que tal te sientes?

 Fenomenal, uhmmm sobre todo cuando me muevo y comienzan las bolas a moverse en mi interior, nunca antes había llevado las bolas puestas en la calle, contesto Marga.

 Ya sabes para todo hay siempre una primera vez, al sentarte ten cuidado, en vez de sentarte sobre la falda siéntate directamente sobre la silla y así no se te mojara la falda, que veo que comienzas a lubricar, y tampoco se te bajara, aunque a lo mejor estaría mejor enseñar el culo y que vean que no llevas bragas, comento Carmen a Marga, por que las bragas según lleguemos a la mesa las dejamos en una esquina de la misma para que las vean los camareros y la gente que pase.

Al rato volvieron las dos, venían riendo, cuando se sentaron a la mesa pusieron sobre la mesa cada una de ellas su tanga, justo en el momento en el que venía el camarero con la carne, el cual al ver las prendas sobre la mesa, se le pusieron los ojos como platos.

Mientras nos servia la carne, el pobre camarero estaba más pendiente de los muslos y las tetas de las dos mujeres, que de lo que tenía que hacer, además estás aprovechaban para disimuladamente y como el que no quiere rozarse con él.

Una vez que el camarero se hubo marchado, comento Marga a su marido

 Sabes Iñaki que esta guarra se ha pasado toda la tarde follando, con dos amigas y los perros de estas, además llevaba unas bolas chinas en el coño, que ahora me las ha prestado y las llevo yo.

 Así que llevas toda la tarde de fiesta, conociéndote, seguro que has disfrutado.

 Ya lo Creo que he disfrutado, dijo Carmen, tanto que traía algo de postre para dárselo a mi maridito, pero que seguro que a él no le importara compartirlo con vosotros, cuando terminemos de cenar podemos tomarnos un par de copas y luego terminar la fiesta, bien en nuestra casa o en la vuestra, y os dejo saborear el rico postre, te parece Pedro?.

 Ya sabes cielo que por mi no hay ningún inconveniente, podemos ir a nuestra casa si queréis y compartimos todo lo que haya que compartir.

 Por mí de acuerdo, contesto Marga, estoy deseando saborear ese postre. Tu que dices Iñaki?

 Ya sabes cariño que siempre estoy dispuesto para la fiesta, pero podría saber de que tipo de postre estamos hablando?.

 Claro cariño, te lo cuento, aunque casi mejor que te lo cuente Carmen, que es la que tiene el postre.

 Bueno, como os ha comentado Marga, me ha pasado toda la tarde con un par de amigas, a las que conocí no hace mucho gracias al trabajo de Pedro, estas tienen un par de perros Pastor Alemán, con los que también hemos jugado.

 Cuando uno de ellos me estaba follando el culo para terminar la tarde, me ha llamado Pedro para recordarme lo de la cena, en ese momento he pensado que podría llevarle a Pedro algún recuerdo de la tarde y le he comentado que en cuanto terminara de follarme el perro iría, y que le llevaría la rica leche del mismo.

 Así que cuando el perro se ha corrido abundantemente en mi culo, he pedido a mis amigas que me pongan el plug anal, que siempre que voy de juerga llevo en el bolso, para que no se desperdiciara la leche y podérsela ofrecer después a Pedro, siendo mi culo el mejor envase para el transporte de la misma.

Seguimos cenando y charlando de diversos temas, mientras las braguitas seguían sobre la mesa a la vista de los camareros y de las personas que pasaban a nuestro lado, para cuando nos quisimos dar cuenta ya había caído la segunda botella de Cresta Rosa.

A la hora de pedir los postres, fue una camarera la que vino a coger nota, una vez que tomo la comanda se fue a la cocina para hacer el pedido y al rato volvió con una cestita y una pala a recoger la mesa y las migas de pan que por ella había esparcidas, para lo cual cogió las braguitas y las aparto, dándose cuenta de que una de ellas, el tanga de Carmen, estaba empapado, mientras terminaba de recoger todo no dejaba de mirar disimuladamente el escote y los muslos de las dos, aprovechando para rozar con sus pechos la espalda de nuestras mujeres.

Cuando se iba a retirar la camarera la dijimos que con el postre nos hiciera el favor de traernos una botella de cava Anna de Codorniu bien fresquita, cuando este se marchó Marga comentó

 Os habéis fijado como nos restregaba las tetas la camarera?

 Las tenía bien duras, replico mi mujer

En el momento de servir los postres, Carmen y Marga, aprovecharon para disimuladamente meterle mano a la camarera, mientras nosotros le mirábamos fijamente a los ojos a la vez que disfrutábamos del espectáculo que se nos ofrecía, ellas aprovechaban cuando se agachaba para tocarle los pechos, e incluso mi mujer metió su mano bajo la falda de la camarera acariciando el coño y el culo de la misma, dando ella un pequeño respingo.

 Uy si la zorrita está lleva el tanga empapado, nos comento mi mujer en tono no muy alto para no comprometer a la pobre chica, si quieres cuando termines puedes venirte con nosotros, seguro que te aliviaremos la calentura que tienes.

 Pues si no os importa ya me gustaría pasar un rato agradable con vosotros, además hoy termino pronto ya que no tengo que quedarme a recoger y además mañana libro, en cuanto os levantéis vosotros, o antes ya estoy fuera, por cierto me llamo Junkal.

 Estupendo dijo Marga, cuando terminemos quedamos en la plazoleta junto al embarcadero, pero haznos un favor, cuando vengas con los cafés nos traes tu braguita y la dejas con estas, así las tres estamos en las mismas condiciones.

Cuando se acerco a tomarnos nota de los cafés le entrego a Marga el tanga que hasta ese momento había llevado puesto, el cual se hallaba bastante húmedo, momento que aprovecho Marga para acariciarle el coño disimuladamente.

Estábamos tomándonos tranquilamente el café, mientras charlábamos de como se nos presentaba la noche, cuando vimos que la camarera saludarnos mientras se dirigía a la salida, apuramos lo que nos quedaba de café y tras pedir y abonar la cuenta, abandonamos el restaurante.

Cuando llegamos a la plazoleta, allí estaba Junkal esperándonos, aprovechando que no había nadie por las inmediaciones, mi mujer le dio un morreo en el que le repaso hasta las encías, a la vez que le acariciaba el coño metiendo la mano bajo la falda, cuando al fin Carmen la soltó nos presentamos todos, aprovechando para besarla y acariciar su hermoso cuerpo.

No sé que tenéis pensado hacer, pero si vamos a tomar algo debería de acercarme a casa a cambiarme, no es plan que vaya de marcha con la ropa de trabajar, dijo Junkal.

Si os parece, podíamos ir directamente a casa y seguir la juerga allí, comento mi mujer, llamamos a un par de taxis, ya que en uno no entramos los cinco y nos vamos para casa, os parece?

No hace falta llamar a los taxis, yo tengo el coche en el aparcamiento de la entrada y podemos ir los cinco en mi coche, replico Junkal.

Estupendo pues, vamos dijo mi mujer mientras se cogía a Marga y Junkal por la cintura y comenzaba a andar hacia la salida del pueblo.

Llegamos hasta donde estaba el coche y se subieron Marga, Iñaki y mi mujer atrás, haciéndolo yo en el sitio del copiloto.

Por el camino tanto mi mujer como Iñaki iban metiéndole mano a Marga y jugando con las bolas que está llevaba en su coño, yo aprovechaba los momentos en que parábamos en los semáforos para acariciarle los muslos y el coño a Junkal, el trayecto a casa se nos hizo eterno, no veíamos el momento de entrar en casa y desfogarnos en un todos contra todos.

Dado que yo tenía el coche aparcado fuera del garaje, nos dirigimos directamente a la entrada del mismo, bajándome yo a abrir para que Junkal aparcara en el garaje, una vez que hubo aparcado y salieron todos del coche, en el mismo garaje cogimos el ascensor para subir a casa.

En el ascensor mi mujer seguía metiéndole mano a su amiga, llegando a quitarle la mini, dejándola en pelotas de cintura para abajo, así llegamos hasta el piso, menos mal que cuando salimos del ascensor no había nadie, abrí la puerta de casa y entramos los cinco, dirigiéndonos directamente a la sala tras mi mujer.

  • ahora vuelvo, voy a buscar una cosa, dijo mi mujer desapareciendo unos instantes

Mientras voy por las bebidas podéis poneros cómodos, dije yo, que queréis, cava fresquito o cubatas?

Mejor un cava fresquito, me respondieron todos.

Aunque previamente deberíamos de probar el rico postre que Carmen con tanto cariño ha guardado en su culito desde esta tarde, dijo Marga.

Que pasa con Carmen?, dijo esta que en ese momento volvía con una gran bolsa de deporte, bolsa en la que guardamos nuestros juguetes.

No, que comentaba que antes del cava deberíamos de probar la crema que con tanto celo guardas en tu culito, le contesto Marga.

Estupendo, replico Carmen, que ya voy teniendo ganas de liberar a mi culo del tapón, aquí en la bolsa traigo los juguetes por si a alguien le apetece jugar con alguno.

Ir preparando todo mientras yo voy a por el cava y las copas, dije yo, saliendo hacia la cocina, mientras me iba desnudando dejando la ropa tirada por el camino, cuando regresaba con las cinco copas y el cava, se habían desnudado todos y tenían a mi mujer tumbada en el sofá mientras Marga le extraía el plug de su culo.

Pedro dame una de esas copas para recoger en ella la crema y degustarla todos después, me dijo Marga, la cual cogió la copa y le hizo levantarse a mi mujer y que se colocara de cuclillas, mientras ella vigilaba que no se perdiera nada de lo que del culo de mi mujer saliera.

Una vez que Carmen se puso de cuclillas Marga coloco la copa bajo el culo y poco a poco esta se fue llenando con la crema que mi mujer iba expulsando, una vez que veía que ya no salía más, Marga se agacho y lamió bien el culo a mi mujer hasta dejárselo bien limpio y cogiendo la copa me ofreció el primer trago.

  • Que alivio, comento mi mujer, una vez que hubo vaciado todo, la verdad que ya no podía aguantarme mucho más, con la crema y el plug en el culo.

Le di un buen sorbo a la copa y dirigiéndome hacia mi mujer le di un buen morreo, compartiendo con ella la sabrosa crema, Marga hizo lo mismo, dio un sorbo y lo compartió con su marido.

Espera Junkal que para ti también hay, dijo mi mujer, la cual vertió en la boca todo lo que quedaba en la copa, y acercándose a Junkal se fundió en un beso en el que intercambio los fluidos con ella, haciendo que esta saboreara la leche de Rex.

No esta mal, que era?, Comentó Junkal cuando Carmen liberó su boca.

Lo que hemos saboreado ahora era la leche que esta tarde ha depositado en mi culo un hermoso perro pastor alemán, y que en un principio traía para que lo probara mi marido, pero que este gustoso a ha accedido a compartirlo con todos.

Pues la verdad que estaba riquísima, gracias cariño, dije yo, mientras abría la botella de cava y comenzaba a servirles a todos.

 Quieres que te cambie la copa, le comente a mi mujer, pues se había quedado con la copa en la que había vaciado el contenido de su culo.

 No, no hace falta me tomo el cava aquí, que seguro que estará más sabroso, dijo Carmen, mientras se acercaba a donde estaba sentada Marga.

Mi mujer comenzó a acariciar el coño de Marga a la vez que jugaba con las bolas chinas que esta llevaba en su coño, las sacaba y tras chuparlas se las volvía a introducir, mientras Junkal se había amorrado a las tetas de Marga y las chupa y mordía, haciendo que esta no parase de gemir.

Yo me dirigí hasta donde estaba sentado Iñaki, me arrodille ante él y comencé a lamer su polla, que aún que flácida apuntaba buenas maneras, lentamente comencé a saborearla y a ensalivarla, hasta que conseguí que se despertara y pusiera bien dura.

Viendo que la polla ya estaba en condiciones de ensartar lo que se pusiera por delante, me puse a cuatro paras sobre el sofá y le dije Fóllame Iñaki, necesito que me abras bien el culo, no se hizo de rogar, se levanto y colocándose tras de mí me la metió de un solo golpe, hasta que sus pelotas rebotaron en mi culo, comenzando a follarme el culo lentamente.

La sacaba del todo y otra vez me la volvía a meter, así una y otra vez, - asiiii dale fuerte como me gusta sentir bien dentro tu polla, le decía yo, estuvo un buen rato follándome el culo, hasta que llego mi mujer y comiéndole la boca le dijo que ella también quería probar ese rico salchichón en barra.

Iñaki salió de mi culo y tumbándose en el suelo le dijo a mi mujer.

 Venga zorrita cabálgame como tu sabes

Ella se puso a horcajadas sobre la polla de Iñaki y se le fue metiendo toda poco a poco, cuando los huevos de Iñaki hicieron tope, comenzó a cabalgarle lentamente.

 uhhmmm siii que pollón tienes y como me llena toda, sigue así no pares sigueeee.

Mientras mi mujer cabalgaba sobre la polla de Iñaki, Junkal se acerco y se puso de rodillas de manera que su coño quedaba sobre la cara de él, este de inmediato comenzó a lamerle el coño y a jugar con su clítoris, el cual mordía de vez en cuando haciendo que Junkal comenzara a gemir mientras se morreaba con mi mujer, acariciándose ambas los pechos.

Mientras me acercaba a Marga, la cual estaba haciéndose unos dedos, cogí el bote de lubricante, y acomodándome entre sus piernas comencé a comerle el coño mientras con mis manos le acariciaba las tetas pellizcando y tirando de sus pezones, enseguida comenzó a gemir a la vez que su coño comenzaba a mojarse.

Sii, sigue cabrón, pellízcame los pezones que me gusta, así más fuerte, siii siii, ohhh siiii el clítoris también, vas a hacer que me venga, mientras Marga no cesaba de pedir más, aproveche para ponerme unos guantes de látex y cogiendo bien de lubricante comencé a embadurnarme bien las manos y su coño, para comenzar a meterle primero dos dedos, luego uno más, así hasta que al final termine alojándole toda la mano en el coño.

Siiii sigue me vas a partir el coño pero sigueeeeee, me decía ella, ya totalmente fuera de sí, yo, tras darme más lubricante en el brazo, comencé poco a poco a introducirlo en su coño a la vez que jugaba a abrir y cerrar el puño dentro, y a mordisquearle los pezones.

Marga, ya fuera de sí, comenzó a convulsionar ante la llegada de un intenso orgasmo, que la dejo totalmente desmadejada, lentamente mientras la besaba y comía la boca, fui sacando mi mano de su hermosa gruta, en el momento que termine de extraer mi mano salieron todos los fluidos que su orgasmo había generado.

Mi mujer y Junkal seguían con Iñaki, si bien ahora habían invertido las posiciones y era Junkal la que estaba cabalgando la polla de Iñaki mientras este le comía el coño a mi mujer, a la vez que entre ellas se comían la boca y los pechos, hasta que los tres a la vez explotaron en un orgasmo colectivo, llenándole Iñaki el coño de leche a Junkal.

En el momento en que Junkal descabalgo de su montura y quedo tendida sobre la alfombra, me acerque a ella y comencé a comerle el coño saboreando y tragando la rica leche que Iñaki había depositado en él, entre tanto Marga que ya se había recuperado, se coloco un par de guantes de látex, y cogiendo el bote de lubricante comenzó a untar bien mi culo con el a la vez que iba introduciéndome sus dedos de forma progresiva hasta que finalmente entro toda la mano.

Allí estaba yo comiendo el coño a Junkal, mientras Marga me follaba el culo con su mano, llegando a metérmela hasta el codo, yo comencé a berrear como un ternero debido al placer que estaba experimentando.

Junkal, sin que yo dejara de comerle el coño, se giro, y comenzó a comerme la polla, aquello era el no va más, yo me comía un rico bollo con crema mientras una mano me follaba el culo y una caliente boca se comía mi polla, ante el espectáculo que estábamos ofreciendo Iñaki se coloco tras su mujer y de un certero golpe se la metió en el culo.

Mi mujer, rota, pues había tenido una tarde ajetreada nos contemplaba sentada en el suelo mientras acariciaba los pechos tanto a Marga como a Junkal, hasta que de nuevo, todos menos mi mujer, caímos en un orgasmo colectivo, primero fui yo la que se vacío en la boca de Junkal, luego Marga la que se vino mientras Iñaki le follaba el culo, a continuación fue Junkal la que se vino en mi boca y para terminar Iñaki salió del culo de su mujer y se corrió en la boca de mi mujer, que con gran deleite se trago todo, limpiándole después la polla a Iñaki hasta dejársela reluciente.

Tras recuperarnos un poco tomamos una nueva copa de cava fresquito y nos dispusimos a preparar las habitaciones, para que dado la hora que era, se quedaran a dormir tanto Marga e Iñaki, como Junkal, cuando estábamos preparando la habitación para la pareja, la cual disponía de una cama de 150, comentaron tanto Marga como Junkal que en esa cama entraban perfectamente lo tres para dormir, que no hacía falta que preparáramos la otra.

Una vez que la habitación estuvo preparada, mi mujer comento que si no nos importaba ella se retiraba a dormir, que estaba cansada y tenía el coño y el culo doloridos, ya que llevaba desde primera hora de la tarde follando y comiendo pollas y coños, que nosotros podíamos seguir hasta que nos cansáramos o nos venciera el sueño, comentándole yo que me quedaba un rato más y que luego me iría a dormir.

Nos servimos una copa más de cava, momento en el que aproveche para colocándome en la postura del 69 sobre Marga, derramar parte de mi copa en el coño y comenzar a sorber y lamer el coño, volviendo a llenarlo de cava una vez que lo limpiaba, así poco a poco hasta vaciar mi copa, mientras Junkal se puso los guantes de látex y cogiendo el tarro del lubricante comenzó a embadurnar bien mi culo y a introducir su mano en el, mientras que Iñaki la ensartaba el culo con su polla.

Enseguida comenzamos a ofrecer un concierto a cuatro voces con nuestros gemidos, era impresionante vernos allí todos disfrutando, yo mientras lamia el coño a Marga aprovechaba para jugar con su clítoris y su culo, los cuales masajeaba, introduciendo de vez en cuando mis dedos tanto en el coño como en el culo, haciendo que ella no parase de gemir, también sus pechos fueron objetivo de mis manos, los cuales acariciaba a la vez que pellizcaba los pezones.

Junkal era la que mas berreaba, ya que era la que tenía la boca libre, e Iñaki la estaba follando duro el culo a la vez que se agarraba a sus pechos amasándolos como si fuera la masa para hacer cruasanes, así mismo Marga se había apoderado de su coño en el que metía sus dedos y le pellizcaba el clítoris con ganas, cuanto más me ensañaba yo con sus tetas y su coño, más fuerte le daba ella a Junkal, hasta que nuevamente casi al unísono nos vaciamos los cuatro.

Mientras Marga compartía con Junkal la crema que me había extraído, yo limpiaba el culo a Junkal saboreando el néctar que Iñaki había dejado en el, mientras Iñaki tirado en la alfombre nos observaba.

Eran las 6 de la mañana, cuando tras terminar la segunda botella de cava, y rotos de tanto ajetreo, decidimos retirarnos a descansar.

Un saludo a todos los que nos leéis y a los que nos enviáis comentarios, los cuales agradecemos, ya sabéis que podéis seguir enviando vuestros comentarios a la siguiente dirección bisex1960@gmail.com . Un beso a todos y todas.