De becaria a esclava (ii)
Segundo día de la nueva vida de la sumisa, parece que le esta empezando a gustar como la trata...
Después de una noche sin poder dormir, aquí estaba parada sin atreverme a entrar a la oficina pero sabiendo que no podía esperar más tiempo si no quería que David se enfadará.
- Que haces aquí Isabel, ¿no entras?.- me dijo Carlos uno de mis compañeros.- Menudas ojeras tienes, que pasa que ayer David te dio caña…
Me quede muda.
- Pensaba que tardaríais menos en ordenar los documentos.
- Ahhhh no si al final no pudimos
- Entonces has tenido una noche loca ehhh pillina, jejeje. Anda vamos que llegas tarde.- dijo empujándome.
- Si si vamos a entrar.- no había más remedio.-además tengo que ir a ver a David
- Claro seguro que quiere que continuéis con lo de ayer.
No sabía lo cierto que era lo que acababa de decir. Entré mirando al suelo, sin saludar a Leticia y me dirigí al despacho de David, con un suspiro llame y espere a que me diera paso. Una vez me dijo que entrara, pase y me quede de pie enfrente de él.
- Buenos días David.
- ¿Perdón? Empezamos mal… ayer no aprendiste nada o que. ¿Cómo dije que me llamaras?
- Lo siento, se me olvido. Buenos días señor…
- Veo que tienes mucho que aprender… menudas pintas llevas, habrá que arreglarlo… a ver lo primero que vas a hacer es ir a por café para que podamos hablar de tus nuevas obligaciones tranquilos. Llévale un café a todos primero y luego tráeme uno a mí y ya seguimos, si alguien te manda algo di que primero tienes que hacer unas cosas conmigo.
Fui a hacer el café y a llevarle a cada uno el suyo, alguno me mandaba cosas que hacer, pero no corría prisa asique volví al despacho de David con su café y espere de pie a que me ordenara algo.
- Isa, Isa, Isa… tienes tantas cosas que aprender que no sé por dónde empezar. Bueno antes de explicarte las nuevas normas, vamos a empezar con las enseñanzas prácticas que como vi ayer te hacen mucha falta. Ve cierra la puerta con pestillo, y arrodíllate, vamos a ver si mejoras tus cualidades de felatriz jejeje
No me podía creer que me pidiera eso en la oficina cunado estaba llena de gente, pero era incapaz de negarme, tenían tanto miedo de que enseñara los videos que tenía de mí que no me lo pensaba dos veces, así que haciendo de tripas corazón me gire cerré el pestillo y me acerque donde estaba para arrodillarme.
- Venga ábreme la bragueta y sácamela, pero antes ábrete la camisa quiero ver bien esas tetas.
Aunque me costó por los temblores botón, a botón me abrí la camisa, me indico que me quitara el sujetador y se lo diera asique sin otra opción me quede de rodillas con los pechos al aire. Una vez desnuda le desabroché el pantalón y le cogí el pene con la mano.
- Como ves hoy tienes que animarla un poquito, debes tratarla con mimo, empieza lamiendo de arriba abajo recreándote un poco en el capullo y después te la metes en la boca.
Empecé a lamer para conseguir que se le pusiera dura y luego me centre en el glande, el me pidió que le lamiera también los huevos, estuve un rato hasta que me indicó que me la tragara mirándole a los ojos mientras lo hacía, intente metérmela del todo pero no me cabía. Mientras él me pellizcaba mis pezones yo metía y sacaba su pene de mi boca.
A los pocos minutos me soltó los pechos para agarrarme del pelo y empezar a follarme la boca como ayer, lo hacía tan fuerte que se me saltaban las lágrimas.
- Ufff me corroooooo…. Trágatelo todoooo, que no salga ni una gota.
La tenía tan adentro que lo único que podía hacer era tragar, así que así estuve hasta que termino de correrse. Luego me ordeno que se la limpiara bien.
- Vas mejorando, lo ves si al final siempre sale vuestra puta interior jejeje. Bueno ahora vamos a aclarar unas cosas.- fui a levantarme pero no me dejo.- no no esta es la posición que tienes que mantener a no ser que diga lo contrario. Hay que hacer algo con tu ropa pero como ahora mismo no tienes otra caso habrá que hacer algo para mejorarlo, de momento vas a ir sin ropa interior, ahora cuando te levantes te quitaras las bragas y me las das junto al sujetador. Por ahora, aparte de dirigirte a mi como señor o amo no te digo ninguna norma más, solo la más importante que de momento la cumples muy bien y es que me tienes que obedecer en TODO lo que te pida.
Me indico que me levantara y como me había dicho me quite las bragas y se las di con mi sujetador, luego me abroche la camisa y espere a su siguiente orden.
- Madre mía menudas bragas de vieja esto son el mayor antimorbo que existe… aunque viendo cómo vas no me extraña nada, anda acércate.- me indico.
Cuando me acerque me rompió los dos primeros botones, dejando casi a la vista mis pechos y me pellizco fuertemente los pezones, nunca había ido tan provocativa, encima sin sujetador se me notaba todo, y como ya os dije no es que fueran pequeños, destacar iba a destacar eso seguro.
- Vale pues ya puedes seguir con tu trabajo que tendrás muchas cosas que hacer, tranquila que no te pediré nada más de momento eso si cuando acabes de trabajar ven a verme que tenemos algo que importante que hacer, puedes avisar a tus padres de que hoy también llegaras tarde.
Me iba ir cuando me preguntó que si me iba sin despedirme, recordando lo que me dijo ayer, fui hasta donde estaba sentado y dándole un beso encima del pantalón, le dije hasta luego señor, a lo que él contesto con un azote diciendo nos vemos luego puta.
Estuve todo el día trabajando como cualquier otro día, exceptuando mi ligero cambio de look que aunque no era un gran cambio se notaba mucho, al principio todos me miraban incrédulos, ya que ayer mismo iba con una camisa cerrada hasta el cuello y hoy la llevaba tan abierta que casi se me veían los pechos. Además para mala suerte, o eso creía yo, se había fastidiado el aire acondicionado y se había quedado al máximo, por lo que como imagináis se me marcaban perfectamente los pezones, vamos un show.
Estuvieron todo el día rozándose conmigo, yo ya creía que me estaba obsesionando, estaba tan nerviosa que me lo imaginaba, cada roce hacia que me sonrojara, se me estaba haciendo el día eterno.
La verdad es que sí que se estaban aprovechando, tenían un plan que seguir pero claro quien se iba a controlar con esas tetas…
- Joder David que suerte, ya has podido catarla y nosotros nada.- dijo Carlos.
- Fuiste tú el que dijo que había que hacerlo poco a poco… de todas maneras creo que no hace falta esperar mucho más, ya está preparada para el siguiente paso, creo que pueden empezar a jugar dos más… tiene tanto miedo y es tan fácil de manejar que hará cualquier cosa que le pidamos. Así que tranquilos que ya falta poco para que entréis en el juego jajaja
Carlos y Daniel se miraron con una sonrisa obscena, ya era su turno.
Después de un día horroroso, rezando porque no se le saliera un pecho, se dio cuenta que esto no había hecho más que empezar, ahora le tocaba volver al despacho de David para ver que le pediría ahora. Esperaba que solo tuviera que hacerle otra mamada y luego le dejara marcharse a su casa.
Solo un día y ya pensaba que no era muy malo el tener que hacerle una mamada, ese pensamiento solo existía por el miedo de que quisiera hacer algo más con ella, como desvirgarla. Para Isabel era muy importante su virginidad, quería perderla con alguien a quien quisiera, por eso estaba dispuesta a hacerle todas las mamadas que quisiera mientras fuera solo eso.
- Bueno perrita, aunque he podido mejorar un poco tu aspecto hoy.- dijo pellizcándome los pezones.- hay que hacer algo con tu vestimenta, una puta no puede vestir como tú, así que vamos coge tus cosas que nos vamos de compras.
Me devolvió mi ropa interior, cosa que agradecí porque se me notaba todo y fui a por mí abrigo y mi bolso. Desde que salimos de la oficina, no me había dicho nada más, él no hablaba y yo no me atrevía a hacerlo, llegamos al centro comercial y seguíamos en silencio, yo solo le seguía. Fuimos una tienda, y allí empezó mi tormento.
Empezó a coger faldas, por llamar ese trapo de alguna forma y camisas de una talla menor a la mía, yo no sabía cómo iba a atreverme a ponerme eso, como os dije hasta ese momento vestía muy tradicional, con eso me refiero a que siempre llevaba faldas que me llegaban por debajo de las rodillas con medias gordas y camisas cerradas hasta arriba y que no se me ajustaran nada al cuerpo.
- Vamos perrita que me vas a hacer un pase de modelos hoy y si lo haces bien tendrás un regalito…
Me probé el primer conjunto, una falda negra que me estaba tan justa que no podía separar las piernas y una blusa blanca que no me podía abrochar del todo, por el tamaño de mis pechos.
- No sé qué coño estás haciendo zorrita, me estás haciendo esperar y no me quiero cabrear…
Haciendo de tripas corazón y rezando porque no hubiera nadie más fuera en los probadores, salí del probador intentando bajarme la falda pero eso no había quien lo estirara.
- Esto es ya es otra cosa… con esta ropa ya se pueden ver tus tributos de puta, esas tetas enormes que parecen que van a salir a saludar.- me dijo apretujándome los pechos.- o este culazo que pide a gritos un azote.- dicho y hecho.
Yo no sé si es que me había rendido, si era porque era la primera vez que alguien me decía que era guapa, eso sí a su manera, o porque simplemente me había vuelto loca, pero me estaba excitando, entre el sobeteo y sus palabras me estaba mojando, me quería morir de la vergüenza, solo esperaba que no se diera cuenta solo me faltaba que me echara eso en cara.
- Bueno este nos lo quedamos seguro, a ver siguiente modelito… pero en este quiero que desfiles para mí de rodillas como una buena perrita, vamos.- me dijo dándome otro azote.
La falda que llevaba me estaba tan justa que me costaba hasta quitármela. El siguiente modelito era una falda gris, como las de los uniformes del colegio, solo que este apenas me tapaba las nalgas y otra camisa que al igual que la anterior me apretaba tanto los pechos que como hiciera muchas fuerza estos saldrían despedidos, encima quería que saliera de rodillas, se me iba a ver todo, pero ya no sé si por la excitación o por obediencia, no me lo pensé dos veces y salí de rodillas.
- Ufff así me gusta perrita, a ver da una vuelta a mi alrededor para que te vea bien.- de rodillas empecé a rodearle.- ladra y mueve el culito como una buena perrita.
Así lo hice, menudo espectáculo estaba dando como entrara alguien a los probadores iba a flipar, pero ya casi ni me lo planteaba.
- Me encanta, otro que vamos a comprar, coge un par más de faldas y camisas y cámbiate rápido que tenemos algo urgente que comprar.- se acercó a mi tiro de mis bragas rompiéndolas.- no puedes llevar algo tan sexi y luego esas bragas de vieja, has hecho que me quede frio.
- Lo siento amo.- dije agachando la cabeza
- Bueno lo solucionaremos ahora mismo, venga te espero fuera, paga y no tardes.
Una vez acabamos en esa tienda fuimos a una de lencería, era la primera vez que iba a una de esas tiendas, yo siempre llevaba ropa interior de algodón blanca o de color carne, pero David no quería que llevará eso. Al igual que en la tienda de ropa, empezó a coger conjuntos y una vez satisfecho nos dirigimos a los probadores.
- Vale ya sabes lo que tienes que hacer, te espero aquí.
Con esa frase me daba a entender que debía probármelo y salir a enseñárselo como había hecho antes, pero no podía ser porque ahora no estábamos solos. Había dos amigas probándose también ropa.
Fui al probador y me puse el primer conjunto, el sujetador y el tanga al igual que las blusas eran de una talla más pequeña por lo que los pechos me rebosaban y el tanga, al estar tan apretado, se me notaba bien mi raja.
- Ya estoy, le dije desde dentro del probador.
- Pues sal de una vez
En el fondo sabía que él querría que saliera pero me daba tanta vergüenza que intente evitarlo, pero David no se rendiría era mejor humillarme delante de esas chicas que cabrear a David, así que salí a fuera en ropa interior iba hacia donde estaba sentado cuando me dijo:
- No, no como la última vez perrita.
Me puse de rodillas y me arrastre hacia él, si salían del probador tendrían un plano directo de mi culo, estaba tan concentrada en ver si las chicas me estaban viendo que no me fije que David me estaba haciendo fotos.
- Vamos vaquita posa para la cámara.- dijo mientras me hacía más fotos.- aprieta bien esas ubres que tienes con tus manos.
Yo ya le obedecía como una autómata, seguí pasando apuro por mi situación pero ni me planteaba no hacerle caso.
- Muy bien una última foto, pon cara de putilla… vale y ahora el siguiente.
El siguiente conjunto era un sujetador blando de estos sin relleno semi trasparente con el que se me vería todo y como hiciera frio se notarían mis pezones y un tanga a conjunto. Esta vez salí directamente de rodillas.
- Uy uy uy creo que este es mi favorito… a ver pellizcarte los pezones para que se puedan ver mejor.
Así siguió haciéndome fotos mientras yo me probaba los diferentes conjuntos, además las chicas se dieron cuenta del espectáculo y empezaron a reírse de mí, iban a hacerme una foto cuando David les paro los pies.
- Lo siento chicas pero no podéis hacerle fotos, eso solo lo hago yo… pero si queréis jugar con ella solo lo tenéis que pedir, esta putita puede ser muy complaciente.
- No gracias no somos bolleras.- dijo una de ellas.- aunque se puede jugar de otras maneras con una vaquita como ella.
Se acercaron las dos a mí y empezaron a tirarme de los pezones, estaban haciendo que rodeara los asientos guiadas por sus tirones, cuando se cansaron me apoyaron en los sillones empujándome de mala manera.
- A las putitas como tú hay que castigarlas, no puedes ser una cerda exhibicionista y no llevarte un castigo.
- Eso… te daremos cada una cinco azotes y tendrás que decir gracias o si lo prefieres puedes mugir jajajjaja.- dijo la otra descojonándose de mí.
Empezaron los azotes, las guarras me pegaban con fuerza y encima tenía que dar las gracias, y como David no decía nada yo aguantaba ese tormento. Al final terminaron y David dijo que por hoy bastaba que teníamos prisa pero si querían le podían dar su teléfono y ya las llamarían otro día.
- No gracias, no queremos estar con putas como esa, aunque sea divertido castigarlas.
- Adiós vaquita.- se despidieron con un azote de regalo.
Una vez se fueron David me dijo que entrara y me quitara la ropa interior. Yo creía que ya nos íbamos, pero estaba equivocada sin darme cuenta David entro y me empujo para dentro.
- Bueno putita te dije que si te portabas bien te daba un regalito, y entre tu desfile, la sesión de fotos y el jueguecito de las chicas creo que te lo has ganado.- me dijo sobándome.- así que abre bien las piernas.
Con lo del regalito, se me paso el disgusto que me habían provocado esas guarras, ahora estaba impaciente por lo que me esperaba. Suponía que me haría chuparle la polla ahí, y si soy sincera hasta tenía ciertas ganas. Pero estaba equivocada, él me iba a dar un regalo solo para mí.
- Antes del regalo quiero que me contestes a unas preguntas, ya me dijiste que eras virgen pero ¿has estado con algún chico?
- No amo, nunca he hecho nada con ningún chico.
- ¿Y te has masturbado alguna vez?
- N-no amo, nunca me lo había planteado eso solo lo hacen las putas.
- Entonces como tú jajaja, pero no te equivoques, ahora como yo soy tu amo solo podrás masturbarte cuando yo te de permiso. Pero para que en el futuro puedas masturbarte primero tengo que enseñarte, así que prepárate para mi regalo, estoy seguro de que te va a encantar.
Empezó a pasear su dedo por mi raja y al notar mi humedad me dijo que tampoco era tan inocente como intentaba aparentar. Al notar que ya estaba húmeda no se cortó y me metió un dedo en mi vagina.
- Dios que estrecha estas… Espero que disfrutes de mi regalito, me honra tanto ser el que te provoque tu primer orgasmo zorrita. Venga chúpate los dedos y úsalos para pellizcarte los pezones.
Entre el placer que me estaba provocando con sus dedos y el placer que me daba yo en los pezones estaba en éxtasis. Además los nervios de que alguien se diera cuenta de lo que estaba pasando en el probador ayudo a que no tardará nada en llegar al orgasmo.
Me mordí la mano porque si no habrían escuchado mi chillido en toda la tienda y nada más acabar me derrumbe, no caí al suelo porque David me sujeto pero no tenía fuerzas para mantenerme erguida. Había sido alucinante, nunca había sentido algo así.
- Muy bien perrita.- me dijo acariciándome la cabeza como a un perro.- ves lo divertido que es ser una buena putita, cuando tú eres buena y obediente yo soy bueno contigo… vístete que ya es tarde y tus papis estarán impacientes.
La mención de mis padres hizo que me espabilara rápidamente, me cambie, cogí todos los conjuntos que iba a comprarme y me dirigí al mostrador para pagar. Por la sonrisa de la dependienta y como me miraba de arriba abajo estaba seguro de que se había enterado de lo que había pasado en el probador.
Entre la todo lo que me había obligado a comprar me había gastado todo el sueldo de un mes, pero no dije nada. Una vez pagado cogí las bolsas y nos fuimos al parking, ahí subimos al coche y nos encaminamos hacia mi casa.
Al igual que cuando veníamos, en el coche había silencio absoluto pero esta vez me ordeno que mientras conducía le hiciera una paja. No dije nada pero estaba encantada de devolverle el favor así que me puse manos a la obra, llegamos antes de que se corriera y me ordeno que me la metiera en la boca porque se quería correr ahí. A mí me daba apuro por si algún vecino me veía por lo que intente que se corriera rápido y así terminar de una vez,
Cuando se corrió me lo trague y me dijo:
- Bueno perrita espero que te haya gustado nuestra tarde de compras, voy a llevarme yo la ropa porque supongo que no podrás aparecer por casa con estos modelitos jejeje.
- No señor, si mis padres lo ven lo tirarían todo a la basura.
- Bueno vale yo te hare el favor, pero entonces mañana tendrás que venir antes a la oficina para cambiarte y ponerte tu nuevo uniforme.
- Pe-pero no puedo llevar eso a la oficina.
- Claro que si puedes y lo harás porque si no ya sabes lo que pasara, tus padres recibirán un interesantísimo video y un álbum de fotos muy completo de su hija… tranquila no llores, nadie te dirá nada a lo mejor incluso consigues que Jorge se fije en ti.
No podía desobedecerle pero no sabía cómo me iba a atrever a ponerme eso en la oficina, pero si David me obligaba no podía hacer nada. Decidí dejar de pensar en eso ya me enfrentaría mañana a ello. Le di un beso en la polla y me despedí de él.
Mañana seria otro día y debía prepararme para lo que me esperaba…