De camino a casa

Os voy a relatar una nueva experiencia de mi adolescencia, es una continuación de mi relato anterior. Lo que se tiene que soportar por mantener una familia, sabiendo que no será la mía.

De camino a casa

Os voy a relatar una nueva experiencia de mi adolescencia, es una continuación de mi relato anterior. Lo que se tiene que soportar por mantener una familia, sabiendo que no será la mía.

Como os conté en mi anterior relato, una vez que salí de casa de los padres de Lidia por lo que me ocurrió ese día. De camino a casa me encontré a Lidia no queriendo hablar con ella y quedando para el día siguiente en mi casa, pero al final que con el viernes en mi casa.

Ese día llego apareciendo en mi casa, la cual nada mas abrir la puerta creí ver un ángel, la vi muy preocupada por mi. Haciéndola pasar y fundiéndose entre mis brazos, se paro alertada por si se encontraban mis padres, pero la calme explicándole que habían salido por lo que tendríamos libertad de hacer y hablar de todo. Lidia se disponía a preguntarme todo lo que me ocurrió el otro día, estaba intranquila por lo ocurrido, por lo que empezó a preguntar -"dime Jhos, contéstame... Quiero saber que te dijo padre, que te ha hecho o que ocurrió para que no quieras volver a mi casa"-, yo solo rehusaba responder a su pregunta e incluso le respondía con otra cosa. Algo que le molestaba enormemente, estaba preciosa aunque no había venido arreglada, ya que en vaqueros y con suéter le quedaba bastante bien.

Acercándome a Lidia, le dije -"Lidia si quieres subimos a mi cuarto, estaremos mas cómodo"-, por lo que cojiendola de la mano la guié hacia el, para nada mas entrar cerré la puerta detrás de mí. Mirándome a los ojos me explico -"sabias que mi padre me pidió, con un tono de obligación a acompañar a mi madre", seguía mirándome y movía los brazos de forma de impotencia de no comprender lo ocurrido, volvió a decirme -"por que quería hablar mi padre contigo, según decía quería hablar de algo, no lo comprendo tu silencio y tus rodeos que te a echo o que te a dicho", me dijo mientras se dirigió hacia la cama sentándose sobre ella mientras seguía mirándome a los ojos.

Empecé a hablarle, le explique todo lo que me comento su padre exceptuando lo último, no le conté lo que me hizo su padre y por mi nunca lo sabría. Lidia se disculpo entre lagrimas, empezando a disculpar a su padre -"compréndelo mi padre quiere lo mejor para mi, soy su niñita, su única hija, veras que con el tiempo podrás perdonarlo"- acabo por decirme. Su expresión empezó a cambiar su mirada era de pasión, empezó a morderse los labios, sus brazos los movía mienta hablaba, moviéndolo hacia su cuerpo asta pegarlos a su cuerpo, bajándolos asta posarla sobre sus muslos moviéndolos y frotándose por encima del pantalón su muslo.

Mi mirada la fue transformando en deseo, pues me encontraba todavía bastante caliente desde el otro día. Lidia con su pantalón vaquero y con un suéter estaba preciosa, se levanto andando hacia mí girándose y colocándose de espalda a mi pecho, pegando su trasero a mi bulto y restregándolo dejando escapar un suspiro de satisfacción. Coloque mis manos sobre su espalda subiendo hacia sus hombros y cuello dándole un masaje a la vez que le besaba y mordisqueaba sus orejas, volvía a estremecerse.

Dirigió sus manos a su suéter levantándolo asta sacárselo por la cabeza y quedarse en sujetador muy sexy de color rojo, yo coloque mis manos sobre su cintura notando su piel como desprendía como tantas veces su calor corporal y fui subiendo hacia sus pechos, los cuales empecé a acariciar por encima del sujetador sus copas sin dejar de besar su cuello el cual Lidia echo su cabeza hacia atrás buscando mi boca y ofreciéndome sus labios tiernos.

Empecé a recorrer mis manos su sujetador asta el cierre de estos abriéndolos volviendo mis manos a buscar esos pechos tan dulces como duros que se mostraban, ella se lo acabo de quitar dejándolo caer al suelo y bajando sus manos hacia abajo por detrás de su cuerpo en busca de mi miembro. Mis caricias fueron bajando hacia su abdomen, hombrigo y deteniéndome en su pantalón, el cual empecé a desabrochar y cuando me disponía a bajarle la bragueta Lidia me detuvo, retirándose de mi y girándose, colocándose a mis ojos para que no perdiera detalle como acababa de desnudarse se fue bajando sus pantalones dejándolos en los tobillos, echando su cuerpo hacia atrás dejándose caer sobre la cama acabando de quitar el pantalón sacándolo por los tobillos y mas tarde se despojo de sus braguitas enseñándome su vello.

Mientras yo no perdía el tiempo me quite la camisa sin perder detalle de sus movimientos, luego continué con los pantalones y calzoncillos dejando como única prenda los calcetines, Lidia echada sobre la cama me miraba, entreabrió sus piernas semi flexionadas y empezó a pasar un dedo por su vagina, echando hacia un lado sus vellos y dejando entrever sus labios vaginales ya muy sonrosados y su vulva.

Nada mas echarme en la cama a su lado, Lidia se incorporo para buscar mi miembro la cual la cogio con la mano por la base pasándosela varias veces por sus labios antes de introducírsela en su boca, una vez dentro notaba la punta de su lengua juguetona tallar parte de mi miembro, no dejaba de chupar y la sacaba para de nuevo volvía a introducírsela, y de nuevo se la sacaba para buscar mis testículos chupándolos, esto duro

un buen rato. Mientras una de sus manos se frotaba e introducía sus dedeos en su vagina, poniéndose a punto. A mi solo me quedaba disfrutar por lo que coloque ambos brazos en forma de mariposa por detrás de mi cabeza.

Una vez cansada se incorporo quedándose de rodillas, me dijo -"ahora te toca a ti, te deseo hazme disfrutar"- se movió girándose hacia la pared, colocándose de rodillas con su cuerpo hacia adelante sujetándose con una mano sobre la estructura inferior de la cama y ofreciendo su hermoso trasero el cual con su otra mano se palmeaba sobre sus nalgas, acercándome yo hacia ella colocándome el preservativo lo coloque sobre su vagina pero antes de introducirla la frote sobre sus labios vaginales hundiéndose mi grande dentro de su vagina notándose lo dispuesta que estaba, toda encharcada y caliente.

Lidia me gritaba una y otra vez que la follara que dejara de jugar con ella y que la partiera en dos, deseaba tenerla dentro y no me hice rogar mas la fui introduciendo poco a poco, coloco ya ambos brazos sobre la pared sentándose literalmente sobre mi miembro y entrando totalmente dentro de ella, la cual nada mas colocar mis manos sobre sus caderas empecé con el vaivén de la penetración haciéndole alcanzar un orgasmo entre gritos y gemidos pero sin detenernos proseguimos.

Deje caer mi cuerpo sobre ella húmedo por el sudor, mi boca de nuevo fue en busca de la suya y nos fundimos en un beso muy apasionado, agarrando sus pechos con mis manos y pellizcando fuertemente sus pezones, Lidia fue notando como se hinchaba mi grande por lo que no tardaría en venirme acelerando ella misma sus movimientos y después de empezar a dar gemidos me vino corriéndome dentro del preservativo dentro de ella. Lo saque mi miembro retirando la goma, rápidamente ella se giro hacia mi cojiendola y metiéndosela en su boca tragando lo poco que quedaba de semen, y después de limpiármela y poniéndola de nuevo lista para una nueva sesión de sexo.

Estuvimos de esta manera follando un rato más asta que quedamos exhaustos y dormidos sobre la cama. Mis padres llegaron pero ni siquiera entraron en mi cuarto por no despertarme, por lo que ni siquiera se dieron cuenta de la presencia de Lidia. Por lo que después de despertarnos y vestirnos nos fuimos, yo le acompañe para ser exacto a su casa ya que por lo tarde que era temía por ella.

Os tengo que decir que al final del verano lo dejamos, su padre le mando a Londres a pasar todo el verano, con la idea de que conociera al chico pretendido por su padre para ella. Nosotros quedamos al final como amigos, aunque solo nos hemos visto una par de veces después de ese tiempo, con el tiempo supe que se caso con el chico y se quedo embarazada de una niña preciosa, la única pega es que se que no es mía.