De Brasil a Tarragona - Los amigos (Parte 11)
A la rica Raquel, la más joven de las hermanas brasileñas en mi casa, ya me había follado su culo un par de veces pero un descuido, se complicaron las cosas...
La última vez con Raquel fue maravilloso (ayer), la primera fue sexo anal, como en la segunda, pero Matías y Raquel se besaron, Raquel aprendió a chupársela, Matías también le chupó el coño y el culo e incluso me metió media polla en el coño virgen que dejó un sabor de boca de quiero más, mucho más, a ambos.
Sin rodeos, la niña se había quitado el chandal y de braguitas y sin sostén, chupándose el dedo mientras se bajaba un lado de las braguitas, y eso momento quedó inmortalizado en una bonita foto, que Matías se olvidó de borrar esta vez.
La hermana mayor, Raquel, se fue con su madre donde trabajaba, se iban dentro de poco, regresaría sólo por la noche o mañana, le encantaba tomar el sol y nada mejor que hacerlo en la playa, la hermana de Matías estaba en casa de unas amigas (siempre regresaba tarde y generalmente medio borracha) y su padre había vuelto a viajar con el camión, sólo regresaría en una semana, y su madre haciendo horas en el hospital, regresaría en la madrugada probablemente. Toda la casa para Matías y la calentorra Raquel. Quién diría que la hermana menor era la más guarra... Con Eva, de momento, sólo sexo anal y algún que otro toqueteo.
Como Matías había quedado con sus mejores amigos en el bar de la esquina, se despidió y dijo que regresaria antes del almuerzo. Ya en el bar, conversación va, conversación viene, Matías se va al baño y al regresar ve a sus dos mejores amigos mostrándole la foto de Raquel medio desnudo y provocativa, sensualizando para la platea.
- Y cuando nos lo ibas a contar, guarro, mal amigo? Esa no es una de las brasileñas hospedadas en tu casa hace unos 3 meses? Cómo has obtenido esa foto, se la sacó su novio? Pensé que habías dicho que eran muy puritanas y de iglesia, a jugzar por la foto, no lo parece, verdad?
Sus mejores amigos eran como él, por eso eran amigos, empollones, feos y sin ningún carisma y éxito con las mujeres, vírgenes también, se mataban a pajas pensando en alguna de las pivas de la clase o viendo una peli porno en su cuarto. En el fondo, sentía pena de ellos y se sentía culpado de no dividir con ellos sus inacreditables recientes experiencias. Seguro que tampoco se lo creerían, y así fue.
- Matías, siempre has tenido una imaginación muy fértil, pero lo que nos has contado no te lo crees ni tú.
Y eso que ni les contó que también se había pasado por la piedra a la hermana mayor un par de veces, mejor dejarlo así.
Así que se le ocurrió lo siguiente y les dijo: - mirad, tenéis de prometerme que nunca, pero nunca, contaréis esto a nadie, debe ser un segredo entre nosotros tres hasta el fin de los tiempos. Si lo prometéis, os demostraré que digo la verdad, con algunas condiciones, qué os parece? Estuvieron todos de acuerdo, no tenían nada a perder y a lo mejor, si fuera verdadera esa historia, quien sabe podrían sacarle provecho a la situación de alguma forma, y las condiciones eran de no decir ni pío, no sacar ninguna foto y no decir nada a nadie nunca. Como no había nadie en casa, Matías y sus dos amigos entraron sin hacer ruido y, según habían quedado, se escondieron en el closet de su habitación, donde Raquel nunca se le había ocurrido de entrar.
Raquel estaba en el jardín y almorzaron juntos, Matías había traído unas comiditas del bar. Le encantaron las patatas bravas y las croquetas, aunque supongo que no tenía edad para beber, se tomaron un par de cervezas y luego se le subió a la cabeza pues empezó a reirse sin motivo y a pasarle la mano por la polla. Así que subieron a la habitación y Matías le propuso un juego que consistía en que se pusiera las ropas que él había comprado (en su última visita al sex shop), le vendaría los ojos y la ataría a la cama con un par de esposas. Todo le pareció bien, pero el tema de las esposas la dejó nerviosa, pero con la bebida en la cabeza acabó cediendo al capricho de su amante.
- Cuando te hayas puesto la ropa vienes, y me haces tu desfile, te saco fotos como de costumbre, y después las vemos y las borramos, de acuerdo diosa? - dijo Matías con sonrisa de picarón.
Había comprado una medias negras y unos zapatos negros brillantes de talón altón, una pieza también negra que se ponía en la cintura donde se ataban las medias, una braguitas medio transparentes también negras, de encaje y un sostén haciendo juego transparente. Cuando entró en la habitación, parecía una modelo realmente, le hubiera puesta fácil más de 20 años a esa preciosidad.
- Dispuesta a jugar? Ya verás, será muy divertido - dijo.
Raquel se estiró en la cama, Matías le vendó los ojos, en realidad le puso una máscara de cuero que sólo revelaba su boca, había de hablarle alto pues con la máscara no conseguía oír muy bien. Además, habia puesto una música ambiental para acompañar y de este modo dificultar un poco que Raquel pudiera escuchar a sus dos amigos.
Llamó a sus dos amigos, uno bajito y gordito, el otro alto y corpulento, uno más feo que el otro. Cuando vieron a la chica ahí tendida, casi se desmayaron, Matías le mostró las fotos que tiró instantes antes y vieron que efectivamente era ella. Querían meterle mano de todos modos, pero tenían de hacerlo todo bien ordenado para que ella nunca sospechara de lo que estaba apunto de pasar.
Matías le dijo a Raquel que ahora iba a empezar a hacerle cositas, a ver si le gustaba, si algo no le gustaba era cuestión de decírselo y pararía. Le dió otra cerveza y se la tomó de un tirón, le dió unos besos en la boca y en el cuello y ella le dijo con su sensual voz brasileña: me fode bem gostoso, me fode muito! Matías se recordó de la embestida que le llevó a meterle en el coño virgen medio pollón, difícil de olvidar de esa sensación aterciopelada. Y ahora tenía a sus dos mejores queriendo participar, aunque él no quería, pensó que haciéndolo bien ella nunca se enteraría, para eso están los amigos, no?
El gordito fue el primero, le empezó a chupar los pezones como si fuera un bebé sediento, Matías le iba diciendo al oído si le gustaba y ella movía la cabeza y repetía "me fode logo, bem gostoso". Vaya, que quería que se la follaran, daba para entender y los amigos de Matías ya se habían sacado sus pollas de los pantalones, llenos de ideas para complacer a su joven víctima. El alto empezó a chuparle el coño, le levanto las piernas y le chupó todo el culo, Raquel estaba muy excitada.
Lo que no sabían los amigos de Matías era que Raquel se dejaba follar el culo, pensaban que podrian verla desnuda y a lo mejor dar algun magreo, ni se imaginaban lo que irían a presenciar. Bueno, poder chupar las tetas maravillosas de una tía buena y chuparle coño, ya fue el mayor éxito de su vida. No lo podían hacer simultaniamente pues estaría claro que había más de una persona en la habitación, así que tenían de reprimir sus instintos selvajes cuando Matías les llamaba la atención.
El alto la chupó tanto, que debe haberse corrido un par de veces mientras el gordito le tocaba los pezones. Ambos le besaron la boca y le metieron la lengua dentro del chocho, bueno por los gemidos creo que deben haberle metido el dedo también disimulando cuando no me daba cuenta, pues la moza estaba subiéndose por las paredes de placer. Probablemente no ver nada de lo que estaba ocurriendo, tenía su morbo.
Le saqué las esposas y ahora la puse de cuatro en cima de la cama. Los amigos de Matías no se lo podían creer, tener ese esplenderoso y perfecto culo de revista frente a sus caras, más increíble quando Matías se sacó la polla y empezó a juguetear con su culito, con vaselina a tope, hasta que empezó a meterla con más fuerza y profundidad en su estrecho culito. Ella repetía "me fode com força, fode minha buceta, vai". El gordito, dijo que estava diciendo para que le follara el coño, pero como así? La cerveza, el morbo, la tercera penetración, iban cediendo las murallas de la castidad ante la lujuria y el placer, por lo visto.
Matías le hizo chupar la polla, mientras con una de mis manos le apalpaba el coño, levantó la mano y amigo más alto conitnuó la tarea con eficacia. Ahora la chica ya dejaba que le metieran los dedos en el coño, antes no era así. Cuando paró de chupársela, le dijo al oído que iba a follarse su culo y ella dijo que sí, y la buceta también. Lo entendimos todos nitidamente, quería que le folláramos el coño. De momento dejé que le metieran mano a tope y que le chuparan todo lo que querían, le metian dedos en el culo, en el coño, cuando me di cuenta estaban los dos metiendo dedos por todos los dados, habia momentos que había cuatro menos metiéndole mano al mismo tiempo, a veces dos manos y el otro le chupaba, vaya se lo estaban pasando bien los muy guarros. Mientras le metían mano el el coño y en las tetas me empecé a follarme su culo, abriendo camino para mis amigos aventureros, me corrí fuera en consideración a los comparsas. El gordito fue el próximo, la tenía corta y gordita, no duro dos minutos y se corrió, ya el grandote tenía una verga de campeonato, mira que Matías se consideraba bien dotado. Se le metió hasta el fondo y la niñita iba repitiendo "me fode, me fode forte, enfia na minha buceta por favor".
Le dije al oído fode buceta? Y respondió que sí. Me puse un condón y, después de mis amigos chuparle el coño y meterlos sus sucios dedos hasta la saciedad, se le metí hasta el fondo en su mojado coñito colegial, entró sin casi resistencia, soltó un grito y al preguntarle si quería que parase, dijo que no, continua, y continué hasta correrme. Luego fue la vez del gordito que mal duro un minuto y, por fin, el grandote se le metió más de un cuarto de hora, creo, hasta que también se corrió.
Se fueron silenciosamente y agradecieron con la cabeza, Matías le quitó la máscara y las esposas y se quedó exhausta estirada en la cama, con la mirada perdida. Al preguntarle si se encontraba bien, dijo que nunca se había encontrado mejor. Matías se disculpó por no haber cumplido su promesa de no penetrarle el coño, que había usado preservativo (lo dejó a la vista, para que lo pudiera comprobar) pero ella no se lo reprochó, le dio un dulce beso en la boca y se fue a su habitación.