De Brasil a Tarragona - Eva de nuevo (Parte 10)

Matías se había follado el culo de las dos hermanas brasileñas, todo un éxito considerando lo puritanas que llegaron de Brasil hacía menos de un par de meses viviendo en la casa de sus padres... Hora de repetir con Eva

Matías, flaco y feo, se estaba follando el culo de dos hermanas brasileñas que estaban buenísimas, increíble! Bueno, se las había follado sólo 1 vez. Habría repetición? No se lo podía contar a nadie, pues seguro que ni sus mejores amigos se lo creerían.

En casa siguieron las mismas rutinas, claro que tenía un montón de planos para Eva y Raquel. Ahora no hacía falta que Raquel me provocara durante el desayuno o que, más tarde, cuando se levanta su hermana menor, Raquel, ella hiciera desfiles casi desnuda con ropas de mi hermana que le iban super chicas. Pero hay de mantener la llama encendida, ahora más que nunca.

Eva, ese mismo día que Matías le petó el culo por la primera vez, se masturbo el culo en su ducha regozijándose de ese momento. Se dio cuenta que era mucho más placentero cuando Matías le metió la polla que cuando ella se metía sus pequeños dedos, era otra sensación, más produnda por lo menos y mucho más intensa. Le daba mucha verguenza encontrarse de nuevo con él, después del folleteo de mañana, pero ya romperían el hielo de algún modo.

A Raquel, su hermana menor, le pasaba más o menos lo mismo. Aunque no se masturbaba, tenía muchas ganas de repetirlo y tenía también verguenza. Por eso, el día después de su locura ni apareció por la casa, evitó a Matías, lo cual fue providencial por lo que había ocurrido con Eva.

Las dos hermanas brasileñas estaban muy contentas, pero no se contaron nada, Raquel sabía que Eva se masturbaba el culo en la ducha (la vio el otro día y Eva se dio cuenta) y Eva también había visto a su hermana desfilando casi desnuda en la habitación de Matías. Ni se imaginaba que él ya se había follado el culo de ambas. Realmente, debe ser verdad que a las brasileñas les gusta que se las follen por el culo, como su hermana había afirmado unas semanas antes.

Matías, por su lado, no sabía como reaccionarían cuando se vieran de nuevo después de lo ocurrido, ni si continuarían provocándolo como antes o si se habrían arrepentido y contado todo una a la otra o, peor, a su madre cuando regresara de su trabajo semanal.

Al día siguiente, temprano y como de costumbre, Eva llegó a la cocina y Matias ya estaba desayunando. Tenía muchas ganas de follar con Matías, pero no sabía qué hacer ni como, así que se puso una camiseta sin nada debajo, se duchó antes y vino con el cabello todo mojado, los mezones mojados bien marcados debajo de la camista y de braguitas esport. Matías la observó y estaba divina, tenía todavía más ganas de follársela ahora que antes, que sabía lo bueno que era.

Hablaron poco pero Matías la miraba fijamente, con deseo y ardor. Le dijo si no quería ir a su habitación para conversar un poco. La dejó pasar delante mientras le miraba el especular trasero subiendo la escalera y pensando que era el hombre más afortunado del mundo. Al llegar a la habitación, cerró la puerta, empujó a Eva contra puerta y empezó a besarle locamente el cuello y a tocarle los pechos, Eva no tuvo ni tiempo de reaccionar pero ya tenía los pezones duros de pura excitación, hoy prometía ser mejor incluso que ayer! Ayer no hubo preámbulos, fue sexo puro y duro, sexo anal salvaje aunque deliciosamente tierno a su vez, y nada como la primera vez, por supuesto.

Mçientras le besaba el cuello, acercaba su miembro endurecido hasta las bragas, se lo sacó y lo puso entre sus piernas. Le dio la vuelta, se agachó, puso su cabeza cabo la camisa, le bajo las braguitas y empezó a chuparle y lamberle la raja del culo hasta llevar al ojete donde se entretuvo un poco más, le dio la vuelta de nuevo y empezó a chuparle el coño, primero pasando la lengua con suavidad, luego chupándolo con intensidad. Eva nunca había sentido nada igual, como no le estaba mentiendo nada en el coño, no le parecía mal y le dejó continuar hasta que se corrió en su boca, fue muy intenso realmente. Le dio la vuelta de nuevo y empezó a metérsela por el culo, despacito primero pero cuando entró toda dentro del culito apretado no paró hasta minutos después correrse en su interior. Eva gemía de placer y volvió a correrse. No tenían mucho tiempo, así que cada uno fue a su cuarto a limpiarse y la vida continúa.

Habían roto el hielo y ahora todo sería más fácil. Con su hermana menor sería igual de tranquilo cuando se levantara más tarde?