De Brasil a Tarragona - la nueva Raquel (Parte 5)

Así como su hermana mayor Eva, Raquel también iba a tener una transformación, que la iniciaría en el mundo del sexo y de los deseos prohibidos. Y había una muy buena razón

El día de ayer fue maravilloso, saber que Matías la estaba observando mientras se duchaba y masturbaba el culito, fue magistral, nunca había sentido tanto placer, siendo aún virgen. Así que quiso repetir la experiencia, esta vez no pudo usar el batín rosa transparente de la hermana de Matías, pues no estaba en su habitación. Su hermana, Raquel, lo debería haber devuelto a Mónica ayer. Entonces, qué podría utilizar si no tenía ropas sexies para provocarle cuando fuera a desayunar a la cocina?

Como siempre, las chicas, que se quedaban a conversar hasta altas horas, seguían durmiendo y aún tardarían a levantarse. Era martes, su madre sólo regresaría el domingo por la noche, y los padres de Matías y Mónica viajaron, la mamá acompañó a su marido en uno de sus viajes de camión a Polonia, así que regresarían en una semana. Perfecto!

Qué me pongo? Si pudiera ir a la habitación de Mónica, pero la despertaría. Para su sorpresa y deleite, encontro unos pantalones cortos, por el tamaño seguro que eran de Mónica y se los estaría provando su hermana para impresionar a Matías y ganar puntos en sus desfiles de modelo para ganarse los 50 euros, la muy guarra. Eran medio viejos, bastante usados, blancos y desgastados, muy finos en algunas partes de tanto lavarlos y usarlos, decidió quitarse las braguitas y ponérsoles. Qué cosa indecente! El culo casi no le cabía, parecía que iban a explorar a cualquier momento, se miró en el espejo y mal cubrían dos tercios de su trasero, mostraba más de 10 cm de la raja del culo; por la parte de delante, ni os cuento, se le metían en la raja del coño, se veía perfectamente el formato de los lindos y suculentos labios de la vagina y debido el culo respingón brasileño con que Dios le había agraciado, se le bajaba el short mostrando una buena parte del bello pubiano, si bajase 2cm más se le vería la raja del coño. Perfecto, Matías se va a volver loco de deseo! En la parte de arriba se puso un top de su hermana, que tenía menos pecho, también blanco y desgastado que dejaba a la vista un enorme y perfecto par de tetas de pezones duros y arrebitados. Se fue descalza y ahí, como de costumbre en ese horario, estaba Matías comiéndose un croissant de chocolate con un vaso de leche. Entré en la cocina, le di la espalda para abrir la nevera, me estava devorando la raja del culo, sin duda, me di la vuelta como mirando hacia el jardin y Matías tenía los ojos pegados a mi chocho como un imán, como lo miré ni se dio cuenta, así que me senté y conversamos, me dijo que estaba muy bonita y le dije que iba a tomarme un baño, hacía mucha calor ese día. Como la otra vez, me fui a duchar, vi su sombra en su habitación de arriba mirando y desapareció, ciertamente para observarme desde la puerta como la otra vez. Vi su sombra por el espejo medio embrumado por la condensación, y ya estaba con mi dedo dentro del culo, para luego introducir poco a poco los otros dos a medida que mi ojete iba dilatándose, me toqué y pellizqué los pezones y me acariciaba el clítoris con deseo, casi entré los dedos dentro de mi coñito virgen y mojado de tanta excitación, jadeé y creo me corri un par de veces. Me giré y la sombra no desapareció como la otra vez, en vez de eso escuche la voz de mi hermana diciéndo: qué haces?

Qué verguenza! Masturbándome el culo delante de mi hermana, pensando que era Matías. Se despertó, vio a Matías en el jardín, cerró la puerta y observó atónita a su hermana dándose placer. Eso era todo nuevo para ella, se acordó de aquella vez que Mónica les perguntó si era verdad que a las brasileñas les gustaba que les follaran el culo. De hecho, Matías también escuchaba esa voz en su interior al ver a Eva el día anterior masturbándoselo freneticamente con tres de sus dedos en el orto. Será que era entonces verdad lo que decían de las brasileñas?

Raquel no fue más la misma, le pasó lo mismo que a su hermana cuando la vió desfilando casi desnuda en la habitación de Matías, creyéndose modelo de pasarela y vistiendo las ropas de Mónica, que apenas cubrían su joven y virgen cuerpo de mujer, le dio un frío en la barriga y cayó en el pozo de los deseos de la pubertad y de lo prohibido. Ninguna de ellas consiguió hablar del asunto, lo ignoraron como si nada hubiera ocurrido. Pero lo que sí cambió, fue Raquel, empezó a tocarse cuando se duchaba imaginando a varios hombres siendo sus manos y metiéndolas en todos los agujeros de su pureza y virginidad. Empezó a sentir placeres nunca imaginados, sólo de pensarlo se le mojaba el coño en las braguitas y a veces tenía de ir al baño a masturbarse o a tocarse, para calmarse.

Hacía un par de días que no se ponía ropas de Mónica y las desfilaba sin pudor alguna frente a Matías en su habitación, pero ahora empezó a entender el significado de todo eso. Matías le había prometido 50 euros si conseguía llegar a 100 puntos vistiéndose de la forma más provocativa posible, imitando a las poderosas modelos de Victoria Secrets y otras que Matías le mostraba en el ordenador. Tenía ya sus casi 50 puntos, el muy cabrón cuanto más daba sólo 3 puntos cuando estaba casi desnuda. Así que subió y habló con Matías y le preguntó como podría hacer para ganar más puntos de una vez, Matías le dijo que siendo lo más provocativa, no sólo son las ropas le dijo, sinó también como las usas, es decir lo que haces con ellas, tu actitud en la pasarela, chiquilla. Te acuerdas de los desfiles, esas modelas quieren sentirse deseadas por los hombres, por ello además de las ropas sensuales provocan a los hombres para que las deseen todavía más, entiendes?