De bisexual a corneador (1)

Mi primera intención habia sido el tener un encuentro bisexual, pero al final acabaria follandome a la mujer del otro tio.

Desde que mi mujer me había descubierto los placeres anales con su consolador, y la verdad es que me encantaba sentir una polla en mi culo mientras follaba, solo pasaba por mi mente el tener un lío con un tío que me follara. Al final de muuuucho tiempo de intentar quedar con alguien que fuera de confianza tuve un encuentro con un casado, igual que yo, que le apetecía comerse una polla.

Tuvimos un encuentro en el coche, fue rápido, y la verdad es que no me gustó mucho. Cuando intenté comerle la polla me dieron arcadas. Me empalmé, pero no del todo, no llegaba a ponérseme dura del todo, no se, no era como me lo había imaginado, no terminaba de ponerme la situación.

El se corrió, yo no, así que dimos por finalizado el encuentro. El quería quedar otra vez, pero yo le dije que no era lo mío, que no me convencía, que aquello que yo me imaginaba no era la realidad, y que iba a pasar del tema.

Así fue. Corté todo contacto bisexual, me aleje del tema y termine con todo aquello.

Al poco tiempo, aquel con el que había tenido el encuentro, se vuelve a poner en contacto, y me dice que quiere volver a quedar. Le digo que no, que ya paso del tema, que no es lo que yo me esperaba, y no por el, si no por que al probarlo había descubierto que no me iba ese rollo.

Después se volvió a poner en contacto y me dijo que si quería conocer a su mujer, que a ella le gustaba follar mucho, y que llevaban mucho tiempo buscando a alguien de confianza para follar juntos, vamos, para que se la follara a ella junto a el.

Eso me dejó de piedra, siempre me lo había imaginado, en alguna ocasión la había intentado buscar, pero de repente me lo estaban ofreciendo y eso me hizo tener muchas dudas y tener miedo a lo desconocido.

En un principio no le dije nada, simplemente mantuve el contacto y le dije que con el tiempo lo veríamos. El me seguía escribiendo y me mandaba fotos de la mujer desnuda, follando, y algún video que se les veía follando. La verdad es que se me ponía bien dura y me apetecía follarmela, pero me daba miedo.

Al final me decidí y quedamos un día para que yo la conociera, y que ella me conociera a mi.

El primer encuentro con ella fue un poco tenso. Estaba conociendo a una mujer, junto a su marido, para follar con ella, y ella estaba conociendo al que se la iba a follar, así que estábamos bastante cortados. El marido y yo ya llevábamos tiempo con los mensajes y hablábamos de vez en cuando por el móvil así que ya había algo mas de confianza.

Ella, de estatura mediana, algo mas bajita que yo, atractiva pero muy seria. Grandes pechos naturales y delgada.

Tomamos un café, charlamos de cosas intrascendentales y quedamos en vernos otro día para seguir charlando.

Pasadas un par de semanas el me insistió para que nos viéramos otra vez. Me dijo que nos veríamos en su coche, que iríamos a un sitio apartado, y que viniera preparado para follar. Así lo hice, me fui bien limpito y perfumado. Nos encontramos, me invitaron a subirme a su coche y el empezó a conducir por unos caminos apartados por el campo.

Nos invitaba a que nos contáramos, ella y yo, como nos gustaba follar. Yo estaba muy cortado y no arrancaba, aunque he de reconocer que se me puso la polla bien dura. Desde la parte de atrás, al inclinarme hacia adelante para hablar con ella le veía el escote con sus grandes pechos. Ella llevaba unas gafas de sol, así que no le veía los ojos, pero en la conversación la veía de vez en cuando sonreír, y tenia su boca a una cuarta de la mía. Tenia ganas de besarla y empezar a acariciarla, pero ella parecía que no le atraía la idea de hacerlo en el coche. Empezó a ponerle pegas a su marido, a decirle que no era el momento, así que eso me hizo desistir y ni si quiera intentarlo.

El marido se cabreó, con ella, así que volvimos al sitio donde me habían recogido y nos despedimos. Yo dije que no había prisa que había mucho tiempo para conocernos bien.

Al día siguiente el me llamó y me dijo que no entendía que le había pasado a su mujer. Que en otra ocasión habían echo eso mismo y la mujer había follado como una loca. Yo le dije que era posible que yo no le atrajera, que no le gustaba y por eso no quería hacer nada conmigo. Me dijo que no, que le había ensañado unas fotos que yo le había mandado desnudo y que le había gustado, que habían follado viendo mis fotos y comentando que quería follar conmigo.

Al rato me mando un mensaje con el nº del móvil de ella diciéndome que la llamara, que estaba caliente y que era el momento.

Me costó trabajo pero la llamé y empezamos a hablar. Yo empecé una conversación normal y corriente, cuando de repente ella me dijo:

--      Tengo ganas de tocar tu polla.

Eso me dejó helado, no sabia que decir, no me lo esperaba, la mujer de otro tío me estaba diciendo que tenia ganas de mi polla, y seguramente el marido estaría delante.

--      Bueno, yo tengo ganas de que me cojas la polla

--     Quiero tocar tu polla y chuparla, se ve muy apetecible en las fotos

--      Pues yo tengo ganas de acariciarte, besarte, ¿te gusta besar?

--     Si, me gusta mucho besar, y me gusta mucho que me coman el coño

--      Pues estoy deseando comerte el coño mientras juegas con mi polla

--      Y después de comerme el coño quiero que me folles

--      ¿te gusta que te pellizquen los pezones?

--      Ummmmm, si, me encanta que me pellizquen los pezones y que me los chupes.

--      Te voy a comer la boca, a pellizcarte y chuparte los pezones, a comerte el coño y después a follarte

--      Pero yo también quiero comerte la polla. Me gusta comer pollas y la tuya me gusta.

--      Vale, chúpame la polla y pónmela bien dura para follarte.

Viendo que ella se lanzaba yo también me lancé. Escuche al marido de fondo diciendo “se te a puesto el coño bien húmedo. Ven que te lo voy a comer y te voy a follar”

Con esto terminamos la conversación.

Al día siguiente el me llamó y me dijo que la mujer se había puesto súper caliente hablando conmigo y que habían follado como nunca.

Después de esto mantuvimos el contacto llamándonos de vez en cuando, ya que yo me tenia que esconder de mi mujer para poder llamarla, hasta que al final quedamos otro día.

El me dijo que le tenia que dejar que cuando fuera a follarme a su mujer el cogiera mi polla y apuntarla al coño de su mujer, para ayudarme a metersela, y que despues me acariciaria los huevos mientras la follaba. Yo le dije que si, que me gustaba la idea, pero que dejara lo de acariciar los huevos para el final, si no iba a correrme muy rapido. Tambien me dijo que yo a el podia tocarle y acariciarle si tambien me apetecia.

Me recogieron en su coche y me llevaron a un motel de carretera bastante discreto. Mientras el se acercó a la recepción a coger la habitación yo me lancé.

Estaba sentado en el asiento trasero e hice como la otra vez. Me acerque a ella, pase mi mano entre los asientos y empecé a acariciarle el brazo izquierdo. Ella volvió la cara y me sonrió. Le dije que me apetecía besarla a lo que ella giró mas la cabeza acercándome sus labios. Empecé a besarla lentamente y ella me correspondía, hasta que empecé a darle pequeños mordiscos con mis labios en los suyos, a lo que ella empezó a comerme la boca y a meterme la lengua. Estuvimos un buen rato así, comiéndonos las bocas, jugando con nuestras lenguas, besándonos apasionadamente, y yo le acariciaba los brazos y los hombros. Tenia ganas de acariciarle las tetas, pero no me atrevía, no sabia su reacción. Aunque suponía que seria positiva, por que íbamos a follar, no quería forzar la situación.

En eso vi que el marido salía de la recepción y se dirigía hacia el coche:

--      Viene tu marido

--      Pues sigue besándome igual, que me gusta.

Al llegar el marido al coche se metió dentro, se quedó mirándonos y dijo:

--      Ya me habéis puesto la polla dura

Ella lo miró picadamente y yo me corté un poco, estaba besando a su mujer delante de el. Todo aquello era nuevo para mi, pero me ponía muy cachondo la situación.

Entonces el me preguntó:

--      ¿Besa bien mi mujer?

--      Pues si que besa bien

--      ¿Le has tocado sus pechos?

--      No, solo nos hemos besado

--      Pues hombre, habérselos tocado, los tiene muy bonitos. ¿Y ella no te ha tocado la polla?

--      No, no me la a tocado

--      Bueno, ahora te la va a tocar y te la va a chupar. Espero que tengas bastante aguante para follartela un par de veces.

Nos dirigimos a la habitación. Como era de esperar una habitación con una cama de matrimonio, un par de mesillas de noche, un aparador con una televisión, y un baño con ducha. Poca cosa, decorada con muy poco gusto, con una colcha en la cama vieja, fea y sucia. Vete a saber cuantos habrían follado encima de esa colcha. Por lo menos las sabanas se veían limpias y olían bien.

(SEGUIRÁ...............................)