De campamento al sur de Chile
La lluvia nos sorprende . Dos jovenes dentro de una arpa, comienzan a contar sus aventuras y terminan aumentando su repertorio.
Me encontraba mochileando con unos amigos al sur de Chile. Como éramos un grupo grande, decidimos separarnos, ya que sería mas difícil que nos llevaran a los 5. Mi primo y dos amigos se adelantaron un poco y yo con Mauricio nos quedamos un poco mas atrás, haber si teníamos mas suerte.
Nuestro lugar de encuentro seria Valdivia.
Con Mauricio, luego de una hora que nuestros amigos habían salido, comenzamos a caminar y hacer dedo haber si alguien nos llevaba. Tuvimos mucha suerte y al poco rato, un auto nos recogió. Por la carretera y pudimos ver a nuestros amigos caminando y le pedimos al conductor que les tocara la bocina y pasamos haciéndoles burla. La persona que nos recogió llegaba hasta Gorbea, un pueblo ubicado al sur de Temuco. Nos dejó a la entrada como a eso de las seis de la tarde. Nos pusimos a caminar y como a la hora, nos dimos cuenta que ya estaba oscureciendo y una gotas empezaban a caer.
Tuvimos que armar nuestra carpa y esperar que dejara de llover. Comenzó a llover primero lentamente y luego mas y mas fuerte hasta que se convirtió en un diluvio. Estabamos dentro de la carpa un poco aburridos, ya la noche había caído. Afortunadamente nuestra carpa era muy moderna y no teníamos problemas con la lluvia , a parte que elegimos un lugar en altura, bajo un gran árbol, que nos sirvió para protegernos un poco mas. Esa noche no paró de llover.
A Mauricio recién lo venía conociendo, era amigo de mi primo. Era de mi edad ( 18 años ) y con una contextura muy parecida a la mía, moreno, delgado y al igual que yo , bien parecido.
Como a las 10 de la noche , el sacó de su mochila, una botella de whisky, que había comprado para el viaje. No era muy bueno, es más , bastante ordinario y barato, pero cumpliría con el objetivo de quitarnos el frío, aunque tanto no frío no hacía.
Comenzamos a beber, y a fumar , mientras empezamos a contar historias de cosas que nos habían sucedido. Poco a poco fuimos tocando el tema del sexo, e increíblemente éramos muy parecidos en nuestros gustos. Tanto a el como a mi , nos iba muy bien en ese tema, ambos habíamos tenido muchas conquistas, y nuestros gustos eran similares, mujeres de tetas grandes, sin importar los kilos de mas, de preferencia mayores que nosotros, sin importar si eran feas, casadas, gordas etc.
El me pidió que le contara lo mas increíble que había echo en el tema sexo. Mi historia fue simple. Un día de noche, recorriendo las calles de mi ciudad, subí a mi auto, a una mujer con obesidad mórbida, es decir una guatona de cómo 130 kilos, de unos 45 años y termine teniendo sexo con ella en su casa. Me pidió que le diera los detalles y yo se los conté.
Ahora llegó el turno de el. El me dijo que tenía una historia muy buena, pero que no se atrevía a contármela. Yo le insistí, pero me dijo que no, en cambio me contó otra que si bien era bastante cachonda, no me dejó tranquilo, por lo que seguí insistiendo.
Después de beber bastante y yo seguir insistiendo, me hizo prometer que nunca le contaría a nadie. Yo por supuesto se lo prometí. Me dijo que un día , andaba como yo en el auto de sus viejos, cuando en una esquina encuentra una mujer , de unos 27 años. La subió al auto y se fueron por ahí. Cuando comenzó a meterle mano bajo la falda, se encontró con un tremendo pedazo de verga. Al principio dice que se asustó un poco, pero, que al igual que ahora, estaba en copete, y era tanto la calentura, que termino por culiarsela.
Empezamos a conversar sobre el tema, que en realidad, cuando bebíamos , se nos despertaba el instinto y que cualquier cosa servia para aplacar la sed de sexo. También tocamos el sexo de los maricones, que se sentirá ser penetrado etc.
Ya estabamos los dos bastante ebrios, nuestras palabras se enredaban y nos reíamos de cualquier cosa. De repente el me dijo que con la conversación, su amigo se había despertado. Yo le dije que a mi igual, e incluso me salí del saco de dormir y le mostré mi verga que levantaba una tremenda carpa dentro de mis boxer,
Parece que si se despertó eh ........
Me voy a tener que hacer una paja para dejarlo tranquilo ja ja ja
Un minuto de silencio
Si te digo algo, me prometes que no le contaras a nadie?
Que cosa?
Prométemelo
Ok, te lo prometo
Me dejarías chupártela?
No lo pense mucho, y deje libre mi verga y la acerque a su cara.
Mauricio, la tomo en sus manos, y se la metió a su boca, dándome una estupenda mamada, parecía saber muy bien como hacerlo.
Luego de unos instantes, se detuvo y me dijo que ahora era mi turno.
Nunca lo había echo, ni siquiera lo había imaginado. El se puso de espalda y dejo su verga completamente erecta ante mis ojos. Me acerque a el y su mano agarro la mía y la puso sobre su verga. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Se sentía tibia. Podía sentir la sangre que escurría entre sus venas. Lentamente comencé a pajearlo, viendo como su piel se deslizaba entre mis manos. Métela en tu boca me dijo. Yo no quería hacerlo, mas el insistió por largo rato, hasta que me decidí . Acerque mi cara a su entrepierna. Podía sentir su olor. Metí la punta de su verga en mi boca, pero el con agarrando mi cabeza, y moviendo su pelvis hizo que me la tragara entera. Le pedí que me dejara solo a mi. Nuevamente lo hice.
Sentía una sensación extraña al sentir su tremendo pedazo en mi boca. Comencé a mamarlo como yo pensaba que le daría mas placer, y al parecer lo hacía muy bien. El gemía de placer. Al poco tiempo, yo ya era todo un experto, le hacia entrar hasta el fondo de mi garganta, el se excitaba mas al verme. Me empezó a gustar mas y mas su sabor, me empecé a excitar mientras chupaba ese tremendo tronco, me empecé a masturbar. El me dijo que parara y se dio vuelta. Sin pensarlo dos veces me subí a su espalda y comencé a tratar de penetrarlo. El con sus dedos, se echo un poco de saliva en su culo, y con su mano dirigió mi verga a la entrada de su culo. No con gran facilidad logro entrar, sin embargo, cuando logre entrar la punta, el resto fue fácil. Era exquisito, mejor que la vagina de una mujer, mucho mas apretadito. Comencé a bombearlo fuertemente. El solo se dejaba hacer. Dure bastante tiempo bombeando el culo de Mauricio, ya que el alcohol me había puesto muy duro de acabar.
El se puso en cuatro patas y yo se lo introduje en su totalidad. Mientras lo hacía , el comenzó a masturbarse. Yo no aguanté mas y comencé a apretarlo mas fuerte, y a llenarle el culo con mi caliente leche, en los mismos momentos que el , dando grandes alaridos comenzó a eyacular, manchando nuestro sacos. Se lo saque cuando ya comenzó a ablandarse. Nos quedamos acostados desnudos sobre los sacos. Agotados, exhaustos. No se cuanto habré durado despierto, pero pienso que no mucho. El cansancio y el alcohol, me dejaron fuera de combate.
Me desperté a eso de las 3 de la mañana, al sentir el dedo de Mauricio tratando de entrar en mi culo. Trate de detenerlo, mas el sabiamente, con su otra mano comenzó a masturbarme. Me dijo que lo dejara un ratito, que no lo metería muy adentro y solo hasta que me doliera. La verdad no sentía para nada de placer, sentir como ese dedo trataba de explorar lugares donde nunca nadie se había metido, sin embargo, considerando lo que el había echo por mi, deje que el se entretuviera con mi culo, mientras no me cause dolor. El comenzó a excitarse, y a meterlo mas y mas adentro. Un poco de dolor empecé a sentir al darme cuenta que su dedo estaba en su totalidad introducido en mi virgen ano, mas, trate de aguantarme. Luego siento como su verga traba esta vez de entrar. trate nuevamente de negarme, mas el , con el vil cuento, que siempre nosotros empleamos con las mujeres, me dijo que le dejara entrar, solo la puntita. Me coloque completamente de guata, y abriendo mis piernas lo mas posible, Mauricio se coloca sobre mi y con sus dedos me abre mi virgen culito y apuntando su verga, de una estocada, logro meterme la punta. Le dije que se quedara tranquilo, que me había dolido mucho. El me dijo, que tratara de acostumbrar mi culo, que lo relajara y que lo disfrutara, que no lo meterías mas adentro, y que solo lo dejara disfrutar con la cabecita metida.
El comenzó a moverse lentamente, quejándose y diciéndome como le gustaba mi virgen culito. Luego me dijo que estaba por acabar. Yo la verdad no sentía ningún placer, mas , el dolor poco a poco iba disminuyendo. El comenzó a jadear mas y mas fuerte, muestra clara de su orgasmo. Yo me excite al saber que mi culo sería llenado con su esperma, al igual que el comencé a masturbarme, sintiendo la sensación de su punta en mi entrada, Cuando el me dijo que acabaría, comence a masturbarme mas fuerte para acabar junto con el. Siento como su semen comienza a entrar en mi culo, la sensación era grandiosa, al mismo tiempo que yo acababa. Sin embargo en su éxtasis , me penetró completamente , ayudado por la viscosidad de su semen. Un grito de dolor salió de mi interior. Traté de sacarlo de encima mío, pero me fue imposible. Claramente notaba las dimensiones de su miembro en mi culo. Continuó sobre mi penetrándome. El dolor no se fue, pero ya no me dolía tanto. El termino de botar sus últimas gotas dentro de mi ya no virgen culo, y se tendió en su saco. Me limpié . Y me quede despierto pensando en lo que había pasado.
Al otro día despertamos. La lluvia se había detenido. Desarmamos la carpa, sin hacer ningún comentario de lo sucedido y continuamos nuestro viaje.