De aventura en Acapulco IV

Bajamos a desayunar y estuvimos platicando un rato, en eso subimos a la habitación, y al entrar comenzamos a besarnos, ahí junto a la puerta nos desnudamos los tres y mis dos españolas comenzaron a mamar mi verga, entonces del baño salió una chica de no más de veinte años, vestida con el uniforme de mucamas del hotel

De aventura en Acapulco IV

Desperté con el sonido del agua de la regadera, Gabriela se bañaba mientras Vanesa se fumaba un cigarrillo en el balcón ahora si completamente desnuda, me acerque a ella por detrás y le bese el cuello, ella respondió sonriendo y permitiendo las caricias y pellizcos en sus pezones…

-¿Qué agujero queréis follarme?

-Por supuesto que tu culo.

Vanesa ensalivó sus dedos, se lubricó el culo y colocó la punta de mi verga en la entrada de su culo y me pidió clavarlo de golpe, así lo hice, sacándole un rico gemido, ya así comencé a bombearla, Gabriela llegó por atrás y aun mojada nos abrazó, uniéndose a la acción besándonos a Vanesa y a mí, luego de eso se recostó en el camastro y se limitó a observar y fumar, Vanesa gozaba la cogida por el culo, tal vez porque el placer no era tan fuerte y lo disfrutaba con mayor soltura, permitiéndole interactuar más fácilmente, yo le ayudaba un poco masturbándola, sacándole más placer, y su tía le daba consejos para disfrutarlo más, tales como apretar el esfínter, moverse conmigo, relajarse, todo eso, lo cual nos llevó pronto a un orgasmo conjunto y muy delicioso, luego de eso nos fumamos otro cigarrillo y nos vestimos, yo ligero y mis chicas muy provocativas como me gustaba.

Bajamos a desayunar y estuvimos platicando un rato, en eso subimos a la habitación, y al entrar comenzamos a besarnos, ahí junto a la puerta nos desnudamos los tres y mis dos españolas comenzaron a mamar mi verga, entonces del baño salió una chica de no más de veinte años, vestida con el uniforme de mucamas del hotel…

-Hay, perdón, no sabía que iban a regresar, yo, yo los dejare solos.

Cabe señalar que en ningún momento Vanesa y Gabriela dejaron de mamar mi verga, la mucama estaba dispuesta a irse, solo tenía un problema, nosotros bloqueábamos la puerta, Gabriela se dio cuenta de esto y se acercó a ella y le dijo…

-Vamos tomaos un descanso que esto lo vais a disfrutar.

-Yo… perdón, es que me pueden correr.

Gabriela cerró sus labios con un beso, Vanesa y yo nos acercamos a ellas, y Gabriela la hizo ponerse de rodillas…

-De nosotros no oiréis nada, vamos, esto debéis gozarlo. –dijo Vanesa.

La mucama me miro, aun con algo de renuencia, pero tomó mi verga con una de sus manos y comenzó a mamarla, mientras Vanesa me besaba, Gabriela fue hacia la cama, levantamos a la mucama y yo me recosté en la cama, mientras Vanesa se colocaba detrás de la muchacha y desabotonaba su bata uniforme, debajo de ella había un par de pechos desnudos con aureolas grandes y oscuras, su piel oscura era suave, cabello rizado recogido, Vanesa le retiró la tanga y entonces nos reveló una concha depilada, la mucama que respondía al nombre de Alejandra, se subió a la cama, Gabriela le quitó los zapatos, y Alejandra puso una pierna de cada lado mío, y Vanesa apunto mi verga a su concha, para luego ensartarse sola, sus pezones estaban duros como piedras y yo estrujé sus pechos Alejandra comenzó a gemir, entonces la cambie de posición, y la puse en cuatro para poder cogerla mejor, mientras Vanesa me mamaba el culo y Gabriela le ponía la concha en la cara a Alejandra…

-Hay señora, es que yo nunca he hecho eso.

-Vamos cómeme el coño guarrita.

Alejandra optó por obedecer y comenzó a mamar la concha de Gabriela, quien se asombró de lo bien que lo hacía, y poco a poco Alejandra comenzó a interactuar logrando varios orgasmos en Gabriela, Vanesa que también quería probar el placer que podía dar Alejandra, se puso en el lugar de Gabriela y disfrutó también de la boca de la muchacha, mientras yo me la cogía fuerte, y Gabriela me mamaba el culo…

-Me voy a venir. –dije.

-No señor no se venga adentro. –pidió Alejandra.

-Muy tarde. –dije y la atraje hacia mi vaciando toda mi leche dentro de Alejandra.

La muchacha más que molestarse se volteó a besarme, y luego limpió mi verga perfectamente…

-¿A qué hora sales? –le pregunté.

-Hoy salgo a las cinco, señor y mañana descanso.

-Bien, te quiero de vuelta a las cinco, si te portas bien habrá más propina. –le dije y le di un poco de dinero.

La chica se vistió, pero le pedí la tanga, así que solo traía su bata de trabajo puesta, luego de eso la bese, y también lo hicieron Vanesa y Gabriela, y la muchacha terminó de hacer su limpieza y se fue, Vanesa no creía que Alejandra volvería, pues no tenía una razón para volver, Gabriela en cambio decía que volvería sin problema.

El resto del día nos la pasamos en el cuarto, Vanesa y Gabriela se turnaban para mamar mi verga o dejarse coger, pero sin duda una de las cosas que más adoraba Vanesa era mamarme el culo, se había vuelto adicta, y a mí me encantaba, para prueba Gabriela y yo nos habíamos pasado dos horas y media platicando de pie en el balcón, fumando cigarrillos y tomando cerveza, y durante todo ese tiempo Vanesa me había mamado el culo sin parar.

Bajamos a comer, y luego pasamos un rato en la playa del hotel, (claro que mis putas ahora usaban sin reparo alguno sus bikinis extra atrevidos) y cerca de las cuatro de la tarde volvimos a subir al cuarto, pidiendo varias cervezas, mas cigarros, y un poco de botana de mariscos.

Casi a las cinco yo me estaba cogiendo a Gabriela, en la cama, y tocaron a la puerta, Vanesa fue a ver quién era y se encontró a Alejandra, vestida con un pantalón de mezclilla y una playera, así como unas sandalias de hule…

-Vaya parece que los dos habéis acertado. –dijo Vanesa. –hola Alejandra, debéis saber que vuestro hombre no permite que sus hembras usemos ropa frente a él.

Sin decir palabra, Alejandra se desnudó completamente, y se acercó y me dijo…

-Aquí estoy señor.

-Tú le puedes llamar amo. –dijo riendo Gabriela.

-Oh, lo siento, aquí estoy amo.

-Bien pequeña, ahora ponte en cuatro, ¿Te han cogido por el culo?

-U… una vez solamente. –dijo Alejandra y Gabriela se aclaró la garganta. –Oh perdón, amo.

-Perfecto ponte en cuatro.

Seguí cogiéndome a Gabriela unos minutos, y Vanesa le dedicó una buena mamada a la chica en su culo, y ya teniéndola lista le saque la verga a Gabriela y se la metí de golpe a Alejandra, quien apretó las manos y ahogo un grito…

¿Qué te dolió? –pregunte.

-N… no… amo.

Entonces comencé a cogerla por el culo, y Gabriela fue a su maleta, y regreso con dos arneses con dildo, y le dio uno a Vanesa, quien se lo puso y Gabriela se puso el otro, Vanesa comenzó entonces a cogerse a Gabriela, mientras ella y Alejandra se besaban, Luego de que Vanesa lograra que su tía se viniera, fue su turno, y cambiaron de lugar, tras lo cual fuimos cambiando lugares hasta que Vanesa, Gabriela y Yo habíamos cogido a Alejandra por concha y culo, eran casi las once de la noche, cuando Vanesa y Gabriela penetraban a Alejandra por el culo y la concha al mismo tiempo mientras que Alejandra me mamaba la verga, y tras unos minutos finalmente me vine en su boca, (aunque ya me había venido en su culo y su concha también) luego de lo cual, le ordené a Alejandra que se pusiera un bikini para el día siguiente y viniera a buscarnos, pues saldríamos a pasear, Alejandra dijo que no tenía un bikini y Gabriela le dijo algo al oído, intercambiaron números de celular, y tras vestirse, Alejandra se fue, salimos al balcón y fumamos un poco, luego de lo cual Vanesa y Gabriela me mamaron la verga hasta venirme en sus bocas, y luego de eso nos acostamos a dormir.