De Brasil a Tarragona - Raquel de nuevo (Parte 11)

Matías se había follado el espectacular trasero brasileño de Raquel hacía un par de días, hora del reencuentro...

Raquel estaba medio que escondiéndose de Matías. Aún que vivían en la misma casa, el hecho de las dos hermanas brasileñas hospedarse en la edículo al otro lado del jardín, aunque muy cerca de la habitación de Matías en el primer piso, a escaso dos metros de la ventana de su ducha, facilitaba el esconderijo. Pero tenía que ir a la cocina de vez en cuando, así que cuando se levantó y se encontró a su hermana mayor, Eva, estirando tomando el sol como un lagarto en el jardín (ni se imaginaba que le habían follado el culo por segunda vez hacía poco más de una hora), se fue a la cocina a tomarse un vaso de leche y subió a ver a Matías, en esa que estaba si va o no va en el pie de la escalera, que Matías se asoma y la ve parada y le dice que subiera.

Raquel estaba preciosa, como siempre, estaba con un chandal medio apretado que mostrada sus maravillosas y jóvenes curvas. Como Matías había dicho, ya era toda una mujer, en en fase final de desarrollo posiblemente.

Para romper el hielo, Matías le dijo se no iba a hacerle un desfile, como siempre hacían. Ella le contestó: - te gustaría? A lo que él respondió: - Por supuesto (guiñándole el ojo).

Raquel sabía como todo iba a acabar, así que sin rodeos, se tiró las dos partes del chandal y se quedó de braguitas y tetas al aire, empezó a desfilar mientras se bajaba un lado de la braguita con una mano y se metía el pulgar de la otra en la boca, chupándolo con los ojos medio cerrados. Esto dejó a Matías muy excitado y se imaginó lo que esa boquita sería capaz de hacerle, no sin antes sacarle una foto que acabó olvidándose de borrar.

Raquel le preguntó: - Cuantos puntos me dás? A lo que Matías le contesto que cinco y que si se la chupaba hasta correrse le daría otros cinco.

Raquel nuna había hecho nada parecido, bueno, ya sabemos que no había hecho nada de nada pero Matías ya le había follado el culo, que no es poco ni un mal comienzo. Fue un sexo tan bestial que ni besos se dieron, hoy sería más tierno talvez?

Matías, se le acercó le besó la boca y la lengua, caliente y mojada que era una delicia, le agarró la mano y se la metió dentro de la bermuda. Le mostró el camino y luego le puso las manos en los pechos, rozando con suavidad ambos pezones mientras ya empezaba a chupárselo lentamente. Se le llevó a la cama se quitaron toda la ropa a las prisas, ella se sentó en el cama y le empezó a lamber la polla como si de un helado se tratara, que lengua aterciopelada que la muy guarra tenía, ni parecía que nunca lo hubiera hecho. Mientras se la chupaba incesantemente, la acostó de lado, y Matías le a meter mano en la raja del chocho, le mostraba como se chupaba el dedo y luego se lo pasaba por encima del clitoris bajando hasta llegar el culito, que ha había penetrado un par de días antes. La tipa esta encharcada, con los dedos Matías pasaba los jugos vaginales para el anus, para dejarlo bien mojado y pasaba el dedo con cierta presión, tanto en el coño como en el ojete, mayor la presión, mayor el gemido que la guarra soltaba, iba diciendo en português algunas palabras que no entendía, pero lo que si alcanzaba a entender era: muito gostoso, me fode!

Matías no se lo pensó dos veces y sumergió su cabeza en su vagina y se la chupó con frenesí hasta que se corrió en su boca. No paraba de decir "me fode logo", creo que quería que se la follaran? La estiró de barriga para arriba, bajó hasta sus pies, le abrió las piernas y continuó chupándole el chocho y con la lengua también se la metía en el culo, mientras con las dos manos le abría el culo para introducir de vez en cuando la lengua lo máximo posible dentro de su estrecho culo adolescente, cada vez que lo hacía repetía "me fode gostoso". Así que se puso encima de ella y le besó la boca, le besaba la oreja y el cuello, volvía a la boca, era toda suya, nunca imaginó que besar a alguién podía ser tan delicioso, excitante y provocador, además, cuando le besaba el cuello le susurraba: "me fode, por favor, vai, vai", esa lengua sensual lo dejaba todavía más excitado. Mientras la iba besando y escuchaba esas palabras repetidamente, iba acercando su polla a su coño, sólo pasaba por encima, levemente, bajaba un poco más y se la acercaba al culo, tipo pinceladas, a cada pincelada daba una leve estocada, a veces entre sus labios vaginales otras en su culito, esos movimientos se fueron repitiendo hasta que la estaba dejando loca, será que quería que se la follaran de verdad? Con lo recatadas que eran y eso de nada de sexo hasta el casamiento, Matías no lo tenía muy claro. En una de essas, casi sin querer, entró la mitad de la polla en el coño, Raquel solto um fuerte gemido de placer y le dijo que aquí no, pero el recado y se le metió por el culo sin perdón, hasta que ambos se corrieron de placer.