De Brasil a Tarragona - inicio de Eva (Parte 8)

El sexo anal con Raquel fue maravilloso para ambos, será que su hermana mayor, Eva, también virgen, acabaría sucumbiendo a los placeres de la carne?

No hubo mucho tiempo para celebrar el momento, acababa de llegar Eva de compras, así que a las prisas Matias y Raquel se levantaron corrieron al baño se levaron rapidamente, intercambiaron una intensa mirada y se dieron un beso caliente en la boca. Fue la primera vez que Matías besaba a una mujer, así como Raquel que por su edad podría ser incluso compresible. Para Matías, casi universitario, llegó tardío, pero llegó y llegó de una brasileña que estaba buenísima y virgen, cosas de la vida...

Eva sabía de las andanzas de su hermana menor, pero ni se imaginaba que ya le llevaba ventaja. Eva, también virgen, había apenas conseguido de Matías que la viera casi desnuda en la cocina y masturbándose el culito el día anterior. Sabía que Matías intentaba verla mientras se duchaba a través de su ventana de la habitación, en posición privilegiada al estar en el piso de arriba y el cuarto de la ducha con un pequeño jardín por medio.

Matías sabía también que el cuerpo de Eva, más maduro y definido, era mucho más voluptuoso que el de su hermana. Un par de años hacen bastante diferencia en esa edad. Los pechos eran perfectos y con un formato maravilloso, nada caídos, mucho por lo contrario, medianos pero con los pezones que era dificil de ocultar cuando se endurecían por cualquier que fuera la razón.

Ahora Matías tenía una cosa que antes desconocía, confianza y un poco más de experiencia. Ahora conocía la sensación de follarse un culito apretado, virgen y adolescente de nada más y nada menos una brasileña de pararte el corazón. Y no digamos su hermana Eva. Y lo más morboso, era como eran recatadas y conservadoras cuando llegaron, viendo a su madre también no es de estrañar, ni se imaginaba lo que estaba ocurriendo mientras trabajaba fuera de la casa de los Morales, que muy amablemente los hospedaron a su llegada a Tarragona por una módica cantidad.

Su privilegiada inteligencia le acometia constantemente con ideas para poder follarse también a Eva. Sabía que ella tenía ganas, por lo menos le gustaba provocarla y sin duda le gustaba meterse el dedo en el culo y que la mirara cuando lo hacía. Sólo fue una única vez, pero suficiente para entender el mensaje.

Matías tenía una buena paga, se fue a un sex shop para conocer nuevas cosas, estaba especialmente interesado en substancias que puedieran ayudarle a someter a Eva de alguna forma que aún desconocía. Sabía que a Raquel le gustaba hacer deporte, hacía ejercicios en el jardín, así que pensó que talvez ofreciéndole un masaje deportivo sería una buena forma de aproximación, cuando la viera abierta al tema, ya me entendéis, verdad?

Curiosamente, Raquel fue al mismo sex shop que Matías, pues estaba cerca del barrio. Con su español básico compró varias cositas baratas que le gustaron: un vestido muy corto totalmente transparente y un mini tanga negro con su parte anterior totalmente transparente. También un perfume que le dijeron era aprodisíaco, no sé si lo era pero olía deliciosamente bien. Al día siguiente atravesó el jardín y, como de costumbre en ese horario temprano, encontró a Matías desayunando con las nenas durmiendo y los adultos todavia viajando. Estaba radiante, hermosa, con sus preciosos pechos a muestra, con un culo perfecto de pelicula queriendo salirse de debajo del vestido, que poco cubría y tapaba, la verdad sea dicha y el triangulo del tanga mostrando el inicio de la rajita y un poco de bello bien arreglado en su parte superior, bien discreto y elegante.

Matías la observó de espaldas y ya imaginó la sensación que sentiría si tuviera la suerte de follarse ese espectacular culo brasileño, en su propia casa! Cuando se giró, sin ningún pudor, miró fijamente la rejita linda, luego los pezones y luego le atravesó los ojos con el deseo y le dijo: Como estás hoy?

Desayunaron, Matías la observó de bajo de la mesa varias veces, fingiendo alimentar al perrito, ella disimuladamente entreabría las piernas para facilitarle la visión. Sin hablar de los pezones claramente visibles debajo de la transparencia, invitando a Matías a chuparlos con frenesí. Raquel le dijo que se iba a tomar un baño, pero Matías le dijo, porque no vienes a mi habitación, quería mostrarse algo que talvez te interese, ya que haces ejercicio. Este era un cambio de planes repentido para Raquel, en su ducha ella estaba en el control, su hermana durmiendo al lado la protegía, ahora iba a territorio enemigo, donde había visto a su hermana desfilando casi desnuda sin saber realmente lo que hacía (ni se imagina que Matías el día antes de había corrido dentro del culito ya no más virgen de su hermana menor).

  • Pasa delante, ya sabes el camino - dijo él. Raquel sabía que le iba a mirar el culo, eso la dejó muy excitada y sintió como se le mojaba el coñito rapidamente.

  • Mira lo que he comprado, está en cima de mi mesa. Había unas cajitas y dijo que se acordó que me habia quejado que me dolía la espalda así que compró unas cremas para masaje que recomponen el cuerpo y además huelen muy bien.

  • Si quieres te paso una de ellas ahora y me dices si has notado alguma mejora después, te parece? Ni me dio oportunidad de responder, me pidió que me estirara en su cama boja abajo y sin rechistar le obedecí, no sin antes sentir un enorme frío en la barriga imaginando lo que podría pasar después, recordando que me había exibido para él en mi ducha masturbándome el culo con mis dedos.

  • Te importa si levanto la ropa? No quiero mancharla, es tan bonita... Mejor, sácatela, más seguro - dijo.

Me saqué la ropa y me tendí en la cama como había pedido, la única pieza de ropa que ahora tenía era un minúsulo y vergonzoso tanga negro, cuyo hilo había desaparecido dentro de mi voluptuoso culo y cuya frente no escondía nada, además de pequeño, totalmente transparente. La visión de Matías era espectacular, las espaldas desnudas, sabiendo que en el otro lado había el par de tetas más hermosas que ya había visto en su vida, y en este lado un culo monumental y maravilloso, perfecto, sin ningún vestigio de celulitis, de cine vaya. No daba para ver donde terminaba la raja del culo, era un placer profundo aún por descubrir, pero conseguia ver los labios vaginales bien juntitos y depilados desde mi posición.

La crema, si aplicada en el coño o el culo de la mujer arde un poco, bueno más caliente que arde y dice que excita la mujer. No creo que li hiciera falta, pues Eva estaba super excitada, además de nerviosa y preocupada. Nunca había estado con un hombre, una cosa fue provocar el otro día, otra muy distinta sentir sus manos en tu cuerpo.

Matías comenzó el masaje por los hombres y luego fue bajando por las espaldas, el olor era diferente a cualquier olor que hubiera conocido, muy agradable y daba para sentir un cierto calor cuando la crema me la ponía en la espalda.

El culo de Raquel era totalmente blanco, se veía también la marca del biquini, quien diría que Raquel era brasileña y nunca usó tanga hasta los últimos días. Así se veía más apetecible. Su hermana ya me había confesado que su hermana también era virgen, que nunca había tenido novio, y eso hacia la situación más morbosa todavía.

  • Tienes un culo precioso, sabías? Te importa si le pongo crema también? Raquel sólo tuvo fuerzas para responder que no y siguió con sus ojos cerrados y con los puños cerrados sin saber qué hacer ni adonde ir.

Matías empezó a jugar con el culito que, unos días antes, había visto sendo penetrado por los ávidos dedos de la propria Raquel. Sabía lo que a ella le gustaba y se lo iba a dar, indudablemente.