De Brasil a Tarragona - Eva (Parte 3)

Eva empieza a espiar a su hermana pequeña, para ver que hacía con Matías en el piso de arriba de la casa. Siempre volvía tan contenta...

Como de costumbre, la exuberante Raquel subía las escaleras de la casa, se metía en la habitación de Mónica (que estaba en clase) y se ponía sus ropas. Como le había dicho Matías, en la habitación de al lado, cuanto más provocativa más puntos, llegando a los 100 se ganaría 50 euros, sacarían fotos para verlas en el ordenador para que se viera y luego las borrarían. Ese era el trato. Mientrastanto, su hermana Eva acostumbraba a tomar el sol en el jardín y después se duchaba (Matías, cuando no estaba con Raquel, la observaba de binóculos y la espiaba cuando era posible por la ventana de la ducha desde su habitación. Claro, después una buena paja, porque de novias nada de nada, bajito, delgado y feo, no lo tenía nada fácil.

Cierto día, Raquel entró en la habitación de Matías desfilando en un jeans medio roto que le iba muy pequeño, su generoso trasero ni le cabia dentro, así que aparecia la raja del culo, principalmente cuando se agachaba. Se puso una camiseta sin mangas muy apretada y debajo un sujetador negro que ella tenía. Matías, al verla, le dijo que no había ganado ningún punto y le mostró un desfile de Victoria Secrets con las modelos de tanga y usando transparencias super sexies.

  • Tienes de mejorar, ese sujetador negro debajo de la regata no queda nada bien -le decía - no estás de acuerdo?

Y ella le decía como podía mejorar con esas prendas y Matías sugirió que usara la regata sin sujetador, a lo mejor quedaria mejor?

Ya os podéis imaginar el espectáculo, la camiseta dos tallas menor con los preciosos pechos casi totalmente creciditos. Eran simplemente perfectos! Matías se quedó mirando los puntiagudos pezones y se imaginó chupándolos cariñosamente.

  • Ahora sí, has ganado 1 punto por los vaqueros, pues se ve un poquito tu trasero y otro punto por la camiseta sin sujetador. Mira las fotos...

  • Se me ven las tetas! Qué verguenza!

  • Negativo, se ve tu belleza, y es eso que te llevará al éxito como modelo, confía en mí - dijo Matías con elocuencia.

  • Bueno, supongo que tienes razón, no hacemos nada de malo y es muy divertido, verdad? (ni se imaginaba a diversión que Matías organizaría con las fotos después que se fuera!)

Cierto día Eva, la hermana mayor, casi de la misma edad que Matías, fue a espiar lo que estaba haciendo su hermana, sabía que iba a provarse ropas de Mónica pero no estaba en su habitación, pero escuchó voces y risas en la habitación de Matías, estaban ambos de espaldas y no la vieron entreabrir un poco más la puerta de la habitación. Se quedó atónita, su hermanita estaba usando una bata rosa casi transparente que Mónica usaba para dormir, debajo unas braguitas blancas que mal cubrían el culo y el pelo de su pubis y unos sujetadores transparentes que debajan a vista sus generosos y hermosos pechos, nunca tocados. Casi que entró para darle una bronca pero lo curioso es que le dio morbo y se quedó mirando, tuvo aquella misma sensación de frío en la barriga cuando Mónica gritó en el comedor un día que llegó de juerga que si era verdad que a las brasileñas les gustaba que les follaran el culo.

  • Matías tiro una foto por delante y otra por detrás y dijo que Raquel había ganado otros 2 puntos, ya tenía 10. Descargó las fotos en la pantalla del ordenador y Raquel, sumisa como siempre, se sento en las rodillas de Matías y observó calmamente las dos fotos. Matías le decía, mira, si usaras sólo la bata y las braguitas, te daría otro punto, si usaras sólo la bata 2 puntos más, pero sin la bata también 1 punto más. Has visto cuantos puntos podrías ganar? Matías tenía una enorme erección, Eva se dio cuenta que él se levantó de la silla mientras Raquel estaba de espaldas alejándose hacia el espejo para hacer otra entrada triunfal con la esperanza de ganar más puntos y ganarse finalmente sus tan deseados 50 euros. Eva quedó admirando el tamaño enorme del bulto debajo de las bermudas, Matías ni la vió pues estaba demasiado concentrado mirándole el culo a Raquel.

  • Cierra los ojos, Matías - dijo Raquel. Eva vio a su hermana tirarse el sujetador y lanzándolo lejos. - Ya puedes abrirlos. Ahí empezó su lento desfile, como lo había visto en los vídeos, con una enorme sonrisa y los hermosos pechos en formación balanceándose y saltando debajo del batín transparente. Ya os podéis imaginar la cara de Matías, otra vez sentado en la silla con el móbil en manos para sacarle una buena fotos a ese par de tetas deliciosas. Eva no podía creerse lo que estaba viendo, pero por motivos que desconocía se estaba excitando y no conseguía moverse.

De nuevo, le mostró la foto con ella sentada en su regazo, le dio los puntos extra merecidamente ganados, y Raquel se levantó y le pidió de nuevo que se tapara los ojos. Matías, así hizo, pero miraba entre los dedos de la mano, viendo a esa belleza escultural bajarse las braguitas y mirándose el espejo, Matías casi se corrió, que culito precioso que tenía, portada de revista, y el cochito todo depiladito con apenas un triángulo de bello era una maravilla; no se podía ver perfectamente bien pues aunque el batín era transparente, en cierta forma dificultaba un poco la visión de los detalles. No lo dudó, esta vez le sacó varias fotos, algunas bien cerca y le dio los puntos. De nuevo, se sentó encima de sus rodillas para ver las fotos, pero esta vez se sentó un poco más para atrás y Matías consiguió sentir el calor del culito y chochito vírgenes en sus piernas, a cualquier momento le iban a explotar los calzoncillos. Así que le dijo a Raquel que espera un poco que tenía de ir al baño, se quitó los canzoncillos y regresó como si nada.

De nuevo cerró los ojos, mirando claro, y Raquel se quitó el batín quedando completamente desnuda, ahora sí que le hubiera gustado a Matías sacarle unas fotos, y ella se puso el sujetador transparente y el tanga blanco que le iba muy chico. Lista! - dijo y Matías le sacó un par de fotos más. El taparabos mal le cubria el chochito, sacó una foto bien cerca y salían pelos todos los lados, incluso un poco los labios, el hilo del tanga se perdía en las profundidades más deseadas de esa jovencilla.

Eva observaba todo estupefacta, pero muy excitada, no lo entendía. Su hermana, se sentó y Matías ahora sintió ese culito delicioso y duro encima de su miembro erecto. Raquel por supuesto también lo sintió, pero nada dijo, se balanceaba de un lado a otro al son de la música viendo otro desfile de Victoria Secrets...