De Brasil a Tarragona - Raquel rodeada (Parte 14)
Raquel ni se imaginaba que los amigos de Matías se la habían follado y la habían manoseado y besado cuando estaba vendada y atada a la cama, pero para qué sirven las fotos sino para que se lo creyera?
Hacía un par de días que los amigos de Matías, tras descubrir una foto de la joven Raquel medio desnuda en su celular, se la habían follado sin ella saberlo, pues Matías la habia vendado y la había esposado a la cama en varias posiciones para deleite de sus amigos vírgenes, que se rindieron a los placeres del sexo tan esperados.
Su hermana mayor, Eva, ya había sucumbido el día antes, en una orgía sin precedentes, la primera para todos los presentes, nunca había sentido tanto placer y de formas tan diferentes, nada iba a ser igual después de ese día inolvidable, para ninguno de los participantes.
Su hermana, Eva, había regresado a la playa, esta vez con la hermana de Matías, así que no había nadie en casa hasta el domingo. Era viernes por la tarde, tenían de aprovechar el fin de semana al máximo.
Raquel no sospechó nada y aceptó la invitación de Matías, al fin de cuentas no tenía nada que hacer y quedarse sola en la casa iba a ser muy aburrido. Además, como ya no era virgen, tenía muchas ganas de repetirlo todo, fue inolvidable... Ni se imagina que lo que le esperaba iba a ser todavía más inolvidable!
Llegaron temprano, mejor así, y el gordito simpático, como ella lo llamaba, la recibió y le dió dos besos en la mejilla y se aprovechó para apoyar una de sus gorditas manos en su culo. Matías se dio cuenta y pensó que el gordito no perdía oportunidad.
El amigo alto ya estaba en la terraza de pantalón corto tejano y sin camisa, era bien fuerte y estaba bien sudado pues estaba cocinando carnes en la barbacoa.
A el gordito le molaban los cocktails, era su especialidad, así que preguntó a Raquel qué tipo de cocktail le gustaba, como no lo sabía, fue preguntándose los ingredientes que más le gustaban y le preparó un drink sorpresa especial. Era dulce y el alcohol no se notaba mucho, pero rapidamente se le subió a la cabeza.
Estava super divertido el ambiente, contando chistes y historias de la infancia y ahí surgió de nuevo el tema de que si es verdad que a las brasileñas les gusta que se las follen por el culo. Ahí comentaron que una amiga de su hermana, dejaba a su novio jugar con su culito, con tal que no jugara con el otro agujerito. Eva se quedó boquiabierta, sabía de quien se trataba, no que no entendía es como conocían esa historia. Le vino a la memoria la imagen de su hermana mayor masturbándose el culo en la ducha hacía unos días y a ella misma descubrió que sólo el pensarlo la dejaba excitada.
Ella dijo que no lo sabía, pero que había oído la história de esa amiga, de hecho era de su misma edad y de eso hacia ya un par de años. E gordito insistía: pero a ti te gusta? Ya lo has probado?
Ella mintió y dijo que no había probado y no podía responder, ya en su segundo coctail y con la lengua más suelta. El gordito dijo: creo que estás mintiendo, o lo has probado o por lo menos te gustaría probarlo, como a tu amiga. No te preocupes, ya lo descubriremos en su debido momento.
Empezaron a comer suculentas carnes a la brasa con ensalada de mariscos, los cócteles no paraban de llegar. Hace muc ho calor, vamos al jacuzzi que en ese momento ya le tocaba la sombra en la terraza, medio escondido en un rincón. Había una música ambiental de Ibiza que le encantaba a Raquel, el ambiente estaba perfecto y la comida y bebidas también. Pero ella no había traído bañador, sólo ropa interior, pero como estaba todo planeado el gordito ya había comprado un conjunto de biquini todo blanco una o dos tallas menores que la que necesitaba Raquel y, con un detalle importante, cuando se mojaba dejaba transparentar todo, uno de los problemas (o ventajas) de los biquinis blancos sin forro.
Bueno, que iba a hacer todos ya se habían puesto el bañador y metido en el jacuzzi, lleno de burbujas a todo vapor, teníamos más deliciosas bebidas esperandónos al lado del jacuzzi. Así que me fui a cambiar la ropa, el biquini estaba donde me habían dicho, encima de la cama, me saqué la ropa, la guarde y me puse la parte de encima. Madre mía, que biquini mini, lo debían haber diseñado para una mujer sin tetas pues epanas cubría un tercio del pecho, mas por lo menos cubrir el pezón y la aureola. Ahora bien, la parte de bajo fue un mayor desafío, pues a pesar de no ser tanga en la parte de tras, el triángulo no conseguía cubrirme todo el trasero, se salía una parte de mi raja del culo, si lo tapaba, dejaba mi coño al descubierto, así que opté por cubrir un poco más mi pubis, iba a llegar de frente y nadie lo iba notar (eso creía).
Al llegar al jacuzzi todo fueron piropos, que si era la mujer más bonita que habían visto, que parecía que tuviera 25 años con ese cuerpo escultural, bueno mi hicieron sentir una mujer muy deseada, además ya era toda una mujer, había perdido mi virginidad hacía pocos días y Matías "ya jugaba con mi culito" hacía un poquito más.
Me sentaron entre el gordito y el grandullón, Matías se quedó delante de mí, había un banco para cada uno dentro del jacuzzi y sentía la presión de dos puntos de hidromasaje en mis espaldas y bajo mis piernas, un verdadero relajo!
Entra en el agua para refrescarse, mujer, todos metieron la cabeza bajo el agua y yo hice lo mismo. El biquini traicionero hizo el resto, una vez mojado es como si estuviera sin él, se veían mis tetas totalmente pero yo, por suerte o por desgracia, ni me percaté. Ahora los hombres a mi alrededor no paraban de mirarme las tetas, como las tenía muy bonitas, ya en Brasil aunque un poco menores hace unos meses, ya eran un éxito y estaba acostumbrada a los piropos, no hacía mucho caso, a mi hermana le pasaba lo mismo, es el coste de ser bonita y tener un cuerpo perfecto.
Tómate otra bebida que dejamos para ti, en la cubitera al lado de la barbacoa, dijeron. Qué lata, Raquel tendría de salir del jacuzzi andar más de cinco metros y regresar. Pero bueno, estaban todos bien ocupados conversando y pensé que nadie se daria cuenta (craso error), fue sólo levantarme y el agua me llega hasta arriba de media pierna, sin darme cuenta, la parte de bajo del biquini era tan transparente como la otra que ya mostraba mis maravillosas y redondas tetas, se veián todos los pelos del coño y la rajita, por supuesto, al salir y darme la vuelta, bueno, ya podéis imaginaros que era todo un espectáculo andante, pudieron ver mi culo perfecto además que una parte ya estaba fuera de la ropa, así que no modo
Regresé con mi bebida y no faltaron elogios sobre mi belleza, que tenia el cuerpo más bonito que ya habían visto y que era un honor que estuviera compartiendo ese momento especial con ellos. Me sentí muy feliz.
En estas que el cabrón de Matías mete su pie entre mis piernas, no se podía ver con las burbujas en el agua, quise quitarle el pie pero no podía. Ahí me preguntaron si pasaa algo y, claro, dije que no. Matías continúo atacando mi indefenso chocho y me hizo recordar los buenos momentos que me había hecho pasar (él y sus amigos allí presentos, pero yo por supuesto aún sin saberlo).
Me preguntaron si era virgen, que si lo fuera seria un verdadero desperdicio con un cuerpo tan escultural como el que tenía y si, como la amiga de mi hermana en Brasil, dejaría al novio follarme el culo. Como era insistente el gordinflón simpático, no paraba hasta obtener alguna respuesta. Quería acorralarme, ni me acuerdo que le habia contestado antes con toda las bebidas que ya me había tomado. El gordito se hizo el bobo y dijo que había dicho que lo había probado y no me había gustado, respondí que yo no había dicho que no me había gustado. O sea, concluyó el gordito, lo provaste y te gustó. Ni me dejó terminar la frase y dijo, me parece muy bien que lo hayas probado y más si te gustó, demuestras que eres una gran mujer como ya me imaginaba. Y lo dejamos así.
Ahí el alto, que hablaba poco, dijo que se alegraba que no fuera virgen, las vírgenes son muy pesadas y llenas de frescuras, no son nada divertidas. El gordo al hilo añadió que era verdad, además no bebían por miedo de perder el control, no molestaban con los chistes verdes y escondían su cuerpo en vez de mostrarlo o por lo menos insinuar sus contornos mientras todavía tenían belleza. Ahí después, viejas, nadie lo querría ver. Es decir, hay que disfrutar la juventud mientras dura y perder la virginidad lo antes posible.
Vosotros sois vírgenes? preguntó inocentemente. Hasta hace poco sí, ahora estamos liberados al mundo del placer. Todos aplaudieron al unísono, incluso ella que encontró el comentario gracioso.
El alto le preguntó a Raquel cuál es la posición sexual que más le gustaba, como no era virgen debía tener alguna preferencia. No sabía qué decir, me elogiaron tanto por ser bonita y no ser virgen, cómo iba a revelar que perdí la virginidad hacía apenas un par de días y hasta hacía poco ni sabía lo que era un beso en la boca. Preferí no decir nada y que pensaran lo que quisieran, mejor así, que me vieran fuerte y segura de mí.
Entonces? insistió el grandote. Le conteste que me gustaban todas, qué más podía decirle.
Sabías que Matías pilló a tu hermana masturbándose el culo en la ducha? Caralho! se le escapó en portugués. El gordito dijo que eso dá más credibilidad a esa historia que a las brasileñas les gusta que les follen el culo. Bueno, a Raquel descubrió recientemente que a ella también le encantaba, talvez tuvieran razón pero yo fingí de boba y dijo no me lo creo! Mientras eso, el pie de Matías volvía al ataque y casi me arrancó la parte de bajo con su dedo gordo, ni sabia como estaria el bañador en este momento. En estos divaneos, Matías me dice, os podrías traer unas cervezas, si no te importa? El gordito se levantó y dijo te acompaño para ayudarte para traerte la tuya también.
Me levanté, medio mareada por la bebida, casi me caí encima del grandote a mi lado que me sujetó un brazo. La parte de bajo se había movido para un lado y un labio de la vagina quedaba a la vista, por la parte de tras la situacion no era mejor, ni lo había visto y me levanté para ir a buscar las cervezas, de tanto beber ya no me preocupaba como estaban las ropas, una relaja con unas copitas de más.
El gordito se puso detrás de mí y dijo que no alcanzaba, como yo era más alta para alcanzar las cervezas de la nevera, mientras lo hacía se me acercó y me puso la polla en mi culito, un poco más abajo pero la sentí claramente, fingí que no había notado nada, le di las cervezas y regresamos al jacuzzi.