De aventura en Acapulco III
Vanesa sonrió y entregándome el cigarrillo se retiró la playera, quedando desnuda ante mí, volviendo a fumar yo detrás de ella, besando su cuello y acariciando sus pezones ya duros como piedras, mis manos fueron a sus nalgas y entraron entre ellas acariciando su culito
De Aventura en Acapulco III:
Al despertar Gabriela aun dormía, y Vanesa fumada un cigarrillo en el balcón de la habitación, estaba vestida con una playera mía, y disfrutaba de la brisa, me acerque a ella y la abrace, besando su cuello, ella sonrío y enredó sus dedos en mi cabello…
-Deberías estar desnuda. –le dije.
-Es que estoy aquí alguien podría vernos.
-Eso no importa me quedan más de doce horas para que me obedezcas.
Vanesa sonrió y entregándome el cigarrillo se retiró la playera, quedando desnuda ante mí, volviendo a fumar yo detrás de ella, besando su cuello y acariciando sus pezones ya duros como piedras, mis manos fueron a sus nalgas y entraron entre ellas acariciando su culito…
-Agujero equivocado tío.
-Vamos por que no me lo das.
-Lo pensare.
Viendo que el camino estaba abierto un poco subí la pierna de Vanesa al barandal y metí mí verga en su concha, comenzando a bombearla y sacando sus primeros gemidos, pero eran suaves…
-No te limites gime como siempre.
-Alguien podría escuchar o ver.
-No importa, hazlo.
Vanesa entonces no se limitó y comenzó a gemir con fuerza, pero se apoyó en los brazos de una silla, y yo la tomé por la cintura para cogerla con fuerza, en ese momento Gabriela llegó y nos saludó a mí con un beso de lengua y a su sobrina con una nalgada, tomó la cajetilla encendió el cigarro y haciendo a un lado a su sobrina se sentó en la silla y puso a su sobrina a mamar su concha mientras fumaba su cigarrillo…
-¿A dónde iremos el día de hoy?
-Hoy las voy a llevar a caminar por la playa, van a estrenar esos bikinis que compraron ayer, y voy a tomarles muchas fotos.
-Lo que tú ordenes mi amor.
Vanesa gemía deliciosamente, pero ya estaba cansada de la posición, así que se levantó, y su tía tomo su lugar, le metí la verga en la concha pero en ese momento me dijo que quería que le cogiera el culo, así que se la metí de golpe como a ella le gustaba, y bombeando fuerte de inmediato, le ordene entonces a Vanesa que me mamara el culo, tal y como su tía lo había hecho la noche anterior, Vanesa se puso detrás de mí, y abrió mis nalgas, pero no se atrevía, pues era algo que nunca había hecho, afortunadamente soy muy limpio, y tras que su tía la regañara metió la lengua y comenzó a darme placer, y note que tras unos minutos ella se tocaba la concha, esto me excitó mucho y sin poder más comencé a correrme dentro del culo de Gabriela, pero a pesar de que mi verga ya se había salido del culo de Gabriela, Vanesa siguió al menos diez minutos mamándome el culo, mientras Gabriela primero limpio mi verga con la boca y luego me dio un beso largo, luego de eso Vanesa me dijo que no había sido desagradable, que de hecho le había gustado…
-Ahora imagínate no hacerlo, sino sentirlo.
Me metí a bañar, luego Vanesa y por ultimo Gabriela, yo me vestí con una bermuda de traje de baño sin playera, mientras que tanto Vanesa como Gabriela se pusieron sus bikinis, el de Gabriela era dorado, y los triángulos que cubrían sus pezones eran pequeños, al igual que el triángulo de la zona púbica, en cambio del de Vanesa era blanco, y su Tía lo había escogido por ella, era extremadamente diminuto, los triángulos de los pezones apenas lograban cubrir los mismos, y el triángulo púbico, no lograba cubrir plenamente el área, por lo que Vanesa tenía que ajustarlo cada cuanto, y eso implicaba dejar ver todo lo que había debajo…
-No estoy segura de esto.
-Pero pequeñaja si os ves muy puta.
-Están perfectas las dos, ahora vamos que hay que recorrer un buen tramo de playa.
Enfundadas en su bikini, rentamos un auto para ese día, y fuimos hasta poco más de puerto marqués, y comenzamos a caminar por la playa de revolcadero, Vanesa tenia algunos problemas para mantenerse tranquila, pero Gabriela no, y eso a pesar de que no había mucha gente, caminamos cerca de dos horas, platicando para que Vanesa se relajara, y lo logramos al punto que el triángulo de su zona púbica hacía rato que se había ido hacia arriba y ahora el hilo del bikini que debería estar en su culito, estaba ahora en su concha, dejando ver todo el espectáculo, llegamos a una zona sin gente, prácticamente despoblada, y entonces les dije…
-Fuera bikinis.
Gabriel contenta se quitó el bikini en un momento pero Vanesa lo dudo un poco, pero finalmente cedió, yo me quité la bermuda y Gabriela de inmediato se puso de rodillas a mamar mi verga, mientras que Vanesa comenzó por besarme y luego se unió a su tía, entonces le ordene a Vanesa ponerse en cuatro y la penetré con fuerza, mientras que a Gabriela le ordene mamarme el culo, era delicioso sentir la concha tan húmeda de Vanesa, que se venía con fuerza, diciéndome que estaba muy mareada, así que decidí torturarla un poco y con mis manos le masajeaba el clítoris para que su placer fuera demasiado…
-Es muy… demasiado… para…
Comencé a venirme dentro de Vanesa y eso contribuyó a que ella sintiera ese orgasmo tan fuerte que la hizo desmayarse al tiempo que chorros de sus jugos salían a raudales de su concha, le dije entonces a Gabriela que me mamara la verga hasta parármela de nuevo, lo cual tras unos minutos logró y la puse a cabalgar, mientras estrujaba sus pechos ahora decorados con piercings, el placer fue tan que también sacaba chorros de jugos, pero sobre mí y luego de un rato también me vine adentro de Gabriela, nos besamos largo rato hasta que Vanesa finalmente recobro el sentido pero apenas podía mantenerse en pie, pero tras poder caminar nos vestimos y regresamos al auto pues teníamos hambre.
Me quedaban cuatro horas de las 24 que Vanesa me había dado para convencerla de obedecerme sin condición como su tía lo hacía, y el avance era mucho, pues en la plaza donde comimos accedió a ponerse piercings no solo en los pezones, sino además en el clítoris, (aunque claro no tenía que presionar mucho considerando que tenía piercings en el ombligo, en la nariz y en una ceja) pero, había accedido, y eso me agradaba, Gabriela nos dijo que iría a comprar algunas cosas y que nos alcanzaría en el hotel, así que Vanesa y yo regresamos solos.
Subimos besándonos ardientemente en el ascensor, (recuerden que ella iba en bikini) por lo que aproveche para retirarle el bikini, por lo que recorrimos el pasillo besándonos, hasta que en la habitación, nuestros besos nos llevaron al balcón, donde me desnudó y comenzó a mamar mi verga y meter uno de sus dedos en mi culo, para luego regalarme una deliciosa mamada de culo, luego de lo cual la puse en el camastro y le regale lo mismo, me pedía hacerlo más despacio pues decía era una sensación de placer muy fuerte…
-¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Me darás tu culo?
-Ya es vuestro de todas formas.
Nos volvimos a besar y mientras lo hacía apunte mi verga a la entrada de su culo, y comencé a meterlo despacio, sin embargo el dolor que ella sentía era descomunal…
-¡Sacadla! ¡Sacadla!
Sin embargo no me detuve hasta que toda mi verga estaba dentro de ella…
-Si vas a ser mía, tiene que doler la primera vez.
Y comencé a cogerla despacio y poco a poco a subir la intensidad, ella opto por besarme, mientras yo ya bombeaba con toda mi fuerza, ella se dolía pero empezaba a gemir, lo que quería decir que estaba comenzando a sentir placer, le saque la verga y la lleve a la cama donde la puse en cuatro y sin piedad le clave la verga en el culo de un golpe, y la cogí salvaje, ella gemía y la cama ahogaba sus gritos, comencé a nalguearla, eso parecía gustarle, entonces la cambie de posición nuevamente, poniendo sus piernas en mis hombros, dándole mucho más placer, ella pedía que lo hiciera más fuerte y yo lo hacia lo mejor que podía, hasta que no pude más y le empuje la verga hasta el fondo y comencé a venirme dentro de ella, al mismo tiempo que ella tenía un orgasmo, que la dejó exhausta…
-No lo puedo creer dijo.
-¿Todo bien?
-Si es solo… perdón necesito un momento.
Vanesa salió al balcón y la deje sola, mientras yo me duchaba, en eso llego Gabriela, quien al ver tan pensativa a su sobrina decidió venir conmigo primero, entró en la ducha y se dedicó a lavarme el cuerpo sin pedírselo…
-¿Pasó algo que deba saber?
-Bueno pues le rompí el culo, y luego me pidió estar sola.
-¿No lo disfrutó?
-Lo disfrutó, y mucho, pero se puso triste.
Tras terminar el baño, Vanesa estaba sentada en la cama, pensativa y luego me llamó y me dijo…
-Dadme una bofetada, pero dádmela bien. –la mire y luego a Gabriela y ella se encogió de hombros, así que cumplí el deseo de Vanesa y le propiné una bofetada que la tiró a la cama. –A partir de hoy me someto a vuestra voluntad, quiero que me uséis como os dé la gana, pero nunca me dejéis, quero permanecer a vuestro lado toda la vida.
-Por supuesto preciosa, ahora me perteneces.
-¿Y acaso yo no cuento? –preguntó Gabriela.
-Claro que sí, las dos son mías.
Las bese, y luego volvimos a la cama, donde Vanesa y Gabriela mamaron largo rato mi verga hasta que me vine en sus bocas y rostros, luego de lo cual, estuvimos largo rato, escuchando música, bebiendo, cogiendo y fumando en el balcón hasta que el peso del alcohol nos llevó a la cama a dormir.
Espero les haya gustado mi relato, si es asi dejenmelo saber en los comentarios, así mismo si quieren que escriba algun relato de otra categoria o que continue otra serie digname.
Atte: Su amiga Karina